En Palos de la Frontera, en La Rábida, con motivo de un Encuentro Iberoamericano, transmití a finales de 1985 unas vivencias a modo de poema, del tenor literal siguiente:
SOMOS MUCHEDUMBRE
Mira: ahí está la inmensa muchedumbre
de aquellos que, extirpados de su tierra,
se quedan huérfanos de vida.
Bien pudiera la tierra asirnos ya,
y transformarse y transformarnos
en la alegría azul de una ventana.
A la espera de aquello que madure,
¡Madre mía!, en tu seno -dorada realidad-,
percibe ya la paz y la hermosura.
Campo adelante y bosques de poniente,
bien podrán los sepultos campesinos
legitimar sus tumbas y sus cantos.
Mira: ahí está la inmensa muchedumbre
de los hombres anónimos, tejiendo su silencio
en el balcón del mar.
Pasados los años, hoy, en este fin de semana, dada la durísima realidad del mundo actual, entre el 20 y el 21 de agosto 2021, no he podido sino expresar mis sentires del modo siguiente:
FRENTE A LA MALDAD
Somos animales humanos,
ni dogmáticos,
ni talibanes,
ni leguleyos.
¡Somos personas!
¡Somos!... Y estamos
en el complejo mundo
de la Maldad.
Pero, vayamos por otro camino
de la Justicia,
cargados de Amor,
y ¡de Esperanza!
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