jueves, 19 de enero de 2017

Valla fronteriza de Melilla

Sin comentarios: Una imagen vale más que mil palabras




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Nota: Ver el artículo de El País, 19/01/16/2017, pág. 24: "La arquitectura del mal", firmado en Madrid, por Manuel Jabois.

¡Metanoia ya! Tenemos que cambiar de inmediato en el tema migratorio. No podemos quedar en silencio ante la violación estructural de los derechos humanos.


Las nuevas fronteras y vallas,
 son heridas abiertas,
 en carne viva.


Cual vera de Doñana,
parten el territorio/ en dos mitades,
 pero no sus arenas...,
ni sus fangos y lodos...,
ni sus aguas del mar y el río.
 Pues lo vivo es vida,
 la vida fluye,
las olas van y vienen,
y las aves transitan.


Las nuevas fronteras y vallas,
son una desvergüenza,
estructuralmente injusta.


JMG, http://www.desarrolloliberador.blogspot.com






2 comentarios:

  1. Las fronteras geográficas -ya sean físicas o humanas- han sido siempre un mundo especialmente rico: La mezcla de dos ecosistemas, produce un ecotono o encuentro de contrarios cuyo resultado supera con creces el mismo sumatorio de sus partes. Así ocurre en la Vera de Doñana, donde la mezcla de arenas, arcillas y aguas (dulces, saladas, subterráneas y superficiales) genera un ecotono especialmente rico pero difícilmente comprensible con las herramientas analíticas de la ciencia o mecánicas de la ingeniería, que tienen que "descoyuntar" lo "coyunto" para medio entenderlo.
    Con las fronteras humanas y culturales ocurre lo mismo: el "hombre de frontera" es superior en capacidades y habilidades (desde Anibal a Trajano, desde Buffalo Bill a Amin Malouf...), pero intentar domesticarlo a la fuerza está significando hoy sacrificarlo en una patera o saltando una valla.
    Y nadie piensa que todos hemos tenido "hombres de frontera" entre nuestros ancestros familiares, que, en distintas coyunturas críticas, supieron saltar vallas y hacer cortes de manga a las propias realidades tendentes a la decandencia.
    ¿Hay alguien que se considere absolutamente puro en su pertenencia a un lugar concreto? ¿De quién hemos heredado el Mediterráneo y Europa y España? Somos ciudadanos emigrantes del mundo, que no admitimos nuestra real parentela con los pobres, refugiados y marginados de otras latitudes: Donald Trump quizás sea la mejor caricatura de todos nosotros.

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