En España estamos, por supuesto, en un contexto distinto del Centroamericano, de Nicaragüa o El Salvador, en donde se habla y se ha escrito (ver Ernesto Cardenal) sobre la "Revolución Pendiente". Pero, en España, quizás desde el 86, y muy claramente desde el 92, asentado el socialismo en libertad (opción socialdemócrata al fin y al cabo), lo que no se ha logrado -como diría el valverdeño Manuel María Becerro Parreño, si viviera entre nosotros- es la regeneración. Por lo que, en consecuencia, es ya una clara exigencia "La Renovación Pendiente".
A Manuel María Becerro tuve la gran suerte de conocerlo personalmente en Valverde (Huelva), junto al excelente Alcalde Américo Santos y quien llegara a ser Presidente de la Diputación Manuel Eugenio Romero. Manuel María Becerro regentaba una Delegación de Caja Postal y, aunque le dedicaba horas y horas al Ayuntamiento, nunca quiso dejar su trabajo remunerado y nunca quiso cobrar del Ayuntamiento. Cuando murió, el que fuera Secretario General, Carlos Navarrete, desplazado por los vientos de una supuesta renovación -con la que erróneamente colaboré-, me dijo: ha muerto un compañero de los que necesitaría una auténtica renovación. Yo, entonces, un tanto turbado desde hacía tiempo por los envites de poder entre UGT y el PSOE, entre las "razones de Estado", la defensa de los Derechos Humanos y la exigencia de transparencia, y entre "guerristas" y "felipistas", "renovadores" y "guerristas", opté más bien por reunirme con el grupo minoritario de Manuel de la Rocha y Antonio García Santesmases -en Madrid- (de Izquierda Socialista) en donde a veces participó Fernando Morán. En ese grupo me parecía que se conjugaba correctamente el Socialismo en Libertad, la Ética y la Política, y la Solidaridad Internacional e Interterritorial (con tendencia federalista -siguiendo el sentido de la Ilustración Kantiana de la Paz Perpetua).
De Manuel María Becerro recuerdo nuestro empeño en llevar bibliotecas, restauraciones de patrimonio histórico, organización de archivos e instalaciones deportivas a todos los pueblos. Pues él fue también parlamentario andaluz y me respaldaba en estos quehaceres. Pero ya entonces, luchamos por materializar el Mapa Sanitario, por el Mapa Educativo, y por inversiones en vivienda de protección oficial. Más tarde, en la Dirección General de Asuntos Sociales, me tocó trabajar duro contra la pobreza, en favor de la inclusión social, cuando sólo se hablaba de "convergencia europea", por lo que no fue posible aprobar un Mapa de Servicios Sociales que vinculara a las tres administraciones: la Administración Central del Estado, la Autonómica y la Local (Ayuntaminetos de más de 20.000 habitantes y Diputaciones Provinciales).
¿Qué hacer ahora cuando se pone en crisis no ya el Estado Social sino el mínimo Estado de Bienestar alcanzado?
Guste o no a muchos, a pesar de un exceso de proteccionismo, tal vez, y a pesar de un exceso en el "afán de lucro", evidentemente, se logró una cierta cohesión social y territorial, una cierta "convergencia económica", y hasta una esperanza de acabar con la pobreza y el paro. Y, sin embargo, desde el crak económico financiero (de 2008) inducido por la alta especulación, todo parece venirse abajo. El conservadurismo y las opciones neoliberales cobran fuerza y las opciones sociales y socialistas se resquebrajan o fragmentan.
¿Qué hacer? Acometer la "Renovación Pendiente". La lucha por el poder no es suficiente.
Lo que debía haberse hecho se logró sólo en parte y quedaron muchas cosas por hacer. Pero se fue fortaleciendo una especie de corrupción sistémica que ha obstaculizado la necesaria regeneración y la apertura más solidaria. Urge, cuando ya todo está en venta, incluido el Planeta, sus tierras y sus gentes, la regeneración ética y la renovación política de la socialdemocracia, en la que la Teoría de la Justicia se concrete en los campos de la salud, la educación, la cultura, la economía, la participación política y los servicios sociales, y en donde la Democracia no sólo sea legal sino legítima y no sólo formal sino real.
En la vida política -aunque a veces se parezca a las cacerías- es fundamental evitar la guerra, lograr que la Justicia se concrete en el conjunto de la vida social de forma efectiva y con garantías formales y reales. Pero, es un hecho constatable que, en los Partidos Políticos, falta democracia interna y sigue siendo necesario un programa de referencia, un liderazgo y una participación ciudadana activa que lo respalde, lo legitime o lo deslegitime. Quizás por ahí comienza "La Renovación Pendiente".
La "Renovación Pendiente" pienso que tiene una dimensión cultural e internacional. Aquí, en la lucha por el poder se irá a "la caza y captura" de los votos. Veremos a ver si se repiten antiguos hábitos de acoso sistemático o si se es más democrático. Falta nos hace a todos, en el aprendizaje de la democracia real. Al final habrá que apostar por una opción u otra en lo que se considera alternativa a la Secretaría General saliente, que ha tenido sus luces y sus sombras y errores pero cuya gestión no parece que interese analizar. De todos modos me parece personalmente mucho más coherente la opción claramente federal, menos anclada en el pasado, ya irremediablemente viciado por un exceso de soberbia y prepotencia, en muchas ocasiones, o por el cinismo y el dominio táctico interno, cada vez que hay enfrentamientos o simples confrontaciones. Hay que procurar abrirse a la verdad, con independencia de que se tenga o no razón, y eso no es nada fácil ni en Filosofía aplicada, ni en la Política.
Pep: tu compañero Antonio García Santesmases, ante el paso dado por Carmen Chacón sobre la disputa del liderazgo en el PSOE, entiende que su candidatura abre una posibilidad al federalismo necesario para superar la polarización de los nacionalismos fundamentalistas e irredentos. ¿Crees que se puede entender así y que pueda ser esa opción viable?
ResponderEliminarJosep Borrell viene a concluir en una interesante reflexión suya:
ResponderEliminar"Ahora el socialismo español se enfrenta, como en los demás países europeos, a la definición de políticas que hagan compatible equidad social y sostenibilidad ambiental con las exigencias de competitividad en un mundo globalizado, en una sociedad mucho más individualizada y frente a un sistema financiero más poderoso que los propios gobiernos. Lo único que es seguro es que la respuesta no puede ser nacional y que hay que encontrarla en la escala europea. Un terreno donde por desgracia tampoco el papel del PSOE ha sido muy relevante en los últimos años".
Desde mi punto de vista, tan difícil es promover el federalismo en España como en la UE. Y, frente a unos sistemas financieros más poderosos que los gobiernos, la respuesta no sólo debe ser europea sino mundial. Un postulado claro, en Filosofía Política, es la exigencia de la refundación de Naciones Unidas
ResponderEliminarQueda pendiente la renovación. ¿Hasta cuándo?
ResponderEliminarPepe: ¿Has visto el artículo de Carlos Navarrete? Si no lo tienes dínoslo y lo mandamos
ResponderEliminarFP y AE
Se pregunta Carlos Navarrete si tiene arreglo el PSOE. Yo lo veo difícil, muy difícil. La complacencia y la soberbia, junto a las disputas por el poder y el puesto, dificultan cualquier intento de renovación y/o regeneración. ¡Menuda se ha formado en Sevilla! Aparecen los que aparecen "a la greña", pero por detrés están también los que no aparecen y mueven hilos a su modo y manera. En estos casos, implicarse en política es como ir de cacería. Poco puede esperarse de tal sentido de la Política, en cuyas refriegas se esgrime el argumento de que la guerra es la guerra. En tales circunstancias la Política deja de ser el arte de evitar la guerra y deja de ser, por supuesto, la construcción de la ciudad, de la convivencia, de la justicia y del bienestar.
ResponderEliminar¿Dónde queda la defensa de los derechos humanos individuales y colectivos? Ese es, sin embargo, el problema: que peligra la propia democracia, sobreabundando la teoría del caos, la imposición y el dominio de los más fuertes, de los que tienen más músculo, de las élites financieras...