martes, 5 de enero de 2010

La Magia de los Magos


La simbología de los Magos nos invita a descubrir un nuevo sentido de ciudadanía: de igualdad, de pluralidad, de apertura cosmopolita, y de calidad, desde la vida de un recién nacido (lo más indefenso, lo más débil, lo más pobre, lo más necesitado de calor humano), protegido por un entorno natural, familiar y comunitario, de animales domésticos, pastores y gente buena.
Es como si a un recién nacido en una Patera del Estrecho, vinieran a visitarle el Rey de España, el Presidente Hu Jintao de China, y el Presidente Negro de los EEUU y, junto a su madre y a su padre, se encontraran con personal de la Cruz o la Luna Roja, con negroafricanos compañeros de la patera, y algunos agentes de la Guardia Civil o personas de acogida de una determinada ONG.
Lo Santo, en este caso, la mirra, sería la entrega de los Derechos Humanos, para su custodia y defensa, y su aplicación sin discriminación alguna. El Incienso sería la bendición del pan para compartirlo con toda persona y la ofrenda de manjares para que a nadie le faltase nada de lo más necesario, la salud. El Oro de Ofir sería la Sabiduría, el conocimiento, la inteligencia teórica y práctica puesta al servicio de la Humanidad; y con élla, la virtud inquebrantable para alcanzar la felicidad, la paz y la justicia.
Difícil ensueño de tantos y tantos niños y niñas, de tantas familias, de tantos pueblos. Difícil ensueño el de la redistribución de la riqueza, mediante la sabiduría y la prudencia. Difícil tarea el reconocimiento de la diversidad y de la igualdad, compartiendo bienes y servicios.
La ciudadanía social de quienes gozan del Estado de Bienestar -en cuanto que Estado de Derecho- es una minoría en el mundo. Esas minorías, además de ser todavía muy patriarcales, se circunscriben a su Estado, a su Comunidad, a su Pueblo. En consecuencia, el horizonte de la igualdad nos incita a remover obstáculos que se oponen a una nueva visión cosmopolita de ciudadanía, no reducida a un determinado territorio, Ciudad o Estado.
En el marco de esta simbología, convendría analizar:

1) Las carencias de salud y la necesidad de tratar y prevenir enfermedades. ¿Por qué siguen siendo carísimos algunos medicamentos e inalcanzables los hospitales para millones de personas humanas? ¿Qué es más importante la salud o el comercio? ¿Por qué no desarrollar más la medicina y las acciones sanitarias preventivas?
2) Los ingresos del 42% de la población mundial, unos 2.700 millones, que vive con uno o dos dólares al día, y el escandaloso derroche de la población más rica. Los poderosos de este mundo no son magos ni tal vez sepan de astronomía pero sí de Economía de Derecho y, con ambas Ciencias, se pueden resolver los problemas de la pobreza absoluta y los problemas de la pobreza relativa grave y severa.
3) La necesidad no de la limosna sino del autoabastecimiento alimentario y de proyectos solidarios que lo garanticen, desde las necesidades reales y autóctonas, sin volver a viejos colonialismos y explotaciones de resultados nefastos para la población colonizada y explotada.
4) El acceso al agua potable que, al parecer requiere de una inversión de diez mil millones de dólares, cantidad insignificante si se compara con los gastos militares de las guerras de principios de siglo.
En nuestros planteamientos actuales de un mundo global más solidario nos encontramos con la dificultad de los fundamentalismos y la confrontación de civilizaciones (al menos entre América del Norte y del Sur; Occidente y el Islam, China, India...África Blanca y África Negra...). Pero existe otro fundamentalismo que no necesita de simbología religiosa puesto que opera prácticamente con el fetiche de la mercancia e impulsa psicológicamente al consumo mediante la publicidad. Ese fundamentalismo, el del Mercado, opera en el espacio público global y desplaza los resortes de los poderes democráticos.
Concluyendo, un proyecto cosmopolita como el que simbolizan los Reyes Magos tiene que enfrentarse al poder transnacional de los capitales y a los poderes geoestratégicos de los señores de las guerras. La simbología de los Magos nos invita a desvelar un nuevo sentido de ciudadanía. Pero si ese "nuevo sentido" no se materializa positivamente, se mantendrá tan sólo como un sueño de niños, como algo irreal y utópico.
Para materializar el nuevo sentido de ciudadanía, una sola condición; que el oro, que los petrodólares, que los rascacielos... o las torres de Babel de Dubái, que las armas y el poder se truequen en Sabiduría. Menos ostentación de fuerza y poder y más Sabiduría y Justicia.

José Mora Galiana
En el día de la Cabalgata de los Reyes Magos

4 comentarios:

  1. Serás consciente de que los Reyes Magos perviven precisamente gracias al mercado capitalista, ¿verdad? Y Papa Noel va ganando adeptos por la misma razón. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Soy consciente, Manolo, de que los Magor perviven gracias al Mercado. Pero también lo soy de lo que dice ULRICH BECK: "La democracias ricas llevan la bandera de la igualdad y de los derechos humanos hasta los rincones más remotos de la tierra, sin darse cuenta de que las fortificaciones fronterizas con las que los Estados pretenden frenar los flujos migratorios pierden, de este modo, la base de su legitimidad" (El PAIS, 4/01/2010, pág. 23). El problema sabemos cuál es: la humanidad arrogante de Occidente y de otros Lares lleva en sí como un cáncer la ausencia de humanidad.

    ResponderEliminar
  3. Ojalá sean cada día más los intelectuales que, levantando la bandera de Quijotes, esanchen los estrechos y raquiticos horizontes de los que manejan los hilos de la convivencia en este planeta.
    La realización de la utopia es posible! Hay mucha vida naciendo! Tienen derecho a algo mejor!
    Enhorabuena, Pepe Mora!
    Saludos de un "viejo y distante" amigo.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias. Siempre son reconfortantes las palabras de América Latina,
    traductoras y llenas de Naturaleza e Historia, y tan rica en identidades y proyección futura.

    ¡Ojalá se pudieran ir creando los Estados Federales de Centroamérica! Creo que hay historiadores como Rodolfo Cardenal que valoran muy positivamente la Unión Europea como camino a seguir por Centro América, desde sí misma. Ahí está Brasil como Modelo Federal Emergente. ¿Acaso no parecía una Utopía la propia ciudad de Brasilia?

    José Mora Galiana

    ResponderEliminar