martes, 14 de enero de 2020

"NACER DE NUEVO"


        La expresión "nacer de nuevo"vinculada al Jesús histórico y a la vida cristiana, podría tal vez actualizarse en estos tiempos, con el fin de avanzar hacia una praxis sociopolítica comunitaria. 
        Como transmite en su comentario dominical José Ellacuría, aunque el bautismo de Jesús fuera un hecho histórico, la manera de contarlo va más allá de una crónica de sucesos. Cada evangelista acentúa los aspectos que más le interesan para destacar la idea que va a desarrollar en su evangelio. Pero nosotros, respecto a cualquier enfoque, tenemos que ser muy conscientes de que sólo naciendo de nuevo, podremos desplegar todas nuestras posibilidades humanas.  
          En la vida social, política, económica, cultural o religiosa, no se trataría de seguir a ciegas a ninguna persona que se presente como líder; no se trata de aceptar consignas ni mandatos, ni doctrinas, ni ideologías, ni leyes sin más; ahora mismo necesitamos, más bien, entrar en la vivencia interior que nos invita al compromiso solidario.  
        Quienes utilizan el nombre de Dios o de unas siglas o de unas opciones determinadas para justificar sus actuaciones tienen que darse cuenta de lo importante que es lo que realmente conviene a la sociedad en aquello que tiene de específicamente humana. Trabajar al servicio de la plenitud humana de la ciudadanía y de toda la comunidad, implica “nacer de nuevo” desde el interior de uno mismo para poder irradiar esa energía y esa fuerza y esperanza. Previamente a transformar la realidad está el transformarse a sí mismo mirando el Bien Común y el Interés General (familiar, local, estatal o global). 
          En este momento histórico, tanto la ciudadanía en general como sus representantes y sus líderes, mujeres y hombres somos invitados –al modo de Nicodemo, si se quiere- a “nacer de nuevo”. 
          Nacer de nuevo, desde una toma de conciencia personal, puede implicar lo siguiente, teniendo en cuenta el contexto en el que vivimos actualmente:
  1. Ser, nosotros mismos honestos, respetuosos, y verdaderos.
  2. Sentirnos miembros de una gran familia en la que tan importante es nuestra libertad como el sentido de igualdad.
  3. Favorecer la convivencia y procurar que la salud sea un bien universal, para toda persona.
  4. Optar por la justicia distributiva y la solidaridad.
  5. Ser respetuoso y agradecido con la Naturaleza y la Madre Tierra, en la que se desarrolla nuestra vida.
  6. Considerar que la dignidad humana es prioritaria para toda persona, sin discriminación alguna, lo que implica cubrir necesidades básicas y necesidades de realización, y fomentar la cultura del trabajo como medio de realización de las personas.
  7. Promover viviendas dignas y asequibles para las personas jóvenes que optan por crear y formar una familia.
  8. Facilitar la escolarización y los estudios profesionales, así como el acceso a los estudios superiores y los grados universitarios, con el fin de elevar la exigencia de la inclusión social de la Educación, y su proyección social en la que la Técnica, la Ciencia y la Investigación estén al servicio de la Comunidad Humana.
  9. Desprenderse de sí mismo y estar atento a las necesidades ajenas.
  10. Admirar, desde nuestra pequeñez, desde nuestro sentir interior, la grandeza del Universo y cuanto nos trasciende
     
             “Nacer de nuevo” es un modo de renacer en el momento que nos toca vivir, siendo consciente de nuestra responsabilidad personal y colectiva.
           
     
    SE, 12/I/2020,
    José Mora Galiana
     
      
     
    APORTACIÓN DE JOSÉ ELLACURÍA,
    A MODO DE ANEXO  
1. Es una invitación al estilo de aquel jardinero que se sentó a la puerta de su cabaña y en la puerta del jardín de la vida invitaba a entrar a quien quisiera encontrarse con la belleza y con la paz. Su mirada, la del jardinero, no era suya, era la mirada desde el amor y desde una gran paz interior, que transmitía energía muy positiva y trascendente.

2. De nuestros amigos los budistas, tú conoces -me dice- esta frase: En un comienzo los árboles eran árboles, luego no eran árboles para, finalmente, volver a ser árboles. Es el "ver lo que no se ve", "escuchar lo que no se oye".... Sin experimentarlo, es difícil de explicar. 

José Ellacuría Beascoechea,
Bilbao, 14/I/2020


1 comentario:

  1. Pepe, anímate a exponer en grupo algunos de estos escritos de tu blog. LR.S.

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