miércoles, 19 de junio de 2013

TRANSICIÓN DEL PIB AL FIB


  Hace unos días he retomado la lectura de Kelsen sobre la Justícia. Subjetivamente tanto la Justicia como la Felicidad no son fáciles de alcanzar, son aspiraciones a las que uno se encaminan, de forma individual y de forma colectiva. Y, reflexionando sobre ello, un amigo, jefe de servicio de recursos humanos de Justicia, me dio una gran alegría: se animaba a seguir los cursos de doctorado porque su experiencia en África le impulsaba a indagar e investigar el tema de la Justicia en situaciones de Transición. ¿Qué es primero la Justicia Legal o la Reconciliación tras enfrentamientos armados?

   Hoy, leo un correo de Federico Mayor Zaragoza en el que este gran maestro nos invita a transitar de las medidas del PIB (Producto Interior Bruto) hacia la Felicidad Interior "Bruta" o Natural (FIB).

   Para ello, dice Mayor Zaragoza que son precisas varias transiciones previas: 

- De una gobernación mundial de grupos plutocráticos (G7, G8,…) de diseño neoliberal, basados en las leyes del Mercado, a unas Naciones Unidas refundadas, fundamentadas en los “principios democráticos” universales. 

¡Vaya tela con el numerito del G8 y sus caras de circunstancias! ¿Será verdad que la cara es espejo del alma?

- De una economía de especulación, deslocalización productiva y guerra a una economía de desarrollo global sostenible y humano, en que se atienda a las grandes prioridades mundiales: alimentación; agua; sanidad; medio ambiente; educación; paz. 

¿Para cuando estas prioridades e inversiones a medio y largo plazo?

- De una cultura de imposición, dominio y violencia a una cultura de diálogo, conciliación, alianza y paz. 

Ya es hora de dejar la Teoría del Caos y del Enfrentamiento para adentrarnos en la Transformación desde el Diálogo y la Interculturalidad, para combatir corrupciones internas y externas y abrirnos a la solidaridad internacional y la cohesión social. Pues el animal humano siempre es un ser abierto a...

- De la fuerza a la palabra. 

Magis ratio quam vis, se decía ya en el Renacimiento, menos guerras y más Cultura

 Al parecer, en algunos lugares del Mundo ya se está ensayando la fórmula: FIB en lugar de PIB. 

  Se tiene la esperanza (principio esperanza "a pesar de la realidad sangrante"), de que, en pocos años, será realidad  la prioridad del FIB, porque los partidarios del PIB cada vez serán menos y los del FIB cada vez serán más. Porque, pacífica pero firmemente, los “pueblos” pueden ahora ya expresarse libremente. Porque en el ciberespacio será imparable la movilización de los que, como John Lennon, quieren el FIB, quieren ser felices y no, aunque estén bien comidos, vasallos de un sistema en el que son simples números, consumidores y operarios anónimos, invisibles.

 Como dice Kelsen hay que encaminarse hacia una Justicia objetiva y hacia una Felicidad objetiva, pues la subjetiva es excesivamente variopinta, incluso desde perspectivas sociales, políticas y económicas dialécticas entre "liberalismo" y "planificación". Pero es evidente que hay unos mínimos y unos umbrales, por debajo de los cuales no se puede ni ser justo ni ser feliz.

   Avancemos, pues, en la Justicia, frente a la injusticia estructural, y en la Felicidad personal y colectiva frente a la infelicidad y el malestar de nuestras culturas actuales ante enfrentamientos de Civilizaciones y Teorías Económica Caóticas por insolidarias. Ello pasa, necesariamente, por una "reconversión", por una "reconciliación" y por una "transformación" de raíz, es decir, radical.

lunes, 3 de junio de 2013

EL MITO DE LA UNIÓN EUROPEA

     El mito, al decir de entendidos, es un sistema complejo y dinámico de símbolos, que goza de la virtualidad de que a un mismo significado, o concepto motivado e intencional, puedan asociársele infinidad de significantes. Esto hace del mito una fuente inagotable y dinámica en el devenir de la historia. ¿Es la Unión Europea un Mito? ¿Tiene fundamento real y solidez en su proyección, deseos e ilusiones? ¿Es un proyecto frustrado? De aquí a 2014, centenario de la Iª Guerra Mundial, parece que urge aclarar el tema.

      Dice mi hija Inés - siguiendo al profesor Mario Riorda- que un Mito de Gobierno es:

1- Un proyecto general de Gobierno, ya que la inexistencia de éste es causa de inestabilidad institucional.

2- Un relato breve sostenido en valores y con sobrecarga ideológica, pues los colectivos se apropian de los valores y motivaciones inmersos en el relato y hacen de ello sus creencias. 

3- Una referencia a la memoria colectiva y una reelaboración de ésta, que ayuda a comprender el presente y a proyectarse hacia el futuro. 

     Dice, además, que, una vez que el Mito de Gobierno cala y se expande, para lo que requiere necesariamente de un tiempo dilatado, el mito se deforma, se amplifica y puede vivir de forma independiente. De manera que la apropiación de la ciudadanía es esencial para la pervivencia del mito, y para desde ahí construir consenso, que garantiza la legitimidad y dota de estabilidad, aspirando a conseguir entonces escenarios de gubernabilidad a largo plazo.

     ¿Existe un Mito de Gobierno en la Unión Europea? Me parece que no. Existió un sueño de Gorbachow: La Unión Europea de Los Urales al Atlántico. Existe un "Proyecto de Tratado por el que se instituye una Constitución para Europa". Existen los símbolos: La bandera (doce estrellas doradas sobre fondo azul), el Himno a la Alegría (de la Novena Sinfonía de Beethoven); y la moneda: el euro. Pero... existen, en realidad, normas, políticas -sobre todo económicas- proyectos de cohesión y no pocas medidas restrictivas que alejan a los ciudadanos de asumir, respaldar o legitimar la pretensión Europa.

     Dice Solana (en "Un nuevo ciclo europeo" -el 29 de mayo de 2013, en El País-), veinte días después del día de Europa, que hoy la crisis no sólo es económica, sino política e institucional: "Europa necesita liderazgo político para cambiar la situación económica y romper el círculo vicioso de recesión, paro y austeridad".

     Europa, la realidad social europea, necesita de un Mito de Gobierno capaz de ilusionar y de poner el foco en el empleo, la dignidad humana, el desarrollo pleno y la innovación institucional. Sin ese impulso desiderativo, ¿cómo cantar el Himno a la Alegría?

    Pienso como Solana que las soluciones pasan por Europa, y por su eje Paris-Berlín, y por España en su sitio (como ya advirtiera en tiempo Fernando Morán), sin fantasmas imperiales atlánticos a la vieja usanza o al modo del Mito de Gobierno del ex-Presidente Aznar, que nos embarcó en la Economía de la Guerra y en la Burbuja Inmobiliaria anhelando la España Hegemónica, pero también sin escisiones separatistas que resquebrajan la unidad ante las dificultades y ponen en jaque a las Fuerzas Armadas, a las Fuerzas políticas y a las Fuerzas Económicas y Sociales. Pues esas derivas son un tanto fantasmagóricas.

    Ahora bien, si se permite que sean los tecnócratas prágmaticos neoliberales y neoconservadores los que nos gobiernen de hecho, entonces a medio y largo plazo, peligra la Unión Europea y peligra la Democracia Real (de realidad, no de realeza o soberanía otorgada).  

     Para la justa celebración del 2014, tenemos que vislumbrar que la Unión Europea es uno de los grandes hitos de la Humanidad, por contraposición a la Europa de las Guerras. Es, pues, la hora de recuperar la política como acción transformadora e ilusionar con el trabajo y el desarrollo integral solidario a toda la comunidad de la unión Europea.

    ¿Que nos falta?: liderazgo político esperanzador, mito de gobierno, ilusión, planificación y democracia real, en las políticas públicas de cohesión social, territorial y económica de la Unión Europea.