lunes, 4 de enero de 2016

DE LO LOCAL A LO GLOBAL Y DE LO GLOBAL A LO LOCAL

Ayer releí atentamente el PREÁMBULO de la Constitución de diciembre de 1978 que nos brindó el profesor Tierno Galván y que expresa la voluntad soberana de garantizar la convivencia democrática conforme a un orden económico y social justo; de consolidar un Estado de Derecho; de proteger los derechos humanos; de promover el progreso cultural y económico para asegurar una digna calidad de vida; de establecer una sociedad democrática avanzada; y de colaborar en las relaciones pacíficas y en la cooperación eficaz entre todos los pueblos de la Tierra.
Emprendimos un largo viaje que nos ha llevado, después de más de tres décadas, a la situación presente de "deconstrucción" e impulsos de regeneración para afrontar los retos del futuro. La tarea no es nada fácil.





Hoy, en ese caminar constante, recibo la noticia del fallecimiento del compañero del Seminario de Antagónicos, de la Facultad de Derecho de Sevilla, Antonio Peña.  Ante tal pérdida. me he atrevido a escribir lo siguiente:
Entrañable Manuel, se nos va contigo un anhelo de justicia, de igualdad, de libertad. Desde Madrid, donde me encuentro ahora, un saludo muy especial a toda la comunidad universitaria de amigas y amigos tuyos, y a todos tus seres más queridos. Tu espíritu nos hace más fuertes en nuestro compromiso solidario, personal y comunitario.
Siento mucho tu ausencia. Sentimos mucho tu ausencia. Pues, gracias también a ti, somos multitud quienes compartimos esperanzas de futuro.

La realidad actual es bien compleja. No valen las simplificaciones. Necesitamos visión y compromisos comprehensivos, no excluyentes. La vida pasa, pero la vida continúa. Aunque las personas tengamos tendencias individualistas, somos en comunidad, somos en los demás y con los demás, incluso en lugares fronterizos y en contextos conflictivos y bélicos. Por eso, tal vez, conviene, seguir el camino que indicara un viejo amigo: de lo local a lo global y de lo global a lo local.

Próxima la mítica llegada de los Magos, conviene favorecer el encuentro de, al menos, tres caminos: el del Este, el de Occidente (de gran influencia nórdica), y el del Sur. La Tradición es la que es pero, originariamente se quería combatir (en el evangelio de Mateo) la cerrazón localista que se oponía a la universalidad en su pluralidad.










1 comentario:

  1. Ayer leí un interesante artículo de Nicolás Sartorius y Diego López Garrido: "Diagnosticar, acordar... investir". Para llegar a acuerdos, en un diálogo amplio, se necesita compartir un diagnóstico común lúcido y no parcial. Hoy, Fernando Savater advierte que lo que pretenden los nacionalistas es convertir la diversidad cultural en fundamento de separación política, lo que es contrario a la igualdad de poder ser diferentes sin temor... Hay que aprender a dialogar y aprender del diálogo pero también aprender a saber con quién se puede dialogar y con quien no.

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