Un compañero de La UCA de San Salvador me ha transmitido que quienes participaron en el XV Congreso Centroamericano de
Sociología convocado por la Asociación Centroamericana de Sociología (ACAS) y
realizado del 11 al 14 de octubre de 2016 en la ciudad de Managua (Nicaragua), al finalizar dicho encuentro redactaron un documento en el que expresaban una especial preocupación por la crisis económica, política, social, cultural y medioambiental que atenta contra la dignidad humana y la vida. El comunicado, a mi modo de ver, tiene puntos sobre los que debatir también en España y Europa.
Entre las principales evidencias constatadas se subrayaban las siguientes:
Entre las principales evidencias constatadas se subrayaban las siguientes:
1.- La
imposición de un modelo económico que defiende a ultranza al gran capital y a
los grupos económicos privilegiados en las distintas sociedades, desdeñando la vida,
la justicia, la equidad y la libertad de pueblos, comunidades, grupos sociales
y personas en la región.
2.- La
reproducción de un modelo de desarrollo que privilegia el lucro y la
acumulación de capital, por encima de la ética de cuidado de LA VIDA, del
territorio y de la naturaleza, para el bien común. Lejos de ello, las políticas
públicas, siguen propiciando el crecimiento de la desigualdad en la región,
condenando a la sobrevivencia a la mayoría de los habitantes (especialmente a los pueblos indígenas,
los pueblos afro-descendientes, el campesinado, la clase trabajadora y las
mujeres).
3.- La
prevalencia de gobiernos que han dejado de ejercer su función social de
gobernar para el bien común y, por el contrario, se han coludido con los grupos
tradicionalmente poderosos y con las nuevas elites, contribuyendo a acentuar la
exclusión económica, legitimando la exclusión cultural, favoreciendo la
exclusión social e imponiendo la exclusión política. Dicha lógica del poder
gubernamental, ha derivado en una enorme espiral de corrupción.
4.- La profundización del problema de la violencia, en sus
múltiples dimensiones y expresiones, entre las cuales se han mencionado en el congreso: la violencia estructural; la violencia social; la violencia de
Estado; la ampliación de las redes del crimen organizado, el narcotráfico, la
trata de personas; la vulnerabilización de las personas migrando en situación
irregular para escapar de la pobreza y la violencia (niñas, niños, jóvenes,
mujeres y hombres); la estigmatización, exclusión y agresión a grupos
históricamente excluidos, como la niñez, la juventud, las mujeres, los
movimientos estudiantiles, los y las defensoras de derechos humanos, ...
5.- El aumento de evidencias de la violencia contra las
mujeres en la región, principalmente del femicidio.... y, en consecuencia, la urgente necesidad de que las autoridades Centroamericana investiguen todos los casos de femicidio y muerte violenta de mujeres y
que se haga justicia, para evitar que la impunidad siga siendo caldo de cultivo
para la proliferación de estos crímenes misóginos en la región.
6.- La crisis de las ciencias sociales es propiciada, en la
actualidad, por un neoconservadurismo, que impone criterios de cientificidad
desde la academia, dando cabida a la intolerancia ante la pluralidad
teórico-metodológica, la visión monodisciplinar frente a una realidad compleja,
y la prevalencia de la visión positivista en la construcción del conocimiento.... Esta crisis de las
ciencias sociales divide, nos violenta y disminuye nuestra capacidad de
construir un pensamiento crítico que contribuya a la necesaria transformación
social de nuestros pueblos y países, que es el principal desafío.
El hecho de poderse reunir estudiantes, docentes y profesionales de las Ciencias Sociales es de suma importancia, y una gran oportunidad, para colocar en el debate
regional, intercultural, "intergenérico" e intergeneracional, problemáticas
invisibilizadas o escasamente abordadas, y avizorar propuestas teórico-metodológicas
que contribuyan, desde el quehacer científico social, a la construcción
comunitaria de la transformación de esta realidad lacerante y compleja, que
permitan la formación de nuevas generaciones de profesionales comprometidos con
la defensa de la vida, la dignidad, la igualdad, la justicia, la solidaridad y
la paz.
En la Declaración de Managua se reconoce el esfuerzo y el apoyo institucional de la Universidad
Centroamericana (UCA) para la organización y desarrollo del XV Congreso
Centroamericano de Sociología; esfuerzo que se ha visto compensado con la
asistencia de más de 500 participantes de todos los países de Centroamérica y
de otros países latinoamericanos, lo cual constituye una evidencia de la
necesidad del diálogo interdisciplinario y transdisciplinario para continuar en
la profundización de los debates que nos demanda la compleja realidad en que
vivimos.
Por nuestra parte, desde esta orilla euro-atlántica-sur, entendemos que debería tomarse nota de este impulso de pensamiento crítico por parte de las Ciencias Sociales y, en vistas a los compromisos de transformación, combatir aquellos pactos que dañan a terceros, que son normalmente los más débiles, los más vulnerables, los excluidos, las personas migrantes o desplazadas y las comunidades o pueblos a quienes se niega su dignidad y, en ocasiones, hasta su vida.
Coludir con los poderosos es pactar en daño de las personas y comunidades sometidas y dominadas. El Congreso Centroamericano de Sociología ha puesto el dedo en la llaga sangrante de nuestro mundo económicamente globalizado por el mundo financiero, mundo unidimensional ajeno a las exigencias del desarrollo integral, el desarrollo humano y el desarrollo capaz de combatir las injusticias estructurales que afectan al conjunto de la Comunidad Humana, paradigma del futuro.
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