martes, 21 de abril de 2015

MANIFIESTO FRENTE AL NAUFRAGIO DE 700 PERSONAS INMIGRANTES

            La noticia que se nos transmite desde Roma sobre el naufragio de un viejo y destartalado pesquero, con 700 africanos a bordo, de los que sólo se han rescatado 28 personas vivas, exige revertir la historia y la economía de la guerra y sus consecuencias, levantar la voz con la fuerza de la palabra, acabar con las redes de tráfico y la explotación de personas,  defender la dignidad de toda persona, y emprender el camino de la solidaridad internacional, el codesarrollo responsable y el desarrollo humano integral de todos los pueblos.

            Por todo ello, tanto FECONS como IESMALÁ, levantamos conjuntamente nuestras voces para pedir y exigir se garantice el respeto a la dignidad de toda persona humana.

            Tal como indica Federico Mayor Zaragoza, seríamos cómplices del silencio,

1)    Si contempláramos como un “efecto colateral” inexorable del actual sistema económico a centenares de personas migrantes jugándose la vida (y perdiéndola con frecuencia) porque en sus países de origen se mueren de desamparo.

2)    Si permanecemos impasibles al hecho de que se sustituya la cooperación por la explotación sin que ni el Banco Mundial, ni el Fondo Monetario Internacional, ni el Banco Central Europeo, cuando la FAO nos advierte de las miles de personas que mueren de hambre todos los días, la mayoría niñas y niños de uno a cinco años de edad, al tiempo que se invierten en gastos militares 3.000 millones de dólares al día.

3)    Si consideramos “normal” y hasta “natural” que 85 personas posean una riqueza equivalente a la mitad de la Humanidad (unos 3.300 millones de seres humanos), y, además, seguimos tolerando tráficos de toda índole por mafias que gozan de impunidad en el espacio supranacional y en paraísos fiscales, sin exigir la urgente refundación de Naciones Unidas, dotándose de la capacidad y los medios necesarios para una Justicia Internacional eficiente. 

Finalmente, nos unirnos también a las denuncias proféticas y sapienciales formuladas por el Papa Francisco, al respecto. Pues, como él ha dicho reiteradamente, se constata que la inmensa disparidad de oportunidades entre los distintos países hace que muchas personas se vean obligadas a abandonar su tierra y su familia, convirtiéndose en fácil presa de tráfico de personas y del trabajo esclavo, sin derechos, ni acceso a la Justicia.

En ocasiones, es precisamente la falta de cooperación entre los Estados lo que deja a muchas personas fuera de la legalidad y sin posibilidad de hacer valer sus derechos, obligándoles a situarse entre los que se aprovechan de los demás o a resignarse a ser víctimas de los abusos.

Son situaciones, dice el propio Papa, en las que no basta salvaguardar la Ley para defender los derechos básicos de la persona, en las que la norma sin piedad y misericordia, no responde a la Justicia:

“A veces, incluso dentro de cada país, se dan diferencias escandalosas y ofensivas, especialmente en las poblaciones indígenas, en las zonas rurales o en los suburbios de las grandes ciudades. Sin una auténtica defensa de estas personas contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia, el Estado de Derecho perdería su legitimidad”.

Ante lo dicho, y frente a los hechos recientes de la tragedia vivida en el muelle de Catania, no podemos sino exigir la garantía de los Derechos Humanos, en toda su amplitud, referidos a las personas, así como pedir a Europa que pase de ser un espacio de libre mercado a legitimarse como Estado Confederal Social y Democrático de Derecho, con el fin de garantizar la defensa efectiva de la dignidad de toda persona humana.

 Marius Nsadap Assoua (por FECONS)
Y José Mora Galiana (por IESMALÁ)

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo
    IM

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  2. BIENN!!!! Ya es hora de que levantemos la VOZ y unamos esfuerzos, para denunciar hechos en contra del SER HUMANO. BRAVO!!!! por esas iniciativas.

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