A
mediados de 2021, recibí un regalo de la mano de José Emilio, en presencia de
Carmen (concretamente el lunes, 21 de Junio, a las 18:), el libro de Poemas familiares, publicado en 2020. Y
ahora voy a entresacar de ese libro aspectos básicos de proyección personal,
social y política, anhelante de paz interior en la búsqueda de la Verdad, de la
Justicia y del Bienestar, y en pro de los Derechos Humanos.
En el camino vital tanto el OLVIDO como el ODIO producen
desmesura. El ODIO es la ira y el desespero. El OLVIDO acarrea ingratitud. No
son senderos para la acción social constructiva. Los senderos apropiados son la
MEMORIA, como pasado redimido, y el AMOR que tiene un impulso duradero. MEMORIA
Y AMOR, aportan la calma y la paz (ver “Cuatro senderos”, pág. 29).
En la vida podemos constatar que hay personas reacias a la
“Acción Social” que brega por la Justicia. Pero, incluso una vez jubilado, José
Emilio se decía a sí mismo – y en consecuencia a quienes aquí estamos- que la
entereza hay que recobrarla en cualquier encrucijada, pues en muchas ocasiones
debe alzarse la voz, y no arrugarse sino mantenerse activo (ver “Dándome
ánimos”, pág. 43).
Inquietud, honradez e inteligencia es lo que un abuelo puede
querer y desear para nietas y nietos en la convivencia familiar, a modo de
estrella con destellos humanos entre el cielo y la tierra (ver “Entre nietos y
abuelos”, pág.46).
“Paloma Mensajera, Paloma de la Paz” (ver págs. 107 y 108)
es el poema final de su libro que nos lleva desde la “Acción Social” al Derecho
y viceversa. Aunque haya motivos para perder ilusiones en el arduo camino de la
vida, los familiares que nos quieren o que ya se fueron y nos querían, nos
traen con la Paloma de la Paz, deseos de salud y, frente al odio, el amor a la
justicia, como exigencia del Derecho y la Ética.
De hecho, Nuria Cordero Ramos y José Emilio Palacios
Esteban, en el II Congreso Internacional ÁFRICA-OCCIDENTE,
editado por la Universidad de Huelva, en 2011, y que se centró en torno a
la “Corresponsabilidad en el desarrollo”, aportaron –fruto al parecer de un
“Seminario de Ética y Acción Social” (en la UPO)- un artículo titulado “El BUEN GOBIERNO EN ÁFRICA Y LA POLÍTICA
INTERNACIONAL” reflexión basada en el imperativo ético.
En “Una mirada a África desde Occidente”, se pide evitar
miopías que esconden pobreza, miseria y carencias de desarrollo; se nos pide
comprender que cuanto sucede en una parte del mundo afecta a toda la humanidad;
y ello exige “corresponsabilidad”; de ahí la importancia de las ONGs y sus
respuestas humanitarias, frente a la des-humanización estructural; se nos pide,
finalmente, que veamos y comprendamos la importancia de África, presente en
Occidente.
En consecuencia, “El imperativo ético”, la Ética sin más,
nos lleva a potenciar el valor trans-cultural, el diálogo, y la convivencia
social: 1. En las relaciones internacionales; 2. En los Estados establecidos y
la necesaria separación de los poderes: legislativo, ejecutivo y judicial; 3.
En la relación de todas las personas humanas entre sí –condenando todo tipo de
colonización y dominación que impida la comunicación o la convivencia, el
desarrollo integral, personal y social-.
En “Hacia la construcción de una gobernanza transcultural”,
se nos dice con claridad que “la acción ciudadana directa viene a configurar
uno de los principales retos de hoy en día tanto para África como para
Occidente. De ahí la importancia de una sociedad civil que interactúe con los
Estados y sus espacios públicos en busca de soluciones a los problemas reales y
actuales que se vayan planteando y que traspasan, de hecho, fronteras
nacionales y afectan al conjunto de la Humanidad y de su Casa Común, que es la
Tierra que ahora habitamos.
En consecuencia, “enfoquemos nuestras miradas hacia una
realidad con la que estamos llamados a comprometernos” y miremos siempre en
perspectiva ética, con disponibilidad de diálogo, mediación y solidaridad
social y global. Caminar hacia una “Sociedad Civil Globalizada” es a lo que nos
invita el pensamiento compartido de Nuria Cordero Ramos y José Emilio Palacios
Esteban.
Anteriormente, en Ignacio
Ellacuría 20 años después – Actas del Congreso Internacional celebrado en
Sevilla, del 26 al 28 de Octubre de 2009 -, publicación del Instituto Andaluz
de Administración Pública, en 2010, tenemos tres secciones: I. Pensamiento
filosófico; II. Pensamiento jurídico, social y político; III. Teología política
y religión.
En nuestro caso conviene señalar en la primera “Horizontes
de investigación abiertos a la Filosofía de la realidad histórica (de José Mora
Galiana); en la segunda, el aporte “En torno a la historización y las
generaciones de derechos humanos (de David Sánchez Rubio); y en la tercera,
después de preguntarnos el profesor Santesmases si se puede revertir la
historia, José Emilio Palacios Esteban y Nuria Cordero Ramos abordaron los
temas de “Nuestro reto entre la Teología y la Religión, la Ética y la
Política”.
Concluyendo, decir tan sólo que conviene mantener activas
las tres dimensiones del saber y del conocer humano: 1, contemplar las cosas y
verlas y analizarlas lo más objetivamente posible, con un especial sentido de
relación con la Naturaleza; 2, ser auto-conscientes en el conocerse a sí mismo y
en la posible transformación personal, social y cultural; y 3, ejercitar la
“praxis” –conjunción de pensamiento y acción práctica- en la transformación de
la realidad histórica, de por sí compleja, dinámica y abierta en el conjunto de
la Comunidad Humana, sabiéndonos parte de la Naturaleza, Casa Común.
En diálogo con José Emilio Palacios Esteban estos serían
puntos de intercambio para incidir efectivamente en la acción social, conforme
a los Derechos Humanos, en contra de todo tipo de discriminación y de exclusión
social, y en pro de colaborar efectivamente en el fortalecimiento de relaciones
pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra, como se
indica en el Preámbulo de la Constitución
Española de diciembre de 1978, de nuestro Estado social y democrático de
Derecho.
Maravilloso artículo sobre el que pudimos dialogar ayer en nuestro taller de Vida Sencilla y que como siempre, nos hace reflexionar y ver desde otro punto de vista, cada tema que tan inteligentemente propones. Es un verdadero placer escucharte y leerte. Gracias por tanto! Un fuerte abrazo 🙏
ResponderEliminarMuchas gracias. Compartir produce alegría en el camino de la vida, que implica nacer cada día.
ResponderEliminarMe siento conmovida por estas fantásticas palabras. Muchísimas gracias por el regalo de poder encontrarme contigo y con José Emilio. Nuestros encuentros fueron como un oasis para mí. Un abrazo.
ResponderEliminarDedicar una Aula en la UPO a José Emilio Palacios ha sido un gran acierto, con el fin de recordar a este nato pedagogo comprometido con la acción social transformadora. Gracias, pues, Nuria, al equipo actual del que formas parte en Trabajo Social. Muchísimas gracias!
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