viernes, 25 de noviembre de 2011

DESUNIÓN EUROPEA Y ÉTICA INSOLIDARIA

La "Mini Cumbre" formada por la Sra. Merkel (¿en nombre de Alemania?) y el Sr. Sarkozy (¿en nombre y representación de Francia?), en la que aparece como invitado el político-económico Don Mario Monti, como jefe del gobierno italiano, desvela la desunión europea, en la que una minoría "selecta" no piensa supeditar sus planes, estrategias y estratagemas, a la ética de la solidaridad interterritorial y social en favor de la mayoría. La división está cantada con tonos férreos de barítonos, bajos bajitos, y tenores, pero sin masas corales ni tiples, ni tonalidades intermedias.
La partitura actual lleva por nombre "Del Tratado de funcionamiento de la Unión Europea" (30.03.2010). Tiene una primera parte de "Principios" -los principios siempre por delante aunque luego no tengan valor alguno-; una segunda parte de "No discriminación y ciudadanía de la Unión" -niego, luego afirmo-; una tercera parte sobre "Políticas internas de la Unión" -a favor del libre mercado de mercancias y de trabajadores al servicio del capital, de espacio de libertad y seguridad, de controles de fronteras, ....y normas y normas sobre fiscalidad y competencias...; política económica y monetaria, empleo, política social, fondo social europeo; educación, formación profesional, juventud y deporte; cultura, salud pública, protección de los consumidores; espacios sin fronteras interiores y "redes"; industria, cohesión económica, social y territorial..., y demás políticas sectoriales.
Pero, claro, de los 358, el artículo 123 interrumpe la partitura para que "cada palo aguante su vela", a modo de brusco "calderón" interminable, en el que no se logra retomar el aliento de forma serena.
Dice el susodicho artículo: "Queda prohibida la autorización de descubiertos o la concesión de cualquier otro tipo de créditos por el Banco Central Europeo y por los Bancos Centrales de los Estados miembros, ... "bancos centrales nacionales", en favor de instituciones, órganos u organismos de la Unión, Gobiernos Centrales, Autoridades Regionales o Locales u otras autoridades públicas, organismos de Derecho Público o empresas públicas de los Estados miembros, así como la adquisición directa a los mismos de instrumentos de deuda por el Banco Central Europeo o los Bancos Centrales Nacionales".
Lógico, pues, el enfado de la Señora ante quienes quieren modificar las funciones de "control control" del gasto y de la inflación por parte del del Banco Central Europeo. Ni "eurobonos" ni na de na, lo que hay que hacer es aplicar el "Espíritu de la Ética Capitalista" (de Max Weber) y punto.
Señora Merkel: con independencia de que se castigue a quienes hayan provocado la crisis financiera o hayan engañado en su doble contabilidad, y se hayan permitido alegrías indebidas, ¿cómo conseguir la cohesión económica, social y territorial entre 27 Estados cuyos puntos de partida e historia, equilibrios y desequilibrios, son tan distintos cuando no diametralmente distintos? ¿No habrá que garantizar un mínimo de igualdad común a todos en el punto de salida?
Necesariamente tendrá que cambiarse el Tratado actualmente en vigor, pero junto a una Ética Liberal habrá que poner sobre la mesa las exigencias de una Ética Social o Solidaria, que conjugue libertad y responsabilidad para ser justos. De lo contrario no podremos llegar a la cuarta parte de la partitura sobre proyección y realización: "Asociación de los Países y Territorios de Ultramar", cooperación, acuerdos internacionales...
Preferible es la solidaridad interterritorial y la cohesión económica y social que la dualización, la marginalidad, la revuelta y la destrucción del Estado de Bienestar, patrimonio histórico alcanzado con el trabajo y el tesón de toda una multitud de personas.

martes, 22 de noviembre de 2011

CONSTRUIR EL MAÑANA. PROPUESTA INTERCULTURAL




Tras el 20N, día de las elecciones generales en España, el mapa azul está teñido de nacionalismos: el hispano tradicional y el centro conservador de la Patria y el Estado, el catalán mercantilista, el nacionalista gallego y el independentista vasco -proclive al Estado Libre Asociado-. Las opciones obreras, sindicales y socialistas quedan fragmentadas y en minoría. Desde el poder, caben dos opciones básicas, con sus matices: el absolutismo o el diálogo. Desde opciones centrífugas o no vertebradas, habrá que esperar a ver cuáles son los planteamientos, con independencia de la exigencia económica, con o sin independencia incluida.


Si el sistema electoral fuera más equitativamente proporcionado, el Partido Popular tendría 27 parlamentarios menos, pero UPyD tendría 12 más; el PSOE contabilizaría siete menos pero IU contaría con 14 más... y EQUO alcanzaría los tres que ahora no tiene. De todos modos, con justicia legal o con equidad proporcionada, la exigencia principal, además de afrontar la crisis financiera y el paro de 5.000.000 de personas, con los problemas de sus familias, parece que va a estar en un PROYECTO INCLUSIVO. Ya no será suficiente el valor superior, recogido en la Constitución de 1978, del pluralismo político, sino que tendrá que asumirse el valor de la interculturalidad. Ello es incluso importante a la hora de tener en cuenta la abstención, y los votos en blanco y los nulos -en los que se pone de manifiesto el descontento activo de los votantes-. Pero el proyecto inclusivo será prácticamente imposible sin un cambio de rumbo en la Unión Europea, que debería ser más europea y menos nacionalista.



La interculturalidad tiene que tenerse en cuenta, sobre todo, en las grandes ciudades: Madrid y Barcelona, Bilbao, La Coruña, Sevilla, .... Valencia; Madrid y Lisboa...; Madrid, Paris, Milán y Roma, Berlín o Londres..., Berlín y Varsovia, y en la misma Bruselas. También en el Mediterráneo, en Latinoamérica, en África Negra, en China... ¿Para qué? Para, desde lo distinto, desde el otro, percibir nuestra pequeñez, nuestras limitaciones, nuestras carencias, nuestras necesidades de diálogo, entendimiento y solidaridad.



La realidad me trae a la memoria, lo que escribieron Georg Zolchow e Inés Mora a propósito de la exposición que forjaron en Berlín este verano. Creo que merece la pena tenerlo en cuenta, desde su sentir de juventud que "deconstruye" y que está empeñada en una nueva "construcción" de la vida cotidiana. El objetivo era ofrecer un espacio de encuentro a los jóvenes grafistas polacos y alemanes. Se perseguía un intercambio artístico y, a la vez, hacer patente el vínculo y los lazos que hermanan a los pueblos por medio de "pósters", soporte expresivo que se acerca al espectador, al indiferente, a la persona anónima..., conquistando lugares, logrando un mayor dinamismo cromático en la vida cotidiana.


Decían Georg e Inés que el arte y la cultura muestran, al aunarse, que rebasan todo acotamiento o frontera marcada, lo que tiene especial importancia cuando se sufre el lastre histórico de confrontaciones negativas o violentas.


Lograda la paz y la estabilidad democráticas desde la Transición (o Transacción) Política Española (iniciada el curso 75/76 del siglo pasado), conviene ahora, encarando la segunda década del siglo XXI, dar entrada al amplio espacio y horizonte de la Cultura, al Arte y al Diálogo Intercultural, para no volver a la caverna ni a las catacumbas. Pues, de lo contrario, al final nos asaltaría el interrogante existencial de "QUO VADIS HISPANIA".

miércoles, 16 de noviembre de 2011

LA ESTRECHEZ DE LAS URNAS



En las urnas caben unas papeletas pero no cuanto se piensa ni cuanto se vive, ni cuanto puede o podría ser posible. Cuando se hace el recuento se es muy cuantitativo. Se trata de contar y adjudicar el número de votos por partidos: tantos votos para el que más, tantos para el segundo, tantos para el tercero... y, así, hsta el último. Ni siquiera se hace constar lo que expresan los votos nulos, ni los tachones, ni las palabras que a veces se vierten por escrito ante tal o cual candidato al Congreso o al Senado. A la postre, se aplica el positivismo legal, en relación con circunscripciones provinciales, o de ciudades como Ceuta y Melilla, y hasta las próximas. Sin embargo empieza ya a plantearse la necesidad de modificar la Ley Electoral (porque contradice el principio democrático de una persona un voto) y también la democracia interna y externa de los partidos -con sus listas cerradas, sus consignas y estrategias- o el propio sistema representativo de la actual democracia (¿para qué el Senado? ¿Cuál es el peso real del Poder Legislativo? ¿Qué decir del Poder Judicial?).



Los cambios que se están produciendo en el campo económico vienen exigidos por las fuerzas mercantiles especulativas que miden más y más el plus de sus riesgos y lo endosan con porcentajes más altos a los que consideran más débiles políticamente o a quienes, a su juicio, no han hecho los deberes en el control del gasto o del déficit. Hay, por supuesto, desmadres pero el mayor desmadre no es puntual de tal o de cual actuación o país sino que lo es del propio sistema de los mercados especulativos insolidarios y corruptos. La compraventa de diamantes podría ser un ejemplo ilustrativo. Una piedra comprada como tal en bruto es vendida, tras ser tallada, y pulida, como brillante, al precio mínimo de un vehículo todo terreno.

Los cambios que se vayan a producir pueden derivarse de la necesidad de una economía saneada, de la exigencia de la competitividad, de la urgencia de generar empleo y producción, de las claves de un nuevo crecimiento de la eurozona... Pero, ¿dónde quedará la opción política europea de la triple cohesión económica, territorial y social? ¿Dónde la solidaridad? ¿Dónde la Política si resulta ser la esclava del Capital?



No basta con cambiar el sistema electoral o suprimir el Senado y reducir a la mitad el Congreso y los representantes parlamentarios de las distintas Comunidades Autónomas. Hay que ir a un cambio de mentalidad más radical, que asuma otro horizonte de desarrollo humano, que tenga en cuenta el reto de las energía renovables, que sea equitativo y solidario en las políticas sociales y sectoriales, y que, democráticamente, sea deliberativo y participativo con el fin de avanzar mediante consensos razonables. Se trata de ir hacia un nuevo Contrato Social, desde el sumo respeto a la dignidad del ser humano en su triple dimensión: individual, social e histórica.


Además de los votos que se esfuman en aplicación de la Ley D´Hont, en cada circunscripción y en el total de votos y porcentajes, está el conjunto de la abstención que ni siquiera entra en las urnas ni se tiene en cuenta. ¿De cuánto hablamos? ¿De un 30% del Censo Electoral? Quizás más. Y ¿por qué se abstienen tantas personas?



Los sociólogos, respecto de las elecciones, hablan de variables dependientes y de variables independientes. Si la variable dependiente es la abstención, las variables independientes son las "causas" de tal decisión de abstenerse, que pueden ser individuales (nivel de educación, edad, profesión, sexo, empleo o desempleo... y renta) o de caracter sociológico (bonanza o crisis económica y renta provincial, ayudas oficiales, participación real y asociacionismo... y tasa de paro); de movilización política (respecto de las ideologías, las distintas opciones, o las situaciones políticas y económicas en prospectiva); y de confianza o desconfianza institucional y política. De todo ello, hoy es fundamental tener en cuenta el influjo que los medios de comunicación, las opiniones o "conciencias sociales" e internet tienen sobre los electores a la hora de formar un juicio sobre la situación política y económica (respecto de si vamos bien o vamos mal). Y todo eso, ¿está en las urnas?



La estrechez de las urnas es una evidencia. En consecuencia, hay que encaminarse hacia nuevos modos de actuación, hacia nuevos planteamientos, y hacia nuevas formas de participación política, si no queremos quedarnos encerrados en una urna rectangular de metracrilato. Pues ni siquiera un voto tiene valor por si mismo, puesto que hay multitud de votos que no cuentan y hay, en las sumas totales, una proporcionalidad de votos distinta a la de los denominados representantes políticos. Por eso hay quienes dicen "no, no nos representan" -en muy distintas tonalidades y modulaciones-.



Urge retomar el sentido de la Cultura Política mirando más el mañana que el presente o el pasado, y pensar en el mundo de nuestros hijos e hijas, en el mundo de nuestros nietos y nietas, en el que, forzosamente, se plantea y se planteará la exigencia de realización personal y profesional, y las exigencias que se derivan del desequilibrio de la huella ecológica, la pobreza y la riqueza, y el acceso desproporcionado y desigual a bienes y servicios en el mundo global.



La estrechez de las urnas no se ciñe tan sólo a España o a Europa -una Europa trunca en lo político y teóricamente en quiebra en lo económico, que afecta a todos-. La estrechez de las urnas nos muestra nuestra propia estrechez mundial y la incapacidad de aplicar el sentido de la solidaridad, de la equidad, y de la justicia distributiva de la riqueza.



De todo lo anterior habrá que empezar a hablar a partir del día 21 de noviembre, tras las elecciones generales de España, que son unas elecciones de trámite -como lo ha sido la campaña-, desde situaciones insostenibles de paro y desencanto.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

LA POLÍTICA DEGRADADA

¿Hasta cuando abusarán de la Política los políticos actuales? En estos momentos de crisis financiera y económica, en este momento de profundas desigualdades, en este momento de carrera hacia La Moncloa o hacia no se sabe qué centro de Poder, la Política se ha convertido, por los dires y diremes de los actores en liza, en una mercancia con fetiche, con luminotécnica, con maquillajes, con decorados y focos que nos ciegan y encandilan o nos adormecen, y nos impiden ver la verdad de la realidad social. ¿Hasta cuándo la actual degradación de la Política?


Sabemos en España, como nos lo recuerda Ignacio Sotelo, que la Transición (yo le llamaría "Transacción") se hizo desde el poder establecido. Se suprimieron algunas estructuras: El Movimiento, la Prensa del Régimen -que era la única-, El Sindicato Vertical..., pero se mantuvieron intactas la mayoría de las estructuras (militares, judiciales, administativas, locales -y parroquiales-, provinciales -y episcopales-, educativas y culturales, Cámaras de Comercio, Cámara Agraria, Institutos X, y La Casa Real y demás entes y empresas públicas). Ello lo constaté personalmente cuando, por un acalorado golpe de Estado ultraderecha, el Partido Socialista tuvo la confianza de la ciudadanía para asentar la transición-transacción y garantizar la democracia representativa.


Como dijo un compañero (Carlos Navarrete), los españoles pidieron que un equipo joven saltara al campo de futbol, con sus virtudes, su fuerza, su ilusión, su buen hacer y también sus fallos y no pocas marrullerías internas y externas. Pero en las Instituciones, en la Administración, estaban los que estaban de siempre: los conservadores -incluidos los "falangueros" (como dijera Odon Betanzos) y la "Sección Femenina". ¿Qué era para todos ellos el Título VIII de la Constitución de 1978? Una especie de nubarrón o viruela que pronto pasaría. La perifería seguía olvidada y relegada en los Centros de Poder, aunque muy lentamente se aproximaran, no sin desmesuras locas, hacia las capitales de las Autonomías, que irradiaban hacia las provincias según el forcejeo de las fuerzas en liza pero muy pocas veces con criterios objetivos u objetivables. Los gobiernos socialdemócratas, apenas socialistas a veces, fueron casi una excepción. De ahí el "ardor patrio" a que las cosas volvieran (en tiempos de Aznar) y vuelvan ahora (con Rajoy) a su sitio -aunque no vocalice este hombre-, es decir que vuelva el poder político a las manos de los conservadores, a lo que, en ocasiones, en mala hora, ayudó también la denominada "pinza" de la izquierda-derecha. ¿Qué va a pasar con el Título VIII de la Constitución y con la Constitución misma? ¿Por qué no debatir, sin bipartidismo ni partitocracia, los temas políticos, sociales, culturales y económicos en profundidad? ¿Acaso no interesa? ¿A quienes no interesa?


Efectivamente, en la realidad que se vive día a día, en los problemas del paro, de la corrupción y de la economía sumergida o de la economía especulativa, en las Universidades, en la Judicatura, en las Administraciones, en la calle, en las Asociaciones, en las Comunidades de Vecinos... se echa en falta un sentido de regeneración, se echa en falta una visión de futuro. Los hijos y los nietos de quienes transitamos de la Dictadura a la Democracia han hecho público su desacuerdo con la situación actual. ¿Hasta cuando tendrán que esperar para lograr sus legítimas aspiraciones, personales o sociales y laborales o familiares?


La Política es arte, y es un arte de evitar los enfrentamientos violentos y las guerras internas o civiles y externas o internacionales. La Política es doctrina respecto del Interés General y del Bien Común y requiere de valores superiores y de la adecuada actualización de valores en torno a la solidaridad humana y la solidaridad territorial. La Política es expresión de las distintas opciones y opiniones sobre el gobierno de los Estados. Pero las opciones y opiniones que se nos presentan -aunque sea en pantalanos vaqueros o con trajes oscuros y elegantes- son de antaño, no son actuales, no tienen visión de futuro, no regeneran, no vertebran, no convencen, adormecen..., y además resultan machistas, pues las universitarias ya son mayoría y, sin embargo, no parecen muy presentes en los debates.



La Política es la actividad de los que rigen o aspiran a regir los asuntos públicos. pero esa actividad parece haberse vuelto gris, oscura, tecnócrata, burocrática, pesada, falta de aliento, alicorta, recortada y recortable hasta la asfixia de lo político en beneficio de lo económico-especulativo. La Política es también, finalmente, con cortesía o sin ella, la actividad de las ciudadanas y los ciudadanos a la hora de intervenir en los asuntos públicos, con su opinión libre -más allá del control empresarial de los medios de comunicación-, con su voto, o de cualquier otro modo, incluido el de manifestación en las calles o en las plazas.


¿Hasta cuándo los políticos actuales abusarán de la Política ya degradada, ya prostituida? ¿Hasta cuándo? En vez de tanto espectáculo costoso, a veces bochornoso, ¿por qué las direcciones de los Partidos Políticos no nos mandan a todas las personas y/o familias sus programas y luego debatimos? ¿Acaso no vale la partitura en un concierto? ¿Tan poco valor tienen ya las propuestas escritas en el programa de una opción política? ¿Hasta cuándo?

miércoles, 2 de noviembre de 2011

FILOSOFÍA INTERCULTURAL

Antônio Sidekum y Paulo Hahn fueron quienes coordinaron y organizaron un homenaje a Raúl Fornet Betancourt, que llegó a materializarse en un libro: Pontes Interculturais, editado por Novaharmonia, en Sâo Leopoldo –Porto Alegre- (Brasil), 2077. La publicación tiene actualidad, la ha tenido en el XII Corredor de Ideas de Porto Alegre, y puede ser muy útil para la reflexión filosófica y política y para cursos y talleres sobre Desarrollo e Interculturalidad.

El libro trata de expresar, desde la realidad Latinoamericana, en diez y seis valiosos ensayos de diferentes autores, el esfuerzo realizado por este buscador y peregrino de origen cubano pero afincado en Alemania, forjador de la transformación intercultural de la Filosofía y de la Política.


Me atrevería a ordenar el conjunto de aportaciones, con independencia de la Presentación, en tres bloques de cinco ensayos cada uno, y un trabajo final de Agemir Bevaresco sobre la aportación de Alexandre Kojève, más allá del Derecho Moderno, en la perspectiva de un Derecho intersubjetivo comunitarista.


La postura más crítica puede constatarse en el primer trabajo: “Dificultades teórico metodológicas de la propuesta intercultural” de Horacio Cerutti Guldberg, pues la transformación de la Filosofía exige - dice - transformaciones estructurales de las sociedades hartas de dependencia, dominio, saqueo, violencias, abusos y arbitrariedades en exclusivo beneficio de los poderosos de este globo errante. Se plantea con claridad el tema de los distintos y diferentes logos en el quehacer filosófico. Viene a continuación el trabajo de Ricardo Salas Astrain: “Para una crítica latinoamericana de la globalización. Aportes desde la Filosofía Intercultural”. Se postula, haciendo referencia a Castor Bartolomé Ruiz, la necesidad de la autocrítica desde los distintos contextos en los que los seres humanos vivimos y sufrimos a la hora de consolidar nuevas prácticas de encuentros entre los seres humanos, etnias y pueblos. “Dios no es europeo, y la Teología no es occidental”, de Josef Estermann, es una reflexión en seis pasos que se introduce por nuevos caminos y concluye con una Nueva Teología para otro mundo posible. En dicho trabajo, se camina hacia una deconstrucción intercultural e interreligiosa de la Teología en América Latina, desde la sabiduría indígena andina. Adriana Arpini, centrándose en la problemática de los países de América Latina, realiza un aporte de interés al debate sobre la interculturalidad bajo el título: “Acerca de las condiciones de posibilidad para la integración y el diálogo entre culturas diversas”. Se hace referencia a los siete ensayos de interpretación de la realidad peruana (de José Carlos Mariátegui, publicados en 1928), remitiendo al problema de la tierra, la vida y los pueblos indios, ya que el “reconocimiento” implica “redistribución”. Cierran este primer apartado de cinco trabajos Álvaro B. Márquez-Fernández y Doris Gutiérrez con su ensayo sobre “R. Fornet-Betancourt: La Filosofía del diálogo intercultural”.


En el segundo apartado se pueden englobar otros cinco trabajos. El de Marco Massoni: “Asimetrie culturali e transformazione interculturale della Filosofia nel constesto della globalizzazione”. El de Giovani Meinhardt: “As vozes das Vítimas” (sobre la Psicología Social de Martín Baró y la interculturalidad en Raul Fornet Betancourt), en donde se constatan las distintas escisiones del psiquismo de la sociedad y se plantea la necesaria actitud de renuncia a la propia visión, fruto de circunstancias o momentos históricos, con el fin de poder adentrarse en el carácter dialogal de la Filosofía de la Interculturalidad. El de Izaskum Petralanda Jauregui, que da un giro hacia la:“Ética y Bioculturalidad? El reconocimiento del otro(a) en la Salud”, acentuando la importancia de la Educación junto con los principios de la vida, el respeto y la responsabilidad, para favorecer la salud pública y combatir la violencia y todo tipo de agresión. De lo concreto y particular, se vuelve a lo global en el trabajo de Natalia Petyaksheva: “El pensamiento latinoamericano en el contexto de la globalización”, haciendo referencia a la concepción del filósofo mexicano José Vasconcelos como tentativa original de resolver el problema de la relación entre lo universal y lo regional. Cierra esta segunda parte, un ensayo breve de aproximación de Alejandro Serrano Caldera a la Filosofía Intercultural y a las obras de Fornet-Betancourt, con unas reflexiones sobre el humanismo de nuestro tiempo.


La última parte se inicia con la hipótesis de una posible aproximación de Ernst Bloch con la Filosofia Intercultural de Paulo Hahn: “A nâo-simultaneidade e multiversum contra um Totum cultural”. En definitiva, desde lo negativo de la realidad histórica se postula el principio esperanza y la posibilidad de diálogo intercultural para una transformación en la que Bloch y Fornet-Betancourt son referente de una poderosa opción alternativa al pensamiento único. El ensayo de Enrique Dussel: “De la fraternidad a la solidaridad. Hacia una Política de la Liberación”, ocupa de la página 151 a la 177, siendo quizás una de las reflexiones de mayor calado filosófico y político del libro. Vienen después los temas siguientes: el de “Lengua y diversidad cultural” de Mauricio Langón –un trabajo muy didáctico, fruto de un taller realizado con docentes- en donde se clarifica el valor de la diversidad lingüística y se ejemplifica cómo las características idiomáticas afectan al modo de pensar y concebir lo real; la invocación irónica “En nombre de la lengua perfecta”, de Fidel Tubino Arias-Schreiber, con hermenéutica incluida del relato bíblico sobre la Torre de Babel, la vanidad del progreso y la necesidad de construir no desde el pensamiento o la lengua única sino desde la diversidad. El siguiente trabajo, muy breve, condensado y en inglés –sin puntos y aparte- , es el de Kirabaev N.S., “Multiculturalism: pro et contra”, en el que se pone en crisis el concepto lineal del progreso.


Concluye el libro con un ensayo de Agemir Bavaresco: “Teoría da Justiça e Dreito Publico em Alexandre Kojève”, en donde lo fundamental es el reconocimiento del otro y la intersubjetividad en el esbozo fenomenológico que lleva no sólo a la autoconciencia, sino a la Justicia de la equidad y al control judicial y comunitario de la Administración Pública y de la Política, siendo prioritario lo comunitario sobre lo individual.


La lectura del libro remueve ciertos presupuestos y prejuicios e invita a tomar perspectivas distintas de las propias, abandonando la propuesta vanidosa del pensamiento único y totalitario de Occidente, contrario - desde la globalización económica mundial impuesta- a cualquier opción alternativa dentro de la Filosofía y la Política de la Interculturalidad.



El problema de la Filosofía Intercultural de hoy tal vez sea el de tener en frente no sólo el predominio de la opción del Pensamiento Único, desde la libertad mercantilista y el dominio, sino incluso la Teoría del Caos que parece adueñarse del presente, minimizando cualquier intento de señalar la diversidad, la propia identidad o la exigencia de la interculturalidad, desde la comprensión del otro.