A vueltas con las exigencias básicas y de realización plena de la Comunidad Humana, viene a cuento el mensaje evangélico sobre las actitudes vitales que son las que identifican el buen hacer de quienes ponen en práctica el amor y el compartir.
En efecto, si leemos el evangelio de Mateo, capítulo 25, versículos 31-46, desprendiéndonos del ropaje literario propio del contexto histórico en el que se escribe, lo esencial que nos revela nuestro propio ser son las actitudes vitales ante los demás.
Cuando los demás tienen hambre, tienen sed, son forasteros, están desnudos, están enfermos, o incluso están en la cárcel,.... ¿Qué hacemos? ¿Cuáles son las actitudes vitales frente a necesidades básicas y de realización de las demás personas?
¿Cuáles son las necesidades básicas? La comida, el agua, el hábitat y la acogida del forastero, el vestirse, el curarse de enfermedades y heridas, el ser visitado en esos momentos críticos e incluso en la cárcel. ¿Cuáles son las necesidades de realización plena? Necesidades de estima y reconocimiento, desarrollo de las propias potencialidades -personales, familiares, y sociales-; salud, educación y vida digna.
¿Podremos avanzar en esta nueva era post-Covid 19 hacia estas exigencias?
El 18 de noviembre, Federico Mayor Zaragoza, como actualizando estas exigencias nos dice:
"El tiempo del temor y del silencio ha concluido.
Ahora todos pueden reclamar la igual dignidad y el bienestar, que sigue siendo
privilegio de unos cuantos. Ya puede llevarse a cabo la transición de la fuerza
a la palabra, la gran inflexión histórica.
Ahora ya pueden todos, en un gran clamor en el ciberespacio, exigir la desaparición de desigualdades lacerantes, contrarrestar las arbitrariedades del "gran dominio" (militar, energético, financiero y mediático...).
Ahora ya pueden recoger millones de firmas en favor
de la transición de una cultura de imposición, dominio y violencia a una
cultura de encuentro, conciliación, alianza y paz.
Ahora ya es posible, alzar la voz, contribuir a una democracia –el único contexto en que los derechos humanos se ejercen plenamente- a escala mundial. Una democracia que se inspire en la imaginación juvenil y la experiencia propia de la longevidad, gran logro inexplorado del progreso de la ciencia."
Seamos, pues, consecuentes: descubramos nuestras actitudes vitales y tratemos de hacer realidad el amor y la solidaridad humana, conforme al buen hacer y la Justicia con los demás, y siempre con sentido de unión universal en el conjunto de la Comunidad Humana.
El amor y la solidaridad humana se ejerce, en mi opinión, poniéndose en el lugar del otro, del necesitado, en todos los aspectos...La clave es conocer, amar y acompañar a las personas y familias con el fin de que se normalicen sus situaciones. Es eso, por ejemplo, lo que realiza Cáritas en sus compromisos de Córdoba... (Charo)
ResponderEliminarAnte tu pregunta, Pepe, ojalá fuese un punto y a parte esta pandemia para pararnos y cambiar.
ResponderEliminarLa realidad parece otra. Con las crisis disminuye la clase media y ganan más los poderosos. Eso significa que la pobreza y la vulnerabilidad social se acrecienta.
Veremos en breve el saldo humano y social que esta situación nos deja.
No obstante, no perdamos la esperanza...