lunes, 14 de enero de 2013

HACIA EL SOCIALISMO DEMOCRÁTICO DEL FUTURO (II)


          Tras el descrédito del PSOE en España, analiza Carlos Navarrete, la dificultad de su estructura leninista, jerarquizada desde la cúpula hasta la base, común a otras organizaciones políticas y sindicales y que impide  una verdadera división de poderes.Ello pone de manifiesto que, en nuestro país, los partidos políticos cumplen de una manera bastante exigua el artículo 6 de la CE. A pesar de esta constatación, que comparto plenamente, el autor mencionado establece un imperativo:
RECUPERAR AL PSOE
                                      PARA PODER REALIZAR UNA POLÍTICA SOCIALISTA

          El resultado, entiendo, tendrá que ser regenerar, reestructurar o refundar el PSOE, pero, previamente, es absolutamente necesario reconocer lo siguiente:

          1) Los órganos deliberantes son manifiestamente mejorables. Es cierto que se respeta la libertad de expresión pero el afiliado que se pronuncia críticamente, a diferencia del que lo hace adulando a los que mandan,  muy posiblemente será objeto de acoso y represalias.

           De hecho, estoy de acuerdo, se han manipulado los censos a voluntad de la cúpula, “se anulan Asambleas y Congresos, cuando se cuestiona a los “jefes”, se envían comisarios políticos para representar el doble papel de juez y parte en las sesiones de Asambleas y Congresos conflictivas, se nombran gestoras…y, en general, los Secretarios de Organización a todos los niveles son los encargados de materializar esta sucia intendencia aplicando las Resoluciones, Estatutos y Reglamentos a la medida de lo que conviene a la línea oficial.

          2) Las Comisiones de Conflictos, que  con ese u otro nombre constituyen el órgano judicial de los Partidos, aunque ocasionalmente puedan ser elegidas en los Congresos, están siempre en la onda del órgano de dirección siendo un alter ego del mismo.

           Consecuencia: en caso de disentimiento con la dirección, no se le garantizan los derechos a los militantes

          3) La dirección efectiva y la política real no la marcan los órganos deliberantes sino lo que en el PSOE se llama la Comisión Ejecutiva que desde hace años  viene aumentando el número de sus miembros para convertirse, no en el órgano ejecutor de las decisiones adoptadas en los órganos deliberantes, sino en el órgano que dirige la red clientelar  interna, adoptándose las más importantes decisiones por la llamada ”mesa camilla”, un colectivo informal y reducido, a menudo convertido en mera pared de frontón para que el Gran Jefe no se equivoque demasiado…

          Consecuencia: la dictadura de la supuesta democracia interna es lo primero que hay que remover dentro del partido para que fluya la savia por el tronco y para que el propio partido pueda contribuir a depurar las corruptelas existentes en la división de poderes a escala estatal.

          Un segundo ámbito a considerar es el  de la actividad política que no tiene por qué limitarse a la que se desarrolla dentro del partido. Importa que los ciudadanos, mujeres y hombres, entiendan que la dimensión colectiva que tiene nuestra existencia obliga a plantearse ésta no solo como una larga marcha hacia la realización individual sino también como la tarea que a todos incumbe de organizar del mejor modo posible la convivencia social.

          Entiende Carlos Navarrete que la verdadera actividad legítima no es la de poder sino la de servicio y así entendida, debería de ser el elemento decisivo para la proposición de candidatos tanto a cargos públicos como orgánicos. Por lo demás, considera también que esta actividad de servicio puede desarrollarse tanto dentro como fuera del partido, trabajando en grupos que analicen y formen opinión y criterio sobre todos aquellos problemas que nos rebasan como personas singulares.

          Las Casas del Pueblo deben tender a ser lo que su nombre indica, locales a disposición de los ciudadanos que converjan con los intereses que el partido defiende y desde las que se imparta  una educación en valores constitucionales y éticos y dentro de ambos una formación específica en los de la solidaridad y el socialismo. Sin perjuicio del inevitable trabajo orgánico y burocrático se deben planificar, pues, programas que hagan atractiva la participación política.

          Las Comisiones de Listas están esencialmente pensadas para atenuar el componente democrático con la intervención de los órganos superiores en la confirmación o modificación de las candidaturas. Deben dejar de realizar tan funesta función. Sus integrantes han de ser personas de acreditada moralidad y su función ha de reconducirse a evaluar la actividad política de los elegibles, procurando que dentro de ellas estén representados los sectores que se consideran prioritarios para el partido, siendo una pieza más en la estrategia de la lucha contra la corrupción.

          El Estado, la sociedad en su conjunto, y los partidos están obligados a prevenir la corrupción en lo posible y reprimirla con rapidez y ejemplaridad.           El PSOE debe de tomar la iniciativa de proponer a las demás fuerzas políticas un pacto contra la corrupción y en el que,  con independencia de las responsabilidades exigibles judicialmente se establezca la responsabilidad política por culpa “in vigilando” o “in eligendo”

          Las fronteras entre las grandes empresas, las asociaciones religiosas y otros grupos de intereses y el espacio del partido deben de blindarse mediante un sistema de incompatibilidades siendo una de las más urgentes la que debería existir entre el estatus de Ex Presidente del Gobierno y la prestación de servicios retribuidos a las empresas privadas.

          Lo que expresa Carlos Navarrete, con mucho conocimiento de causa, y por propia experiencia, postula a las claras la refundación del PSOE, desde una Cultura Política, ética y socialmente solidaria, en ámbitos nacionales e internacionales.  Esa reestructuración interna, democrática, es imprescindible para poder realizar una política socialista en libertad e igualdad.

2 comentarios:

  1. Querido Pepe:

    Te agradezco la atención que vienes dedicando a mis reflexiones.Me alegra que se produzcan reuniones como las que me indicas de la Casa de la Provincia en Sevilla.Estoy de acuerdo en la necesidad de pasar a la ofensiva puesto que el sector que los partidos de izquierda debieran defender está siendo masacrado.Europa se le ha ido de las manos a la izquierda y no es ni siquiera un espacio a compartir con el centro derecha. Para recuperarla es necesario superar el cortoplacismo nacionalista y perfilar una estrategia dirigida a superar la crisis, con cargo a quienes la han creado y reemprender el camino de la redistribución de la riqueza en sentido inverso a la que actualmente se produce.Tanta ruina como se ha acumulado en tan poco tiempo va a llevar decadas acabar con ella.La suma de la indignación y el sufrimiento o nos lleva a poner en práctica ese planteamiento alternativo o la situación tiene una deriva fatal hacia la violencia,la anarquía y la la erradicación de la política y la democracia.Un abrazo.

    Carlos

    ResponderEliminar

  2. En cuanto al tema de "Recuperar el PSOE" para poder realizar una política socialista, escribí no hace mucho "La Renovación Pendiente". Empezaba diciendo:

    En España estamos, por supuesto, en un contexto distinto del Centroamericano, de Nicaragüa o El Salvador, en donde se habla y se ha escrito (ver Ernesto Cardenal) sobre la "Revolución Pendiente". Pero, en España, quizás desde el 86, y muy claramente desde el 92, asentado el socialismo en libertad (opción socialdemócrata al fin y al cabo), lo que no se ha logrado -como diría el valverdeño Manuel María Becerro Parreño, si viviera entre nosotros- es la regeneración. Por lo que, en consecuencia, es ya una clara exigencia "La Renovación Pendiente".

    Nos ha faltado un re-volución, es decir, una evolución responsable, en España y en Europa.

    ResponderEliminar