viernes, 25 de diciembre de 2009

ESPERANZA "A PESAR DE"

DESARROLLO HUMANO,
PLANIFICACIÓN Y ESPERANZA

Con la expresión “Desarrollo Humano”, queremos indicar que no es suficiente ni el crecimiento económico ni el desarrollo científico técnico, entendidos unilateral o unidimensionalmente. Apostamos por un Desarrollo Integral que haga más humanos a los hombres y a las mujeres de la especie animal humana, siempre en lucha entre el dominio y la libertad, la igualdad y la exclusión, la destructividad y la solidaridad, el fanatismo y el diálogo. De ahí la importancia de la Formación Permanente y la Educación que nos estimulan a encauzar y controlar las tendencias del “homo homini lupus”, en base a un sentido de planificación global solidaria y una esperanza permanente en la defensa y garantía de los Derechos Humanos, a pesar de tantas dificultades.

A la hora de planificar se tienen en cuenta necesariamente: la idea principal a desarrollar o materializar, y el territorio donde actuar; los objetivos generales y los específicos; las actuaciones concretas a llevar a cabo; la metodología a aplicar; los recursos humanos y los recursos instrumentales y sus potencialidades reales; los indicadores para poder evaluar; y la capacidad de gestión o de realización efectiva.

Pero, además de lo dicho, es imprescindible un principio básico fundamental o fundante: la esperanza. Por eso, tal vez, me viene a la mente aquel libro de nuestra generación del 68, de Jürgen Moltman: Esperanza y planificación del futuro. Aquel libro que ya hablaba de “Historia e Historicidad” respecto de la exégesis bíblica, y respecto de la denominada “revelación divina” o del problema de su verdad, se enfrentaba ante la realidad del desarrollo de la sociedad moderna y de la virtualidad de las ciencias modernas. Se ponía en duda que se hubiera descubierto el camino para lograr el denominado “fin de la historia”, al constatar más angustia que felicidad en el conjunto de la población del Mundo, globalmente considerado. Y, además, dedicaba un capítulo (el doce) a “Esperanza y Planificación”, como fuerza motora ante el sufrimiento de la inmensa mayor parte de la Humanidad, y como modos de actualizar el futuro en formas distintas a las presentes. Se apuntaba, pues, a una Alter Globalización.

Esperanza y Planificación, decía Moltman, están convencidas de que la vida humana es una historia en la que lo real y lo posible son categorías intercambiables, en la que lo posible puede ser hecho realidad y las perspectivas de nuevas realidades pueden ser convertidas en posibilidades. Ambas tienen, pues, en cuenta el horizonte histórico de la realidad y experimentan sus cambios como un devenir temporal. Ambas dan al futuro un sentido especial. No se puede vivir al día sino adelantando el día1.


1. DESARROLLO HUMANO



En los Informes de Naciones Unidas suele entenderse por Desarrollo Humano "el proceso de expansión de las capacidades de las personas que amplían sus opciones y oportunidades". Se trata, en consecuencia, de conjugar libertad y capacidad, ampliando en mujeres y hombres, sin discriminación alguna, la gama de posibilidades que las personas pueden hacer y de aquello que pueden llegar a ser conforme a sus potencialidades reales.
Así, pues, se asocia el desarrollo con el despliegue y el progreso de la vida y el bienestar humano, con el fortalecimiento de capacidades y potencialidades relacionadas con lo que una persona, sustantivamente, es o puede ser, de suyo, y con realizarse plenamente en la vida y en todos los ámbitos de la misma. Dicho desarrollo, en cuanto que realización personal y comunitaria, implica la libertad de poder vivir como nos gustaría hacerlo y con la posibilidad de que todos las personas, conforme al principio de la igualdad, sean sujetos y beneficiarios del mismo modo que nosotros, o de modo equivalente al nuestro, partiendo siempre de sus propias necesidades y expectativas.
Es verdad que para la Ciencia Económica, el crecimiento es condición sine qua non del desarrollo. Pero crecimiento no es lo mismo que desarrollo, pues se puede crecer físicamente y no crecer proporcionalmente desde el punto de vista psicoafectivo o intelectual. Y, en ese sentido, para que el desarrollo sea armónico requiere de una proporcionalidad, diversidad y multiplicidad de cualidades.
En el Desarrollo Humano intervienen, además de los aspectos instrumentales o estrictamente materiales, la inteligencia, la voluntad y el sentido psicoafectivo e histórico. Por eso es tan importante la finalidad y la orientación que se le de al desarrollo2.
A veces se distingue entre necesidades básicas del ser humano y necesidades secundarias. Considerando que las primeras serían acceso al agua y a los alimentos, salud, educación, vivienda y trabajo. Sin duda alguna es prioritario reducir el porcentaje actual de personas que no tienen acceso al agua potable… Eso es prioritario. Pero ¿acaso no es una necesidad primaria la realización personal? ¿Acaso no es una necesidad primaria la igualdad de la mujer respecto al hombre en cuanto a derechos humanos? ¿Acaso no es una necesidad primaria conservar el Medio Ambiente y, en definitiva, el Planeta Tierra?
Los Derechos Humanos son parte intrínseca del Desarrollo e incorporan un cierto valor a las prioridades más urgentes, que son sin duda de tipo comunitario si tenemos en cuenta el Mundo Global.
Emilio Carrillo, recurriendo a la escala musical, recuerda que hay ocho teclas que tocar en el tema del Desarrollo Humano. Queden esbozadas, a mi modo, de la siguiente manera: 1) El Medio Ambiente (es decir, los recursos naturales, incluida el agua); 2) la cultura (es decir el cultivo activo de las propias capacidades y virtudes o virtualidades creativas); 3) la tecnología (desde lo artesanal hasta lo científico técnico e Internet); 4) la convivencia social, incluyendo la diversidad y los flujos migratorios (con sentido de Res Publica); 5) los aspectos intangibles (de género, de sentido emprendedor, de concertación social, de diálogo y de consenso); 6) la Economía (o mejor, la Socio-Economía) y la Formación del Capital Humano; 7) los equipos técnicos pluridisciplinares de una unidad operativa; y 8) el territorio de una determinada población en donde actuar.
Quedaría por indicar que el principio de participación ciudadana activa de las personas, mujeres y hombres, es clave en las estrategias y políticas de Desarrollo Humano. Pues, en definitiva, la pregunta esencial es la siguiente:
¿Qué objetivos hay que alcanzar prioritariamente siendo muchos los objetivos posibles?

Responder a esa pregunta correctamente y eficazmente, con la participación de toda persona implicada, es iniciar el camino del verdadero Desarrollo Humano. Estamos, pues, no en el final sino en los inicios de la Historia.

2. ¿QUÉ ENTENDER POR PLANIFICACIÓN?


Podemos entender por Planificación las medidas que se toman en vistas al futuro, en previsión del mismo, anticipándose al mismo e incluso orientando la dirección que se pretenda alcanzar en el futuro.
Tres consideraciones a tener en cuenta:
El sentido de que lo posible sea o no necesario, más allá de todo determinismo, fatalismo o Ley.
El sentido de probabilidad respecto a las posibilidades, gracias a las actuaciones humanas.
El sentido emprendedor y de conquista, avanzando en un determinado sentido de la historia humana, respecto a la Naturaleza y respecto a los Poderes e Instituciones.
Si la planificación quiere responder al sentido del Desarrollo Humano, al sentido de una mayor democracia real, se tiene que responder previamente a la siguiente pregunta:
¿Qué es lo que en realidad desean, esperan, anhelan y buscan las personas humanas? ¿Cuál es su interés general? ¿Cuál su voluntad general?
Esta preguntas, necesariamente, nos inducen a repensar la Democracia a la deriva hacia la Partitocracia, en la que se diluye el Bien Común, el Interés General o la Voluntad General, materializándose particularmente en una determinada opción política que resulta excluyente y, en consecuencia, poco o parcialmente humana.
Decir Planificación es decir profesionalidad, objetividad, imparcialidad, sentido de justicia –conjugando libertad e igualdad-, con el fin de aunar voluntades en el común esfuerzo del Desarrollo Humano.


3. ¿QUÉ TIENE QUE VER LA ESPERANZA?
La esperanza, con independencia de que sea una virtud, es un sentimiento subjetivo que consiste en no desfallecer ni desanimarse jamás.
Dice Moltman que cuando el hombre toma medidas y disposiciones en orden al futuro, está partiendo de la premisa de que tiene a su disposición un determinado futuro, de tal manera que sus medidas estarán determinadas por el grado de disponibilidad de ese futuro. La palabra “esperanza”, en cambio, nace más bien de una zona interhumana… y adquiere el tono de confianza en el momento en que el uno muestra su conformidad con el futuro del otro3.
En la esperanza, implícitamente, hay una relación contractual de confianza, frente a todo tipo de fatalismo. Hay confianza en la capacidad de construir un futuro consciente, responsable. La esperanza implica un novum, una confianza en la apertura de posibilidades reales y objetivas, basadas precisamente en la exploración previa a la planificación.
En consecuencia, es un buen diagnóstico el que nos abre al novum de la esperanza que se deposita en el equipo de planificación y ejecución del proyecto concreto que vaya a ejecutarse para lograr un mayor grado de Desarrollo Humano.
Resumiendo, pues, los puntos fundamentales del Desarrollo Humano son: Participación, Diagnóstico, Esperanza, Planificación y Ejecución. Vencidos esos cinco peldaños podemos acceder al amplio horizonte del Desarrollo Humano.

José Mora Galiana

1 MOLTMAN, Jürgen: “Esperanza y Planificación”, en Esperanza y planificación del futuro, Ediciones Sígueme, Salamanca, 1971 (traducción del alemán que lleva por título Perspectiven der Theologie, publicado en 1968), págs. 419-420.
2 Ver a este respecto, MAX NEEF, Manfred: Desarrollo a escala humana, CEPAUR, Medellín, 1997
3 Op. Cit., págs. 422-423

viernes, 18 de diciembre de 2009

Con motivo del Día de la Inmigración

La inmigración colombiana en España y en Sevilla

Migrar es algo natural. Las aves nos lo muestran nítidamente en su paso por Doñana. Pero es el hecho de la inmigración, la llegada de otras personas, procedentes de otros lugares, con otra visión de las cosas, lo que nos hace caer en la cuenta de nuestra propia pequeñez, localismo y limitación. El hecho, en nuestras sociedades, tiende a reducirse a la dimensión económica (al homo economicus) pero a poco que se investigue se constata de inmediato que, en las personas, esos animales humanos que emigran, hay un proyecto de vida y que ese proyecto cambia según las distintas circunstancias y realidades vitales e históricas de las personas, familias o comunidades.

La investigación realizada por el ya Doctor Adriano Díez Jiménez, descendiente afro de procedencia colombiana, nos muestra a las claras esa dimensión de la ruta vital y el proyecto existencial de las personas migrantes, lo que nos recuerda sin duda nuestras propias experiencias hacia América Latina, hacia Alemania o a la vendimia en Francia.

Los primeros resultados de las investigaciones del joven doctor Adriano se hicieron públicos en la Universidad de Sevilla y se remontan a 2006, en su “Análisis de la migración colombiana en España- Volumen y perfil sociodemográfico de la inmigración colombiana en Sevilla (1995-2004)-”. Aporta fundamentalmente, esa investigación, un horizonte distinto para el estudio y el análisis de las migraciones: tratar de valorar el grado de satisfacción de las propias expectativas (iniciales y posteriores) y el grado de integración social real de las personas inmigrantes en el ámbito estatal, autonómico o municipal.

Su Tesis Doctoral, brillantemente defendida en septiembre de 2009, viene ya avalada por al menos dos citas o referencias externas en el seno de un proyecto de investigación financiado por la Agencia de Cooperación Internacional (AECI), que ha sido realizado por personas cualificadas de la Universidad Pablo de Olavide (de Sevilla) y de la Universidad de Antioquia (Medellín de Colombia). El proyecto de investigación lleva por título: “La diáspora colombiana: derechos humanos y migración forzada. Colombia-España 1995-2005. Construcciones sociales, políticas y jurídicas en el fenómeno de la “migración forzada”.

La primera cita, muy explícita, es de la investigadora Pilar Cruz Zúñiga, en su trabajo “Flujos y tipologías migratorias: Colombia-España, 1995-2006”[1], sobre la emigración colombiana como un proceso, cuya intensidad se ha incrementado a partir de 1960, registrándose diversas oleadas hacia Estados Unidos, Venezuela, Ecuador y España.

La segunda cita es de la investigadora Rocío Medina Martín, en su trabajo “Política migratoria española e inmigración colombiana en España (1995-2005)”[2], quien apoyándose en referencias hechas por Pilar Cruz Zúñiga establece dos periodos para los flujos migratorios de personas colombianas hacia España: entre 1996 y 1999; y desde el año 2000 en adelante (hasta el 31 de diciembre de 2006, en los estudios de Adriano Díez, según el cual ya en 2005 España ocupa el segundo lugar de destino entre los países de las personas emigrantes colombianas, después de Estados Unidos).

La Tesis consta de tres grandes partes: La inmigración extranjera en España; la inmigración colombiana en Sevilla en el contexto de la inmigración española; y el trayecto y proyecto migratorio de la inmigración colombiana en Sevilla.

Más allá de los aspectos cuantitativos, una vez se establece, a 31 de diciembre de 2006, la concentración de la población colombiana por Comunidades (Madrid, el 22,63%; Comunidad Valenciana, el 14,72%; Cataluña, el 14,55%, Canarias, el 7,62%; y Andalucía, el 7,56%), lo importante en el caso que nos ocupa es la concreción del estudio en la provincia de Sevilla; pues se trata de indagar cualitativamente el grado de satisfacción respecto del proyecto migratorio, reducido en este caso, necesariamente, a las personas colombianas que estaban empadronadas (a fecha 1 de enero de 2006 –según datos del INE-) y que ascendían a 3.708 (1.320 varones y 2.388 mujeres), destacando en número los municipios de Sevilla (con 2.250), Dos Hermanas (165), San Juan de Aznalfarache (126), y Écija (93) –cuya representación es más del 71% de toda la Provincia, con sus 106 municipios-.

Vista la Metodología utilizada y constatadas las distintas Fuentes (estadísticas, bibliográficas-documentales y primarias o sociológicamente directas), quizás sólo convendría señalar como distintos el apartado de definición de algunos términos (introduciendo el de “migración forzosa”, “nacionales” y “extranjeros”…), y el apartado de las variables e indicadores, en el que necesariamente habría que incluir el de participación socio cultural y política, para mejor valorar el grado de integración en el Municipio, en la Comunidad Autónoma o en la realidad nacional del Estado. Pues entendemos algunos que habría que revisar y modificar la Constitución Española en sus arts. 13 y 23 para que de verdad se garantizaran por igual los Derechos Humanos de “nacionales” y “extranjeros”[3].

Quizás lo más novedoso de la Tesis Doctoral que nos ocupa es la Tercera Parte, sobre el trayecto y el proyecto migratorio de las personas colombianas en Sevilla, tanto en un primer como en un segundo momento, y las intenciones y expectativas, cumplidas o no cumplidas o modificadas hacia la estabilidad y la integración mayor en la nueva comunidad de acogida. ¿Podemos afirmar que un 70% está satisfecho en su proyecto migratorio porque volvería a emigrar y porque tiene más o menos posibilidades de viajar a sus lugares de origen –dependiendo del trabajo y de los ingresos económicos-?

Una recomendación, para que la “Hispanidad” (del 12 de Octubre) no se quede en flatus vocis: completar las conclusiones con más contundencia contra todo lo que suponga no asumir en la sociedad actual globalizada la Carta de los Derechos Humanos y los Derechos Emergentes, sobre todo en un contexto europeo y español de atrincheramiento en aspectos no asumibles desde la perspectiva de quienes defendemos el paradigma de la Comunidad Humana frente a la preeminencia del paradigma del Estado (o incluso del Imperio de una determinada Federación de Estados), y frente a la restricción o reduccionismo del Estado de Bienestar (sin haber llegado al Estado Social y Democrático) en los países más ricos.

En definitiva, sobre todo desde la perspectiva Sur, Sur-Oeste, estamos en contra de la Cultura del Malestar y de incrementar el Mal Común en vez de luchar por el Bien Común o el denominado “Interés General” de todos los pueblos y de todas las personas, mujeres y hombres, en igualdad y libertad.

De hecho, la Ley Positiva establecida no siempre es coincidente con el valor de la Justicia ni con la voluntad de Justicia deseable. Concretamente, en la Constitución Española de 1978, si tiene que abordarse una reforma en profundidad no cabe quedarse en lo meramente territorial. Pues hay otros aspectos más fundantes que tener en cuenta:

1) Entre los valores superiores (art. 1, 1), junto al pluralismo político (que no partitocracia a la deriva), hay que contemplar la “interculturalidad”, por justicia, entre los pilares sólidos de la libertad y la igualdad.


2) Los Derechos Humanos no deben garantizarse parcialmente por todos los Poderes Públicos, reduciéndolos a los “Derechos y Libertades” del Título Primero, Cap. II, derivando los “Principios Rectores de la Política Social y Económica” (cap. III) a las Leyes que se establezcan, a la práctica judicial y a las actuaciones de los poderes públicos (art. 53,3).


3) Por razón de política democrática, y de respeto a la dignidad de las personas, hay que revisar la tajante división entre nacionales y extranjeros que se establece en los artªs 13 y 23.

En definitiva, el Día Internacional de la Inmigración, a la escucha de las propias personas inmigrantes, es una ocasión de oro para seguir construyendo la Comunidad Humana, más allá de los paradigmas de Estado. Mientras tanto, qué menos que avanzar en el sentido de la doble nacionalidad (la de origen y la del lugar de trabajo, asentamiento, estudio, familia o inclusión social). Lo demás es más asimilación que integración y más multiculturalidad que interculturalidad y convivencia recíproca intercambiando valores humanos, que no tienen precio de Mercado. Y, en España, ¡qué menos que avanzar en el sentido efectivo de la Hispanidad!


José Mora Galiana,
18 de diciembre de 2009

[1] En La diáspora colombiana…, Arcibel, Sevilla, 2008, pp. 59-105
[2] En Idem, pp. 107-150, sólo que Rocío habla del segundo período “desde el 2000 en adelante, hasta el receso de 2005” (p. 139) y, el 2005 fue año de “normalización” pero no de receso.
[3] Pues no es lo mismo, como dijera Ignacio Sotelo –desde su perspectiva alemana- “integración” que “asimilación”. En lo que se refiere a España, el profesor constitucionalista Eliseo Aja nos recuerda que, por razón de política democrática, toda persona sometida a las leyes debe participar en la elección de los gobernantes.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Sobre Doñana y El Desarrollo. Entrevista a un amigo

“EL DESARROLLO DE DOÑANA ES UN ASUNTO SUSTANCIALMENTE CUALITATIVO, INCLUSO EN PLENA CRISIS”

Juan Francisco Ojeda es catedrático de Geografía de la Facultad de Humanidades de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, es almonteño y, sobre todo, es un incansable observador de la realidad social de la Comarca de Doñana, que en esta ocasión opina sobre el próximo Coloquio Doñana Ecosocial, desvelando a su entender algunas claves para el futuro desarrollo de este entorno

1. El Coloquio Doñana Ecosocial que se promueve en la Comarca de Doñana pretende que los ciudadanos de los municipios decidan sobre su futuro desarrollo sostenible, ¿qué opinión le merece esta iniciativa?

En primer lugar, yo establecería una clara diferencia entre crecimiento económico y desarrollo, que no siempre caminan en paralelo. Si bien el primero de ambos conceptos es más cuantificable, el segundo es más cualitativo, tiene que ver más con el despliegue de las capacidades del ciudadano, el respeto y la promoción de su pensamiento libre, y por tanto con la educación, y con la autocomplacencia y autovaloración de sus propios entornos. También se caracteriza el desarrollo por el ejercicio de la libertad relacionada directamente con la imposibilidad de ‘ser comprado’. Doñana es uno de los territorios rurales más emergentes en Andalucía en cuanto a crecimiento económico, junto al Ejido o a ciertos espacios costasoleños y metropolitanos, según se recoge en las sucesivas tres ediciones del Informe de Desarrollo Territorial de Andalucía, que elabora mi grupo de investigación. Es cierto que una comunidad necesita crecer para desarrollarse, pero también lo es que en muchas ocasiones ese crecimiento opaca al desarrollo, ya que por crecer se termina poniendo precio a los valores, cuando éstos debieran ser incuantificables, por naturaleza. Hace tiempo que algunos venimos diciendo que en el mundo de Doñana estaba ocurriendo algo así: el desarrollo cualitativo de sus comunidades no corresponde en absoluto con el crecimiento económico de las mismas. Quizás sean estos momentos de crisis los que nos obliguen a apostar por un desarrollo de cualidades (“desarrollo neuronal, solidario y contenido”), para poder hablar de un futuro más deseable por y para todos.

2. Entonces, en el momento actual de crisis y ‘no crecimiento económico’, ¿qué habría que hacer en Doñana, y qué puede por tanto aportar este debate comarcal?

Claramente, se debería comenzar con un primer ejercicio de autocrítica, un análisis y diagnóstico serios y profundos de los resultados de los planes de desarrollo sostenible de Doñana. Es el momento de generar un debate en la comarca que evalúe los resultados de la financiación que en estos años ha ido recibiendo este territorio: en qué se ha invertido, qué avances ha supuesto en las capacitaciones de sus habitantes, en sus calidades de vida, hasta qué punto ha fomentado la diversidad, o incluso en qué ha supuesto un retroceso.
En segundo lugar, creo que habría que reconocer que ya se han sobrepasado todos los niveles de elasticidad que permitía el desarrollo sostenible. El concepto de desarrollo sostenible surge -podría entenderse- como contestación a otro más radical y anterior denominado ‘ecodesarrollo’, que partía del entorno de los cooperantes al desarrollo, a finales de los sesenta y sobre todo en los setenta. Este ‘ecodesarrollo’ pretendía establecer y cubrir las necesidades básicas de todos, pero sobre todo, se convertía en un grito que quería llamar la atención sobre la propia naturaleza, y sobre un reparto más equitativo de los recursos y de la riqueza del planeta. Ante este concepto radical y crítico con el propio sistema capitalista, será el político estadounidense nacido en Alemania, Henry Alfred Kissinger, quien en 1976 impulse un nuevo concepto más ligado a desarrollo y menos a ‘eco’, y en definitiva, más relacionado con el crecimiento sostenido del liberalismo, que termina desembocando –vía socialdemocracia renana- en concepto menos crítico de desarrollo sostenible. Este nuevo modelo de desarrollo, como todos sabemos, viene a plantear la necesidad de seguir creciendo, pero sin poner en peligro los recursos de las generaciones futuras, algo que resulta contradictorio in se, pues todo crecimiento se basa en la explotación de unos recursos finitos y, consecuentemente, no puede ser sostenible. Por tanto, y volviendo a la Comarca de Doñana, creo que es fundamental reconocer que ya se ha traspasado la sostenibilidad, con lo que seguir hablando de desarrollo sostenible resulta aquí algo obsoleto. Habría que empezar a hablar de desarrollo sin crecimiento y de igualación en las situaciones de los distintos municipios respecto de cobertura de servicios y equipamientos y también de capacidades reales de sus respectivas poblaciones.

3. ¿Cómo propone por tanto establecer el debate sobre el futuro desarrollo de Doñana?

Muy fácil, creo que la solución la tenemos ante nuestros ojos, se trata de aprender del propio Doñana, cuya naturaleza –sus animales, sus plantas, sus paisajes- se deben convertir en verdaderos maestros del desarrollo sin crecimiento. La verdadera herencia que Doñana brinda a sus poblaciones es su sabiduría para sobrevivir en un territorio que está en el límite de la vida, en una especie de equilibrio desequilibrado bastante mantenido y frágil. Lo que realmente debería singularizar a esta comarca es contar –en estos momentos de profunda crisis- con un maestro de la vida en el límite como es Doñana. Tenemos que aprender, y mucho, de la resiliencia de Doñana, es decir, de su capacidad de adaptabilidad ante las situaciones adversas. Ahí está nuestro camino de aprendizaje: Los pueblos de la Comarca de Doñana deben aprender a adaptarse en tiempos de crisis, desarrollándose más cualitativamente, sin crecer cuantitativamente como ha ocurrido hasta ahora. No es una tarea sencilla, se trata de un proceso altamente creativo e imaginativo… en el que también deben jugar un papel importante sus políticos.

4. ¿Cuáles serían las claves desde la esfera política para alcanzar ese desarrollo cualitativo?

Pienso que la primera instancia de la responsabilidad política en Doñana es el establecimiento de mecanismos educativos, utilizando todos los medios al alcance, como las propias televisiones y medios de comunicación locales, para ir creando espacios y discursos formativos que conduzcan a decir que “no podemos seguir siendo una sociedad despilfarradora”, revalorizando por tanto la educación y un conocimiento riguroso sobre la puesta en valor de Doñana, elementos que además permitieran algo tan sencillo como el mero disfrute del entorno que tenemos al alcance de nuestra mano. Recordemos que conocer es valorar, y también disfrutar.
En todo esto, no podemos olvidar un elemento social que en las últimas décadas está singularizando también a Doñana y su comarca: la inmigración. El perfil del habitante de la comarca está incluyendo ya hoy en día también al inmigrante, y este hecho es clave en el futuro sociocultural del lugar. Hay poblaciones donde el 10% de la población ya censada proviene de otros países, y ahí posiblemente esté el futuro. Considerar este hecho no como una limitación o un problema, sino como motor del futuro desarrollo puede ser el secreto para los pueblos de la Comarca de Doñana. Tener la habilidad, la destreza y la capacidad de convertir la aparente limitación o dificultad en el gran recurso del futuro, contar con una población cosmopolita y valoradora de lo educativo, puede ser una de las claves del Doñana que querríamos: sociedades menos ensimismadas, más abiertas al mundo y a la integración de saberes y culturas.

5. ¿Cómo valora la voluntad de participación ciudadana que propone el Coloquio Doñana Ecosocial?

Me parece una vez más necesaria, la elección de los dirigentes políticos no deja de ser una consulta ciudadana de primer orden, en la democracia representativa en la que vivimos. Pero me gustaría precisar que la participación también es un aprendizaje, y de largo recorrido. Es necesario establecer cauces de participación, pero cauces efectivos, donde los ciudadanos deben saber que los elegidos democráticamente son personas con autoridad moral para decidir; y por otro lado, los políticos deben asumir esa representación popular y contemplar todas las opiniones, incluida por supuesto las de la disidencia, que precisamente es la que impulsa los debates y los diálogos creativos. Con esta perspectiva clara, cualquier cauce efectivo para la participación ciudadana me parece oportuno y necesario, y en este sentido –aunque no pueda participar activamente en él -, espero lo mejor de este Coloquio que se propone ahora en Doñana.

“Tenemos mucho que aprender de la capacidad adaptativa de Doñana”
“Contar con una población cosmopolita y valoradora de lo educativo puede ser clave para el futuro de Doñana”
“Espero lo mejor de este coloquio que se propone ahora en Doñana”

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Alter Globalización


Con motivo de la Cumbre sobre el Cambio Climático, recuerdo que, hace ahora más de cinco años, escribí el artículo que reproduzco con sólo algún toque puntual para su actualización.

En el libro de Manu Escudero Homo globalis se considera que la globalización actual es el resultado de cuatro nuevos fenómenos que se generan e interrelacionan a partir de la década de los 90 del siglo XX. Pero ¿Se puede pronosticar, como él indica, que el movimiento “antiglobalizador” volverá su mirada hacia la “alterglobalización?

Para el autor, coordinador de algunos de nosotros en el programa 2000, Doctor en Economía, miembro del Foro Social de Madrid y Señor Advisor del Global Compact de Naciones Unidas, la “globalización” es el resultado de la dimensión internacional de los mercados financieros, de la internacionalización de las empresas, de los flujos migratorios sin fronteras, y de la emergencia de las nuevas tecnologías de la información.

Dicha globalización tiene sus contradicciones. De hecho, los fondos financieros internacionalizados, nos dice, son como manadas de antílopes que, a la menor alarma, emprenden la huida sin que puedan interponerse obstáculos; la internacionalización de las empresas lleva a batallas de pulsos titánicos, a la superexplotación y a la degradación laboral. Los movimientos migratorios, a pesar de incrementar la productividad, tienen también aspectos negativos: las víctimas (hombres y mujeres) de las mafias, existencia clandestina y abusos. Y la generación juvenil, ducha en las nuevas tecnologías de la información, vive un nuevo modo de experimentar el mundo, por medio del impacto de las imágenes, la música, los contactos, la red de intercambios y una gran cantidad de información, que no siempre puede ordenar.

Queda un tanto atrás el análisis de El Manifiesto Comunista de Marx, que habla de “mundialización” de las mercancías, gracias al mercado de las Indias Orientales y China, la colonización de América –tras los descubrimientos-, el intercambio con las colonias, el incremento de los medios de cambio y de las mercancías en general. Queda atrás también la lucha de clases, a pesar de las masas empobrecidas o desposeídas de este Planeta Tierra, en el que ya está entrando la fiebre del Ártico por el reparto de sus potenciales riquezas… ¿De verdad se puede virar hacia otra globalización?

Manu Escudero, tal vez por no haber ejercido de Ministro de Economía, y además ajeno a las “primeras movidas universitarias” del viernes por la noche, piensa que sí, que se puede cambiar el rumbo de la globalización hacia otra globalización desde la conciencia ciudadana. Dice que los movimientos antiglobalización volverán la mirada hacia la “alterglobalización” en la medida en que, desde la política tradicional de las opciones socialistas (el habla de “izquierdas”), se comience a dar respuestas serias a las nuevas dominaciones ocasionadas por la globalización (Ver Homo Globalis, Espasa, Madrid, página 178).

Siempre fue optimista -no sé si "roussioniano" pero sí contractualista-, incluso cuando nos hablaba de democracia empresarial, del pacto capital trabajo, y del pacto medioambiental. Pero, en verdad, el ambiente está muy enrarecido. Y, como decía un viejo del pueblo de la Sierra de Aracena (en la Provincia de Huelva), “ahora están pasando cosas muy raras, pero que muy raras”. ¡Y tan raras! Como que se mueren las aves de corral, como que se desecan los pozos, como que nos azotan los huracanes y se deshiela el Ártico; como que ya no cantamos “¡a desalambrar!”, y como que nadie convoca para la marcha “alterglobalización”. Y, sin embargo…seguimos reuniendo a los grandes en este, en aquel lugar o en Copenhague… Ya me entienden.

José Mora Galiana,
16 de Diciembre de 2009

lunes, 14 de diciembre de 2009

Carta a Aminetu Haidar


Sevilla, 10/12/09
Señora Aminetu:
Me uno a las palabras de mi compañero Emilio Carrillo: Te necesitamos. Carecemos de referentes. Debes seguir viviendo para continuar dando ejemplo con tu vida.Los llamados "señores de la guerra" y sus ideólogos están deseosos de abrir frentes de conflicto, de confrontación, de destrucción, para así seguir produciendo armas y armas.
Cayó el muro de Berlín y lo han trasladado al desierto…; no acaban con ningún conflicto iniciado; es su negocio. Por favor, no les haga el juego. El día después de su muerte, imperaría en la zona la teoría del caos y, a río revuelto, declaraciones de guerra y producción de armas para beneficiar… ¿a quién? A los poderosos. Su pueblo la necesita viva, defendiendo los derechos relegados una y otra vez.
"No desfallezcas, no te dejes arrastrar por el lógico cansancio y hartazgo que las injusticias y el dolor continuados provocan. No permitas que venzan tu corazón y, al vencerlo, lancen más oscuridad contra la luz que tantas personas, junto contigo, estamos aportando ya al planeta. El acto de tu muerte, no traería más paz, no te confundas. Después de tu muerte se desentrañaría más odio, rencor y venganza. Y estamos seguros de que ese no es ni tu deseo ni tu objetivo. Aminetu, amada hermana, haz un acto de paz y de Amor volviendo a vivir para tus hijos, tu familia, tu pueblo, toda la Humanidad y la Madre Tierra. Te necesitamos".
No puedo sino suscribir lo que dice un compañero que sabe de luchas. Yo, aunque no mucho, se lo que es el desierto. Una guerra allí sería interminable como ya lo hemos constatado en otros lugares. Y eso es lo que pretenden algunos en el seno de sus reuniones secretas: esquilmar la población para seguir dominando territorios y fuentes de riqueza.
Nuestro objetivo es utópico, lo sabemos; revertir la historia es utópico; nuestro instrumento no son armas sino educación, educación, persuasión, derecho y justicia. Los malvados deben precederte en la muerte. Pero no te dejes morir. Vive entre nosotros. Te necesitamos para que el pueblo, todo pueblo desposeído y humillado, pase a ser sujeto activo y no pasivo de la Historia.
Para sobrevivir, en estos momentos, hasta el Planeta Tierra te necesita. Pues sin ternura no podremos conservar siquiera la naturaleza.

lunes, 7 de diciembre de 2009

DECLARACIÓN DE LA LUZ SOBRE LA NECESIDAD DE NUEVAS RELACIONES ENTRE ÁFRICA Y OCCIDENTE

Adoptada con ocasión del I Congreso Internacional “África-Occidente – Necesidad de Nuevas Relaciones”, celebrado en Huelva, los días 14 a 16 de noviembre de 2007, y organizadas por la Fundación Europea para la Cooperación Norte-Sur, el Area de Cooperación Internacional de la Diputación Provincial de Huelva, la Universidad de Huelva, la Junta de Andalucía, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, el Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional, la Fundación Cajasol y la Fundación Doñana 21.

Con este motivo,
A.- Reafirmamos la necesidad de nuevas relaciones entre África y Occidente que permitan un desarrollo humano sostenible para favorecer el interés común de ambas zonas del mundo y los intereses generales de la comunidad internacional.
B.- Reconocemos que tras sesenta años de vigencia del actual sistema internacional, no se ha conseguido siquiera, mediante la justicia, la dignidad a los pueblos de África ni su autosuficiencia socio-económica y financiera. Ello supone focos de conflicto y flujos masivos de población, que desestabilizan la seguridad del mundo, tan importante para África como para Occidente. Por ello, se necesita una nueva búsqueda de soluciones a los problemas endémicos de África y el establecimiento decidido de medidas que facilite su desarrollo, con la colaboración de una cooperación internacional responsable. Para ello, los derechos civiles y políticos y los derechos económicos, sociales y culturales en África deben disponer de mecanismos internacionales y nacionales de protección y Occidente debe favorecerlos y reforzarlos.
C.- Consideramos que los Estados Occidentales, de mayor capacidad económica y de mayor tradición democrática, tienen la obligación de fortalecer las estructuras institucionales democráticas de los Estados africanos, con el fin de prevenir catástrofes y conflictos bélicos, defender los derechos humanos, potenciar el desarrollo integral y evitar el flujo migratorio forzoso de la población.
D.- Tenemos en cuenta que en este nuevo siglo es urgente tomar las medidas necesarias para reconvertir la economía de la guerra y la carrera de armamentos en economía solidaria e inversiones de paz y cultura para todas las mujeres y hombres del planeta, haciendo valer los derechos humanos y la Carta de la Tierra, en beneficio de todos y de las generaciones venideras.

En este sentido, DECLARAMOS la necesidad de tener en cuenta los siguientes criterios para unas nuevas relaciones entre África y Occidente:
1.- Los Estados Occidentales, mediante el diálogo con África, deberían formular una serie de principios objetivos para establecer un cooperación internacional que tenga en cuenta las necesidades que transmita la sociedad africana, desde sus valores, culturas y tradiciones, siempre y cuando no supongan una distorsión de los valores, culturas o tradiciones occidentales. Para ello no cabe más que un diálogo, sincero y franco, entre África y Occidente, del que puedan dimanar los citados principios, que deben ser respetados por ambos mundos. Por ello, cada vez que un Estado Occidental destine parte de su cooperación internacional a África, debe hablar con África y acordar las modalidades, cuantías y prioridades de la citada cooperación. Cuando esta cooperación proceda de las organizaciones internacionales, primordialmente de la ONU o de la Unión Europea, serán estos foros internacionales los responsables de canalizar la cooperación en función de las demandas y necesidades de los pueblos receptores.
2.- Una vez formulados los principios, de común acuerdo, deben ser, principalmente los pueblos implicados los responsables de llevar a cabo su aplicación, mediante la estrecha colaboración entre los donantes y los receptores de la cooperación.
3.- Los diagnósticos de los males de África y de sus necesidades vitales están hechos. No caben más encuentros, foros, comités o reuniones de expertos. Se impone la acción inmediata, con la conciencia de que la solidaridad a tiempo puede ayudar a resolver situaciones que pueden generar inestabilidad o peor aún, inseguridad que provoque riesgos de difícil o imposible contención, en términos humanitarios, medioambientales, económicos o sociales.
4.- La cooperación de los Estados Occidentales, al igual que las ONGs, Iglesias o Grupos filantrópicos, tiene que tener como objetivo inexcusable provocar cambios estructurales. Por tanto, la base de la cooperación debe dirigirse a los campos que provocan los mencionados cambios como las estructuras educativas o sanitarias, las infraestructuras, el fortalecimiento institucional, la defensa de los derechos humanos, la capacitación en el empleo, la defensa medioambiental y cualquier medida colectiva que incida en el bienestar de la población en su conjunto. En este sentido, las Universidades pueden desplegar importantes actuaciones en investigación, docencia y proyección social.
5.- La solidaridad de Occidente debe corresponderse con la co-responsabilidad de África. Por tanto, aquellas sociedades africanas, estatales o no, que contribuyan desde una perspectiva democrática y respetuosa con los derechos humanos al co-desarrollo deben recibir el apoyo decidido y generoso de los Estados cooperantes, en la conciencia de que ese co-desarrollo permitirá la multiplicación de los efectos de la cooperación internacional. Para este co-desarrollo es muy importante la lucha contra la corrupción, que debería incluir un sistema de control internacional que supliera las deficiencias estatales.
Huelva, 3 de Diciembre de 2007
Consultar:
http://www.fecons.org/Congreso_Internacional/declaracion.html

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Desarrollo Local. Manual de uso

Coordinadores de la edición promovida por la FAMP:
Bartolomé Pérez Ramírez y Emilio Carrillo Benito

ISBN: 84-7356-249-6
Dep. Legal: M 36.938-2000

El libro, que sigue siendo un referente, consta de seis partes:

1ª) El marco teórico del Desarrollo Local, la Economía y el Territorio
2ª) El marco institucional: Organismos Internacionales, Administraciones Públicas y lo Jurídico
3ª) Las Políticas Finalistas (de empleo, cultura emprendedora, Bienestar Social, y Medio Ambiente)
4ª) Políticas instrumentales (recursos humanos, Innovación Tecnológica, Economía Social y Fuentes de Financiación)
5ª) Políticas Sectoriales
6ª) Aspectos prácticos de interés
Anexos (sobre entorno económico, la U.E., Política Territorial, ... Desarrollo sostenible, y perspectiva de género.