Andaba yo dándole vueltas todavía a las dos utopías regresivas de las que hablara Joaquín Estefanía (la segunda semana de noviembre de 2009): el estatismo burocrático -cuyos excesos simbolizó la caída del Muro de Berlín de 1989, y el radicalismo del Mercado -que nos ha traído la "Gran Recesión"-, cuando mis propios alumnos y alumnas me despertaron del ensimismamiento en una exposición interesante sobre la globalización: Globalización, el bienestar de unos pocos.
Tras catorce años de crecimiento desequilibrado salpicado de corrupción, vemos que no nos hemos desarrollado armónicamente y que, nuestra situación, se agrava bajo la crisis económica y financiera que pone de manifiesto tres graves fracasos, al menos: el institucional -puesto que domina el "casino", el "mercado" y las "finanzas" -debilitándose el sentido del demos mundial-; fracaso intelectual, puesto que no es ni siquiera viable hablar de reinvertir la Economía de la Guerra en inversiones de Salud, Educación, Servicios Sociales, Lucha contra la Pobreza, y Desarrollo Humano en base a las fuentes de energía del agua, el viento y el sol; y fracaso moral porque se contempla el crecimiento económico y el enriquecimiento de unos pocos como un fin en sí mismo, sin estudiar posibilidades de un desarrollo para alcanzar el bienestar de la inmensa mayor parte de la Humanidad del Planeta Tierra.
Tras catorce años de crecimiento desequilibrado salpicado de corrupción, vemos que no nos hemos desarrollado armónicamente y que, nuestra situación, se agrava bajo la crisis económica y financiera que pone de manifiesto tres graves fracasos, al menos: el institucional -puesto que domina el "casino", el "mercado" y las "finanzas" -debilitándose el sentido del demos mundial-; fracaso intelectual, puesto que no es ni siquiera viable hablar de reinvertir la Economía de la Guerra en inversiones de Salud, Educación, Servicios Sociales, Lucha contra la Pobreza, y Desarrollo Humano en base a las fuentes de energía del agua, el viento y el sol; y fracaso moral porque se contempla el crecimiento económico y el enriquecimiento de unos pocos como un fin en sí mismo, sin estudiar posibilidades de un desarrollo para alcanzar el bienestar de la inmensa mayor parte de la Humanidad del Planeta Tierra.
A pesar del desarrollo de los Medios de Comunicación -me decían mis alumnos- somos testigos de un creciente aislamiento de los individuos, de modo que las alternativas de socialización han sido paradójicamente reducidas... Y concluían: "podemos hablar de una nueva división del mundo: la de una minoría que se ve favorecida por la globalización neoliberal y la de una inmensa mayoría que se ve perjudicada por la extensión y dominio del libre mercado, por lo que la posibilidad de una creciente deshumanización es muy grande".
Ahí queda la opinión de algunas personas jóvenes, que están terminando sus estudios de Derecho y Empresariales.
¿Hacia dónde caminamos? No parece que nos guíe una nube luminosa sino que nos condiciona y determina una nube volcánica que nos oscurece. ¿De verdad somos los humanos capaces de revertir la Historia?
Importante encauzar el sentido de la Historia para lograr no una deshumanización sino una mayor y más plena humanización de toda persona, comunidad y pueblo.
José Mora Galiana
Lamentablemente, tío, no conecto con las filosofías y los pensamientos que van más allá sin estar muy acá; me pierdo y he de releer mil veces (en la facultad me distraía con mis amigos a leer al azar párrafos de "Opinión Pública", de Jürgen Habermas, y preguntar quién entendía algo... huelga decir que no tengo ningún otro recuerdo de aquel personaje, ni de la asignatura en cuestión), como me ha pasado con tu texto, pero asumo el debate interplantetario de a dónde vamos...
ResponderEliminarEn realidad, te escribo para plantearte si importa mucho o poco o nada preguntarnos a dónde vamos, si más bien vamos a donde nos llevan, y haremos lo que nos toque hacer, porque por mucho que digamos que la sociedad es pestilente, el hambre de mercado y de poder seguirán siendo el motor del mundo minoritario -pero tan potente este como para continuar ninguneando a todo el resto de un planeta que siempre ha sido y desgraciadamente será un montón de estiércol lleno de gusanos-, al sitio al que vayamos seguirá oliendo igual de mal, seguirá teniendo gente que se pudre de rica y otros que se pudren de pobres, mientras el resto del planeta que subsiste sin sufrimientos no hará (haremos) nada, porque el sistema global esta hecho para que, aquel que proteste y levante la voz, sea apaleado de las diferentes formas y maneras con las que hoy en día se puede apalear a alguien. Y en este punto, la prensa tiene de momento gran parte de culpa.
Gracias, Rafa.
ResponderEliminarTu aportación requiere una respuesta serena, pues estoy bastante de acuerdo en lo segundo pero no del todo. Por eso conviene aclarar la parte previa. Tamames, por ejemplo, hace mucho tiempo, a finales del siglo XX, ya planteaba, desde su análisis económico, la necesidad de refundar Naciones Unidas. Y, tras la caida del Muro, en 1989, Mayor Zaragoza pedía insistentemente que los dividendos de la paz sirvieran para invertir en Salud, Educación... etc. ¿Crees que esas "filosofías" (económicas y culturales) van más allá sin estar más acá?
Ya charlamos. Un fuerte abrazo.
En realidad, lo creo. Porque un filósofo, hombre pensante y culto, una mente privilegiada, aporta y dice muchas cosas, pero faltan bisagras que lo unan al resto de la gente, que le entiende y en muchos casos le admira, pero no sabe cómo quiere ese hombre que se lleva a cabo tal cosa. Y entonces los unos esperamos que algo cambie, y esto no cambia porque no sabemos cómo hacerlo cambiar, el filósofo tampoco es el obrero que construye manos a la obra, sino el ingeniero, y entonces los que en realidad pueden cambiar las cosas, se frotan las manos. Porque a ellos, no les interesa moverse. ¿Quiénes son 'ellos'?, he ahí la cuestión. ¿Los políticos? ¿Los grandes empresarios y multinacionales? ¿quién?
ResponderEliminarUn ejemplo. Últimamente está muy de moda el tal Eduard Punset, este hombre de ciencia que nos acerca con cierta facilidad ideas generosas para el resto de los mortales, pero estas no llegan más allá del segundo y medio después que aquel haya dicho la genialidad, porque la base del conocimiento general no alcanza más lejos a los analfabetos en esa materia entre los que me incluyo.
El filósofo, escritor, doctor, catedrático, e incluso el político -sin insultar a los primeros ante la inclusión de este último, mal que me pese-, y también el periodista docto, con capacidad de análisis -pocos- pueden decir misa, pero el 'sistema', por no decir el mundo, está montado de manera que todas las voces críticas tienen el efecto que puede tener un huracán ante una montaña... ésta seguirá indemne, como si nada, pese a que la ventada le haya quitado de encima unos cuantos árboles. Es decir, a mí que un señor diga que las Naciones Unidas hay que cambiarlas, renovarlas o darle otra utilidad, me vale, pero eso lo puedo decir yo que no tengo estudios como para permitirme tal aspiración.
Es decir, que de la misa, la media. Y a las pruebas me remito: ni Naciones Unidas ha cambiado, ni se reinvierte en Salud y Educación. Es más, diría que ni se intenta.
PD: Este debate me gusta.
En verdad, se puede creer que ciertas filosofías (incluidas las económicas y las culturales y educativas) no están más acá y como que se van más allá. Y, sin embargo, nos siguen interesando, aunque no hayamos dado con el "quid" de la voluntad ni con el cómo (muy científico) de la aplicación y la verificación efectiva. pero esta era una de las grandes preocupaciones de Habermas: materializar en acuerdos institucionales, de forma contractual y concreta, las aspiraciones más humanas con el fin de que no se queden en meras ideas inmateriales. Tal vez ello responda a un modo antropológico ni optimista o ingenuo (de la bondad natural) ni pesimista (porque seamos lobos los unos con los otros), sino más bien realista.
ResponderEliminarPero vayamos por partes:
Ramón Tamames, año 1990/1991, plantea la necesidad de "Un nuevo orden Mundial", analiza la realidad y concluye: "Ahora, con la distensión y las secuelas de la guerra del Golfo, con los cambios de la Europa del Centro y del Este, URSS incluida, con los peligros que se ciernen -hasta dónde llegarán los nacionalismos, qué pasará en China, cuál será la suerte del Sur, etc.-, la idea del "nuevo orden mundial" está cada día sobre la mesa. Es un proyecto aún desdibujado, pero que no podrá establecerse ... sino sobre la base de un cambio cualitativoen la ONU, para ... desembocar en un sistema democrático de convivencia de los Estados y de los Pueblos. Completando este dispositivo político renovado con el gobierno de la biosfera y el ejecutivo económico mundial" (pp. 309-310).
Va a ser muy difícil, en este momento histórico, no retomar este planteamiento ("velis nolis", es decir, queramos o no), si de verdad queremos seguir conviviendo en el Planeta Tierra. Y pienso que queremos seguir viviendo y aceptando el Derecho, aunque sólo sea por egoismo personal y social.
Ya seguiremos después con mayor Zaragoza. Pues te interesa el debate, Rafa, espero tu respuesta.
Mayor Zaragoza expone lo de "los dividendos de la paz y la seguridad planetaria en el cap. 18 del libro "Un Mundo Nuevo", páginas 509-532. Seguiremos hablando.
ResponderEliminarPermitidme que me meta por medio en el debate entre tío y sobrino.
ResponderEliminarPor la boca de Rafa habla el sistema dominante. El anhelo más íntimo y secreto del sistema vigente es que todo el mundo piense y hable como Rafa. Si esto llegara ocurrir, su victoria serÍA aplastante, absoluta, definitiva.
Tampoco contribuyen a evitar esta victoria los que se enfrentan al sistema, pues éste tiene la dualidad como principal arma para garantizar su hegemonía: la dualidad, las dicotomías y la negación de la unidad de cuanto existe (de nuestras células, en nuestros cuerpos; de los seres humanos en la Humanidad; de la Humanidad en la Madre Tierra; de ésta el sistema solar; de éste en la Vía Láctea; de esta en el Cosmos; y de todas las modalidades de existencia en una Creación que es, a la par Creadora).
Entre la resignación cínica y la confrontación resentida luce esplendorosamente lo Real: el ahora, el presente, la Vida, lo que Es. Hay que aprender a aceptar y a vivir con todo los que nos rodea para, precisamente, transformar lo que nos rodea.
Parece una contradicción, pero es todo lo contrario: la simplicidad de lo Real.
Hay que ser cada vez más consciente de la vida. Sobre todo, no hay que intentar cambiar la vida. No se puede cambiar la vida. La vida cambia... ¡a medida que aumenta la comprensión de la vida!. Todo es cuestión de Consciencia.
El sistema nos enseña que el exterior moldea el interior (si me toca la lotería seré feliz); lo Real es que el interior moldea el exterior (la física cuántica lo explica muy bien). Para lograr un mundo nuevo hacen falta ojos nuevos para ver el mundo.
La luz surge cuando lo negativo se armoniza con lo positivo. Y esa luz ilumina la verdad de la vida: Todo es Perfecto.
Perdonad la injerencia en vuestro intercambio reflexivo.
Saludos.
e
No estoy de acuerdo (en parte) en que a través de mí salga el sistema dominante, sino que a través de mí sale más bien la resignación ante el sistema dominante. ¿Es el sistema el que busca esa resignación? No seré yo quien lo dude, pero quisiera que se me entendiera sin alargar esto en exceso.
ResponderEliminarYo lo que planteo, o me atrevo a plantear desde mi analfabetismo global, es que a mí, personalmente, la visión de un filosófo no me aporta nada más que admiración fugaz (en el caso de poder llegar a admirarlo, claro, y que no llega más allá porque no se muestran las condiciones reales para llevarlas a cabo. El filósofo habla pero no actúa, y tal y como se plantean sus discursos, no se consigue, en la mayoría de los casos, que ese parlamento ayude a movilizar a nadie. Más quisiéramos algunos ver las cosas de otra manera.
Insisto que toda mi reflexión está basada en la experiencia personal de no haber entendido nunca, pese a leerlos a algunos con más atención que a otros, a un filósofo.
Quede claro que soy universitario, periodista de carrera, y que exceptuando en mis años de estudios, nunca se me ocurrió enchufarme un libro de tal cariz. Tal vez por eso, yo no debería de estar dándole aquí a la tecla, sino a un par de páginas que tengo empatanadas, a las 19.30 de la tarde que son, con una rueda de prensa a la que asistit aún, y con la hora de cierre revoloteando por aquí cerca.
Un saludo.
¡QUÉ BUENO, RAFA!
ResponderEliminar¿Conoces un libro de una periodista llamada Cristina Martín? Se titula EL CLUB BILDERGER. LOS AMOS DEL MUNDO. Me atrevo a recomendártelo.
Viene a concluir, Cristina, en su investigación periodística que los ciudadanos de a pie representamos hoy, frente a los "bilderbergs" (Rockefeller, Kissinger, ... los directivos del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial o la OTAN..., incluidos algunos monarcas y ministros y parlamentarios europeos ...), representamos digo, a los esclavos negros de antaño, a los que no se les quería enseñar a leer (ahora no se quiere que pensemos) para que no fueran (o para que no seamos) conscientes de la realidad de la esclavitud.
Nuestra dignidad no puede sino rebelarse contra ese club, pues tampoco son tantos..., aunque sean muy poderosos, y manejen la economía y la crisis financiera mundial en su propio provecho.
O vamos a aceptar que las rentas del capital sigan subiendo mientras las rentas del empleo no hacen sino bajar, velozmente, como tú bien sabes.
Rafa, de verdad, muchas gracias por ser tan transparente y sincero... y tan deportista
Para añadir algo de lo que creo que es la política, pongo aquí abajo el enlace del blog de mi hermana María, en referencia a la susodicha manera de no hacer más que darle vueltas a la lengua aportando cero.
ResponderEliminarhttp://pantumaca09.blogspot.com/2010/05/much-ado-about-nothing.html
¡Hola!
ResponderEliminarDe momento el Capitalismo, a sus anchas,
sin ninguna traba.
Reto entre la fantasía, y el querer.
¡Cosa de dos, o más…!
Saludos de J.M. Ojeda.