lunes, 19 de mayo de 2014

EL DÍA DE ÁFRICA, ELECCIONES EUROPEAS

Ironías de la vida. El día de África va a ser eclipsado por las elecciones al Parlamento de una Europa que ha trasladado el Muro de Berlín a distintos puntos de sus fronteras: Mediterráneo Occidental, Mediterráneo Central, Mediterráneo Oriental, y otras fronteras orientales u occidentales.  Porque, dicen "el desafío de la inmigración" está ahí, llamando a la puerta, preguntando si vamos a ser o no coherentes con los valores de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
 
 
African Union (orthographic projection).svg

El día de África, vamos por el 51 aniversario, conmemora la creación de la Unión Africana. Y esa Unión Africana, de profundas raíces autóctonas, se inspira también en la Unión Europea. Pero... ¿Qué África quieren sus pueblos..., qué Europa quieren sus ciudadanos y sus pueblos?
 
España no es ni Francia, ni Alemania ni Holanda, ni la Gran Bretaña. ¿Somos los españoles más integradores, más tendentes al mestizaje? Desde Andalucía, al menos, "crisol de culturas", aunque un tanto autocomplacientes, y no menos "chulillos", hemos apostado desde el 2000 por la integración y también por el diálogo intercultural -bastante distinto de lo meramente multicultural-. En otros países se habla de más o menos Europa, de más o menos austeridad, de más o menos mercado, ... y del euroescepticismo, y de "menos inmigrantes" -a pesar del claro envejecimiento de la población-. Hay un cierto populismo xenófobo que admira el mercantilismo financiero suizo -que, sin embargo, da acogida a grandes fortunas de países sureños-.
 
¿Qué pasa en España? Que ahora todo parece centrarse en bipartidismo/multipartidismo. Dice Fernando Vallespín que el PP y el PSOE se desgañitan por no ser confundidos entre sí - como si uno fuera más patriarcal, digo yo,  y el otro más matriarcal, aunque no siempre-. En ese contexto, UPyD e IU aparecen como una especie de bipartidismo en la sombra, autoafirmándose a costa del adversario. ¿Y quien representa la calle? ... Pues la abstención, el "pasar olímpicamente", el voto en blanco, los "micro-nacionalistas" y, tal vez, grupos políticos como Equo, Podemos, Ciutadans..., que aspiran a uno ó dos parlamentarios.
 
Algunas voces, que todavía sobreviven, de la vieja Doctrina Social de la Iglesia, invitan a que se vaya a votar. De los 751 diputados del Parlamento Europeo a España le corresponden 54. Se pide que se vote con reflexión, con responsabilidad, sopesando: el tema de la crisis, la política de la austeridad, el hecho del desempleo y el desempleo juvenil, la política migratoria, la cooperación al desarrollo del denominado Tercer Mundo, y la política Medio Ambiental. No están nada mal esos indicadores.
 
Pero el problema al que nos enfrentamos es la falta de credibilidad. Ejemplo: el PP, en sus soluciones, en el marco de los instrumentos de vecindad dice: "reforzaremos el diálogo político vinculado a mejoras democráticas y defensa de los derechos humanos, en particular los derechos de las mujeres. Desarrollaremos una interlocución eficaz que facilite la inclusión política y social de los países del Mediterráneo. Fomentaremos el desarrollo de la Unión por el Mediterráneo". ¿Quién puede creerse este discurso a la vista de los hechos, en Ceuta y Melilla?
 
¿Qué decir de la Europa Social en temas de Educación, Juventud, Empleo, Vivienda, Sistema Sanitario Universal y Seguridad Social?
 
Situar a Europa en el Mundo no va a ser nada fácil. Pero, para ello, Europa necesita de África. Y, con el tiempo, necesitará volver a la "Perestroika" de Gorbachow y a su ideal de la Europa de Los Urales hasta el Atlántico. El compromiso efectivo por la Paz, la Cooperación y la Solidaridad, amén de la Justicia Universal, el Medio Ambiente  y el futuro de la Juventud, de la Educación y de la Salud Pública son aspectos clave para la ciudadanía en el discernimiento reflexivo a la hora de emitir el voto por una Unión Europea más democrática y más política, que mire por el Bien Común de la Humanidad. 
 
 

lunes, 5 de mayo de 2014

EN LUNA NACIENTE



            Recuerdo tiempos ha el nacimiento de mi hijo Manuel en el Hospital Manuel Lois de Huelva. Trabajaba entonces por un mapa sanitario en Huelva, por la Educación Pública en Secundaria, por las viviendas sociales y por fortalecer la débil Transición. Dichas tareas me robaban incluso de la vida familiar –cosa que llegué a confesar al escritor Ricardo Guillón como un pecado, que el perdonó diciendo: “no vuelvas a hacerlo”-. Ahora, junto con Asun, he tenido la gran suerte de poder estar con mi hijo y con Fanta, mujer maliense, en los momentos cruciales del alumbramiento de Luna.  
De la noche al día 1 de mayo, referente para quienes defendemos el trabajo como realización y no como alienación, todo fue muy intenso.
A partir de las cuatro y media fui incluso hilvanando unos versos impares con cierto ritmo propio que, al final, caprichosamente, se plasma de forma exultante. El resultado ...

GAUDEAMUS IGITUR
Con el cielo estrellado,
Sobre las seis de la mañana,
Los pájaros revolotean
En las hojas de los árboles
Anunciando la llegada de Luna. 
Mientras cantan, va coronando
La Madre a las ocho,
Justo al alba del nuevo día.
A las nueve y quince,
Batiendo plumas blancas
Entre las torres de Sevilla,
Un altavoz nos llama.
Gaudeamus ¡Está entre nosotros! 

Un amigo humanista de Aracena, de pluma e ingenio ágil, Carlos “Zamoano”, autor del magnífico poemario ¿Quién eres? me ha enviado un saludo a casa que merece la pena compartir en este alumbramiento de la Luna naciente. Dice, entre otras cosas:

“Lo de la Luna Nueva me ha recordado la obra de R Tagore: Y como homenaje a nuestra nueva amiga, os copio este fragmento:

¡Cómo llenas con tu pequeñez todo el universo! Parece que el mundo, chiquito como la luna nueva que viste enredada en aquel árbol, es tu balón, y que jugando con él, haces lo que quieres de nosotros. Parece que tus manitas tostadas andan por nuestro corazón y que lo cierran y lo abren, como una granada, a su antojo.

 

[JRJ al niño de la luna nueva]
Muchas gracias, Don Carlos