La Justicia implica virtud, fuerza, espíritu, inteligencia y voluntad de hacer el bien, de hacer lo que se considera justo, obrar conforme a derecho, conforme a un código ético y jurídico por el que se da a cada cual lo suyo, lo que corresponde...
No es nada fácil, a veces, la concreción de la Justicia. Por eso, precisamente, en la gestión de la Res Publica, es importantísima la separación de Poderes y la no interferencia, en democracia, entre el poder ejecutivo, el poder legislativo, y el poder judicial.
De hecho, ya en la Roma clásica, la Iustitia, «La justicia es la constante y perpetua voluntad de dar (conceder) a cada uno su derecho». Los preceptos o mandatos del Derecho eran y siguen siendo los siguientes: «vivir honestamente, no hacer daño a nadie y dar a cada uno lo que le corresponde».
La evolución contractual, de "consenso", de Transición en España, al pasar de la Dictadura a la Democracia, nos llevó a la voluntad de "garantizar la convivencia... dentro de la Constitución y de las Leyes conforme a un orden económico y social justo." (ver el Preámbulo).
Todo esto supuesto, en estos momentos de incertidumbre y de excesivos casos de corrupción, en ningún caso se puede
bajar la guardia sobre legalidad e imparcialidad en un Estado Social y
Democrático de Derecho.
Conviene, pues, recordar el Título VI de la
Constitución Española: Del Poder
Judicial; especialmente, el art. 117 sobre la exigencia de Magistrados,
independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de
la Ley; así como el art. 124 sobre el Ministerio Fiscal y la defensa de la
legalidad, el principio de imparcialidad y la sujeción a la Ley; o el art. 127,
sobre incompatibilidades y garantías para asegurar la total independencia de
Jueces y Magistrados así como Fiscales.
Cristaleria del Palacio del Tribunal Supremo de Justicia
Las supuestas interferencias y presiones respecto del Poder Judicial son simplemente "nefastas", no justas, contrarias al sentido recto del Derecho, que debe conjugar libertad e igualdad en la Justicia, pero que debe ser referente de rectitud.
Las supuestas interferencias y presiones respecto del Poder Judicial son simplemente "nefastas", no justas, contrarias al sentido recto del Derecho, que debe conjugar libertad e igualdad en la Justicia, pero que debe ser referente de rectitud.
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