lunes, 29 de octubre de 2012

LIBROS A RECICLAR Y NEGROS EN EL MAR


     En el tren AVE, Madrid-Sevilla, he venido leyendo en torno al tema de la ciudadanía democrática, pero también sobre las noticias más escalofriantes de las recientes muertes, por naufragio y comercio mafioso, en las aguas del Mare Nostrum, a no se cuantas millas -dicen- de la ciudad marroquí de Alhucemas. Pero cuando he llegado, andando, frente a la "Casa de las Especias", muy cerca de "Puertas Sinaí", he sufrido un sobresalto viendo un conjunto de libros apilados junto al contenedor para reciclar papel. ¿Estaremos derivando hacia la locura y la incultura?
 
     Los libros que he rescatado del "fuego" son de Rafael Alberti, de Jorge Amado, de Borges, de García Lorca; El viejo y el mar de Hemingway, El lobo estepario de Hermann Hesse, y Tirano Banderas de Ramón del Valle-Inclán; he guardado celosamente, además, libros de Ortega, de Sartre y de Unamuno... ¡Increible pero cierto!
 
     Sin embargo, desde el jueves, hacia la una de la tarde, sólo se han rescatado 18 supervivientes de una patera en la que iban 68, según el testimonio de una mujer del Tchad, que sigue viva gracias a su embarazo..., y a una mano amiga ¡Es horroroso lo que estamos viviendo!
 
     Entre 2000 y 2005 conocí realidades inhumanas, calificadas como "efectos no deseados", de las migraciones en el paso del Estrecho. Cuando ya, en las competencias sociales autonómicas, no tenía responsabilidades ejecutivas en Andalucía (quizás por haber interferido en las nacionales) colaboré en un trabajo de investigación, a petición de Cheres Dobarco, con la profesora Gemma González Ferrera y con José Manuel Vera Borja. Me ayudó muchísimo en esa investigación un profesor, actualmente Doctor, negro africano, con quien he compartido tareas docentes en Filosofía del Derecho, Teoría de la Cultura y Filosofía Política. Me ayudó también el que hoy es especialista en interculturalidad y en Ramón Llull, además de un historiador marroquí socialmente comprometido. La investigación realizada por tres equipos: de Cádiz, de Marruecos y de Sevilla, se publicó bajo el título: África, 14 Kms. al Sur de Europa. El análisis realizado entre 2006-2008 estudió los movimientos migratorios entre el Norte de África y el Sur de Andalucía. El estudio y la investigación, una y otra vez nos llevaba hacia las rutas clandestinas que arrancando del sur del desierto, se eternizaban de un lugar a otro hasta alcanzar un punto cercano a Ceuta o Melilla, o un punto o ciudad donde embarcar en pateras en manos de personas mafiosas, sin escrúpulos... -a quienes no se les perseguía... ni se les persigue-. La pobreza, en estos casos, se fuerza a que sea invisible, hasta que vuelve a dar la cara. En Marruecos, hubo un tiempo en que los negros no se veían por las calles, pero esas personas estaban allí y albergaban un proyecto de vida desde su salida del país de origen.
 
     La emigración es un proyecto de vida, como bien sabemos los españoles, proyecto de vida que cambia según las circunstancias, los lugares y los momentos favorables o desfavorables. Pero la emigración no resuelve los problemas del subdesarrollo económico.
 
     El Desarrollo Humano Integral no se contempla conjugando la doble nacionalidad o ciudadanía del lugar de origen y del lugar donde se trabaja o se vive, ambos parte de una realidad superior, el Mundo, Casa Común de la Comunidad Humana. El desarrollo se contempla como "nosotros" y "ellos", como desarrollo económico y como subdesarrollo -confundiendo una vez más crecimiento y desarrollo, valos y precio.
 
     Echar por la borda la cultura, echar al fuego los libros fruto de diversas culturas y saberes, es un modo evidente de no querer promover nunca el Desarrollo Humano ni el Co-Desarrollo-Solidario. Pero las muertes en el Mare Nostrum, la negatividad de las fosas comunes y de los expedientes archivados con un sólo número, sin nombre ni referencias locales, la negatividad de los nichos "cuanticos", los "sin papeles", y los cientos de miles que esperan el reconocimiento de la nacionalidad, para así recuperar la ciudadanía plena, están clamando al cielo o están exigiendo la refundación de Naciones Unidas, desde un cambio global de las mentalidades excluyentes, o desde un cambio cultural humano.
 
     Renunciar a la cultura, no respetar la diversidad de la producción y expresión cultural es la muerte. Sólo la Cultura, sobre todo si es creativa, puede hacer posible un mayor y universal respeto a la dignidad de la persona humana. Dejar morir, o "matar" al otro, simplemente porque es "otro", distinto y diferente a nosotros mismos, es matarnos a nosotros mismos como personas al convertirnos en asesinos.
 
    Es como echar los libros al contenedor de papel para el reciclaje, es como echar los libros a la hoguera, es decir, es una gran locura.... Dejar morir a personas jóvenes e inteligentes, que tienen un proyecto de vida y que buscan realizarse, es una simple locura del sistema actual de fronteras y de tráfico perverso y mafioso de personas. Es un "contra Dios", es la negatividad de todo Derecho.

6 comentarios:

  1. Ya lo decía Ray Bradbury en Fahrenheit 451 que llegaría un momento en nuestra sociedad contemporánea que aquellos que leyeran serían concebidos como amenazas y, por lo tanto, perseguidos. Esta obra publicada en 1953 y, todavía de actualidad, nos indicaba el camino de lo inmoral e insensato que cogería la sociedad occidental en un determinado momento. Creo, pues, que nos acercamos, o mejor dicho, ya estamos en ella.

    En la época en la que Rubalcaba era ministro del Interior llegó a justificar las muertes de seres humanos en el Estrecho como daños colaterales de las políticas antimigratorias españolas y europeas y, hoy día seguimos viviendo lo mismo.

    Desgraciadamente se ha superpuesto el concepto de dignidad humana y respeto al otro, por debajo de los intereses económicos-liberales y del concepto moderno de los confines, matizando así un 'ellos' y 'nosotros', sin tener en cuenta el desarrollo que ha tenido, tuvo y sigue teniendo las sociedades occidentales en base a las aportaciones de individuos provenientes de otros ámbitos culturales.

    Ojalá un día nos despertemos de este sueño de la razón que está produciendo múltiples monstruos y nos demos cuenta que en el lugar del OTRO podríamos ser NOSOTROS (de hecho yo creo que ya se está dando con el incremento de la brecha entre las clases sociales, fruto de la crisis).

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  2. Edy: Muchas grtacias. Dos cuestiones:

    1) ¿Conoces el libro de Octavio Uña: LA IMPORTANCIA GEOESTRATÉGICA DEL ÁFRICA SUBSAHARIANA? Lo publicó el Ministerio de Defensa, en Madrid, el año 2010

    2) ¿Cómo afrontar teórica y prácticamente el problema de las mafias?

    Charlamos sobre ambos temas.

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  3. Querido Pepe:

    No tengo más que añadir que no hayas dicho... Bueno sí, tal vez has olvidado un par de cosas que también podían estar apiladas junto al contenedor:

    1)A nosotros, los maestros y profesores recortados,
    2) Y, por supuesto, a tantos alumnos/as que no pasarán apenas el primer escalón de la alfabetización y la cultura por estar su instrucción en manos de quienes creen que la educación es un privilegio y no un "derecho universal" irrenunciable.

    Un fuerte abrazo,
    Álvaro Rodríguez

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  4. Yo añadiría otro elemento al rosario de pérdidas recientes e inesperadas, porque últimamente circulan unos nuevos sin-papeles por Europa de los que no se habla tanto como se debería. Además, me recuerdan a esos libros que recogió Pepe.
    Para estos sinpapeles -que tienen autorización administrativa para trabajar a donde llegan, que son blancos en su mayoría, que han recibido educación universitaria apta para todo Schengen y ciudadanía europea-, no tener papeles no significa que nadie los reciba, como le pasa a nuestros vecinos africanos.
    Decir que los jóvenes españoles que se van de su país son unos sin-papeles quiere decir, más bien, que nadie ha dejado por escrito que se marchan, que no están contabilizados ni en el INE, ni en la EPA, ni en el déficit (que aumenta, virtualmente, con la partida de cada uno de ellos). Y, peor aún -ya sé que esto suena a imposible, conociendo a nuestros políticos- que nadie los ha despedido debidamente, que nadie en las Administraciones les ha dicho que les van echar en falta y que sin ellos no volveremos a levantar este país. "Os entendemos, pero volved en cuanto podáis", podrían estar diciendo, al menos.
    Conocemos miles de estos mismos relatos en clave africana: jóvenes formados y sanos, en su mejor edad, que se marchan y dejan su país más desvalido aún de lo que estaba. Ahora nos toca vivir los mismos relatos en clave andaluza, española y sureuropea.
    Esos jóvenes que se van sin avisar -y que no tienen más remedio, con la que está cayendo- no se ahogan en ningún océano, pero contemplan llenos de frustración el naufragio del país que tantos esfuerzos puso en hacerlos hombres y mujeres. Qué difícil.
    Gracias por señalar de nuevo al mar, Pepe, no hay que perder de vista las tragedias de nuestros hermanos de aquí al lado.
    G.

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  5. Muchas gracias. Hace muy poco, con motivo del análisis de los resultades electorales 2012 en Andalucía,he hablado de todo ello con un buen sociólogo: Manuel Pérez Yruela. Me parece que hay una "masa" de juventud de la primera década del siglo XXI que con su ausencia produce un cierto agujero negro -de democracia sin ciudadanos- capaz de distorsionar las inercias ideológicas ya superadas por los hechos. Pero esa otra masa de juventud que perece en la mar pone al descubierto la indignidad, la esclavitud,la desigualdad, la insolidaridad, la demagogia, la injusticia, y la indefensión jurídica que se sufre en el denominado "Mundo Civilizado" o "Mundo Occidental", versus "Europa Ilustrada".

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  6. Gracias por el escrito Pepe. Es muy interesante esta relación entre la locura y la incultura. Y me gustan los comentarios de los compañeros. Abrazos a todos!
    Os dejo aquí un enlace del nuevo número de la revista Hábitat y Sociedad. Está dedicado a los naufragios que se producen en tierra y sin moverse del sitio: el chabolismo o hábitat marginal...
    http://acdc.sav.us.es/habitatysociedad/index.php?option=com_content&view=section&layout=blog&id=2&Itemid=3
    José Torres

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