Dolores Ibárruri, que murió el 12 de noviembre del año de la caída del Muro de Berlín; María Zambrano y sus libros: Poesía y Filosofía...; Persona y Democracia... y algunos otros, que aguardan conversar con nosotros desde febrero de 1991; y Concha Caballero, más recientemente, de fácil dicción, como buena filóloga, ausente desde en las tertulias desde el 21 de enero del presente año 2015, son mujeres que nos han dejado una estela social y política, intelectual y cultural, cercana, combativa y dialogante. Hoy, en el día internacional de la mujer, es justo recordarlas y reconocer públicamente su lucidez, su sabiduría, su tesón y su fortaleza.
De la "Pasionaria", recordar una poesía de Miguel Hernández:
"Moriré como el pájaro: cantando,
penetrado de pluma y entereza
....
Una mujer que es una estepa sola
habitada de aceros y criaturas,
....
Fuego la enciende, fuego la alimenta:
fuego que crece, quema y apasiona
....
Los herreros te cantan al son de la herrería,
Pasionaria el pastor escribe en la cayada
y el pescador a besos te dibuja en las velas
....
Tu cincelada fuerza lucirá eternamente,
.... "
De María Zambrano, una imagen
Una metáfora: el puente (la interculturalidad), su racio-vitalismo hecho humanidad y poesía.
Una exigencia: más persona, más democracia.
¿Y de Concha Caballero? Su cercanía, su agilidad, su defensa del Estado Social y Democrático de Derecho, asentado sobre cuatro columnas: La Salud, la Educación, Trabajo, y los Servicios Sociales para toda persona, para toda comunidad, para todos los pueblos, solidariamente, públicamente.
Tres mujeres, de gran sensibilidad y entereza, que siguen ardiendo bajo sus cenizas. Por sus palabras y escritos habla la España de las voces calladas, indignadas, débiles... pero fuertes, resistentes, recias, humanas.
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