Cuando en el Mediterráneo se ha mirado el Mapa del Norte hacia el Sur o del Sureste y el Sur hacia el Norte, siempre ha existido un predominio de la fuerza sobre la razón, y un afán de expansión y conquista para imponer el dominio propio sobre los demás. ¿Qué ocurre ahora? Que las fuerzas sociales y trabajadoras, y que la juventud de la sociedad de la información, irrumpen en escena, hartas de poderes absolutos y desigualdades entre élites y masas populares.
El oleaje es tan fuerte que hasta el sueño de la libertad y la justicia produce miedo a una Europa conservadora que ha negociado económicamente con dictadores como lo hiciera EEUU con España o con Chile en tiempos de la Dictadura. El Dios Mamón, el Dinero, ha corrompido siempre las relaciones internacionales, desde las caravanas de esclavos por el Desierto y las naves por el Atlántico hasta las propias Dictaduras del Proletariado de Capitalismo Estatal, en Rusia, China o Cuba.
¿Cuáles son los miedos?
Por supuesto, como dijera Erich From, el miedo a la libertad, y, además, el miedo a la "avalancha de la inmigración", el terrorismo y el colapso económico -puesto que el 30% del petroleo y gas que importa Europa procede del arco árabe-persa- o, lo que no es menos alarmante, la formación de un segundo oleaje de islamistas contrarios a Israel y a Occidente.
Como dice Vicenç Navarro en su artículo "Lo que no se conoce sobre Egipto", el futuro comienza ahora. ¿Permitirá el Ejército una transición política hacia la democracia real? Eso parece poco probable. Recordemos nuestro 23F en España. Sin una Autoridad que apueste por la Democracia, el Ejército tiende a traducir y materializar aquello de "la calle es mía", sacando su tanks, tanquetas y ametralladoras de inmediato. Para el Ejercito el enemigo número uno es el pueblo trabajador que quiere eliminar privilegios y puede entrar al trapo de la violencia. Esa es, quizás, la estrategia del poder establecido de Libia: provocar la guerra civil. ¿Cómo renunciar ellos a sus campañas militares, incluso más allá del desierto, hasta el Norte del Chad, cuando nosotros, Occidente, no cedemos ni un ápice en las políticas bélicas y el correspondiente negocio de venta de armas?
El paradigma de "ellos y nosotros" es ajeno a la construcción de la Comunidad Humana. Igualmente es ajeno también el paradigma del caos. Con esos dos paradigmas no se puede construir la convivencia ni la civitas. No son paradigmas válidos para la Filosofía Política que pretenda ordenar la polis, la ciudad y su diversidad en la igualdad ante la Ley.
El futuro comienza ahora. Pero es urgente refundar la ONU para que deje de ser una simple ONG y establezca garantías efectivas en la defensa de los Derechos Humanos.
Las Constituciones no pueden ser "papel mojado" para legitimar formalmente el poder establecido frente a los colonizadores. eso es propio del siglo pasado. pero ya estamos en el siglo XXI. Sin un mínimo de garantías nacionales e internacionales de Derecho se volverá a los vetustos enfrentamientos armados de las dos orillas del Mare Nostrum, es decir, volveremos a los tiempos de la Roma Imperial y Cartago, a los tiempos de la expansión almoravide, o a los tiempos de Carlos V...
No volvamos, pues, hacia atrás. Miremos el horizonte del mañana desde el paradigma de la Comunidad Humana y del Estado Social y Democrático de Derecho.
Federico Mayor Zaragoza aporta, sobre estos temas, una observación bien pertinente -entre otras suyas-
ResponderEliminar"Pánico al futuro"
Posted: 28 Feb 2011 04:43 AM PST
¡Qué maravilla, una vez más, la viñeta de "El Roto" en El País del 25 de enero!.
La confusión, las brumas en tantas dimensiones, la distracción que conduce a pasividad e indiferencia, la sustitución de los principios democráticos por los mercados,... resultan en aislamiento, en insolidaridad, en miedo. Y lo que es peor: en desconfianza en la capacidad humana para hacer frente a los retos.
Los seres humanos se caracterizan por su inverosímil facultad creadora, por poder anticiparse y prevenir, por diseñar deliberadamente su futuro. Si somos conscientes de la desmesura que estas características distintivas nos confieren, lograremos que anide en nuestras mentes la esperanza y no el pánico.
De nuevo, escribe Mayor Zaragoza.
ResponderEliminar" Urgente: evitar la intervención militar en Libia, desplegando todos los medios de solución pacífica del conflicto
Posted: 08 Mar 2011 04:48 AM PST
Sería muy peligroso, de nuevo, recurrir a la fuerza, por principio, pero también porque, en este caso, no debe minusvalorarse la capacidad militar de Muamar el Gadafi.
Lo saben muy bien los que le han estado vendiendo armas hasta hace unos días.
En el mes de septiembre de 1999 tuve ocasión de presenciar, junto a la mayoría de los presidentes de África y embajadores de muchos países europeos y del Este, una formidable "manifestación", en Sirte, del inmenso potencial bélico que había alcanzado ya en aquel momento Libia: aviones de guerra de origen francés, miles de tanques de origen japonés, acorazados desfilando por el mar que servía de telón de fondo, diversos tipos de cohetes y misiles..."