sábado, 26 de enero de 2019

CONCIENCIA DE COMUNIDAD HUMANA Y CASA COMÚN

A finales de 2018 e inicios del año 2019, quizás la persona que se ha manifestado con un mayor grado de conciencia de Comunidad Humana haya sido el Papa Francisco. Estuve a punto de escribirle para transmitir, al menos, un personal o familiar agradecimiento pero no me animé en tal tarea por haber constatado, un par de veces, que hay que introducir un sobre dentro de otro sobre e indicar claramente el destino personal para que no se quede en manos de la secretaría o se derive a tal o cual persona responsable en el Estado del Vaticano.

     Como se ha indicado, en alguna ocasión reciente, "la elección de Francisco como Obispo de Roma supuso una primavera eclesial... Sin embargo, algunos ... escuchan sus denuncias proféticas desde el escepticismo, simplemente esperando a que acabe su pontificado, y otros, claramente desde una confesada oposición".
      No obstante, la esperanza "a pesar de" es lo mejor de la dimensión liberadora del humanismo y el desarrollo integral en las personas y comunidades de mujeres y hombres de nuestro tiempo que se movilizan, que toman conciencia de la realidad, que reflexionan y que toman opciones no siempre fáciles en pro del Bien Común, del Interés General y del justo desarrollo de la Casa Común y de toda la Comunidad Humana, sin discriminaciones ni marginaciones y explotaciones que vienen a ser un "contra Dios".



     En este punto, el diálogo intercultural, la política desde las exigencias éticas, la economía al servicio del Bien Común, y algunas claves de comunicación inter-religiosa, podrían favorecer y fomentar el reencuentro en lo común, desde las experiencias y vivencias interiores más humanas, más allá de conflictos bélicos y ambiciones de poder y de dominio de lo ajeno, extraño o contrario.
     El principio de responsabilidad. y de corresponsabilidad, es una de las claves más claras para comprender la necesidad de un Nuevo Contrato Social para vivir en paz, en justicia y equidad, y en igualdad y libertad, puesto que todos participamos, como personas, de la misma dignidad humana.
     En el momento histórico actual sobran explotaciones y dominios injustos, sobran guerras y carreras de armamento, sobran luchas comerciales individualistas o estatales, sobran partidismos, sectarismos y dogmatismos, sobran cerrazón y estrechez de miras.


     Toda persona humana, toda familia, toda comunidad o sociedad es una parte importantísima, pero una parte tan sólo, de la gran Comunidad Humana. Cuidemos, pues, la Casa Común, y vivamos en paz y justicia en ella, haciendo posible el desarrollo liberador e integral. Mis mejores deseos de Justicia, libertad e igualdad, desde la Paz interior y real.