domingo, 8 de mayo de 2016

PRIMEROS CONSEJOS DEL QUIJOTE A SANCHO PANZA PARA GOBERNAR LA ÍNSULA BARATARIA

Recurro a Don Quijote, a pesar de los condicionantes y las limitaciones ideológicas de aquella época, dada la actual incertidumbre y los debates y disputas internas y externas que determinan el ejercicio de la política hasta el punto de considerar, personalmente, que los actuales representantes de los partidos no aprueban el examen de la sociedad española, aunque han tenido la gran oportunidad de fortalecer un nuevo modo de ejercicio parlamentario y legislativo, pero también ejecutivo... e institucional.
 
En el capítulo XLII, de la segunda parte de "Don Quijote de la Mancha", el portavoz de la casta de sangre dice a Sancho Panza: "No puedo dar parte del cielo a nadie... Lo que puedo dar os doy, ... una ínsula hecha y derecha..." Ahora bien -respondió Sancho-, venga esa ínsula. Eso dijo aunque supiera que tuviera que pugnar no poco por gobernarla. Pues Sancho consideraba que era bueno mandar aunque fuese a un hato de ganado, y que, vistiese como vistiese, no dejaría de ser Sancho Panza, usando su sentido común y su propia creencia de verdad y justicia antes que las armas que le pudiesen dar.
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A sabiendas Don Quijote de la celeridad con que Sancho debía partir hacia su gobierno, le tomó por la mano con intención de aconsejarle cómo se había de haber en su oficio:

1) Agradecer la buena ventura, a sabiendas que "otros cohechan, importunan, solicitan, madrugan, ruegan, porfían, y no alcanzan lo que pretenden.
2) Usar de la sabiduría y del conocimiento de sí mismo como simple Catón para "norte y guía que encamine y saque a seguro puerto deste mar proceloso",... "dado que los oficios y grandes cargos no son otra cosa sino un golfo profundo de confusiones".
3) Conocerse a sí mismo implica no hincharse como la rana que quiso igualarse con el buey, o, como diríamos ahora, morir de borrachera de poder o de vanagloria; implica gobernar con prudencia, y nunca con soberbia, sabedor de la humildad del linaje de la soberanía del pueblo llano.
4) Equilibrio psico-afectivo y no dejarse engañar: ni picar anzuelo alguno ni aceptar caña de pescar.
5) Nunca guiarse por la Ley del encaje, "que suele tener mucha cabida en los ignorantes que presumen de agudos".
6) Tener compasión de las lágrimas de los pobres, pero no más justicia que respecto a las informaciones del rico. Pues se descubre la verdad tanto "por entre las promesas y dádivas del rico como por entre los sollozos e importunidades del pobre".
7) Ser equitativo: "Si acaso doblares la vara de la Justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia". Ello implica, además, que no nos ciegue nunca la pasión propia en la causa ajena.
8) Ser consciente de tener que lidiar con nuestra depravada naturaleza.
9) Seguir los buenos consejos y trabajar por los hijos de los hijos.  

Lo dicho es como un documento que debe adornar el espíritu de un buen político que aspire a ser gobernante del pueblo, en quien reside formalmente la soberanía.

Nuestro lema, pues: ¡Democracia e Igualdad, Sabiduría y Prudencia, Salud y Libertad!

1 comentario:

  1. He escuchado decir a Emilio Carrillo, un economista agnóstico que ha evolucionado muy personalmente hacia una vivencia más trascendente, algo que después he visto escrito y que dice: "El entramado de dominio que intenta mantener a la Humanidad en la inconsciencia y maneja la economía y la sociedad, cuenta con un núcleo duro o primer círculo cuyos componentes son hoy los amos del mundo: lideran la red global de control y manipulación; y dirigen a todos los demás círculos (una extensa y jerarquizada malla de élites y sub-élites) mediante una estricta cadena de mando en la que cada nivel sólo conoce parcialmente al inmediatamente superior"... O sea, que la "Ínsula Barataria" es, como dicen en mi pueblo, "una cagá"... y nosotros, a lo más, "polvo de estrellas" como indica poéticamente Ernesto Cardenal.

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