El respeto hace grande, te dignifica, da plenitud al alma, al espíritu, a los gestos corporales; si no se tiene, y se pierde, o se es un desalmado o se deprecia el sentido de lo valiosa que es la dignidad humana. Lo primero, pues, es el respeto mutuo, el considerar que alguien o algo tiene un valor por sí mismo, el capacitarse no para la guerra, no para el enfrentamiento, no para eliminar o excluir al otro, sino para el reconocimiento del otro, de la otra persona, de lo que es distinto de uno mismo.
Sin respeto es imposible la convivencia.
Sin respeto es imposible la convivencia.
Acontecimientos recientes de matar por matar, de asesinar por todas partes, y de incrementar las vallas y las fronteras infranqueables y las simas económicas, e incluso el no combatir suficientemente la mortalidad infantil y las enfermedades que las causan, revela un mundo sin corazón en donde hay personas desalmadas capaces de aniquilar a otras incluso blasfemando, como si se pudiese predicar de Dios el estar al frente de la Guerra de Civilizaciones o de Religiones -tal como proclaman quienes se dedican al comercio de las armas-, derramando sangre a diestro y siniestro, ya sea en Nigeria y África, en América del Norte, en Francia y en la UE, en Siria, en el lejano Oriente, en Rusia, en Oriente Medio o en América Latina.
Se dice que "respeto" es la actitud y la acción del ser humano de no dañarse a sí mismo ni a los demás, ni a sus semejantes ni a su entorno. Pues esta palabra que proviene del latín respectus significa atención, consideración o veneración y deferencia hacia alguien o algo.
¿A quién dañó la Inquisición? ¿A quién desprestigió la Inquisición Española? Sus víctimas "heterodoxas" acusan ahora a sus ejecutores, a los promotores de la Inquisición. No se puede ser religioso sin estar religado al otro, sin ser respetuoso consigo mismo y con la persona del otro, comulgue o no, comparta o no las mismas ideas. Por eso es preferible la Ética a cualquier dogma religioso y a cualquier código moral... Por eso se agolpan las preguntas: ¿Acaso se puede amar a Dios a quién no se ve si se mata al hermano o a la hermana a quien se ve? ¿Acaso puede amarse uno a sí mismo si no ama a los demás? ¿Puede ser alguien profeta de Dios si predica la guerra y mata?
Sin amor, la religión es guerra, es hipocresía, es frontera, es exclusión, es muerte. De eso también sabemos en las fronteras y las vallas de la España Sur, barreras físicas de la supuesta fortaleza europea. Eso no puede ser religión, ni lucha de civilizaciones, eso es no-civilización y ausencia de religión. Eso atenta contra los derechos humanos de libre circulación.
Si no hay respeto se pierde la dignidad humana. Si se pierde el respeto, se mata, se destruye la libertad, se comete injusticia, se divide, se aniquila, se impide la realización del otro, su desarrollo, su plenitud. Pero ese no puede ser el sendero de la vida humana, ese es el sendero de una vida inhumana; ese no puede ser sendero divino alguno, ese es el sendero contra Dios, es decir, contra la Comunidad Humana en su marcha hacia la Plenitud de las distintas Civilizaciones.
No nos engañemos a estas alturas del siglo XXI: matar es un contra Dios... Aquello de la "guerra santa" de las religiones abrahámicas: judeo-vetero-testamentarias, cristiano-absolutistas, o islámico-expansionistas, fue y sigue siendo blasfemia indecente y ausencia de Ética, en un mundo sin Religión. Si los gestos corporales expresan odio, si las manos están manchadas de sangre..., lo primero es la conversión al amor para poder compartir juntos en la tarea del desarrollo humano de toda la Comunidad, una y diversa.
¿A dónde lleva la cultura del odio y del enfrentamiento? ¿A dónde lleva la separación drástica entre el "nosotros" y "ellos"? A la destrucción humana. Por eso hay que negar la negación de lo humano y volver al camino de la vida, de la libertad, de la justicia, de la paz. Es mucho más lo que nos une en lo humano que lo que nos divide por identidades, intereses, discriminaciones y guerras.
Por favor, ¡un respeto! Matar es un "contra-Dios". No se puede ser embajador de Dios metralleta en ristre, eso sí que es una caricatura de Dios.
No nos engañemos a estas alturas del siglo XXI: matar es un contra Dios... Aquello de la "guerra santa" de las religiones abrahámicas: judeo-vetero-testamentarias, cristiano-absolutistas, o islámico-expansionistas, fue y sigue siendo blasfemia indecente y ausencia de Ética, en un mundo sin Religión. Si los gestos corporales expresan odio, si las manos están manchadas de sangre..., lo primero es la conversión al amor para poder compartir juntos en la tarea del desarrollo humano de toda la Comunidad, una y diversa.
¿A dónde lleva la cultura del odio y del enfrentamiento? ¿A dónde lleva la separación drástica entre el "nosotros" y "ellos"? A la destrucción humana. Por eso hay que negar la negación de lo humano y volver al camino de la vida, de la libertad, de la justicia, de la paz. Es mucho más lo que nos une en lo humano que lo que nos divide por identidades, intereses, discriminaciones y guerras.
Por favor, ¡un respeto! Matar es un "contra-Dios". No se puede ser embajador de Dios metralleta en ristre, eso sí que es una caricatura de Dios.
Es necesario el respeto al otro, es necesario el respeto a la vida, pero....los que negocian armas y guerras, los que promueven muertes... no saben de respeto al otro, aunque no sea de mis ideas. necesitamos comentarios como el tuyo, que nos ayude a clarificarnos, sin rasgarnos las vestiduras
ResponderEliminarGracias, Asun. La Asociación Derecho y Democracia escribe, a propósito de lo ocurrido en Francia. Doy la referencia del Boletín ADD: "El atentado de París y la libertad de expresión"
ResponderEliminarEstimados amigos y amigas: Pasadas las fiestas de fin de año el atentado de París contra el semanario Charlie Hebdo nos ha sobrecogido. Expresamos desde esta Web nuestra solidaridad con las víctimas y nuestro rechazo del fanatismo y la intolerancia. Esta semana encabezamos nuestro boletín con este tema y nos hacemos eco del debate sobre los límites de la libertad de expresión, un debate al que dedicamos en su día alguna Mesa redonda.
ADD
derechoydemocracia.es
correo electrónico: derechoydemocracia@gmail.com
Un pensamiento correcto y bien expresado no hace falta añadir nada más. No obstante diré que es muy triste que a través de los años las religiones no han servido para mejorar la convivencia social. Han creado fanatismos, justificaciones de matanzas, conquistas y en ella se han refugiado muchos poderosos que se han atrevido a decir que los males que perpetraban los consumían en nombre de un ser superior. ¡Ja!
ResponderEliminarY no hace falta esperar a acciones terroristas para observar que se sigue matando a gente aunque sea de forma disimulada verbigracia anulaciones de asignaciones sanitarias, comedores atención a los sin casas etc. etc.
Pepe: Mira como concluye su artículo J. Antonio Gutiérrez D.:
ResponderEliminar"Europa se consume en una espiral de odio xenófobo, de islamofobia, de antisemitismo (los palestinos son semitas, de hecho) y este ambiente se hace cada vez más irrespirable. Los musulmanes ya son los judíos en la Europa del siglo XXI, y los partidos neonazis se están haciendo nuevamente respetables 80 años después gracias a este repugnante sentimiento. Por todo esto, pese a la repulsión que me causan los ataques de París, Je ne suis pas Charlie".
¿Por qué? Porque los medios de comunicación alimentan la xenofobia y caricaturizan a quienes ven como enemigos a eliminar.
Nk
Me quedo con lo que ya el día 9 decía Mayor Zaragoza:
ResponderEliminar"Sea religioso, ideológico, deportivo... fanatismo, no. Es la negación de las distintivas calidades humanas. Debe erradicarse. Cualquier brote es peligroso.
Islamofobia, xenofobia de cualquier tipo, exaltación de cualquier índole, no. Hasta hace poco, la gente no podía expresarse libremente. Ahora sí. El tiempo de los espectadores impasibles, del silencio y de la sumisión ha concluido.
Europa, muy especialmente, debe ser referente en el pleno ejercicio de los derechos humanos. La Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, del año 2000, es mucho más importante, muchísimo más, que la prima de riesgo. La crisis no es sólo económica. Es sobre todo ética. Es la debacle de un sistema guiado por la codicia y el cortoplacismo. Un sistema que ha sustituido los valores morales por los bursátiles y las Naciones Unidas por grupos plutocráticos. Un sistema que ha sido capaz de invadir a otro país, con miles de muertos, mutilados y desplazados, con argumentaciones falsas, para justificar sus ambiciones geoeconómicas.
Fanatismo de nadie, por nada, a escala personal o colectiva. Tolerancia cero.
Todos los seres humanos disfrutando de todas las libertades, todos lo derechos, sin cortapisas. La emoción no puede sustituir a la razón, no puede anular las características que posee de forma exclusiva la especie humana.
En los últimos años, junto a acciones terroristas propiciadas por el fanatismo tanto inter como intrarreligioso se han producido, en países que deberían ser ejemplo de solidaridad y buen sentido, reacciones xenofóbicas extraordinariamente peligrosas. La historia nos demuestra que no deben tolerarse y que corresponde a instituciones internacionales revestidas de gran autoridad moral no consentirlo. Si en 1933, cuando Hitler escribió en "Mein Kamf" que "la raza aria es incompatible con la raza judía", se hubiera reaccionado con contundencia por parte de la Sociedad de Naciones... ni el holocausto ni, muy probablemente, la II Guerra Mundial hubieran tenido lugar."