lunes, 7 de diciembre de 2009

DECLARACIÓN DE LA LUZ SOBRE LA NECESIDAD DE NUEVAS RELACIONES ENTRE ÁFRICA Y OCCIDENTE

Adoptada con ocasión del I Congreso Internacional “África-Occidente – Necesidad de Nuevas Relaciones”, celebrado en Huelva, los días 14 a 16 de noviembre de 2007, y organizadas por la Fundación Europea para la Cooperación Norte-Sur, el Area de Cooperación Internacional de la Diputación Provincial de Huelva, la Universidad de Huelva, la Junta de Andalucía, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, el Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional, la Fundación Cajasol y la Fundación Doñana 21.

Con este motivo,
A.- Reafirmamos la necesidad de nuevas relaciones entre África y Occidente que permitan un desarrollo humano sostenible para favorecer el interés común de ambas zonas del mundo y los intereses generales de la comunidad internacional.
B.- Reconocemos que tras sesenta años de vigencia del actual sistema internacional, no se ha conseguido siquiera, mediante la justicia, la dignidad a los pueblos de África ni su autosuficiencia socio-económica y financiera. Ello supone focos de conflicto y flujos masivos de población, que desestabilizan la seguridad del mundo, tan importante para África como para Occidente. Por ello, se necesita una nueva búsqueda de soluciones a los problemas endémicos de África y el establecimiento decidido de medidas que facilite su desarrollo, con la colaboración de una cooperación internacional responsable. Para ello, los derechos civiles y políticos y los derechos económicos, sociales y culturales en África deben disponer de mecanismos internacionales y nacionales de protección y Occidente debe favorecerlos y reforzarlos.
C.- Consideramos que los Estados Occidentales, de mayor capacidad económica y de mayor tradición democrática, tienen la obligación de fortalecer las estructuras institucionales democráticas de los Estados africanos, con el fin de prevenir catástrofes y conflictos bélicos, defender los derechos humanos, potenciar el desarrollo integral y evitar el flujo migratorio forzoso de la población.
D.- Tenemos en cuenta que en este nuevo siglo es urgente tomar las medidas necesarias para reconvertir la economía de la guerra y la carrera de armamentos en economía solidaria e inversiones de paz y cultura para todas las mujeres y hombres del planeta, haciendo valer los derechos humanos y la Carta de la Tierra, en beneficio de todos y de las generaciones venideras.

En este sentido, DECLARAMOS la necesidad de tener en cuenta los siguientes criterios para unas nuevas relaciones entre África y Occidente:
1.- Los Estados Occidentales, mediante el diálogo con África, deberían formular una serie de principios objetivos para establecer un cooperación internacional que tenga en cuenta las necesidades que transmita la sociedad africana, desde sus valores, culturas y tradiciones, siempre y cuando no supongan una distorsión de los valores, culturas o tradiciones occidentales. Para ello no cabe más que un diálogo, sincero y franco, entre África y Occidente, del que puedan dimanar los citados principios, que deben ser respetados por ambos mundos. Por ello, cada vez que un Estado Occidental destine parte de su cooperación internacional a África, debe hablar con África y acordar las modalidades, cuantías y prioridades de la citada cooperación. Cuando esta cooperación proceda de las organizaciones internacionales, primordialmente de la ONU o de la Unión Europea, serán estos foros internacionales los responsables de canalizar la cooperación en función de las demandas y necesidades de los pueblos receptores.
2.- Una vez formulados los principios, de común acuerdo, deben ser, principalmente los pueblos implicados los responsables de llevar a cabo su aplicación, mediante la estrecha colaboración entre los donantes y los receptores de la cooperación.
3.- Los diagnósticos de los males de África y de sus necesidades vitales están hechos. No caben más encuentros, foros, comités o reuniones de expertos. Se impone la acción inmediata, con la conciencia de que la solidaridad a tiempo puede ayudar a resolver situaciones que pueden generar inestabilidad o peor aún, inseguridad que provoque riesgos de difícil o imposible contención, en términos humanitarios, medioambientales, económicos o sociales.
4.- La cooperación de los Estados Occidentales, al igual que las ONGs, Iglesias o Grupos filantrópicos, tiene que tener como objetivo inexcusable provocar cambios estructurales. Por tanto, la base de la cooperación debe dirigirse a los campos que provocan los mencionados cambios como las estructuras educativas o sanitarias, las infraestructuras, el fortalecimiento institucional, la defensa de los derechos humanos, la capacitación en el empleo, la defensa medioambiental y cualquier medida colectiva que incida en el bienestar de la población en su conjunto. En este sentido, las Universidades pueden desplegar importantes actuaciones en investigación, docencia y proyección social.
5.- La solidaridad de Occidente debe corresponderse con la co-responsabilidad de África. Por tanto, aquellas sociedades africanas, estatales o no, que contribuyan desde una perspectiva democrática y respetuosa con los derechos humanos al co-desarrollo deben recibir el apoyo decidido y generoso de los Estados cooperantes, en la conciencia de que ese co-desarrollo permitirá la multiplicación de los efectos de la cooperación internacional. Para este co-desarrollo es muy importante la lucha contra la corrupción, que debería incluir un sistema de control internacional que supliera las deficiencias estatales.
Huelva, 3 de Diciembre de 2007
Consultar:
http://www.fecons.org/Congreso_Internacional/declaracion.html

2 comentarios:

  1. Hay que dar un paso más. Como dijera Ki-Zerbo: À quand l´Afrique (Para cuando África). África no puede esperar. Los propios flujos migratorios son una permanente sangría.

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  2. Brevemente: África, que está presente en todos los medios de comunicación, es sin embargo, tratada de forma muy parcial. Se aborda normalmente la miseria, las luchas tribales, las guerras y las hambrunas, de forma superficial. No se tratan aspectos positivos y valores negroafricanos como por ejemplo el autocontrol en el comer; el respeto a las personas mayores; el sentido de comunidad... Los aspectos negativos hay que tratarlos con mayor rigor. Ya mandaré un texto por si se puede incorporar. ¡Saludos de Kambiré!

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