miércoles, 4 de marzo de 2020

LA CERCANÍA DE ERNESTO CARDENAL

Ernesto Cardenal nos dejó a sus 95 años una estela de amistad y compromiso creativo y poético, estela política y humanista de un hombre religado a lo trascendente, desde lo concreto, por exigencia ética de la liberación. Desde Solentiname (en Nicaragua) fue revolucionario en un contexto de dominación, Ministro de Cultura en un sueño de libertad -suspendido "a divinis" por connotaciones marxistas-, pero voz moral y crítica frente al gobierno corrupto de Ortega y familia. En su intercultural diálogo sobre tres continentes, fue rehabilitado por el papa Francisco.


Entre nosotros, en agradecimiento por el apoyo en algunos proyectos educativos, entregó a la familia de un amigo (en Valverde -Huelva-) y a la mía propia sendas palomas de la paz, labradas y cinceladas por él mismo. 

En estos primeros días de marzo, he retomado la lectura de Ignacio Ellacuría en: "Aporte de la teología de la liberación a las religiones abrahámicas en la superación del individualismo y del positivismo"; he releído a Pedro Casaldágila, poeta, místico y profeta; y he recordado algunos poemas de Ernesto.
Del primero retengo que el mundo sigue dividido y enfrentado, que el capitalismo hace de lo económico la última instancia determinante de todo lo demás y que el marxismo-leninismo ha querido que fuera el poder la última instancia determinante de todo lo demás. Pero que, frente a esas ambiciones del poder y del dinero está la universalidad única de la Humanidad y la posible conjunción de la diversidad de los pueblos en la unidad de la Humanidad.
Del segundo subrayo lo que expresó en sus testimonios (en defensa de la causa negra, las mujeres y los pobres), afirmando nítidamente que, en política, incluso siendo obispo, se debe decir una palabra concreta para ser fiel y honesto; que no puede uno quedarse en la cómoda posición de la neutralidad, y que, hoy por hoy, el camino debería ser el socialismo democrático, porque ya no basta con "reformar" el mundo cuando el análisis de la realidad exige una ética liberadora y una revolución global solidaria. Por eso, tal vez, el propio Ernesto, en su "Epístola a Monseñor Casaldagila" le invitaba a seguir remando en noche oscura.
Del tercero, del poeta Ernesto, una interpelación "El CELULAR": Hablas en tu celular/ y hablas y hablas/... /pero.../ lo grave es que no sabes/ como yo tampoco sabía/ que muchos mueren en el Congo/ miles y miles/ por ese celular/... ¿Por qué esa interpelación? Por el control de los minerales por parte de corporaciones multinacionales. Porque el 80% de las reservas mundiales de coltán están en el Congo. No importan guerras ni muertes... Y hasta se silencia el tráfico de compra-venta... y el crimen organizado.
No cabe sino seguir remando en la exigencia liberadora integral de todos los pueblos de la Humanidad.  

4 comentarios:

  1. Síntesis positiva, Pepe
    ESV

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  2. Se nos va un querido y genial amigo y maestro
    OUJ

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  3. Gracias, Pepe, por tus palabras cariñosas hacia este gran personaje, enorme literato y mejor ser humano. DEP el bueno de Ernesto...

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