domingo, 29 de enero de 2023
ESPERANZA EN TIEMPOS DE CRISIS. LECTURA DEL APOCALIPSIS DEL NT Y CONCLUSIONES
domingo, 1 de enero de 2023
RETOS PARA EL AÑO NUEVO 2023
martes, 6 de diciembre de 2022
EDUCACIÓN CÍVICA Y CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1978
Con motivo de recordar la denominada “Transición de la Dictadura a la Democracia”, gracias al referéndum del 6 de diciembre de 1978, que ratificó ampliamente el proyecto del Estado Social y Democrático de Derecho en el que nos encontramos ahora (con la vigente Constitución Española), en un taller de “Atención Educativa” de Bachillerato, con alumnado joven (mujeres y hombres) de 16 años, hablamos de redescubrir los valores de nuestra Carta Magna de 1978.
En primer lugar, invitamos a refrescar los “Derechos Fundamentales de la Unión Europea” de finales de marzo de 2010, colocándolos gráficamente en los cinco dedos de las manos: 1. Dignidad, 2. Libertad, 3. Igualdad, 4. Solidaridad, y 5. Ciudadanía. Nos paramos en el tema muy actual de la igualdad para acentuar las exigencias de no discriminación; de respeto a la diversidad cultural, religiosa y lingüística; igualdad de género; derechos de cuidados y protección de los niños y niñas; derechos de las personas mayores; e integración de las personas discapacitadas. Y todo ello con garantías de Justicia y Equidad.
Pero como uno se remonta a 1948, se trajo a colación la Declaración Universal de los Derechos Humanos (del 10/XII/1948), en su artículo 1º, recordando la sentencia de que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos; y, puesto que estamos dotados de razón y conciencia, debemos comportarnos fraternalmente.
Inmediatamente pasamos al Preámbulo de la Constitución (del 29/XII/1978) en el que se expresa la voluntad de garantizar la convivencia, consolidar el Estado de Derecho, promover el progreso de la cultura y la economía para asegurar una digna calidad de vida y bienestar, así como la exigencia de colaborar en fortalecer relaciones pacíficas (frente a la tendencia permanente de guerras y conflictos bélicos), y de promover la cooperación entre todos los pueblos de la Madre Tierra –nuestra Casa Común-.
¿Cuáles son los valores de nuestro Estado Social y Democrático de Derecho? La libertad, la Justicia, la igualdad, y el pluralismo democrático.
En consecuencia, puesto que la soberanía reside en el pueblo español del que emanan los poderes del Estado, conviene repasar los diez títulos propios de la Constitución vigente: I. De los Derechos y Deberes Fundamentales; II. De la Corona; III. De las Cortes Generales; IV. Del Gobierno y de la Administración Pública; V. De las relaciones entre el Gobierno y las Cortes; VI. Del Poder Judicial; VII. Economía y Hacienda; VIII. De la organización territorial del Estado; IX. Del tribunal Constitucional; y X. De la Reforma Constitucional.
¿Cuál sería nuestra propuesta para seguir aprendiendo de tan importante herencia democrática?
Quizás suscribir lo que ha manifestado el profesor Ramón Soriano en un reciente artículo suyo,del 01/XI/2022, en el periódico PÚBLICO y que transmite la siguiente propuesta formal:
"La enseñanza de la Constitución como asignatura obligatoria en todos los niveles educativos para que el voto de los ciudadanos sea fundado.
La formación no debe ser únicamente cívica, sino además institucional. Siempre que una asignatura se abra con el título "Valores cívicos", "Educación cívica" o similares palabras en cualquier nivel educativo la reyerta política está servida y aparecerá por doquier la acusación de querer llevar al alumnado al terreno de los valores subjetivos profesados por los autores del programa docente. Por ello, propongo que esta asignatura reciba el nombre de "Constitución". Las voces contrarias callarán, y, si no es así, estarán desprovistas de justificación.
El conocimiento de la Constitución es una condición para la emisión de un voto ciudadano fundado en las elecciones. No falta la crítica a quienes votan sin conocimiento. Recuerden las palabras de Vargas Llosa: "Hay que saber votar". O el formulario de varias preguntas, que los votantes deben contestar para tener derecho al voto, que exigía Sánchez Dragó. Son propuestas contrarias a uno de los principios constitucionales: el principio de igualdad, y que suponen un desconocimiento u olvido de las trabas injustas generadas por la sociedad y los poderes públicos a quienes no pueden adquirir la formación adecuada para participar con solvencia en la vida pública. Pero evidentemente, si la Constitución se estudiara en todos los niveles educativos, pareceres como los de los anteriores escritores desaparecerían o ya no tendrían la misma fuerza de convicción. Y lo más importante: los ciudadanos/as gozarían de una herramienta para conocer y oponerse a los trajines, manipulaciones y mentiras de informadores y comunicadores.
La Constitución trata de una serie de temas elementales y básicos, que a distinto nivel deben ser asimilados por los estudiantes de educación primaria, secundaria y universitaria. Temas como poderes públicos, organización del Estado, partidos políticos, la Corona, derechos y libertades, economía y hacienda, garantías de las personas, comunidades autónomas... son temas cuyo conocimiento es necesario para desenvolvernos en nuestra vida diaria. Podemos pasar sabiendo poco de literatura, historia y geografía, pero nos irá mal si no conocemos nuestra Constitución. La Constitución es la norma fundamental de convivencia. Cualquier aspecto social de nuestra vida tiene como referencia la Constitución.
Si se sustituyen las criticadas asignaturas antes citadas y se pone en su lugar "Constitución española", se conseguirán dos cosas a la vez: la minoración de la crítica de los adversarios políticos y mediáticos y la contribución a que los votos de la ciudadanía en las elecciones periódicas sean más fundados, con lo que se beneficiará en último caso el funcionamiento de nuestra democracia."
Situemos, pues, la Constitución en el lugar estratégico que le corresponde, como viene a indicarnos el catedrático emérito de Derecho Constitucional y expresidente del Tribunal Constitucional, Pedro Cruz Villalón, en su artículo Nuestra Constitución (El PAÍS, pág, 11).
miércoles, 30 de noviembre de 2022
VIAJE INTERIOR
Es un viaje corto, pero intenso, que merece la pena hacer: se trata de una obra de bolsillo que ha realizado Agustín Pérez González y que se titula VIAJE POR MI ANDALUCÍA INTERIOR.
El libro es un regalo que nos ha hecho su autor, con motivo de la Celebración del 50 Aniversario de la XIII promoción de Enfermería, y que ha tenido lugar en Sevilla, justo en el Parlamento De Andalucía, el 29 de noviembre del presente 2022, y que en aquellos tiempos era el Hospital de Las Cinco Llagas, donde ejercían sus prácticas ´las personas de enfermería y medicina.
Como se indica, "A modo de explicación", en el libro "pueden encontrarse, junto a poemas con sólo días, otros que cuentan ya con más de un cuarto de siglo. Por ello, es un libro bastante diverso en su contenido. En él se pueden encontrar versificación libre como así también poesía formalista. Poemas que encierran una profunda filosofía, junto a otros que reflejan la vida cotidiana y la sabiduría popular".
Valga a modo de ejemplo, el siguiente poema:
ENTRE SEVILLA Y TRIANA
Los sentimientos profundos,/
como todo lo bueno del mundo,/
siempre van de dos en dos./
*
Dos son los ojos del puente/
y cada uno en su orilla,/
unen más que separan/
a Triana de Sevilla./
*
Dos pilares cada arco./
Dos arcos forman un puente./
Dos orillas pá los barcos/
y en el medio, ... la corriente./
*
Corriente de simpatía que corre/
llega al mar y allí descarga/
la sal que en las aguas ponen/
las dos, Sevilla y Triana./
*
Pues sí, eso es lo que ocurrió ayer, corrientes de simpatía "¡Por la XIII promoción, / que llenó de gloria el Cielo".//
Así concluía Agustín Pérez González su GLOSA PARA UN CINCUENTENARIO, dedicado a casi doscientas muchachas y a una treintena de chicos, que llegaron en su día a aquel Hospital de las Cinco Llagas que tenía sus brazos abiertos a sus prácticas, su saber hacer, y su ciencia. Una promoción puente que llevó enfermería al nivel universitario actual, todavía pendiente de su justo reconocimiento.
martes, 25 de octubre de 2022
MOMENTOS POÉTICOS, DE SOLEDAD....
Momentos poéticos, es un libro muy personal que Soledad Aguilar Rodríguez (2012-2017) transmite a su familia y donde agradece se le haya ayudado a realizar lo que ella considera un “humilde sueño”.
Dice su propia autora que el librito, con el que se ha puesto alas para volar -puesto que sigue escribiendo-, no es más que una pequeña recopilación de diferentes momentos de su vida.
Hacia dónde irá o a dónde llegará dentro de nuestras categorías de espacio y tiempo… Pues, no se sabe. Es un poemario, canto de amistad, donde el Amor se escribe en mayúscula. Es una búsqueda que la autora transmite en 2018 pero que se remonta a emociones y sentires anteriores. Es un caminar por la vida, en busca de calma, sosiego y paz, con su querido Luis, en donde los nietos dan razones más que suficientes para seguir adelante.
El libro expresa el orgullo de amar en libertad y de vivir a la luz, sin miedo. Expresa también el propio sentir interior (incluso el respirar del “alma”). Destacan las fotos en contacto con la Naturaleza y otras ilustraciones siempre sugerentes.
Es una invitación, como dice su autora, a desplegar las alas, a volar alto, “rumbo al firmamento”, y a disfrutar del silencio.
¿Somos “polvo de estrellas”?
¿Qué hacer cuando llega la tormenta?
¡Qué importante es la ternura…, el amor, la amistad! Se trata, tan sólo de descubrir el camino hacia un mundo mejor. Pero… ¡Unidos!
Un deseo: Que el viento nos lleve lejos, en libertad y sapiencia, aunque nuestra vida sea relativa y poco importante.
¡Muchas gracias! Es una invitación a tomar conciencia del propio camino.
miércoles, 21 de septiembre de 2022
PRAXIS LIBERADORA Y VIDA SENCILLA
Contra toda desesperanza, optimismo. Eso nos transmitía Helder Cámara a mediados de febrero de 1987. Frente a la liberalización sin más de las Democracias Occidentales, Ellacuría demandaba praxis liberadora, lo que implica tomar conciencia de la realidad estructuralmente injusta, desarrollar una actividad comunitaria colectiva, solidaria, y fraternal, y, frente a cualquier tipo de dictadura, hacer valer la dignidad de las personas, de todas las personas -mujeres y hombres-, superando creativamente imposiciones del individualismo mercantilista o ególatra y del positivismo legal injusto. Pues no puede nunca justificarse la muerte del mayor número de la Humanidad en beneficio de unos pocos privilegiados.
Las características liberadoras de inspiración cristiana son claras: a) opción preferente por los pobres para conseguir por sí mismos su propia realización como personas; b) encarnación práctico-práctica en las luchas por la justicia y la liberación efectiva; c) ser levadura de la Humanidad y sal de la Tierra, conscientes de nuestra unión universal con la Naturaleza y la exigencia de su cuidado como Casa Común.
No a la opresión económica. No a la dominación y opresión social, cultural –incluyendo la religiosa- y política. No a la muerte y sí a la vida, la salud, y la paz mundial. Sin una clara referencia liberadora, que nos trasciende y nos une a todas las personas, la Humanidad se empequeñece en sí misma y se deteriora y fracciona – alentada por la carrera de armamentos y las guerras -.
Conclusiones:
1.- Esperar activamente contra toda desesperanza pasiva, impulsando el sentido de Humanidad.
2.- Crear solidariamente La Civilización de la Esperanza, frente a permanentes delitos ecológicos, frente a la explotación económica y la opresión social, cultural y política.
3.- Impulsar la participación de todas las personas en todos los ámbitos de decisión, lo que implica la refundación de Naciones Unidas.
Hoy, desde una perspectiva de "vida sencilla", tres serían también las exigencias de nuestra praxis histórica de transformación:
1.- Tomar conciencia de nuestro ser común con los demás.
2.- Respirar hondo para sentirse a sí mismo, incluso corporalmente, en el Universo Mundo.
3.- Meditar al inicio del día, analizar la realidad compleja y dinámica de la vida a lo largo del día, y hacer balance al final.
Ánimo, pues: Vivamos y hagamos realidad la Esperanza, más allá de toda tendencia a la desesperanza. A ello nos invita la praxis liberadora en estos momentos históricos del presente.