martes, 23 de agosto de 2011

LA JUVENTUD ANDALUZA EN EL CONTEXTO EUROPEO

Sobre la Juventud en Andalucía, puesto que lo importante es considerar la trascendencia en el desarrollo de la historia humana, he procurado, en el momento actual, esbozar algunas necesidades que detecto respecto de la emancipación y el trabajo, la participación social, cultural, económica y política, y sobre la calidad de una vida sana, deportiva, profesional, culta y emprendedora, amante de la igualdad y respetuosa con el medio ambiente.

Los documentos de referencia que he utilizado, además de mi propia experiencia y observación directa, son:

1) Libro Blanco de la Comisión Europea. Un nuevo impulso para la juventud europea, Bruselas, 21.11.2001; COM (2001) 681 final.
2) La situación social de los jóvenes en Andalucía, IESA/JTA ANDALUCÍA, Sevilla, 2003 (ver actualización 2010).
3) Proyección de la población de España a Corto Plazo, 2008-2018, INE, Madrid, 2009
4) Sistema de Información Demográfica de Andalucía. Principales Indicadores, IEA, Sevilla 2010/2011
5) II Plan Integral de Juventud 2011-2014(“Plan Gyga”), BOJA, nº 40, páginas 97-113, Sevilla, febrero 2011.

De la observación, necesariamente subjetiva, y del estudio de la documentación me atrevo a entresacar los siguientes puntos:

* En Europa, los jóvenes constituyen un grupo dinámico, complejo y heterogéneo, en plena transformación y con un cierto grado de movilidad (según necesidades y estudios), con capacidad de adaptación y con deseos de influir en el mundo laboral y en política y de poder decidir sobre su realización personal y estilo de vida –por no estar conformes con la situación actual de precariedad y dependencia-.
* El proyecto europeo es joven, en continuo proceso de formación y debate, cuyo futuro depende en gran medida de la adhesión de la juventud y de su propia proyección social, económica y política. Pero una buena parte, a pesar de las tendencias conservadoras y liberales, no está de acuerdo en supeditar el poder político al poder económico.
* Por manifestaciones recientes de distintos signos, que arrinconan la “apatía”, la “indiferencia”, el “pasotismo”, la "desafección" o la “modorra”, parece claro que los jóvenes quieren que se les escuche y se les considere como interlocutores y agentes dinámicos y creativos o sujetos activos de este momento histórico, de verdadera encrucijada y cambio internacional de largo alcance.
*En realidad, se ha perdido un tiempo precioso, pues desde principios de siglo, el Libro Blanco de la Comisión Europea, titulado Un nuevo impulso para la juventud europea insistía en la necesidad de escuchar a los jóvenes, ofrecer una caja de resonancia para las iniciativas locales, alentar a los Estados miembros a la cooperación, emprender acciones concretas en el marco de los programas europeos existentes, y reflejar mejor la dimensión de la juventud en el conjunto de las políticas sectoriales.


¿Con qué finalidad? Con el fin de crear nuevas condiciones de participación en la vida de las sociedades democráticas, abiertas y solidarias.


* Además de las políticas generales y sectoriales que afectan a los jóvenes europeos entre 15 y 25 años (o entre 14 y 30 años en el caso de Andalucía), se pueden seguir impulsando, fomentando y desarrollando actividades que impliquen movilidad, encuentros interculturales, conocimiento del otro, diálogo y compromiso y buenas prácticas, formación específica para la inserción sociolaboral, creatividad para la realización personal, desarrollo de la propia profesión, experiencia y prácticas técnicas y profesionales, sentido emprendedor, voluntariado y solidaridad local e internacional.


En este sentido, dos aspectos parecen fundamentales: a) el conocimiento de la situación real de la juventud en su diversidad y en su contexto concreto; b) la praxis de participación-transformación.



En el conocimiento de la realidad, hay que abordar con espontaneidad, coherencia, racionalidad, y sin prejuicios ideológicos, el tema de la formación y el empleo de los jóvenes. Esta es una cuestión fundamental. Las relaciones entre el itinerario educativo seguido y el mundo laboral vigente no pueden obviarse, puesto que no es satisfactorio para casi un 50% de los jóvenes. El tema debe de tratarse en profundidad, pues la realización laboral está condicionada por el sistema productivo de las sociedades desarrolladas y por la escala de valores imperante. En cuanto a la praxis de transformación, se han viciado muchos procesos de participación de la juventud y es más lo que queda por hacer que lo ya hecho. Es verdad que hacen falta maestros y pedagogos. Son absolutamente necesarios para transmitir "sentido" y orientar, en su caso, pero lo importante en la juventud es atreverse a pensar y actuar por sí mismo, de forma autónoma. Hay que aprender a aprender y dejar de ser adolescentes o menores de edad. Y los mayores debemos facilitar ese cometido.


* Las altas tasas de paro juvenil –que llegan hasta la edad de los 29 y 30 años, y, en consecuencia, la dificultad de acceso a una vivienda digna o a la posibilidad de crear una familia, con cargas de responsabilidad en tener y educar a los hijos, es una situación estructuralmente injusta.


* Es necesario también, en el conocimiento de la realidad, establecer un diálogo con las personas mayores e intercambiar la perspectiva propia de la juventud con la perspectiva de los adultos y de los técnicos en la materia, con el fin de superar armónicamente la dialéctica entre dependencia y emancipación.


* Los recursos, tanto económicos como humanos, destinados a la juventud son insuficientes, a criterio de los técnicos en la materia. No obstante, conviene poner en común las distintas informaciones y, a partir de los Planes establecidos, impulsar los programas que puedan ser más efectivos y eficientes, garantizando la participación activa de la juventud en todo momento.


* En el II Plan Integral de la Juventud, que parece ampliar la edad de la juventud desde los 15 hasta los 34 años ambos inclusive – por la crisis económica, financiera y laboral-, son principios rectores: a) la transversalidad de las distintas políticas, b) la integralidad o visión de conjunto, c) la participación como modo de fortalecimiento de la sociedad civil, d) la igualdad de oportunidades, e) la información realmente democrática, sin sectarismos – puesto que información es poder -, y f) alfabetización respecto de las nuevas tecnologías, la informática, las telecomunicaciones, el mundo global y la democratización en red.


* Se consideran esenciales las siguientes dimensiones: a) emancipación, lo que implica inserción laboral, movilidad, experiencia profesional, empleo digno y capacidad emprendedora; b) participación activa, sistema de valores y revisión formativa; c) calidad de vida para el pleno desarrollo de una vida saludable, deportiva, creativa, culta, intercultural, y defensora de la igualdad de derechos entre la mujer y el hombre, respetuosa y cuidadosa con el medio ambiente y también con el entorno social.


De todo lo dicho, lo más urgente entre la juventud andaluza es el empleo para la realización personal, la emancipación o autonomía laboral para lograr el acceso a la vivienda, y gozar del derecho de convivir en pareja y crear una familia, así como cultivar y acrecentar el espíritu emprendedor y creativo, lo que pasa por la participación activa en lo social, en lo económico, en lo cultural (incluyendo la dimensión religiosa) y en la política.


En superar lo negativo y adentrarse en lo positivo creo que está lo mejor del sentido de la trascendencia, pues no puede uno enraizarse sino es en la propia realidad histórica. La religión en definitiva es "religación", relación abierta a lo distinto de uno mismo. Pero situar la trascendencia fuera de la historia parece una especie de "alucinación" o de perversión mental que nos aleja de afrontar en verdad la vida cotidiana, tan deficiente a veces y tan necesitada de transformación y de trascendencia liberadora. El problema de la trascendencia en el "más allá" -fuera de la historia- es la crucifixión en el más acá, es decir, en la realidad histórica.

1 comentario:

  1. Queridos compañeros:

    Teniendo en cuenta la "agosticidad" y alevosía del intento gubernamental y parlamentario de cambiar la Constitución por la vía rápida, para bajarse una vez más las vergüenzas ante los mercados y sus esbirros, yo he firmado esta petición de referendum y os envío el enlace por si alguien quiere adherirse a la lista de firmas.

    Salud, buen fin de verano y abrazos

    JFO
    http://actuable.es/peticiones/pide-referendum-ratificar-reforma-la-constitucion

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