lunes, 18 de noviembre de 2024

PRO “RAZÓN CORDIAL”

           

                           

                                       En Ética y Filosofía Política, Adela Cortina, en Octubre de este 2024, nos invita a reflexionar en torno a la Inteligencia Artificial (IA). De hecho, en el capítulo doce del libro: ¿Etica o ideología de la inteligencia artificial? apuesta, una vez más, por la razón cordial frente a la razón instrumental.

                                       El capítulo doce del libro se titula EDUCAR EN LA ERA DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL y consta de cuatro partes:

                              En la parte 1. “Inteligencia artificial en Educación”, se considera que es preciso dar prioridad a la mejora de la Educación, puesto que es indispensable llevar adelante la tarea de introducir la IA en los procesos educativos ya que la Educación ha de centrarse en el estudiante, en su crecimiento y felicidad, recurriendo a la tecnología.

                                       En realidad no sabemos cuál será la configuración económica, política y tecnológica del mundo en que han de vivir nuestro nietos y jóvenes actuales pero quizás debamos saber qué valores morales queremos transmitirles –con independencia de que los acepten o rechacen libremente-. Adela nos advierte sobre  las élites económicas o socio-políticas y las empresas poderosas, ya sean occidentales u orientales, y considera que la educación en el siglo XXI debe ir encaminada a “alcanzar el futuro de la humanidad”, ayudando a formar una ciudadanía democrática y cosmopolita. ¿Ayuda en eso la IA o bien nos obliga a renunciar a ello porque nos impide ser sujetos agentes de nuestras vidas?

                                       En la parte 2. “Luces y sombras de la Inteligencia Artificial", se reconoce que los sistemas inteligentes son instrumentos útiles para ayudar en el proceso educativo, siempre que no pretendan sustituir a los educadores, sino servirles de apoyo, o bien llevar a cabo tareas de sustitución cuando la presencialidad es imposible. Sin embargo, a pesar de los beneficios, hay unas limitaciones que conviene tener en cuanta, pues la brecha digital incrementa desigualdades, y no es nada fácil garantizar la utilización ética, equitativa y no discriminatoria de la IA; además hay que garantizar una educación inclusiva y de calidad para toda persona  al igual que una selección adecuada del profesorado. La relación inter-personal es insustituible. Hay que tener mucho cuidado con los plagios, que son inaceptables, así como en la pérdida de puestos de trabajo. Si la IA sustituye fuerza de trabajo humano, urge plantear cómo organizar el mercado laboral y el conjunto de la estructura social de modo que se respeten derechos económicos, sociales y culturales en la nueva situación.

                                       En la parte 3. “La autonomía personal y la capacidad crítica en peligro” nos recuerda que no basta con tener información sino que es necesario conocer y pensar. Es, pues, necesario evitar la superficialidad y la polarización o el triunfo de la razón instrumental al servicio de una sociedad de consumo y comercio o al servicio del poder del Estado correspondiente. Es importante formar en la excelencia y no caer en la mediocridad. Y todo ello con sentido público responsable.

                                       El punto 4. "¿Qué hacer? Educar en una autonomía cordial”, urge a salir de la espiral del consumo compulsivo y de la carrera desenfrenada de la carrera de armamentos. Sabemos que nuestras sociedades son estratificadas y en consecuencia las personas consumidoras no nos vemos unidos en un único interés: "Somos grupos muy diversos, con muy distintos intereses” (obra y capítulo indicado, página 220). Pero también puede afirmarse que “existe una racionalidad que trasciende el ámbito instrumental. Es la racionalidad comunicativa”.

                          Consecuencias prácticas: dialoguemos; importa asumir  responsabilidades como personas autónomas, estrechamente vinculadas por lazos de solidaridad. Los sistemas inteligentes deben ser instrumentales y estar al servicio de la inter-subjetividad entre los seres humanos y al servicio y cuidado de la Naturaleza, Casa Común de todas las personas. Para lograrlo es preciso educar y educarse en la unión de corazón y razón. Respiremos hondo (al estilo Oriental); asumamos como propia lo que Adela Cortina denomina: “Razón Cordial”.

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Muchas gracias por un acercamiento tan certero a la Razón Cordial que debe primar en lo relativo a las Tecnologías, en general, y a la Inteligencia Artificial. Y magnífico resumen del capítulo centrado en los aspectos Educativos del asunto del libro de Adela Cortina.

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  3. Gracias Emilio por tu comentario

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  4. Un colega considera el escrito de razonamientos lógicos y de sentido común. La IA, dice, hasta ahora está en manos de unos poquísimos agentes sociales y muy interesados en su aspecto comercial... no humanístico. Atentos, pues, mayores y jóvenes.

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