Ayer vivimos entre amigos un adiós a un buen profesor, de clara opción social, respetuoso, afable y querido por sus amigos y pos sus discípulos. La noticia de su muerte me la dio un amigo común: Juan Francisco Ojeda. Remitió la noticia con un escrito con referencias a la persona, al trabajo y a esa visión del paisaje que un grupo extraordinario de geógrafos andaluces tienen de la realidad, con ciertas resonancias orientales pero muy mediterráneas. El texto, junto con una cierta emoción contenida por el conocimiento de la persona, me suscitó la escritura de unos versos, que dan como resultado este poema:
AL MAESTRO BUENAVENTURA
Desventura es
Quedarse en ausencia de...,
De serenas bondades
Transmitidas en la vida y en la docencia.
Desventura es
El alma trunca
De compromisos e ideas
de los honrados, y mejores hombres.
Pero ya es Ventura,
Entre nosotros, tus amigos,
Sentirte cerca
Contemplando...
El mar,
El campo,
La "polis", la "civitas";
La sierra,
Las flotantes colinas,
las pequeñas aldeas.
El Sol,
Las aguas y los manantiales;
Las limpias y brillantes hojas
De pinos, viñas y olivares
De radiantes atardeceres.
La tierra,
Las entrañas profundas,
El azul estrellado,
La noche,
La luna,
los vibrantes amaneceres.
Como la cuadratura del círculo,
Vacío y Plenitud eres.
Mil, gracias, José, por este venturoso regalo que nos haces, nacido del recuerdo vivo de nuestro común amigo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
Rafael
Quería darte las gracias por tu cariño hacia Ventura , por tus palabras en el blog y por tu maravilloso poema, que me entregó Juan en papel a los pocos días de su partida.
ResponderEliminarROCÍO