domingo, 25 de julio de 2010

SANTIAGO APÓSTOL: UN REFERENTE SAPIENCIAL DEFORMADO

Santiago fue seguidor y apóstol del mensaje cristiano del amor. Herodes lo mandó decapitar por las acusaciones del Sanedrín Judio y por su sentido crítico -al igual que lo fuera Juan Bautista, precursor de Jesús de Nazaret-. Por nuestra parte, en España, y a lo largo de la historia, ha sufrido una gravísima deformación, hasta el punto de llegarle a ver montado a caballo y empuñando una espada, en tiempos de la Reconquista, como consagrando una blasfemia: "la guerra santa cristiana" frente a otra blasfemia la "guerra santa musulmana".
Santiago, testigo sapiencial, nos dejó una Carta de gran sentido universal, cuyo contenido va destinado a todas las comunidades humanas. Su mensaje: el amor al prójimo, es decir, el respeto al otro, la solidaridad con la otra persona en tanto que distinta de nosotros; la Ley Divina del Amor, no asumida ni por judíos, ni por cristianos, ni por musulmanes.
Habla, en primer lugar, de ciertas exigencias: 1) escucha y rectitud; 2) mirar por los más necesitados (viudas y huérfanos en su contexto judío); 3) igualdad frente a favoritismos y frente a la acepción de personas; 4) opción preferente por los pobres (2, 5-7); y prioridad de las obras sobre la fe (2, 14-26). Concluye: "la fe sin obras es un cadáver".
En el capítulo 3 de la Carta se refiere al Maestro (Jesús) y al verdadero saber (hacer el bien). Crítica a los que hablan mucho (a la "sin hueso") y a los que se consideran maestros o alardean de tales. Critica, pues, la vanagloria. Analógicamente, viene a la mente en este punto Sócrates, el filósofo griego: ¿quién de vosotros es docto y sabio? -pregunta. Y añade: "Pues demuestre el sabio, con su buena conducta, que actúa como tal, sin violencia... de lo contrario, que deje de presumir y engañar a costa de la verdad" (3, 13-14).
En los capítulos 4 y 5 trata el tema de la ambición y la injusticia. Se pregunta de dónde surgen las guerras y las luchas intestinas. E indica que surgen de los apetitos agresivos, de la envidia, del despecho y de la obsesión en satisfacer solamente las propias apetencias.... Por ello pide la conversión del corazón (4, 8); no juzgar al prójimo (4, 12); y no jactarse de negocios y riquezas, puesto que los salarios defraudados por los explotadores claman al cielo en pro de la Justicia ( 5, 1-6).
Termina Santiago su Carta con algunas recomendaciones:
1) reforzar el ánimo y no perder la paciencia.
2) ser compasivo y misericordioso.
3) no jurar ni por el cielo ni por la tierra, sino tener palabra y cumplirla.
4) ser personas de oración y fortaleza interior.
5) andar rectamente y enderezar los pasos torcidos propios y ajenos.
¿Este es el camino que nos indica Santiago? ¿Se corresponde con la realidad que se nos transmite de él? ¿Qué sentido tiene hoy hacer el camino de Santiago?
Sin comentarios.
No obstante, me gustaría recibir comentarios al respecto. De todos modos, lo principal parece claro: las obras muestran lo que uno es. "Obras son amores y no buenas razones".




José Mora Galiana

viernes, 23 de julio de 2010

MEDIACIÓN INTERCULTURAL

Fruto de la experiencia cotidiana -en las relaciones humanas en distintos ambitos-, de cursos sobre Desarrollo e Interculturalidad ya realizados, de noticias locales y globales, ... pero fruto también de Talleres Prácticos sobre Inmigración y Periodismo, llevados a cabo en el seno de un proyecto europeo, titulado Diálogo, resulta patente que debe abrirse paso la necesidad social y política de la Mediación Intercultural.
En efecto, la Mediación Extrajudicial, fomentada formalmente por la UE desde la Directiva 2008/52/CE, va fraguando en la realidad de modo sectorial como Mediación Familiar, Mediación Educativa, Mediación Sanitaria, Mediación Social, Mediación Política y Mediación Intercultural.
Pero interesa subrayar la importancia de la Mediación Intercultural en una triple tarea:
a) prevenir conflictos, fomentando la comunicación y la comprensión de personas con códigos culturales diferentes
b) "desfacer entuertos" o rehabilitar y recomponer situaciones de ruptura o enfrentamiento, fruto de los efectos no deseados de los conflictos -entre minorías y mayorías, pero también en el seno de las propias sociedades, familias o tribus- por falta de entendimiento y capacidad de diálogo, comprensión y respeto o tolerancia.
c) crear procesos de transformación cualitativamente más humanos, más abiertos, más dialogantes, más respetuosos con los demás, y más solidarios.
Mediar, por supuesto, implica gozar de autoridad moral, ser imparcial, abierto, sereno y negociador; y actuar muy discretamente, muy confidencialmente, muy profesionalmente.
¿Ha sido el Proyecto Diálogo un instrumento de mediación intercultural. Pienso que sí. ¿Por qué? Pues porque, normalmente, se transmiten noticias "sensacionalistas", alarmantes, catastróficas, o estadísticas sobre inmigración y no se transmite la vida normalizada profesionalmente, en el trabajo, en el comercio, en la vida doméstica, en el cuidado de las personas mayores, en el hospital o en la escuela..., en la Universidad. Y eso también es noticia; claro que lo es, pues precisamente esa realidad está fraguando una nueva convivencia, una nueva manera de tener relaciones humanas, en un contexto multicultural.
Hay una faceta que es sumamente interesante en la Mediación Intercultural: la Mediación Creativa. Se trata de generar nuevos espacios sociales de intercambio, conocimiento, cohesión y convivencia y armonía, enriqueciéndose con los valores y las cualidades de los demás.
Ese es el gran reto de la Mediación Intercultural: favorecer el diálogo y el entendiemiento de los diferentes códigos culturales en la vida cotidiana.

jueves, 8 de julio de 2010

CUBA, DESDE RÁBIDA

La Rábida es una especie de montículo o "morro" desde el que se divisa la confluencia de los ríos Tinto (que baja de las Minas hacia Niebla y su desembocadora en San Juan del Puerto y Huelva) y El Odiel (que nace en la Sierra de Aracena y baja hacia el Oeste, hasta llegar a Gibraleón, hacia su desembocadura en la Ría por Las Marismas). La Rábida es una pequeña atalaya que mira hacia el mar abierto, hacia el atlántico, hacia el horizonte del mañana. Su monasterio, Monasterio Franciscano -a pesar del vocablo árabe- es el referente de aquella gesta marítima, descubridora, de 1492, que convierte el enclave en Patrimonio de la Humanidad.




En la Rábida se han producido acontecimientos históricos relevantes. Por ello, y gracias a aquel inevitable choque de civilizaciones, tras la colonización vinieron las independencias, y también el deseo de estudiar los procesos históricos de los pueblos de ambas orillas del Atlántico. De ahí que se creara la Universidad Hispanoamericana de la Rábida, transformada ahora en Sede Iberoamericana de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA). La Rábida fué además el embrión (en su Colegio Universitario) de la actual Universidad de Huelva. Sin embargo, hay que resaltar también la lucidez que en su día tuvieron los responsables políticos de la Diputación Provincial de Huelva al impulsar la iniciativa de la Revista Rábida, que ahora llega -tras una larga andadura- al número 28.


En este número 28, en cuya presentación del día 1 de julio, me he despedido como Vicedirector, pueden verse como tres bloques temáticos: Las relaciones de Cuba con España, su incidencia en Centroamérica, y las relaciones con Alemania durante el período de la Guerra Civil Española; los procesos históricos de distintos páises Iberoamericanos; y los temas sectoriales entre los que quisiera señalar los ejemplos de Desarrollo Local y Regional, la cuestión de Chiapas, la importancia de las mujeres ("Las Manuelas") en la Independencia de Ecuador, y las dudas de un inmigrante colombiano, joven Doctor en Geografía por la Universidad de Sevilla, experto en flujos migratorios, que se pregunta: ¿me voy o me quedo?


En la revista Rábida -sobre todo en su última andadura, incluso después de haber cesado su Director, el Doctor en Historia Pablo Tornero- se podrá constatar el afecto, de las personas que formaron el Consejo de Redacción, hacia Cuba. Desde "Rábida", pues, nuestro afecto, solidaridad y mejores deseos hacia Cuba. Pero dicho eso, personalmente, quiero decir que, desde muy pronto (años 68-70), fuimos conscientes que la Teoría de la Revolución debía ser remplazada, en su caudillaje y dictadura, por la praxis de la Revolución Cultural, reto todavía pendiente -desde una Teoría de Transformación Social y Política-. No somos fundamentalistas de la Democracia, a veces más formal que real, pero sí defensores por igual de la libertad y la igualdad.


"Gaudete", pues (Gaudeamus igitur), si es verdad que, por fin, en Cuba, en la querida Cuba, se liberan a más de 50 presos políticos, gracias en parte a la muerte del albañil Zapata, el 23 de febrero de 2010 tras 85 días de huelga de hambre, gracias a la prolongada huelga de hambre del periodista Guillermo Fariñas, gracias a la tenacidad de las Damas de Blanco (Madres de Presos Políticos), y gracias también al buen hacer diplomático tanto de la Jerarqía Católica Cubana (en la persona del Cardenal Jaime Ortega) como del Ministro de Asuntos Exteriores de España (en la persona de Miguel Angel Moratinos, tan estoico como humanista frente al choque de ideologías, culturas o civilizaciones).

Desde Rábida, enhorabuena para Cuba. Personalmente, tanto a la revista Rábida como a Cuba les deseo un horizonte histórico de Diálogo, de Interculturalidad y de Esperanza, pero que se materialice en realidades de carne y hueso. En este momento, tal vez un franciscano de aquella orilla, Leonardo Boff, pudiera ser una buena atalaya. Los españoles sabemos de las falacias y corrupciones sistémicas de las Democracias, pero sabemos también de los errores, horrores y crímenes de los Imperios, y de los errores, horrores y crímenes de las Dictaduras.



José Mora Galiana