Cuanto se construye hoy
por la fuerza sin tener en cuenta la dignidad por igual de todas las personas,
me ha traído a la mente lo que en tiempos circuló como Decálogo de la Serenidad, fruto del Congreso sobre “Un nuevo
Compromiso Social y Político” del 16,17 y 18 de Noviembre de 2012.
Actualizando, a mi modo, aquel texto atribuido al papa Juan
XXIII, propongo el siguiente
DECÁLOGO DE DIGNIDAD
Y SERENIDAD
1.- Respetar la
dignidad humana de toda persona y vivir el día a día con amor.
2.- Ser cortés,
cuidar el aspecto personal, no criticar y tratar de mejorarse a sí mismo.
3.- Concretar la
felicidad en la vida diaria
4.- Adaptarse a las circunstancias y, si éstas
fueran adversas, tratar de vencerlas con fortaleza y serenidad.
5.- Gozar de la buena lectura como de la
comida propicia y adecuada para el espíritu.
6.- Tener
habitualmente una buena acción diaria sin darle publicidad alguna.
7.- Hacer, si
fuera necesario, una cosa que no te gustaría hacer, por ejemplo: lavar platos y
vasos a mano sin lava-vajillas.
8.- Establecer,
sin prisas ni indecisiones, un programa realizable.
9.- Confiar en la
Providencia, que nos trasciende…
10.- No tener
miedo y temores sino gozar de lo bello, crear bondad comunitaria y amor familiar.