En el prólogo cervantino, al "desocupado lector" sobre El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, dice el autor, entre otras lindezas, sátiras e ironías, que si los tiempos fueran difíciles, estarás (o te encontrarás) solo. Pues bien, vista la realidad internacional y nacional del momento, Dios nos de salud. ¡Vale!
La crisis venezolana, en un pequeño país de América Latina, se convierte en campo de batalla: a favor del sistema "pretoriano" de Maduro, Rusia, China, Irán, Turquía, Sudáfrica, Bolivia, Nicaragua, y Cuba...; a favor del sistema demócrata liberal de Guaidó, Canada, Estados Unidos, la mayor parte de América del Sur, buena parte de Europa y Australia...; y proclives al diálogo o en posición ambigua, México, Uruguay, Noruega, Eslovaquia, Irlanda, Italia, Grecia, Rumanía, y Japón...
¿Somos conscientes que todas las personas somos seres humanos? ¿Cómo vamos a poder avanzar en desarrollo integral, en garantizar derechos humanos, y en construir la Comunidad Humana como Casa Común? ¿Qué le aguarda a la población venezolana y a nuestra realidad humana ante esta situación explosiva?
Hagamos burla de supuestos andantes caballeros del Este y del Oeste armados hasta los dientes, dispuestos a lanzarse en la carrera de armamento, para dominar y mantener realidades estructuralmente injustas que dejan al 80% de la población mundial en situación de escasez y pobreza... Pero... ¿Cómo liberarse de los intereses locos de explotación, dominio, y tiranía -incluidas la del Capital y la del capitalismo de Estado-?
Próxima la muerte del Hidalgo Don Quijote, dijo su "escudero" Sancho Panza: "...vuestra merced habrá visto en sus libros de caballerías ser cosa ordinaria derribarse unos caballeros a otros, y el que es vencido hoy ser vencedor mañana"
Señores, dijo Don Quijote: vámonos poco a poco, pues ya en los nidos de antaño no hay pájaros hogaño. Yo fui loco, y ya soy cuerdo".
Desde la experiencia que nos da la historia del que fuera el Imperio Español, seamos cuerdos. Busquemos la paz, la justicia y el bienestar de toda la Comunidad Humana. "Vale"
Eso está muy bien, pero tenemos un nivel tan bajo de los políticos, que no saben sopesar los problemas y todo lo miran bajo el prisma egoísta de los partidos y del quítate tú para ponerme yo. Me da mucha pena el panorama actual, tanto a nivel nacional como internacional.
ResponderEliminarMuchas gracias por lo compartido. Es necesario tomar consciencia de la dinámica distópica en la que se desenvuelven muchos aspectos de la sociedad y el mudo actual. Pero no para obsesionarse con ello, ni para emprender una lucha contra lo que sea, sino para situar nuestra consciencia y nuetras energías al servio d ela construcción de algo nuevo que sea semilla de la nueva humanidad que tantos anhelamos de corazón. Un abrazo
ResponderEliminarEl primer comentario es familiar, es de Asun Sánchez. Gracias, querida Asun
ResponderEliminarHablar de los pobres los que nadamos en la abundancia es ligereza.
ResponderEliminar¿Qué pasó cuando los realmente pobres empezaron a pensar en el evangelio? Surgió la teología de la liberación, que la institución se apresuró en calificar de nefasta. ¿Es que puede haber un tratado sobre Dios que no libere? Lo que debía preocuparnos es que sigamos haciendo una teología para tranquilizar a los satisfechos, que no libera ni a los opresores ni a los oprimidos. El fallo de esa teología estaba en que creía que liberar a los pobres de su pobreza material era la solución definitiva. Hay que liberar al pobre de su pobreza y al rico de su riqueza.
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Se proclama dichoso al pobre, no la pobreza. Dichoso, no por ser pobre, sino porque él no es causa de que otro sufra. Dichoso porque a pesar de todos, él puede desplegar su humanidad. Este es el profundo mensaje de las bienaventuranzas. El comunismo sigue creyendo que basta con nivelar materialmente las necesidades de todos los seres humanos, pero eso no es verdadera liberación. Es verdad que el origen del comunismo está en los Hechos de los Apóstoles, pero se hicieron eco solo de la letra olvidando el espíritu. Lo humano solo llegará cuando voluntariamente cada uno se solidarice con todos los demás sin apegarse a nada.
J.E.