Hoy, cuando el conflicto entre Israel y Palestina parece imposible de resolverse, he visto la información siguiente:
"Le Mali, un test pour relancer l'Europe de la Défense"
(Mali es un test para relanzar la Defensa Europea)
Bruxelles, prochaine étape en vue d'une résolution de la crise malienne après les rencontres de Paris.
Getty Images
Par Cyril Bensimon
France, Allemagne, Pologne, Espagne et Italie. Les ministres des Affaires étrangères et de la Défense de ces cinq pays se retrouvent ce jeudi 15 novembre, dans la matinée à Paris pour relancer l'Europe de la défense. Au menu des discussions, il sera en bonne partie question du Sahel et du soutien à une intervention militaire pour reconquérir le nord du Mali.
Cette réunion intervient à un moment où se dessinent les contours d'une opération militaire au Mali. Dimanche, les chefs d'Etat d'Afrique de l'Ouest ont validé un concept d'opération prévoyant, pour l'instant, le déploiement pour un an de 3.300 soldats au Mali. Le Niger, le Nigeria, le Sénégal et le Togo seront les principaux contributeurs de troupes. Le Ghana et le Burkina Faso devraient eux avoir une contribution moins importante. Le Tchad s'est lui aussi engagé à participer à cette opération militaire."
Ahora entiendo mucho mejor el contenido del libro prologado por el profesor Octavio Uña Juárez: La importancia geoestratégica del África Subsahariana. El libro está publicado por el Ministerio de Defensa. Es el número 117 de las monografías del CESEDEN (que conviene consultar para ver el cambio de estrategia post OTAN).
El prólogo de Octavio describe la situación del África Negra (prefiero este término al de "Subsahariana") como parte de ese continente, ¡África!, "con mayor número de muertes por hambre, malaria, sida y conflictos bélicos, el continente con mayores desigualdades sociales y menor esperanza de vida".
El África Negra es parte del continente africano y "región del mundo con mayor número de guerras y conflictos violentos desde la Segunda Guerra Mundial, con más "Estados frágiles o fallidos" y con mayor número de crisis humanas". Pues,... "Desde el año 1991, han fallecido en esta zona 12 millones de personas en los distintos enfrentamientos. Y resulta imposible calcular el número de mutilados, mujeres violadas, niños huérfanos.
Los 22 países con más bajos índices de desarrollo, modernización y bienestar social se encuentran también en esta zona, que ocupa el 85% del territorio africano, aunque otros experimentan mejoras en cuanto a poder adquisitivo y desarrollo"
Pero... ¿De qué desarrollo hablamos? ¿Seguimos confundiendo crecimiento económico y desarrollo humano?
Octavio habla de "Numerosas causas internas y externas de la situación de África", de "Estrategia europea y políticas de ayudas al desarrollo" -sin obviar la relevancia de China en los aspectos comerciales y en la búsqueda de recursos para reforzar su influencia internacional-. Habla también de "Entendimiento y oportunidades de futuro".
Pero... ¿de qué oportunidades se trata?... El libro conviene leerlo, sobre todo en un momento en que se prepara el III Congreso África-Occidente, y que se pretende celebrar en Kenia, en Nairobi.
El Congreso lleva por título ECONOMÍA Y DESARROLLO. ¿De qué modelo económico se va a hablar o se va a postular? (¿Del mercantilista, de la Economía de la Guerra, del la Economía Solidaria, del Desarrollo Sostenible, de las Nuevas Fuentes de Energía..., de la libre circulación de mercancías y no de personas...? ¿Cuál va a ser el diagnóstico previo? ¿Qué experiencias positivas y negativas se van a intercambiar? ¿Qué saberes podemos compartir? ¿Cómo informar y proyectar el futuro desde África, en favor de todos los pueblos de África?
Demasiadas preguntas. Pero quizás Mali, más que un test para el rearme europeo, en esta Europa fortaleza, recortable y envejecida, pueda ser un test en la construcción de un futuro distinto para la Humanidad. El problema está, a mi modo de ver, en buscar un auténtico desarrollo humano, más allá de las cortedades economicistas. El desarrollo no se agota con la disponibilidad de bienes indispensables. El desarrollo implica investigación, implica proyección cultural, implica realización. Pero si se extrangula la disponibilidad de bienes y servicios el desarrollo acaba revolviéndose contra aquellos mismos a quienes teóricamente se dice querer beneficiar.
Además de que sea un deber moral o jurídico, de Justicia, cooperar en el desarrollo pleno de los demás, no podrá darse un desarrollo`plenamente humano si no se respetan todos los derechos de todos los seres humanos, todos los derechos de todos los pueblos, sin dominaciones externas, ni imposiciones, ni esclavitudes, pues el desarrollo humano tiene dos grandes pilares: el de la solidaridad y el de la libertad, sin ambas columnas no puede haber, en mi opinión, un desarrollo conforme a Derecho y Justicia.
Ahora entiendo mucho mejor el contenido del libro prologado por el profesor Octavio Uña Juárez: La importancia geoestratégica del África Subsahariana. El libro está publicado por el Ministerio de Defensa. Es el número 117 de las monografías del CESEDEN (que conviene consultar para ver el cambio de estrategia post OTAN).
El prólogo de Octavio describe la situación del África Negra (prefiero este término al de "Subsahariana") como parte de ese continente, ¡África!, "con mayor número de muertes por hambre, malaria, sida y conflictos bélicos, el continente con mayores desigualdades sociales y menor esperanza de vida".
El África Negra es parte del continente africano y "región del mundo con mayor número de guerras y conflictos violentos desde la Segunda Guerra Mundial, con más "Estados frágiles o fallidos" y con mayor número de crisis humanas". Pues,... "Desde el año 1991, han fallecido en esta zona 12 millones de personas en los distintos enfrentamientos. Y resulta imposible calcular el número de mutilados, mujeres violadas, niños huérfanos.
Los 22 países con más bajos índices de desarrollo, modernización y bienestar social se encuentran también en esta zona, que ocupa el 85% del territorio africano, aunque otros experimentan mejoras en cuanto a poder adquisitivo y desarrollo"
Pero... ¿De qué desarrollo hablamos? ¿Seguimos confundiendo crecimiento económico y desarrollo humano?
Octavio habla de "Numerosas causas internas y externas de la situación de África", de "Estrategia europea y políticas de ayudas al desarrollo" -sin obviar la relevancia de China en los aspectos comerciales y en la búsqueda de recursos para reforzar su influencia internacional-. Habla también de "Entendimiento y oportunidades de futuro".
Pero... ¿de qué oportunidades se trata?... El libro conviene leerlo, sobre todo en un momento en que se prepara el III Congreso África-Occidente, y que se pretende celebrar en Kenia, en Nairobi.
El Congreso lleva por título ECONOMÍA Y DESARROLLO. ¿De qué modelo económico se va a hablar o se va a postular? (¿Del mercantilista, de la Economía de la Guerra, del la Economía Solidaria, del Desarrollo Sostenible, de las Nuevas Fuentes de Energía..., de la libre circulación de mercancías y no de personas...? ¿Cuál va a ser el diagnóstico previo? ¿Qué experiencias positivas y negativas se van a intercambiar? ¿Qué saberes podemos compartir? ¿Cómo informar y proyectar el futuro desde África, en favor de todos los pueblos de África?
Demasiadas preguntas. Pero quizás Mali, más que un test para el rearme europeo, en esta Europa fortaleza, recortable y envejecida, pueda ser un test en la construcción de un futuro distinto para la Humanidad. El problema está, a mi modo de ver, en buscar un auténtico desarrollo humano, más allá de las cortedades economicistas. El desarrollo no se agota con la disponibilidad de bienes indispensables. El desarrollo implica investigación, implica proyección cultural, implica realización. Pero si se extrangula la disponibilidad de bienes y servicios el desarrollo acaba revolviéndose contra aquellos mismos a quienes teóricamente se dice querer beneficiar.
Además de que sea un deber moral o jurídico, de Justicia, cooperar en el desarrollo pleno de los demás, no podrá darse un desarrollo`plenamente humano si no se respetan todos los derechos de todos los seres humanos, todos los derechos de todos los pueblos, sin dominaciones externas, ni imposiciones, ni esclavitudes, pues el desarrollo humano tiene dos grandes pilares: el de la solidaridad y el de la libertad, sin ambas columnas no puede haber, en mi opinión, un desarrollo conforme a Derecho y Justicia.
ResponderEliminarDon José: Mire lo que dice el profesor Mayor Zaragoza a propósito del conflicto entre Israël y Palestina:
"Todos los seres humanos son iguales en dignidad, es un principio ético universal que constituye los cimientos de todos los Derechos Humanos.
Pepe:
ResponderEliminarParece interesante el libro del que hablas. Es curioso el silencio sobre todo lo que pasa más allá del desierto... Unas pocas señales de alarmas de algunas ONG sobre la situación precaria de los menores, el SIDA y poco más.
El desarrollo del que hablas sólo es posible con una conciencia democrática madura y con una apuesta firme por la igualdad.
Parece que, como siempre, los Estados más potentes sólo se mueven por el puro interés de las reservas y los bienes que abundan en esta zona. Y, Europa, si se mueve por allí, seguro que es por pura estrategia antes el despliegue de las empresas chinas por el entorno.
Se oyen tambores de guerra no sólo por Oriente Próximo sino por África... Y es que, en un mundo bélico como el nuestro, una década sin una gran guerra parece mucho.
Tengamos confianza en un mundo más pacífico. ¡Ánimo con el Congreso de Nairobi!
Un fuerte abrazo,
Álvaro Rodríguez
Ayer leyendo un artículo de Juan Antonio Senent de Frutos publicado en la Revista Éxodo sobre el concepto de dignidad humana, hay una cuestión que me ha resultado irrelevante: el hecho que la idea de dignidad humana es distinta en la Antigüedad y en la Edad Media en comparación con la de la Modernidad, a excepción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Mientras en las primeras se defiende la dignidad humana desde los puntos de vista universalista, ética y religiosa defendiendo así la igualdad de condiciones entre los seres humanos sin distinción de razas, nación…, en la segunda ya se hace la distinción entre extranjeros – nativos, metrópolis – colonias…abriendo camino a la materialización de determinadas condiciones humanas. Así, creo que el desafío inicial se encuentra en el debate en torno a la espacialidad y la temporalidad de la modernidad.
ResponderEliminarEfectivamente, el tema es bien relevante: no es lo mismo considerar la dignidad humana como general y universal que hacer una separación entre nacionales y extranjeros. No obstante, en la Antiguedad y en la Edad Media, no se trataba igual ni a la mujer ni al siervo, sierva o esclavos. Eso también hay que evitar el confundirlo o idealizarlo.
ResponderEliminarLa Carta Universal de los derechos Humanos es criticable por acentuar los derechos individuales sobre los sociales y culturales pero, reformulándolos y, sobre todo, garantizándolos se avanzaría muchísimo en un nuevo sentido del Desarrollo Humano o Desarrollo Integral y Solidario.