viernes, 18 de diciembre de 2009

Con motivo del Día de la Inmigración

La inmigración colombiana en España y en Sevilla

Migrar es algo natural. Las aves nos lo muestran nítidamente en su paso por Doñana. Pero es el hecho de la inmigración, la llegada de otras personas, procedentes de otros lugares, con otra visión de las cosas, lo que nos hace caer en la cuenta de nuestra propia pequeñez, localismo y limitación. El hecho, en nuestras sociedades, tiende a reducirse a la dimensión económica (al homo economicus) pero a poco que se investigue se constata de inmediato que, en las personas, esos animales humanos que emigran, hay un proyecto de vida y que ese proyecto cambia según las distintas circunstancias y realidades vitales e históricas de las personas, familias o comunidades.

La investigación realizada por el ya Doctor Adriano Díez Jiménez, descendiente afro de procedencia colombiana, nos muestra a las claras esa dimensión de la ruta vital y el proyecto existencial de las personas migrantes, lo que nos recuerda sin duda nuestras propias experiencias hacia América Latina, hacia Alemania o a la vendimia en Francia.

Los primeros resultados de las investigaciones del joven doctor Adriano se hicieron públicos en la Universidad de Sevilla y se remontan a 2006, en su “Análisis de la migración colombiana en España- Volumen y perfil sociodemográfico de la inmigración colombiana en Sevilla (1995-2004)-”. Aporta fundamentalmente, esa investigación, un horizonte distinto para el estudio y el análisis de las migraciones: tratar de valorar el grado de satisfacción de las propias expectativas (iniciales y posteriores) y el grado de integración social real de las personas inmigrantes en el ámbito estatal, autonómico o municipal.

Su Tesis Doctoral, brillantemente defendida en septiembre de 2009, viene ya avalada por al menos dos citas o referencias externas en el seno de un proyecto de investigación financiado por la Agencia de Cooperación Internacional (AECI), que ha sido realizado por personas cualificadas de la Universidad Pablo de Olavide (de Sevilla) y de la Universidad de Antioquia (Medellín de Colombia). El proyecto de investigación lleva por título: “La diáspora colombiana: derechos humanos y migración forzada. Colombia-España 1995-2005. Construcciones sociales, políticas y jurídicas en el fenómeno de la “migración forzada”.

La primera cita, muy explícita, es de la investigadora Pilar Cruz Zúñiga, en su trabajo “Flujos y tipologías migratorias: Colombia-España, 1995-2006”[1], sobre la emigración colombiana como un proceso, cuya intensidad se ha incrementado a partir de 1960, registrándose diversas oleadas hacia Estados Unidos, Venezuela, Ecuador y España.

La segunda cita es de la investigadora Rocío Medina Martín, en su trabajo “Política migratoria española e inmigración colombiana en España (1995-2005)”[2], quien apoyándose en referencias hechas por Pilar Cruz Zúñiga establece dos periodos para los flujos migratorios de personas colombianas hacia España: entre 1996 y 1999; y desde el año 2000 en adelante (hasta el 31 de diciembre de 2006, en los estudios de Adriano Díez, según el cual ya en 2005 España ocupa el segundo lugar de destino entre los países de las personas emigrantes colombianas, después de Estados Unidos).

La Tesis consta de tres grandes partes: La inmigración extranjera en España; la inmigración colombiana en Sevilla en el contexto de la inmigración española; y el trayecto y proyecto migratorio de la inmigración colombiana en Sevilla.

Más allá de los aspectos cuantitativos, una vez se establece, a 31 de diciembre de 2006, la concentración de la población colombiana por Comunidades (Madrid, el 22,63%; Comunidad Valenciana, el 14,72%; Cataluña, el 14,55%, Canarias, el 7,62%; y Andalucía, el 7,56%), lo importante en el caso que nos ocupa es la concreción del estudio en la provincia de Sevilla; pues se trata de indagar cualitativamente el grado de satisfacción respecto del proyecto migratorio, reducido en este caso, necesariamente, a las personas colombianas que estaban empadronadas (a fecha 1 de enero de 2006 –según datos del INE-) y que ascendían a 3.708 (1.320 varones y 2.388 mujeres), destacando en número los municipios de Sevilla (con 2.250), Dos Hermanas (165), San Juan de Aznalfarache (126), y Écija (93) –cuya representación es más del 71% de toda la Provincia, con sus 106 municipios-.

Vista la Metodología utilizada y constatadas las distintas Fuentes (estadísticas, bibliográficas-documentales y primarias o sociológicamente directas), quizás sólo convendría señalar como distintos el apartado de definición de algunos términos (introduciendo el de “migración forzosa”, “nacionales” y “extranjeros”…), y el apartado de las variables e indicadores, en el que necesariamente habría que incluir el de participación socio cultural y política, para mejor valorar el grado de integración en el Municipio, en la Comunidad Autónoma o en la realidad nacional del Estado. Pues entendemos algunos que habría que revisar y modificar la Constitución Española en sus arts. 13 y 23 para que de verdad se garantizaran por igual los Derechos Humanos de “nacionales” y “extranjeros”[3].

Quizás lo más novedoso de la Tesis Doctoral que nos ocupa es la Tercera Parte, sobre el trayecto y el proyecto migratorio de las personas colombianas en Sevilla, tanto en un primer como en un segundo momento, y las intenciones y expectativas, cumplidas o no cumplidas o modificadas hacia la estabilidad y la integración mayor en la nueva comunidad de acogida. ¿Podemos afirmar que un 70% está satisfecho en su proyecto migratorio porque volvería a emigrar y porque tiene más o menos posibilidades de viajar a sus lugares de origen –dependiendo del trabajo y de los ingresos económicos-?

Una recomendación, para que la “Hispanidad” (del 12 de Octubre) no se quede en flatus vocis: completar las conclusiones con más contundencia contra todo lo que suponga no asumir en la sociedad actual globalizada la Carta de los Derechos Humanos y los Derechos Emergentes, sobre todo en un contexto europeo y español de atrincheramiento en aspectos no asumibles desde la perspectiva de quienes defendemos el paradigma de la Comunidad Humana frente a la preeminencia del paradigma del Estado (o incluso del Imperio de una determinada Federación de Estados), y frente a la restricción o reduccionismo del Estado de Bienestar (sin haber llegado al Estado Social y Democrático) en los países más ricos.

En definitiva, sobre todo desde la perspectiva Sur, Sur-Oeste, estamos en contra de la Cultura del Malestar y de incrementar el Mal Común en vez de luchar por el Bien Común o el denominado “Interés General” de todos los pueblos y de todas las personas, mujeres y hombres, en igualdad y libertad.

De hecho, la Ley Positiva establecida no siempre es coincidente con el valor de la Justicia ni con la voluntad de Justicia deseable. Concretamente, en la Constitución Española de 1978, si tiene que abordarse una reforma en profundidad no cabe quedarse en lo meramente territorial. Pues hay otros aspectos más fundantes que tener en cuenta:

1) Entre los valores superiores (art. 1, 1), junto al pluralismo político (que no partitocracia a la deriva), hay que contemplar la “interculturalidad”, por justicia, entre los pilares sólidos de la libertad y la igualdad.


2) Los Derechos Humanos no deben garantizarse parcialmente por todos los Poderes Públicos, reduciéndolos a los “Derechos y Libertades” del Título Primero, Cap. II, derivando los “Principios Rectores de la Política Social y Económica” (cap. III) a las Leyes que se establezcan, a la práctica judicial y a las actuaciones de los poderes públicos (art. 53,3).


3) Por razón de política democrática, y de respeto a la dignidad de las personas, hay que revisar la tajante división entre nacionales y extranjeros que se establece en los artªs 13 y 23.

En definitiva, el Día Internacional de la Inmigración, a la escucha de las propias personas inmigrantes, es una ocasión de oro para seguir construyendo la Comunidad Humana, más allá de los paradigmas de Estado. Mientras tanto, qué menos que avanzar en el sentido de la doble nacionalidad (la de origen y la del lugar de trabajo, asentamiento, estudio, familia o inclusión social). Lo demás es más asimilación que integración y más multiculturalidad que interculturalidad y convivencia recíproca intercambiando valores humanos, que no tienen precio de Mercado. Y, en España, ¡qué menos que avanzar en el sentido efectivo de la Hispanidad!


José Mora Galiana,
18 de diciembre de 2009

[1] En La diáspora colombiana…, Arcibel, Sevilla, 2008, pp. 59-105
[2] En Idem, pp. 107-150, sólo que Rocío habla del segundo período “desde el 2000 en adelante, hasta el receso de 2005” (p. 139) y, el 2005 fue año de “normalización” pero no de receso.
[3] Pues no es lo mismo, como dijera Ignacio Sotelo –desde su perspectiva alemana- “integración” que “asimilación”. En lo que se refiere a España, el profesor constitucionalista Eliseo Aja nos recuerda que, por razón de política democrática, toda persona sometida a las leyes debe participar en la elección de los gobernantes.

2 comentarios:

  1. Ver "Voces de inmigrantes" en Flujos migratorios de procedencia negroafricana, Háblame Ediciones, Almería, 2008, ISBN 978-84-9870-388-7; así como Mediación Intercultural y Codesarrollo, de la misma Editorial, Almería, 2009, ISBN 978-84-9851-094-2, Cuadernos Didácticos de interés para la Formación Permanente

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  2. Apreciado profesor José Mora, saludos. Sea lo primero darle las gracias por poner de relieve en el día internacional de las personas migrantes el trabajo de mi tesis doctoral titulado "La inmigración colombiana en España: Trayectos y proyectos migratorios de la población colombiana residente en Sevilla". Investigación como usted lo ha escrito, se centra en el análisis de la población colombiana en España y el aporte fundamental de los trayectos y proyectos migratorios de este colectivo en la provincia de Sevilla, el cual presenta una trayectoria ascendentemente clara en el panorama migratorio español y andaluz. Agradezco además sus observaciones en la definición de algunos términos y la inclusión del grado de integración de este colectivo en el municipio de Sevilla.
    En referencia a la inclusión del grado de integración, cabe apuntar que la presente tesis doctoral pretendió arrojar luz sobre las motivaciones, intenciones y expectativas; asimismo que en los itinerarios y etapas migratorias de los colombianos; análisis fundamental de cara a la optimización asistencial de los mismos y al diseño de políticas públicas en materia de integración. Dicho de otra manera, el estudio es el telón de fondo de los procesos de integración social de este colectivo, ya que no podría analizarse su participación social, política y cultural, sin antes conocer que intenciones y expectativas poseen estos inmigrantes en las sociedades de destino.
    En cuanto al proyecto migratorio de este colectivo, podemos afirmar que en la actualidad asistimos a un proyecto migratorio de manera indecisa ya que las intenciones y expectativas iniciales frente a las actuales no ofrecen mayores difencias en la permanencia de manera indefinida de los colombianos en la provincia de Sevilla. Es verdad que un 70% de los inmigrados colombianos valoran positivamente su experiencia migratoria a España, pero ya en un análisis más profundo en relación a su tiempo de permanencia el proyecto migratorio es indeciso, dada la reciente inmigración de este colectivo, su inserción al mercado de trabajo, la temporalidad de sus empleos, entre otros.
    Estos proyectos migratorios relacionados al tiempo de permanencia de los inmigrantes de origen extranjero en sus lugares de destino, cada vez son más difíciles de llevar a cabo, debido las continuas restricciones por parte de los países receptores los cuales cosifican a los inmigrantes y los asimilan a una mera mercancía. En el caso de España, actualmente la ley de extranjería en su cuarta modificación en pocos años de vigencia, vulnera derechos fundamentales de los inmigrantes en cuanto a: procesos de reagrupación familiar, la libre circulación, ampliación del tiempo cotizado en la renovación de tarjetas de residencia y trabajo, entre otras. Bajo esta lectura es fundamental preguntarse ¿Es esta la España socialdemócrata que asevera la integración de los colectivos inmigrados?.
    Como inmigrante que soy, descendiente de negros esclavos africanos, para terminar quiero extender mis felicitaciones a todo el conjunto de los/as inmigrantes en nuestro día, para que juntos trabajemos por nuestro frágil planeta y por sus tan imperfectos habitantes, los seres humanos.

    Un fuerte abrazo,
    Adriano Diez

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