Un alto al fuego, evitar a las venideras generaciones el horror de la guerra, asumir la Agenda 2030 y los objetivos del desarrollo sostenible, evitar que la cultura bélica y el dominio financiero se impongan a la ciudadanía global solidaria, eliminación de las armas nucleares y de la carrera armamentística, asumir que somos una sola familia humana, y que somos una comunidad de personas con igual dignidad…
¿Acaso pedimos un imposible? ¿Acaso no aprendemos nada de las grandes guerras de 1918 y de la finalizada en 1945?
La paz, nuestra paz personal y familiar es la base de una vida sencilla. Esa debe ser nuestra exigencia básica de “Vida sencilla”.
En un mundo dominado por una complejidad alienante, seamos referentes en la defensa y garantía de los derechos y deberes humanos, sin discriminación alguna.
¡Paz en la tierra! ¡Paz interior en nuestra Madre Tierra!
Logremos liberarnos de las extrañas amenazas bélicas y de dominio. Vivamos cuidando la Naturaleza y acordes con nuestra vida humana.
El sentido de multilateralismo democrático es una propuesta política anti-bloques y confrontaciones de guerra, odio y ruinas.
¡Viva la Paz!
¡Viva la “Vida Sencilla”!
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