Un buen amigo, Antonio Vergara Abajo, que ya ha dejado
atrás sus 80 años, escribe de tal modo, desapasionado y sincero, sobre la
situación de las personas refugiadas, que no puedo sino reproducir un artículo
suyo, tras haberle pedido autorización para ello. Me parece que su testimonio
es de un gran valor en estos momentos en los que Europa abandona la defensa de
los derechos humanos y anda por una senda de decadencia, de egoísmos nacionales
-cuando no nacionalistas-, de progresismo mercantilista, de regresión política
y social, de miseria de los pueblos y de mercado único capitalista
-estructuralmente injusto con el mundo laboral y con los estratos sociales más
vulnerables-. La deshumanización, el no ser humanos, nos hace ver que es
posible hacer real un compromiso de solidaridad internacional, previo un no
rotundo a la guerra, a la miseria y a las enormes desigualdades entre ricos y
pobres, hombres y mujeres.
La fortaleza europea se atrinchera tras alambradas inhumanas. Levantemos la voz: la deshumanización exige humanización solidaria. ¡SOS!
La fortaleza europea se atrinchera tras alambradas inhumanas. Levantemos la voz: la deshumanización exige humanización solidaria. ¡SOS!
¿La Unión
Europea? ¿Qué Europa es esta?
Reproduzco, pues, literalmente el artículo de Antonio Vergara: "Yo
también he sido refugiado. Viví nuestra desastrosa guerra cerca del frente de
batalla y soportando los bombardeos de la aviación y artillería. También me
hicieron refugiado. Todavía recuerdo con
cariño y agradecimiento a las dos familias que en circunstancias muy adversas,
guerra y hambre, nos acogieron en sus casas abriéndonos la puerta y el corazón. No es extraño, pues,
que ahora piense mucho en los refugiados. Comprendo que en una guerra civil el
dolor está mucho más cerca, somos un prójimo muy próximo, y las imágenes que ahora nos llegan por tierra y
por mar ponen en crudo esta realidad.
Ante
tanto dolor, las puertas de Europa y por lo mismo las de España están
teóricamente abiertas, pero en la realidad herméticamente cerradas. ¿Y la
Iglesia Española? Vemos la preocupación y acción del Papa Francisco, pero aquí
no llega ni el eco. ¿Cuántos locales, viviendas vacías tiene la Iglesia? No me
hablen de declaraciones, sirven para poco. Hablemos de hechos, de ofertas
públicas a la autoridad correspondiente, al ministerio que convenga, ofreciendo casas rectorales vacías, seminarios semi utilizados, conventos
cerrados, locales en desuso… y esto mismo se puede trasladar a otras
instituciones oficiales que ven derrumbarse sus edificios y lo permiten, cuando
hay tantas criaturas pidiendo un poco de hospitalidad. Ponen mil tapujos para
que el niño, la mujer, el anciano mueran de frío en un campo o en el mar sin
que esas fronteras se abran, aunque sea echado mano a la carencia de un
documento que respalde la negativa policial.
Por
todo ello, recuerdo un verso de un poeta que hoy no está bien visto, José Mª,
Pemán: “…por no ofender a lo malo, que lo bueno no se haga…” y mientras
tanto seguía el mercader Mascareñas,
negociando con baratijas baratas. Hay que abrir la llave de paso urgentemente,
en ello va no la felicidad, sino la vida
triste y errante de unas personas que, sin comerlo ni beberlo, sufren las consecuencias de unas guerras producidas por la ambición y falta de
sentimientos de unos, y la inactividad e hipocresía de otros.
¿Qué hace la ONU hoy en Nueva York?
Parece que lo mismo que hizo la Sociedad de Naciones en Ginebra, nada. Perdonen
por lo radical de la expresión, pero lo dicho, dicho está" (Publicado en Hueva Información el
9 de marzo de 2016).
Por si nos fortalece, en el intento de hacer
posible lo que parece imposible, reproduzco también una nota
"eclesial" de rechazo al modo de tratar el tema de los refugiados:
LAS ENTIDADES DE ACCIÓN SOCIAL DE LA IGLESIA EN ESPAÑA RECHAZAN EL ACUERDO SUSCRITO ENTRE LA U.E. Y TURQUÍA PARA DEVOLVER A TODOS LOS REFUGIADOS (Madrid, 8 de marzo 2016)
LAS ENTIDADES DE ACCIÓN SOCIAL DE LA IGLESIA EN ESPAÑA RECHAZAN EL ACUERDO SUSCRITO ENTRE LA U.E. Y TURQUÍA PARA DEVOLVER A TODOS LOS REFUGIADOS (Madrid, 8 de marzo 2016)
Las entidades de acción social de
la Iglesia que trabajan con refugiados y migrantes —Cáritas, CONFER, el Sector
Social de la Compañía de Jesús y Justicia y Paz— expresan su consternación y su
más absoluto rechazo ante el acuerdo alcanzado ayer en Bruselas entre la Unión
Europea y Turquía que permitirá devolver a territorio turco a todos los
refugiados que en los últimos meses han llegado a Europa desde las costas del
Egeo.
Estas entidades quieren denunciar
un acuerdo inédito, que supone un giro radical en la política migratoria y un
serio retroceso en materia de derechos humanos. De hecho, la Unión Europea ha
decidido comprar, con el desembolso de una partida extraordinaria de 3.000
millones de euros adicionales al Gobierno de Ankara y otras contrapartidas, la
contención de los refugiados fuera de las fronteras comunitarias y permitir la
devolución —incluso colectiva— a Turquía de todas las personas refugiadas que
llegan a la Unión. Con ello, la imagen de una Europa de los mercaderes vuelve a
emerger como escandaloso colofón a la larga serie de acciones caóticas,
confusas y represivas que en los últimos meses vienen adoptándose contra los
refugiados en la Frontera Este.
El acuerdo adoptado con Turquía
viola los convenios internacionales y europeos ratificados por los Estados
miembros que prohíben expresamente la devolución de personas que son objeto de
persecución o víctimas de guerra. Es, por tanto, inaplicable. Además, supondrá
un incremento mayor si cabe del inmenso saldo de sufrimiento, dolor y muerte
por parte de quienes siguen arriesgando cada día sus vidas mientras buscan
bienestar, seguridad y protección a las puertas de Europa.
Pedimos a los Estados miembros que
defiendan la Convención de Ginebra y se atengan a los valores proclamados en
sus constituciones. Instamos una vez más a la UE a que ofrezca canales legales
y seguros para acceder a nuestro territorio, garantizando la protección de los
derechos humanos y la dignidad de estas personas que huyen del terror y la
desesperación.
Invitamos a la comunidad cristiana
y a toda la sociedad a expresar su rechazo inequívoco a este acuerdo, que
condena a todos esos seres humanos —mujeres y niños en su mayoría— a ver
cercenados sus anhelos de libertad.
Como el Papa
Francisco señaló en su discurso ante el Parlamento Europeo,
“Europa será capaz de hacer frente a las problemáticas asociadas a la
inmigración (…) si es capaz de adoptar políticas correctas, valientes y
concretas que ayuden a los países de origen en su desarrollo sociopolítico y a
la superación de sus conflictos internos —causa principal de este fenómeno–, en
lugar de políticas de interés, que aumentan y alimentan estos conflictos. Es
necesario actuar sobre las causas y no solamente sobre los efectos”.
Si tratáramos de actualizar el
compromiso y el pensamiento crítico de Ignacio Ellacuría ante estas realidades
estructuralmente injustas, nos veríamos una vez más ante la exigencia ética de
transformar la política, pues lo negativo de lo que es (reflejo de la
mentalidad mercantilista y egoísta) nos empuja hacia lo positivo de lo que
puede ser como transformación, dejando atrás el sentido obsoleto de fortaleza
frente a los "otros" y el sentido de propiedad de un determinado
territorio.
Un cambio de mentalidad es
absolutamente necesario para que, en vez de la globalización económica y
mercantilista primen las relaciones humanas y las garantías del derecho a la
vida y a los derechos fundamentales inherentes a toda persona en la
construcción de la Comunidad Humana y de ciudadanía cosmopolita.
¿Acaso es ésta la nueva bandera europea?
…/…
Federico Mayor Zaragoza, con fecha 14 de marzo de 2016, ha comunicado, bajo el título: "Increíble drama de los refugiados y emigrantes: la UE, insolidaria, ilegal, inmoral” (publicado el día 11/03/16), lo siguiente:
“La reunión de los 27 en Turquía para abordar de una vez la inmensa y sangrante
tragedia de los emigrantes y refugiados ha concluido -con un acuerdo, por
fortuna provisional- de la forma más inaceptable y lamentable posible. Por las
reacciones que ha producido en la sociedad y en el Euro-parlamento, es de
esperar que el próximo día 17 no lo ratifiquen. Que, avergonzados, decidan
cumplir las pautas que inequívocamente figuran en los Tratados internacionales
y, desde luego, en las directrices éticas. Tanto hablar del "Estado de
derecho" y, a la primera de cambio, no sólo toman decisiones inmorales
sino ilegales.
He llamado varias veces la atención
sobre el reiterado incumplimiento de los principios tan lúcidamente expuestos
en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (2000). El
artículo primero se refiere a la igual dignidad. El segundo al derecho a la
vida... "
Al buen entendedor, ¡Salud!
Desprovista de liderazgo,
envuelta en el huracán del neoliberalismo más acendrado, la Unión Europea no
sólo es incapaz de adoptar las medidas apropiadas en tiempo oportuno sino que,
además, consiente la aparición inquietante de brotes de xenofobia y
discriminación clasista.
No garantizar derechos fundamentales de las personas y las comunidades inmigrantes es un gravísimo error, cuando no un genocidio, de los Estados de la UE.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo
ResponderEliminarNos llega una noticia según la cual el Vaticano confirma que Francisco quiere llevar a cabo una visita relámpago a la isla griega de Lesbos para mostrar su apoyo a los refugiados sirios que están siendo expulsados de Europa.
ResponderEliminarEl viaje se planea para el próximo 15 de abril, y ha sido acordado con la Iglesia Ortodoxa Griega. De hecho, el patriarca ecuménico Bartolomé también podría acudir, en un movimiento estudiado desde hace semanas y que busca presionar a la Unión Europea para que dé marcha atrás en el acuerdo con Turquía. Las organizaciones que trabajan sobre el terreno –entre ellas, ONG católicas como Cáritas, el Servicio Jesuita para Refugiados o Mensajeros de la Paz– han calificado de "inhumano" dicho acuerdo.
Desde Camas (Sevilla)