viernes, 10 de abril de 2020

EN DEFENSA DE LA DIGNIDAD HUMANA

          En defensa y garantía de la dignidad humana, y en relación con personas inmigrantes y su situación inhumana en la que se encuentran por estas tierras, he recibido un correo pidiendo se difunda la nota que se transcribe. Su lectura debería recordarnos la exigencia de ser un referente de diálogo, interculturalidad y "transculturalidad" dada la realidad heterogénea y dinámica de nuestra historia, vista desde Andalucía.
          El texto dice así: 

          "Ayer, 9 de abril, la Red Agua Pública lanzó esta nota, pidiendo la máxima difusión de la misma en listas de correo y redes sociales. Ver abajo enlace a pagina web.
  • La Red Agua Pública (RAP) denuncia las condiciones de hacinamiento e insalubridad imperantes en los asentamientos informales de varios territorios como Huelva, Sevilla, Madrid, Almería o Murcia donde no se garantiza la vida digna, la higiene y la salud, conculcándose los derechos humanos al agua y al saneamiento.
  • La RAP apoya la denuncia de la Mesa Social del Agua de Andalucía sobre las condiciones de vida en los asentamientos de trabajadores de los invernaderos de Huelva, donde malviven cerca de 5.000 personas, que pueden convertirse en sitios vulnerables para la propagación del coronavirus.
  • Ante la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, ahora más que nunca, es urgente poner en marcha las medidas necesarias para garantizar el acceso al agua y al saneamiento en los asentamientos precarios, chabolistas e infraviviendas."

          Ánimo, y a seguir en nuestro quehacer de defender y tratar de garantizar la dignidad de toda persona humana sin discriminación alguna.
          No vendrían mal, en el confinamiento derivado de la pandemia, releer el sugerente libro de Thomas Moro: Utopía, que se remonta a 1515, y el más próximo a nosotros de Fernando Díaz-Plaja: Los españoles y los siete pecados capitales, de 1966, cuyos vicios de soberbia y avaricia..., ira y envidia, bien se podrían aplicar a este mundo global dominado por el mercantilismo y la ambición de poder. 
          ¿Podremos forjar, desde la propuesta de amor fraterno de ayer, una Comunidad Humana de solidaridad y justicia?

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