jueves, 21 de octubre de 2010

ELLAS SON ÁFRICA

Una de las voces más vibrantes del II Congreso Internacional África-Occidente, quizás haya sido la de una mujer, Samba Soumare, al hacerse eco de las voces de Louga-Senegal, hogar de migraciones, y de todas ellas, las mujeres negroafricanas, que se quedan con la responsabilidad de la familia cuando parten sus jóvenes, fuertes e inteligentes compañeros, sus maridos, en busca de nuevos horizontes. A esa, y a una multitud de voces, se unió una voz singular afirmando que África, el continente, se ha puesto en marcha y que el motor y la realidad del cambio tiene nombre de mujer: ¡Africa!
Al escuchar la potente voz de Samba Soumare, comprendí la gran intuición de Mª Teresa Fernández de la Vega: "Ellas son África". Ellas son agentes de cambio y de transformación social y política. Ellas son "Mafu", Reinas. Incluso las adolescentes y las niñas son el futuro, el horizonte del mañana. Si tuvieran las mismas posibilidades que los hombres..., si pudieran ellas no sólo trabajar el campo sino impulsar la agricultura, la productividad se incremntaría más de un 20% en no pocos países africanos.
No hace mucho ratificaba un arrocero de nuestras marismas la gran capacidad emprendedora , de trabajo y de transformación que tienen las mujeres africanas. Todo ello no hace sino subrayar lo que yo mismo observara directamente en la década de los años setenta en el África Occidental.
De hecho, en Naciones Unidas se reconoce que las mujeres que pueden acceder a la educación y participar en la toma de decisiones económicas y empresariales se convierten en un verdadero motor, en la lucha contra la pobreza, hasta alcanzar la dignidad deseada.
Ellas son el corazón de África en un mundo sin corazón. Por eso quizás mantuvimos también un minuto de silencio por cuantos emigran y mueren (hombres y mujeres) en el intento de alcanzar una vida más digna.
Hoy, cuando Mª Teresa Fernández de la Vega se despide de los españoles como Vicepresidenta del Gobierno, quiero reconocer su entereza y su lucidez en animar a las mujeres españolas y africanas a liderar un gran cambio social, tejiendo redes, estableciendo compromisos, y defendiendo la igualdad y las garantías de los Derechos Humanos en nuestro mundo global pero desigual.
En las palabras de la clausura del II Congreso África Occidente, Mª Teresa de la Vega habló de un largo viaje, de la necesidad de rodearse de buenos amigos, del conocimiento objetivo de las cosas, de la apertura a los demás, de la esperanza (a partir de la efectiva escolarización e igualdad de la mujer); de una andadura austera frente al afán de lucro; del trabajo bien hecho; del cambio de época; de la realidad poliédrica, rica y variada; de la necesidad de compartir ideas y proyectos; de las mujeres y hombres que se niegan a ser víctimas y esclavos o esclavas del pasado... Y, sin condicionantes partidistas ni manipulaciones, afirmó desde sí misma que el continente de África se ha puesto en marcha y que las mujeres se han convertido en el motor de dicho continente.
Quedemos, pues, a la escucha de la voz vibrante de Dª Samba Soumare y de las palabras auténticas de Dª María Teresa Fernández de la Vega, lejos ya de imposturas no deseadas.


José Mora Galiana

miércoles, 20 de octubre de 2010

GOBERNANZA EN ÁFRICA

En el II Congreso África-Occidente, conforme a las aportaciones de los distintos ponentes y al mapa conceptual trazado, las conclusiones y propuestas del grupo de trabajo sobre "gobernanza en África" se han materializado en los apartados siguientes:

1. Sobre Derechos Humanos, Democracia y Participación Política
2. Territorios, Poder y Gobierno, y Sociedad Civil
3. Políticas de Cambio y Transformación Social
4. Conclusiones Operativas, desde Ki-Zerbo.

En la mesa de trabajo se recepcionaron un conjunto de ponencias, de las cuales se extraen las siguientes conclusiones y propuestas:

1) SOBRE DERECHOS HUMANOS, DEMOCRACIA Y PARTICIPACIÓN POLÍTICA.

1.1. Sobre la promoción de valores de la Democracia en la Asociación Euromediterránea por parte de la Unión Europea (UE):

En 1995 se celebró la Primera Conferencia Ministerial que dio lugar a la Asociación Euromediterránea ((UpM). Pero, a pesar del trabajo de una década, la UE no ha prestado suficiente apoyo institucional, ni financiero, ni legal, ni moral, a la promoción de los valores y principios democráticos en los países socios de cooperación en el Magreb Mediterráneo.

La UE, y sobre todo España, Francia e Italia, no pueden limitarse a dedicar apenas un 2% de sus fondos de Cooperación a la Democracia y la Defensa de los Derechos Humanos. Tal opción por los valores superiores del ordenamiento jurídico requieren una mayor inversión económica y la garantía en la defensa de los derechos humanos de parte y parte.

1.2. En cuanto a la aplicación de las cláusulas democráticas y de derechos humanos en las políticas de cooperación al desarrollo de la UE para el África Negra, El Caribe y el Pacífico (ACP), el Acuerdo de Cotonou, de 23 de junio de 2000, se ha centrado más en lo económico y comercial que en la dimensión política y democrática, la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la impunidad.

La introducción de cláusulas democráticas y de derechos humanos en las políticas y programas de cooperación al desarrollo, es una iniciativa positiva, pero deben estar definidas de manera que se puedan evaluar tanto sus aspectos teóricos conceptuales como su aplicación práctica y las garantías de cumplimiento de las mismas.

1.3. El desarrollo local, en cuanto que opción alternativa de la cooperación, subraya no el crecimiento “desarrollista” sino el desarrollo humano integral, abriendo posibilidades multilaterales, de participación ciudadana activa, y de establecimiento de redes solidarias.

Se propone, desde la defensa, conquista y garantía de los Derechos Humanos, fomentar efectivamente el nuevo multilateralismo activo y promover la iniciativa de Articulación de Redes Territoriales (ART) sensibles con el Desarrollo Local Humano, desde las propias necesidades básicas y de realización de las propias identidades creativas.

2) SOBRE TERRITORIOS, PODER Y GOBIERNO, Y SOCIEDAD CIVIL


2.1. La degradación política fruto del colonialismo se ha constatado también a partir de las Independencias de los años 60. La novela A Man of the People (1966) del nigeriano Chinua Achebe, y publicada poco antes de la Guerra de Biafra) puede interpretarse, a este respecto, como una parábola que significa y sintetiza el proceso de degradación sufrido no sólo por Nigeria sino por muchas de las Repúblicas Africanas.

Se propone, pues, combatir el colonialismo y neocolonialismo, la vertebración social y el fortalecimiento de los movimientos y colectivos sociales capaces de ser sujetos activos de transformación social mirando el interés general y el bien común por encima de los intereses particulares o individuales y partidistas.

2.2. Sobre avances y retrocesos, consolidación de la Democracia e importancia de la Sociedad Civil, a partir del referente de Mozambique, se constata como imprescindible asegurar o garantizar la estabilidad política, desde los poderes públicos, y en base a la mejora de las condiciones de vida, la cohesión, la armonía social, y la participación de la ciudadanía activa.

Para poder medir la gobernabilidad se propone establecer parámetros consensuados de parte y parte, sobre:

a) Naturaleza del régimen político (y sistemas de centralización y descentralización, política y económica, y división de funciones y poderes),
b) Libertad individual respecto del Estado. Garantía de los Derechos Humanos.
c) Participación política en los procesos electorales. Legitimidad del Poder establecido
d) Libertad de expresión y transparencia, para evitar y combatir todo tipo de corrupción.

En este sentido, se constatan los grandes avances realizados en países negroafricanos como Sud África, Senegal, Ghana y Gabón, a modo de ejemplo, y la necesidad de la Educación y la Cultura Política para evitar retrocesos, pues la estabilidad depende en gran medida de la legitimidad.

En definitiva, si se quiere consolidar la democracia y la estabilidad política debemos garantizar un marco legal, inspirado en los Derechos Humanos, para gestionar los procesos electorales eb base a la denominada “razón comunicativa”, es decir, justa competitividad política, recta razón en el uso de las leyes, diálogo abierto e inclusivo, participación activa, y fuerte presencia de la sociedad civil. Este ejercicio debe se realizado sin restricciones en todas las fases del proceso democrático.

2.3. En cuanto a la construcción o reconstrucción del Estado de Derecho en el contexto de los Estados Frágiles, se ha centrado la referencia en Ginea Bissau. La pregunta formulada es si existe la posibilidad real de conseguir una serie de interacciones entre los diferentes actores (Estado, o Sector Público, Sector Privado o Entidades Privadas, Sociedad Civil y Clase Política), entre tradición y modernidad, y entre las fuerzas militares, las sociales y la económicas, para lograr las transformaciones necesarias en la reconstrucción del Estado.

Las propuestas, tras la reflexión realizada son dobles: a) internas, de organización política y gobernabilidad conforme a los Derechos Humanos, por consenso de las distintas fuerzas políticas, militares, sociales, económicas y culturales (tradicionales y modernas); b) externa: por el establecimiento de estrategias que prioricen y garanticen la gobernabilidad, la seguridad y la defensa de los Derechos Humanos. Ello obliga a crear espacios de diálogo, a la modernización de las Administraciones Públicas, a crear condiciones de vida digna -en lucha contra la pobreza- y a humanizar la intervenciones sociales y económicas internas y externas.


3) POLÍTICAS DE CAMBIO Y TRANSFORMACIÓN SOCIAL



Las políticas de cambio socioeconómico y de transformación liberadora se han centrado en los siguientes temas: el análisis de las causas del subdesarrollo socioeconómico y la necesaria corresponsabilidad; el paso de la tradición a la modernidad por medio de la liberación, desde sí mismos y desde la importancia de la sociedad civil; y la fuerza de la proyección mediática desde la propia África, en positivo.

3.1. Para lograr un desarrollo socio-económico dinámico y equilibrado se requiere de una sociedad civil fuerte y cohesionada y de una clase empresarial democrática autónoma, no vinculada al poder político establecido.

Es claro que, en África Negra los condicionantes históricos son grandes. En Mozambique, por ejemplo, se remontan, muy singularmente, a los descubrimientos de Vasco de Gama en 1498, y el principio de la colonización; a 1977, con la Independencia; y a 1992, con los acuerdos de Roma, y las necesarias transiciones posteriores en lo político y en lo económico, sobre todo, para dejar atrás la desestructuración y la pobreza de la década del 80 al 90.

En economía es fundamental el análisis objetivo de los distintos sectores: primario (agricultura, ganadería, minería y pesca), secundario (servicios públicos y privados) y terciario (industria de transformación), para ver, en definitiva a dónde van los beneficios de las materias primas y del sistema socioeconómico. Pues los desequilibrios estructurales se agravan en ocasiones con megaproyectos en relación con las fuentes de energía e incluso con proyectos económicos paraestatales, es decir proyectos económicos vinculados al poder político que no benefician al conjunto de la población. De hecho si solo las empresas pagaran sus correspondientes impuestos, y estos se gestionaran correctamente, no se necesitaría la ayuda de la cooperación exterior.

Se propone en consecuencia no solo modificar las relaciones comerciales entre el interior y el exterior sino también fortalecer la propia sociedad civil y su capacidad empresarial para lograr su propio desarrollo humano. Entendiendo no obstante que estas reflexiones operativas las deben de realizar los propios africanos desde su visión social, cultural y política.

3.2. Entorno al desarrollo liberador, se considera imprescindible el fortalecimiento de los pilares éticos tradicionales, básicos en el buen gobierno. Dichos elementos tradicionales van desde las pequeñas comunidades de las tribus, el clan y los sistemas de gobierno precolonial hasta la cultura del sentido comunitario, las buenas relaciones, la concertación en la acción, la solidaridad y el respeto a la naturaleza. De ahí que el buen gobierno no pueda ni deba entenderse solamente respecto de la gestión de los recursos económicos sino también en el ejercicio de la autoridad moral, desde el ancestral deseo de ser gobernados conforme a la justicia, con el fin de lograr una cohesión y regeneración social africana.

En este sentido se propone tener en cuenta los elementos tradicionales y el respeto de los Derechos Humanos para garantizar la convivencia humana en paz en contextos que necesariamente tienen que ir del proceso de la multiculturalidad hacia el diálogo intercultural y en definitiva a la formulación de una ética transcultural basada en los pilares de la justicia y la paz. Pero se entiende que occidente es fundamental que de ejemplo en la defensa de los Derechos Humanos, en el respeto a la ciudadanía cosmopolita, en el fortalecimiento de la sociedad civil y en la generación de redes sociales que antepongan el bien común a los intereses particulares.

Liberación, pues, supone liberarse de todo tipo de esclavitud y, en consecuencia de todo lo que esclaviza o hace que África sea todavía dependiente.

En África existe un sustrato cultural, necesitado de liberación, que considera a la autoridad como algo sagrado y absoluto. De tal modo que quien detenta el poder político tiende a explotar este transfondo cultural haciéndose pasar por el mismo Dios, con lo que la población se mantiene en una situación de obediencia semireligiosa o pseudoreligiosa que le impide ser sujeto de su propia historia.

Se propone en consecuencia una nueva cultura africana capaz de conjugar los elementos tradicionales con el pensamiento crítico y autónomo para poder avanzar del ayer (colonial o neocolonial) al mañana de la unión y la fortaleza africana.

En relación con el tema de la liberación integral y la importancia de la sociedad civil se ha tenido en cuenta también la aportación sobre identificación y capacidades de grupos formales e informales en la defensa de Derechos Humanos relacionados con la sexualidad y que de antaño han sido combatidos por los códigos penales del siglo XIX y los fundamentalismos religiosos. En este punto se propone que se respete la declaración de la asamblea general de la ONU de 18 de diciembre de 2008 sobre la despenalización de la homosexualidad en el mundo. Dicha declaración fue apoyada por 66 países frente a algunos países fundamentalistas que redactaron una declaración en la dirección contraria.

3.3. En cuanto a la proyección mediática de África se constató la visión desfigurada que occidente tiene respecto de África, que hace patente aspectos negativos, que facilita los intercambios económicos en provecho propio pero no elimina las fronteras del norte respecto a las del sur, que ignora la corresponsabilidad, desde su propia perspectiva occidental y eurocéntrica y que mantiene la debilidad y la minoría de edad de los Estados de África sin considerar ciudadanos de plena capacidad social y política a las personas inmigrantes que ya habitan, trabajan, estudian e investigan en occidente.

Se propone, pues, la creación de espacios de libertad y prensa libre en África, así como la participación en páginas Web, redes sociales y cuantas iniciativas puedan surgir al estilo grupo Guin GuinBali que apuesta por un nuevo periodismo euroafricano.

Finamente es fundamental el favorecer los intercambios entre periodistas profesionales de todos los países africanos, generando encuentros y espacios de libertad que permitan compartir experiencias y ayuden en la nueva concepción teórico-practica de la proyección mediática de África. Pues, en definitiva, se trataría de alcanzar una información de calidad para proyectar una África más autentica, abierta al futuro.

4) CONCLUSIONES OPERATIVAS DESDE KI-ZERBO

Ki-Zerbo situaba la civilización africana entre el ayer y el mañana. Apostaba por una nueva cultura africana capaz de transitar de lo tradicional a la modernidad desde si misma.

¿Por qué? Porque los estados ricos dan a África con una mano (más o menos caritativa) una ayuda pequeña y humanitaria pero con la otra mano (no caritativa) la despellejan.

¿Qué se propone? Partir desde la realidad actual de África, desde sí mismos; superar la crisis económica y financiera y la desvertebración social, causada por el dominio de lo económico; acentuar las propias capacidades creativas; renacer a pesar de las dificultades; abordar democráticamente la realidad socioeconómica en sus sectores primarios, secundario y terciario; revisar las cláusulas comerciales y los impuestos en relación con inversiones y transacciones con el exterior; lograr liquidar la deuda y su condonación; alcanzar, aunque sea por etapas la unidad africana (“Rassembler l´Afrique”, diría Ki-Zerbo) y hacer de la Educación, de la Universidad, de la formación profesional del pueblo, de su capacitación agrícola y laboral, y del ejercicio profesional responsable la proa que lleve al futuro de la nueva cultura africana en un mundo cada vez más globalizado.

En definitiva: No se trata de dar con una mano y despellejar con la otra ni de tender las dos manos para recibir sin esfuerzo. Se trata de asumir la corresponsabilidad de forma justa, equitativa y solidaria. Para ello, conviene, de parte y parte aceptar las reglas de juego que ya estén consensuadas, es decir, los Derechos Humanos, garantía de la dignidad de las personas y de los pueblos.
José Mora Galiana

miércoles, 13 de octubre de 2010

ÁFRICA OCCIDENTE. II CONGRESO INTERNACIONAL. CORRESPONSABILIDAD EN EL DESARROLLO

Desde enero de 2010 quedaron fijados los objetivos de este II Congreso. En el Iº, realizado en la Universidad de Huelva en noviembre de 2007, se subrayó la necesidad de establecer nuevas relaciones que dejaran atrás todo vestigio de colonialismo para encarar el futuro con esperanza, desde sí mismo. Las Actas publicadas se cerraron, en el apartado VI, con la "Declaración de la Luz", en la que, además de postular la reconversión de la economía de la guerra y la carrera de armamentos en economía solidaria e inversiones de paz, de salud y de cultura, se apuntaba ya al objeto de este IIº Congreso: la corresponsabilidad en el desarrollo humano.

Para este II Congreso, que se celebra del 14 al 16 de Octubre de 2010, se planteó inicialmente una serie de objetivos, hasta concretar participaciones y mesas de trabajo, del modo siguiente:

A) UN OBJETIVO GENERAL TEÓRICO-PRÁCTICO:

Situar en un primer plano de análisis y compromiso sociopolítico, cultural y económico la realidad de África y las relaciones África Occidente, hasta ahora relegada a un tercer plano en un Mundo Global estructuralmente injusto. Y, en consecuencia, asumir las exigencias del Desarrollo Humano y de la corresponsabilidad, revisando nuestro propio modelo de crecimiento, a la vez que se impulsen nuevas vías de co-desarrollo, de relaciones internacionales, y de mayor grado de igualdad, libertad, profesionalidad, y solidaridad efectiva con las personas, comunidades y pueblos más necesitados. Ello implica, una reflexión desde África, desde su pasado, y desde su presente abierto a las nuevas realidades de África en las que se conjugue ciencia y conciencia, técnica y conciencia, desarrollo y conciencia de la propia identidad, pues crecimiento sin conciencia es corrupción y ruina.

B) ALGUNOS OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

A la vista del Informe sobre Desarrollo Humano 2009, establecimos tres objetivos específicos: 1) Combatir la negatividad de la realidad; 2) Asumir compromisos operativos; 3) Postular un Orden Internacional Justo. Ello implicaba:

* Analizar críticamente la movilidad de personas y bienes y enfrentarse con la verdad de las migraciones africanas, su incidencia en el desarrollo y el papel de la diáspora y del asociacionismo, así como reflexionar sobre la cooperación internacional y valorar experiencias de Codesarrollo en positivo o carencias y déficits propios del Desarrollo Humano en situaciones de negatividad y dependencia.

* Ante los objetivos incumplidos del Milenio, promover iniciativas corresponsables en Educación, Salud, Igualdad, Acceso a bienes y Servicios, mejoras agro-alimentarias y de nutrición, proyección social y puesta en valor del Medio Natural y de las distintas identidades culturales, desde experiencias prácticas y modelos alternativos de desarrollo.

* Remover obstáculos socio-culturales o religiosos, económicos y políticos que impidan la relaciones humanas e internacionales en pie de igualdad, desde la libertad y el sentido de lo justo; favorecer un nuevo horizonte de Gobernanza, una reformulación y garantía de los Derechos Humanos; buenas prácticas de participación comunitaria y democrática; transparecia y honestidad; asumir la corresponsabilidad histórica “África Occidente”; e impulsar compromisos internacionales, modificar las reglas del juego en el comercio internacional, y revertir el crecimiento económico de los países más poderosos mediante opciones concretas de actuación solidaria frente a la brecha establecida entre pobres y ricos.


C) TEMAS A TRATAR EN LAS MESAS DE TRABAJO

De hecho, con independencia de las intervenciones en las sesiones plenarias, hay establecidas tres Mesas de Trabajo:
* En la Mesa 1, los participantes tratan sobre Migraciones Africanas, Desarrollo e Integración. El día 14, se centran en tres aspectos: a) diásporas históricas; b) flujos migratorios actuales; c) incidencia de los Medios de Comunicación y de la Cratividad Negro-Africana. El día 15, se fija la atención en a) las migraciones femeninas africanas; b) la importancia de las "redes sociales"; y c) asociacionismo, procesos sociales e integración intercultural.

* En la Mesa 2, sobre el Desarrollo de África y las Propuestas Africanas ante el reto del incumplimiento de los Objetivos del Milenio (ODM). El día 14: a) relaciones institucionales y exigencias de autogestión y participación activa; y b) programas concretos de intervención no-colonial. El día 15: a) identidades autóctonas, saberes y capacidades; y b) papel protagonista de la mujer africana y el desarrollo de sus capacidades efectivas.

* En la Mesa 3, sobre Gobernanza en África. El día 14 se abordan: a) Derechos Humanos, Democracia, Desarrollo Local y Participación Política; y b) La realidad política en distintos territorios, el ejercicio del poder, Estado y Sociedad Civil. El día 15, a) Políticas de Cambio y Transformación (teniendo en cuenta la realidad socioeconómica, los elementos tradicionales, la necesidad de liberación integral, y la fuerza de los Medios de Comunicación); y b) Conclusiones operativas sobre el presente y el horizonte de futuro en África.


D) HACIA UN NUEVO HORIZONTE DEL MAÑANA

En estos dos congresos nos hemos embarcado en un proceso de reformulación general de las relaciones África-Occidente, en general, y de la Cooperación Internacional, en particular, para postular la exigencia de corresponsabilidad, de participación efectiva de los pueblos negroafricanos, y de defensa de una nueva cultura de derechos y de desarrollo humano creativo, lo que implica necesariamente la reformulación del propio Comercio Internacional, así como la aportación científico técnica y económica que debe de estar al servicio del desarrollo humano y no del enriquecimiento de unos pocos. Pues no se puede estar dando con una mano y despellejando con la otra.

Se trata, en definitiva, de revertir la historia desde los pueblos empobrecidos, no desde las élites neocoloniales internas y externas, para que sean los propios pueblos -sus mujeres y sus hombres libres y capaces, no "alienados"- los artífices creadores de su propio futuro.

El II Congreso Internacional África Occidente tiene la palabra en la Universidad de Huelva del 14 al 16 de Octubre 2010.
Ojalá que el próximo Congreso ya sea en África. ¿Por qué no en Senegal?
Para febrero de 2011, año de los afrodescendientes, del 6 al 11 de febrero, se celebrará en Dakar el Foro Social Mundial. ¡Ánimo!

José Mora Galiana

lunes, 11 de octubre de 2010

Ante el día de la Hispanidad: ¿Qué Cultura?

Como coordinador del equipo que ha dado a luz el libro sobre ¿Qué Cultura?, después de distintas aportaciones a esta pregunta que nos hemos querido formular, y teniendo en cuenta al menos perspectivas de tres mundos: el de la Europa Occidental, el del África Negra y el de América Latina, me atrevo a formular las siguientes conclusiones, siempre abiertas al diálogo:

1) El interrogante sobre qué cultura se plantea necesariamente desde un contexto y desde una civilización, desde una perspectiva concreta, y desde una visión crítica (o ángulo de visión) de la realidad histórica, que es compleja y dinámica, y que nos limita, pero que nos abre también hacia un amplio horizonte de relaciones individuales y personales, comunitarias o sociales, interculturales e internacionales, en este globo terráqueo de nuestros días en los que “Internet” extiende las posibilidades de la comunicación mundial.

2) La cultura no es realidad estática sino proceso de evolución natural y de devenir histórico –puesto que el animal humano es realidad psicofísica-. Dicho devenir histórico, como puede constatarse empíricamente, es plural y multiforme y, en los últimos tiempos, está sometido a cambios y transformaciones profundos y acelerados que dependen, en gran medida, del momento, del contexto, del saber acumulado, de la experiencia adquirida, de la economía, de la ciencia y la técnica; de las distintas cosmovisiones (ya sean más naturalistas o más racionalistas), y de las potencialidades de las diferentes comunidades humanas.

3) La cultura, aunque realidad plural, puede entenderse como un proceso liberador en cuanto que, desde las propias capacidades, es expresión de las distintas respuestas a necesidades básicas, a necesidades vitales y a necesidades de realización, satisfacción y expresión, ya sean estas personales o colectivas.

4) La cultura no implica tan sólo cultivo de la tierra (agri-cultura: cultivo del campo), con el fin de satisfacer necesidades de supervivencia, sino que es cultivo de la salud psico-físcica y cultivo de las capacidades del homo faber –en la fabricación e ingenio de útiles, instrumentos y mecanismos técnicos-; es también cultivo de lo saludable, de lo bello, de lo agradable, y de las capacidades del homo sapiens –en la elaboración del pensamiento y la reflexión, en la investigación científica, la comunicación por medio del lenguaje, la expresión corporal, y las distintas formas de expresión artísticas y creativas-; pero cultura es, además de todo lo anterior, el cultivo de las relaciones interpersonales, sociales, mercantiles y económicas, religiosas o políticas e institucionales, en las que la denominada Civilización Occidental ha forjado como factor predominante y hasta determinante la fuerza del homo economicus, con el contrapeso, eso sí, del Derecho.

5) En las distintas relaciones, entre los intereses contrapuestos, un modo de alcanzar cierto grado de convivencia satisfactoria y armónica es refrenar los impulsos y los instintos de destrucción y de dominio del “otro”, de la otra persona, por medio del Derecho y la aplicación efectiva de lo que pueda ser justo o de Justicia.

6) El Derecho y la Justicia no son algo ya establecido de por vida, sino que, por el hecho de ser expresión procesual de la Cultura, son términos ad quem, es decir, objetivos a los que se tiende por nuestra condición natural teleológica, pero a lo que no se llega nunca del todo (como ocurre también con la felicidad). Ahora bien, el sentido común del Derecho y de la Justicia sirve para resolver conflictos individuales e intereses contrapuestos entre Pueblos, Naciones, Estados y Civilizaciones. Pero la conditio sine qua non es la comunicación, el respeto, el diálogo, la confianza, el conocimiento mutuo y el de las limitaciones inherentes al animal humano, la capacidad de consenso y de llegar a acuerdos contractuales –no por imposición ni por aplicación de la Ley del más fuerte, sino por convencimiento, empatía o racionalidad-.

7) La Cultura, en la construcción de la Comunidad Humana, si no quiere tener los pies de barro ni ser unilateral, tiene que partir de la realidad plural (y de la diversidad de lenguas y expresiones) y del sentido liberador; pero debe fundamentarse en los cimientos de la educación, la libertad, la igualdad, la justicia, la racionalidad y la solidaridad afectiva y efectiva; el respeto a la naturaleza y a los demás, y en la interculturalidad como valor. Pues sólo así se podrá evitar la “dualización de la sociedad”, la marginalidad o la exclusión en un mundo cada vez más global pero también diverso, complejo y dinámico en su devenir histórico.

8) La Cultura en mayúscula postula, pues, un cambio de mentalidad, la refundación de la UNESCO y de la ONU y la concepción del Derecho y de la Justicia como término ad quem , que sin embargo debe ir materializándose políticamente, de forma positiva, para que las distintas culturas de las distintas civilizaciones sean motivo y posibilidades de enriquecimiento de la propia Comunidad Humana.

En consecuencia, pues, la mejor manera de celebrar el día de la Hispanidad es intercambiar entre las dos orillas y quedar a la escucha de las voces de América Latina para descubrir sus tonalidades, sus ritmos, y sus anhelos, a veces tan humanos como la liberación de los 33 mineros chilenos atrapados hace más de 60 días y 6o noches a 700 metros bajo tierra de las Minas de San José.



José Mora Galiana

viernes, 1 de octubre de 2010

SOBRE LA HUELGA

Con motivo de la huelga del 29 de septiembre (29S) de este tumultuoso año 2010, conviene recordar, frente a la Cultura del Capital, los objetivos de la Cultura del Trabajo: el pleno empleo, el crecimiento armónico y equilibrado y la justa distribución de renta y riquezas. El derecho de huelga está consolidado como libre expresión respecto de los intereses laborales. Pero lo que no está garantizado es el derecho al trabajo. Por eso se habla hoy incluso, reiteradamente, de los universitarios y universitarias "pre-parados".
Sobre la huelga, hace bastante más de cuatro décadas, Rafael González Moralejo, el que fuera Obispo de Huelva, pidió que se pronunciara el Concilio Vaticano II, en el marco de la Constitución Gaudium et Spes, considerándose entonces un medio necesario, aunque extremo, para la defensa de los derechos y el logro de las aspiraciones justas de los trabajadores. A este hombre, el tema, le costó lo suyo... (imagínense la osadía en un tiempo en el que el "caudillo" tenía derecho de veto sobre la denominación de obispos y, por supuesto, no estaba dispuesto a tolerar semejantes "veleidades" en su Reino). Pero aquel pensamiento, me parece importante poderlo analizar ahora en otro contexto. Voy, pues, a tratar de hacerlo.
Aquel contexto era el de febrero de 1965, tal como puede constatarse en el libro de Moralejo: El Vaticano II en taquigrafía. La historia de la Gaudium et Spes. Moralejo tenía en su haber el ser Obispo del Arzobispado de Valencia y haber escrito dos libros importantes: Pensamiento Pontificio sobre el Bien Común y La justa distribución de las rentas. Desde el punto de vista de la Filosofía del Derecho parecía apoyarle Joaquín Ruiz Jiménez, a pesar del sistema de Dictadura que se vivía en la España de Franco, en el que la huelga era "ilegal", existía la pena de muerte...
Nuestro contexto es bien distinto. En vez del Bien Común se habla del Estado de Bienestar. En vez de Dictadura hablamos de Democracia (aunque sea partitocrática); y en vez de justa distribución de la riqueza hablamos de las retenciones de la Hacienda Pública para cubrir gastos públicos, inversiones en infraestructuras y servicios de interés general. Pero se habla también de deuda pública, del sistema financiero injusto, y del paro estructural en la dialéctica capital/trabajo, objeto de la primera huelga general de una hora, en la época de la Transición, el 5 de abril de 1978... La del 29S de 2010 ha sido la séptima huelga general en Democracia.
Sobre aquel contexto de 1965, de conflictividad política hasta la muerte del General Franco (toda una década), puede consultarse el documento de Pere Ysàs: El régimen franquista frente a la oposición, editado por el Instituto de Estudios de la Democracia, de la Universidad San Pablo, de abril de 2007. Se aborda en dicho documento: la rebelión estudiantil, la conflictividad obrera, el disenso de intelectuales y profesionales, la oposición política y la disidencia católica de entonces. En ese documento no se habla del número de parados de entonces ni de las personas y familias que tuvieron que emigrar...interna y externamente. Pero, ¿cuál es nuestro contexto en democracia?
El 5 de abril de 1978, en plena Transición Política, y siendo Presidente Adolfo Suárez (de la UCD), cuatro millones de personas se sumaron en España a la Huelga General de una hora de duración, para secundar la protesta de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) frente al alto porcentaje de paro que vivía entonces Europa.
El problema del paro, la falta de capacidad política y económica para generar empleo y garantizar el derecho al trabajo, ha sido el denominador común de las restantes huelgas generales. La Europa de los mercaderes ha vencido a la Europa Social e incluso al Estado Social y Democrático de Derecho hoy en declive (ver si no el libro de Ignacio Sotelo). Veamos si no el denominador común de las huelgas.
El 20 de junio de 1985, Comisiones Obreras (CCOO) contabilizó cuatro millones de seguidores en contra de la ley de Pensiones, que subía su periodo de cálculo de dos a ocho años. Según el Gobierno de Felipe González, sólo fue secundada por un millón de personas trabajadoras.
El famoso 14 DIC, de 1988, fue sin embargo una huelga sonada, con un claro enfrentamiento entre Nicolás Redondo (UGT/PSOE) y Felipe González (PSOE/UGT) a propósito de la Reforma Laboral en la que se incorporaba la dinámica neoliberal de la flexibilidad y la competitividad (lo que suponía abaratar el despido) y se retiraba el plan de empleo juvenil, abriendo la puerta a los "contratos basura" y a la precariedad laboral. Al parecer participaron en la Huelga ocho millones de personas. El problema no era el sistema político, es decir, la Democracia alcanzada, sino el sistema económico y la política económica del Gobierno al servicio del sistema económico neoliberal. Ya no se hablaba entonces ni de participación en la empresa ni de justa distribución de las rentas, sino de producción y riqueza, de reconversión industrial y de que era imposible terminar con el paro pero que, desde las inversiones públicas, se podían garantizar coberturas sociales y facilitar la "circulación de la riqueza", creando las infraestructuras necesarias para ello. Modernización era la idea mágica. Curiosamente tanto en UGT como en el Partido Socialista se fue abandonando la Secretaria de Cultura y, por supuesto, la Cultura Obrera.
Vendría después el 28 de mayo de 1992, año de las conmemoraciones (los "fastos" del 92). La Huelga General fue de media jornada. A CCOO y UGT se unieron los sindicatos vascos ELA-STV y LAB. El seguimiento de la Huelga fue dispar. Las cifras de seguimiento eran contradictorias (un 80% según los sindicatos y un 35% según el Gobierno). El motivo de la Huelga era el recorte de las prestaciones por desempleo y el propio proyecto de Ley de Huelga.
Tras la Expo del 92 vendría la crisis económica de 1993. Y, en enero de 1994, la última huelga que vivió Felipe González como Presidente del Gobierno. Tenía dos objetivos: evitar que se aprobara la Reforma Laboral del Ejecutivo y que no se aplicaran los recortes sociales. La Huelga la convocaron CCOO, UGT, USO, CGT y CIG. En cuanto al seguimiento, de nuevo disparidad de cifras: los sindicatos hablaban del 90%, el Gobierno del 30% y la Patronal del 26%
El 20 de junio de 2002, la Huelga general fue contra el Gobierno de Aznar, neoconservador, por causa del denominado "decretazo", que tocaba de forma directa el Plan de Empleo Rural (PER) y el número de jornales exigibles para obtener el denominado "subsidio de desempleo". Las valoraciones del seguimiento de la Huelga fueron disparatadas. Los sindicatos hablaban de una participación del 84% y el Gobierno hablaba del 17%
Finalmente llegamos a la Huelga del 29 de septiembre de 2010, con unos sindicatos mermados en su credibilidad -tras los años de paz social y de reparto de subvenciones entre patronal y ellos mismos para la formación que debiera generar empleo y que ha servido sobre todo a sus intereses endogámicos-.
¿Cuál ha sido el motivo de la Huelga? La Huelga es fundamentalmente política, en un contexto de crisis, frente a las opciones del Gobierno de José Luis Zapatero ("socialdemócrata liberal"). Pues, ya se ha aprobado una Reforma Laboral (que difícilmente podrá tener vuelta atrás), en la que se vuelven a recortar los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Se han recortado ingresos de trabajadores de Salud, Educación y Administración Pública, y no se invierte en generar empleo en esos ámbitos ni en servicios sociales ni se incentiva la persecución del fraude fiscal ni la resolución de conflictos judiciales ni las empresas que generen y no destruyan empleo. En definitiva no se incentiva el trabajo bien hecho ni la profesionalidad ni el sentido empresarial solidario ni la cultura empresarial de calidad.
¿Qué hacer? ¿Basta con la "Huelga tranquila" que se propone como "huelga interior" frente al sistema financiero y frente a los amos del mundo que condicionan las mentalidades mediante el poder mediático y, claro está, las medidas económicas del Gobierno? ¿A qué cantidad y a cuantas familias afecta hoy en España el paro?
Si en España , con 46.000.000 de habitantes, hay más de cuatro millones de parados (se oscila en torno a los cuatro millones y medio); y a penas se sobrepasa, en población activa, la cifra de 23.000.000 (de los que más de 10.000.000 ya son mujeres), ello quiere decir que andamos por encima del 20% de desempleo, respecto de la población activa (que también se ha incrementado en buena medida gracias a las personas inmigrantes que vienen con ganas de trabajar).
Pues bien, el número de hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro está por encima del 1.300.000. En cuanto a la ocupación (que se nos muestra como índice de recuperación de la crisis financiera y económica) la menor subida corresponde a Andalucía y la mayor subida de paro también corresponde a Andalucía. ¿A qué tanta complacencia institucional?
El problema, pues, no es ejercer el derecho de huelga, derecho formalmente consolidado, como la libertad de expresión. Más allá del derecho al pataleo, y su correspondiente escenificación, lo que realmente importa es garantizar el derecho al trabajo, como derecho fundamental, cosa que ni siquiera se reconoce en la Constitución de 1978.
Centrándonos en Andalucía, a partir de 1986 (año de la integración en el Mercado Común Europeo), se ha asumido la política agraria, se ha hecho un esfuerzo de convergencia, se ha incrementado el Producto Interior Bruto (PIB) hacia el nivel medio europeo, se ha invertido en comunicaciones, en infraestructuras y en modernización pero persisten desequilibrios estructurales tales como:
1) Bajo nivel de producción y de renta (bajísimo en zonas rurales de montañas)
2) Escasas dotaciones de capital, reducida productividad y poca capacidad de comercialización
3) Poca ocupación y elevado desempleo (con nueve puntos por encima de la media española)
4) Deficiente especialización sectorial, salvo en agricultura y servicios de hostelería, y escasa industrialización
5) Marcadas diferencias intraregionales y comarcales
6) Necesidades de mayor cualificación profesional de los recursos humanos, a pesar del grandísimo esfuerzo realizado en las Universidades Públicas (de donde salen los pre-parados que emigran).
Hoy, en recuerdo de aquellos prohombres, que fueron relegados, pero que hicieron posible el derecho de huelga y la transición democrática, desde dentro de las instituciones vinculadas al régimen de la Dictadura; hoy, tras una mirada hacia la lucha sindical, conviene no perder de vista los objetivos: el pleno empleo, el crecimiento equilibrado y la justa distribución de la riqueza. Ahora bien, estos objetivos no podrán lograrse si no es conjugando lo local con lo mundial. Lo que, necesariamente, debe llevar a la reformulación de los Derechos Humanos, desde las diversas y múltiples situaciones, y a la institución de las correspondientes garantías para que se cumplan efectivamente los Derechos Humanos. Los derechos no se alcanzan sino como fruto de un proceso evolutivo de lucha, de afirmación interior y proyección exterior, que viene a materializarse aunque sea de forma provisional para luego relanzarse de nuevo en la escala musical que va del do bajo (exterior), porque en declive, al do alto, que requiere toda la potencia interior para -tras la deconstrucción- volver a la reconstrucción de los derechos inalienables de la dignidad humana.
Siguiendo a uno de mis maestros, Rafael González Moralejo, tras las enseñanzas prácticas, políticas, del que fuera parlamentario y abogado laboralista, Carlos Navarrete, y siguiendo los pasos del filósofo de la liberación, Ignacio Ellacuría, me atrevería a plantear que el parlamento español y el parlamento europeo (pero también la ONU) se definieran no sobre el derecho de huelga sino sobre el derecho al trabajo. Pues la trampa consiste en relegar, constitucionalmente, las políticas sociales y económicas a la la elaboración de las correspondientes leyes para garantizar derechos sociales que se quedan en pura declaración de intenciones. El derecho al mercado libre no puede ni debe ir en contra ni del derecho al trabajo ni del crecimiento social equilibrado, por lo que han de conjugarse por igual lo individual y lo comunitario, para ir alcanzando lo justo y lo equitativo, siempre progresivamente. De ahí que haya de recuperarse la civilización (y la cultura) del trabajo frente al predominio de la Civilización del Capital y de su Sistema Financiero Internacional. Pero, algo más, eso no puede quedar en escenificación o simple discurso sino que debe materializarse en la realidad.
José Mora Galiana