miércoles, 1 de diciembre de 2010

UNIÓN EUROPEA Y CONVERGENCIA

Dos motivos me impulsan a escribir sobre la Unión Europea (UE) y la necesaria convergencia: uno, los resultados de las elecciones al parlamento y el gobierno de la Comunidad Autónoma de Cataluña (en España); el otro, un reciente viaje a Florencia, Modena, Sassuolo y Pisa (en Italia) para exponer las conclusiones de un proyecto europeo denominado DIALOGO, sobre inmigración y Medios de Comunicación. En ambas experiencias constato que la crisis del sistema financiero occidental no oculta las intenciones del mercado y su tiranía, ni en Europa ni en España.
En Europa y en España, hay países y regiones ricas y países y regiones no tan ricas, así como países y regiones relativamente pobres. Estas últimas, sobre todo, necesitan de la unión solidaria y del esfuerzo corresponsable por la convergencia y la cohesión no sólo territorial sino también social. Ello es posible en un Estado Social y Democrático de Derecho pero no bajo la tiranía del Mercado.
Si en Europa y en España dominan las tendencias neoliberales, aunque tengan alguna sensibilidad respecto al bien común, y, además, tienen un claro corte nacionalista, difícilmente podrá llegarse al Estado Federal Europeo y a la vertebración territorial, social y económica integradora y solidaria. Vamos, de hecho, hacia todo tipo de dualización, hacia un desdoble de velocidades, hacia la caída en picado no sólo de Grecia e Irlanda, sino de Portugal, España e Italia. Y, en el interior de estos Estados, hacía el empobrecimiento de las regiones más débiles, a pesar de la riqueza de las regiones más ricas, socialmente divididas y partidas en dos en un futuro inmediato.
Inglaterra, aunque juega a tres barajas (la propia, la de EEUU y la de Europa), en nuestro tiempo siempre apostó más fuerte supeditada a EEUU que tratando de construir la Europa Social y Política. Cataluña también juega con tres barajas (la propia, la de España y la de Europa -en cuanto que pueblo o país con señas de identidad propias-). Pero parece que le interesa más la economía que la política. Interesa más el Libre Mercado y el Mercado Único que la integración política. En este sentido, incluso Francia y Alemania parecen más coherentes, puesto que juegan dos barajas: la propia y la de Europa, a pesar de que también ambos Estados sean excesivamente nacionalistas.
¿Es viable el modelo de jugar a tres barajas?
Se dirá que sí, que existe la cooperación entre Estados, con las correspondientes instituciones europeas; y, en España, dirán los catalanes que no hace falta llegar a la fórmula más política del País Vasco del Estado Libre Asociado, con tal de conseguir la fiscalidad propia, pero en la realidad o se fomenta la "convergencia y la unión", efectivamente, es decir, se desarrolla la solidaridad interterritorial, económica y social, por medio de la unión política, o se entra en un proceso de descomposición, por divergencias.
¿Es viable seguir acentuando los nacionalismos sin crear el Estado Federal Europeo? ¿Es viable la tendencia centrífuga en España sin crear un Estado Federal integrador de las distintas Comunidades?
La situación, francamente, se vuelve alarmante. La liebre de la economía corrió todo lo que tuvo que correr, ahora urge la opción política de la Convergencia y la Unión Europea; y la opción política de la Convergencia y la Unión en un Estado Federal de España.
José Mora Galiana

2 comentarios:

  1. Recomiendo leer el artículo del martes día 7/XII, de Ignacio Sotelo, y que se titula: "Europpa a la deriva". Me parece esclarecedor sobre Europa, vista desde su atalaya de Berlín, en Alemania.

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  2. Aunque Europa, en el Tratado a modo de Constitución, traza unos objetivos de bienestar para "sus" pueblos y ofrece a "sus ciudadanos" un espacio sin fronteras
    "interiores", es importante subrayar en el art. I-3,3 que la Unión se obliga a combatir la exclusión y la discriminación; a fomentar la justicia, la protección social, la igualdad entre hombres y mujeres, la solidaridad entre las generaciones y la protección de los derechos del niño; y que fomentará la cohesión económica, social y territorial y la solidaridad entre los Estados miembros.

    Tu colega Manuel

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