sábado, 6 de abril de 2013

SENTIDO CONSTITUCIONAL

      En estos momentos de quiebra de tantas realidades, se viene hablando de la necesidad de un nuevo Contrato Social, en  España, en Europa... y en Naciones Unidas. En mi opinión, respecto de España, convendría retranquearse un poco del momento crítico en el que estamos inmersos, y retomar el sentido constitucional de 1978  que quiso garantizar la convivencia democrática y establecer un orden económico y social justo.
     ¿Acaso puede fracasar aquella fuerza interior que movió a tantas personas en la década del 68?
     El "sentido" constitucional tiene que ver con la filosofía hermenéutica. No se trata de interpretar sólo lo escrito al pie de la letra o con cierta coherencia interna y jerárquica sino "desvelar" el hacia dónde y el para qué de la norma de las normas o de la Ley de las Leyes, y, teniendo en cuenta la realidad presente, "actualizando" la realidad y los hechos sociales, económicos, políticos e institucionales, tratar de dar una respuesta; resolver, en su caso, transformar si fuera necesario. Es cuestión, pues, de introducir, junto al conocimiento y la impresión afectiva de la realidad, la voluntad efectiva de una praxis transformadora orientada hacia el bien de toda la ciudadanía.
     El tema puede parecer complicado. Pero tampoco es tan difícil como para esquivarlo. hay que afrontarlo. Por mi parte, incluso pienso que sería suficiente con que retomásemos la lectura de los diez primeros artículos de la Constitución, sin olvidar, claro está, el Preámbulo que viene a darnos magistralmente la "voluntad constituyente".
    ¿Qué se pretendía entonces? Se deseaba establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de toda persona. Ello implica:
     1. Garantizar la convivencia democrática
     2. Consolidar un Estado de Derecho bajo el Imperio de la Ley
     3. Proteger los Derechos Humanos, culturas y tradiciones, lenguas e instituciones
     4. Promover el progreso cultural y económico con el fin de lograr una mayor calidad de vida
     5.  Lograr una sociedad democrática avanzada
     6. Colaborar en fortalecer relaciones de paz y de cooperación entre todos los pueblos de la Tierra.
     ¿Cuáles eran los valores superiores? La libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. Hoy, quizás por contraposición al enfrentamiento de civilizaciones promovido por intereses económicos y de hegemonía política, habría que añadir "la interculturalidad". Pues la propia visión cultural de las cosas conviene dialogarla con la visión de los demás y en la comunicación de una cultura con otra o de una lengua con otra hay que establecer un espacio de entendimiento y de intercambio. Los partidos políticos expresan pluralismo pero no dialogan, se enfrentan o se alian según intereses, no son interculturales, y además, fallan mucho en democracia interna y externa. Lo mismo podría decirse de los distintos gobiernos, de los sindicatos, y de las asociaciones empresariales o de las actuales asociaciones de autónomos.
     ¿Qué decir de la Soberanía Nacional o de la Forma Política del Estado y de Las Fuerzas Armadas? Cuanto menos que es absolutamente necesario "actualizar las realidades" y, tomada la pertinente conciencia, avanzar hacia un nuevo contrato social. De hecho, el "sentido constitucional" es naturalmente contractualista, y, desde el presente, debe encarar el futuro por medio de un amplio consenso.
     Los artículos 9 y 10 no tienen desperdicio. Sujetos a la Constitución y al Ordenamiento jurídico, corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para la libertad y la igualdad. Lo fundamental: la dignidad de la persona, los derechos inviolables, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley justa,  y a los derechos de los demás...
     Para concluir la orientación y el norte del sentido constitucional esbozado, recordar el art. 10, 2: "Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los Tratados y Acuerdos Internacionales sobre las mismas materias ratificados por España".
     ¡Ojalá Ni conviene bajar la guardia, ni tampoco desfallecer en los avances hacia una democracia cada vez más real.
    
    

7 comentarios:

  1. Stéphan Hessel, ya ausente pero muy presente, pedía a los españoles: NO OS RINDÁIS. Él decía que Europa es nuestro único futuro. Reconocía que Europa no va bien, que los instrumentos utilizados son todavía imperfectos y que las respuestas a la realidad histórica, social, política y económica son respuestas insuficientes y tardías. Pero creía que la Europa Unida es nuestro único porvenir, en este momento crucial. Alemania y Francia deben entenderlo. España puede es también un socio esencial en la construcción de la futura Europa Federal. Las nuevas generaciones no deben equivocarse: del Parlamento Europeo debe salir un Gobierno Comunitario, con legitimidad democrática. Los ingleses amagan con la separación. Allá ellos. Pero nosotros no debemos renunciar a nuestros objetivos. El resurgimiento de los nacionalismos regionales es como la efervescencia de una tentación . pero hay que rechazarla. No es bueno para el conjunto de Europa.
    La confianza de Stéphan Hessel era que Europa fuese el resultado de la cooperación entre Estados y no una Europa de las regiones.
    Hay que tomar nota en España sobre este punto y sobre el sentido constitucional solidario y vertebrador de pueblos, regiones y territorios.

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  2. Pepe: Mira los que dice Mayor Zaragoza:

    "Para iniciar el proceso de recuperación de la actual crisis sistémica (ética, social, política, económica, medioambiental, alimentaria…) que padecemos, el poder ciudadano debe expresarse sin dilación, tanto de forma presencial como a través del ciberespacio.
    Debería proponerse la retirada de las nóminas de aquellas instituciones bancarias que, en el plazo de tres meses, no demostraran que ya se hallaban completamente desvinculadas de los paraísos fiscales.
    Y que dejarían de consumirse los productos de aquellas empresas que directamente o a través de sus directivos mantuvieran fondos en cuentas que esquivan sus deberes fiscales.
    Una gran reacción popular para terminar con indebidos recortes en educación, salud, ciencia y justicia, cuando los recursos acumulados en los “paraísos” representan un auténtico infierno para tantos y tantos seres humanos, situados al borde del colapso.
    Clamor popular, con medidas concretas.
    Paraísos fiscales ¡fuera!
    JG

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  3. El artículo de Nicolás Sartorius, el sábado 6 de abril en EL PAÍS "Vuestro paraíso es su infierno" es de una clarividencia meridiana: es inconmensurable la cantidad de dinero que se esconde en los paraísos fiscales (más de 21 billones de dólares. En España eso se traduce en que la evasión fiscal produce desempleo y pobreza e impide afianzar el Estado de Bienestar. Y, además, ese escándalo fiscal es lo que está provocando que España pague intereses prohibitivos por su deuda y que no se pueda invertir en Investigación, Ciencia y Desarrollo, ni en Educación, Sanidad, Infraestructuras y Servicios Sociales. Hay que volver a la cordura supeditando la economía al poder político con sentido constitucional y con sentido de solidaridad interterritorial y cohesión social.

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  4. A RAFAEL RODRÍGUEZ PRIETO: "ESPAÑA FOR SALE"

    Buenos días, Rafael.

    He leído tu enjundioso artículo, bien trabado e ilustrado, publicado hoy, día 9 de abril, en el DIARIO DE SEVILLA.

    En cuanto a la forma una sóla observación: la entradilla debe ser más corta y directa.

    En cuanto al fondo una duda, puesto que no podemos saltar más allá de nuestra propia sombra: ¿No tendremos que seguir apostando y batallando por la Europa Política y Social frente a la Europa mercantilista e individualista?

    ¡No os rindáis! Nos decía Stéphane Hessel. Según él "Europa es nuestro único futuro" (páginas 51-57 del opúsculo de referencia, que nos invita a leer un colega nuestro)

    Un saludo
    José Mora Galiana

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  5. El tema efectivamente es espinoso, pero como dices, necesario. La objetividad en la interpretación de las leyes en contra de la hermenéutica, se da por las razones que expusiste y, además por algunas vinculadas a nuestra formación como jurista que a menudo se nos hacen creer en la 'falaz concepción de la naturaleza de lo jurídico' como algo ajeno a lo sociopolítico y sociocultural, y además en la 'tautología lógica' de graves consecuencias sociales, políticas y económicas como las únicas culpables sin la intervención de lo jurídico. A ello, se puede añadir, el hecho que creamos que la ley es neutra o aséptica, cegándonos, pues, que de ella dependen los sistemas de valores dominantes y el proceso del hacer humano.

    Los errores aquí expuestos lo cometieron también los juristas, padres de la Constitución del 78 y, por ello, distó en su momento y sigue distando tanto de requerido por la sociedad, así como su propio reflejo. Por ello, no solamente hacen falta reformas en la Constitución, sino un cambio de paradigma en el marco de lo jurídico.

    En cuanto a las prerrogativas de los poderes públicos para promover las condiciones de libertad e igualdad (art. 9 y 10 CE), creo que habría que reflexionar sobre los diferentes sistemas de efectividad de los derechos en nuestra sociedad.

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  6. Hoy, ante los acontecimientos sociales que se van a producir y se están produciendo, conviene tener en cuenta la voz de Mayor Zaragoza, en esta aportación que titula:

    Poder ciudadano

    Posted: 24 Apr 2013 04:47 AM PDT

    "Por fin, desde hace 3 lustros, la voz del pueblo pudo despegar su vuelo, progresivamente alto, hasta alcanzar a ser escuchada, o al menos oída, por las instancias más elevadas y distantes del poder.

    Por fin, el secular silencio concluido.
    Por fin, de espectadores impasibles a actores de su destino.
    Por fin, de democracias altivas y formales, alejadas de los ciudadanos a los que representan, a recibir, cada día con mayor empuje, la libre expresión de sus opiniones.
    Por fin, aún reticentes, aceptando los puntos de vista de los ayer súbditos, obedientes, callados.
    Por fin, ya no sólo contados en los comicios electorales sino tenidos en cuenta después.
    Por fin, clamor popular a raudales, que no puede soslayarse.
    Por fin, personas educadas, “libres y responsables”, que no aceptan permanecer distraídas, testigos absortos de incesantes acontecimientos deportivos y de otra naturaleza, de gran atracción mediática.
    Por fin, participación activa para una democracia genuina, sin imposiciones de mayorías absolutas, especialmente en temas que están por encima de cualquier geometría política.

    Todos debemos aplaudir y procurar esta irrupción presencial o virtual de “los pueblos” en los escenarios del poder. Incluidos, desde luego, los gobernantes inteligentes, que deben saber, deberían saber, que lo único que no es susceptible de “recortes” es la esperanza ciudadana, el “vale la pena, a pesar de los pesares” que muchos se repiten todavía en tantos amaneceres sombríos.

    Por ello hay que expresar gran satisfacción y premiar a quienes se han distinguido en la movilización pacífica y han conseguido pasos importantes… hasta la aprobación de una Iniciativa Legislativa Popular, que ahora no puede marginarse aplicando mayorías absolutas, sobre todo cuando son ya pretéritas.

    Escuchen al pueblo. El que avisa no es traidor…"

    Algunos humanistas renacentistas, solían recordar aquella frase de "vox populi vox Dei" que algunos poderosos no quisieron escuchar y se equivocaron. Ejemplo: Felipe II en los denominados entonces "Paises Bajos".

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  7. Ver el artículo con pequeñas modificaciones en HTTP://senatustrianae.wordpress.com

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