miércoles, 25 de diciembre de 2019

PROYECCIÓN SOCIAL UNIVERSITARIA

En estas fechas de fiestas navideñas y año nuevo, tras el XXX aniversario de los asesinatos de la UCA de San Salvador (El Salvador), me encuentro con poco ánimo de expresar mi sentir, a pesar de estar rodeado de familias interculturales y nietos de encanto. No obstante, me parece conveniente expresar algo sustantivo de quien ha sido mi maestro. Lo voy a hacer en dos aspectos: en la enumeración de las fuerzas que inciden poderosamente en la marcha de la Historia; y en su decálogo universitario, de incidencia social y política.
¿Por qué lo hago?
Difícil de explicar, salvo en plan coloquial en familia, con mis propios hijos o con alguna persona amiga, ya sea docente, profesional, técnico...., humanista o socialmente comprometida.
Ante las realidades locales, estatales y mundiales que estamos viviendo, amén de las felicitaciones navideñas y de los deseos de esperanza y solidaridad efectivas, que no parecen mejorar las brechas de los índices de desarrollo humano entre ricos y pobres, ni las egolatrías del poder de unos pocos.... ¿Cómo situarse  ante la complejidad de lo real? ¿Cómo mejorar la Universidad y su proyección social?

Filosofar en situación de indigencia, llevó a Ignacio Ellacuría a insistir en que tuviéramos en cuenta, en el análisis de la realidad:
1.- Las fuerzas estrictamente naturales. La lucha por los recursos materiales, sus diversos modos de utilización, y las posibilidades de nuestra Madre Naturaleza y de la Materia.
2.- Las fuerzas biológicas: la vida, en tanto que realidad compleja de realidades, con sus leyes, sus tensiones y sus instintos de supervivencia, agresión y violencia; pero también con su dinamismo dependiendo del tipo de vida que se vaya a llevar o se pueda ir llevando.
3.- Las fuerzas psíquicas, unidas a las dos anteriores y que marcan la identidad de los individuos por su ambición o talento, su capacidad persuasiva, su liderazgo, su voluntad o su propia capacidad de diálogo, apertura y solidaridad compartida.
4.- Las fuerzas sociales efectivas, tales como los grupos de presión, la estratificación social, las desigualdades reales, las distintas ocupaciones prioritarias, las costumbres y los prejuicios, las modas, y las tendencias económicas de cada momento o lugar, y los modos de producción y trabajos.
5.- Las fuerzas culturales o ideológicas en el quehacer socio-político, jurídico, filosófico, económico, religioso, literario y creativo o artístico, incluso. Son fuerzas condicionadas y condicionantes en la tarea de conocer e interpretar y valorar la realidad y la verdad de la realidad.
6.- Las fuerzas políticas, sólo relativamente autónomas o diferenciadas de las fuerzas sociales y económicas, puesto que los "centros de decisión", y el supuesto poder de un Estado, están muy condicionados cuando no dominados por ciertos intereses que anteponen lo particular al interés general o al Bien Común.
7.- Las fuerzas estrictamente personales, puesto que los seres humanos somos personas, ya sea individualmente o en grupo, e intervenimos, a veces, en la historia en virtud de una opción personal.
Con sólo tener en cuenta esta serie de fuerzas que operan en la Historia y, más concretamente, en nuestra realidad histórica, podríamos operar en el ámbito intelectual y en la praxis de modo más comunitario y solidario y menos individualista o partidista. Con ese logro, al menos en un entorno próximo, tendríamos algo muy positivo en estos días.

Además, para conseguir un objetivo más comunitario y menos individualista, encontré en tiempo unas fichas del que fuera Rector en la UCA de San Salvador (El Salvador) y que no he visto incluidas en un reciente libro suyo Sobre la Universidad editado en este 30 aniversario de aquellos asesinatos del 1989, año de la caída del muro de Berlín.
Paso a enumerar tan sólo los puntos reseñados en Ignacio Ellacuría, filósofo de la Liberación (publicado en la Editorial Nueva Utopía, en Madrid, 2004):
1. Reestructurar drásticamente la docencia en la Universidad, en dirección de lo que debiera ser la realidad
2.- La Educación Superior es condición sine qua non para el desarrollo integral de un país.
3.- La Sociedad y el Estado deben promover y velar por la excelencia académica teniendo muy en cuenta las necesidades objetivas del país.
4.- Autonomía Universitaria en lo docente, administrativo y económico.
5.- Junto a la docencia, exigencia de investigación y de instalaciones, bibliotecas y técnicas que la hagan posible.
6.- Como instancia científica, la Universidad debe contribuir al desarrollo y liberación integral del país en una permanente proyección social que tenga en cuenta el interés general y las necesidades mayoritarias.
7.- Exigencia de apertura a las distintas corrientes de pensamiento y a los logros científicos y culturales de alcance universal.
8.- Contar con una plantilla de profesorado de excelencia y con talante de continua superación.
9.- Lograr un aprovechamiento óptimo de los recursos disponibles.
10.- Al derecho del universitario le corresponden obligaciones correlativas de compromiso con la sociedad y su bienestar, mirando siempre el interés general.


¿De verdad se está dispuesto a realizar esta labor en el seno de la propia Universidad, entendida como universitas, que es lo que debería ser?

Estos son mis mejores deseos no sólo para los tres mundos más conocidos por los hispanos sino para todo el conjunto de nuestro planeta Tierra, Casa Común de la Humanidad: avanzar en el análisis objetivo de la realidad y ser capaces de potenciar el dinamismo y el compromiso de la Universidad en su proyección social.

¡Feliz Vida Nueva en estas fiestas navideñas!



4 comentarios:

  1. Querido amigo Carlos: Gracias por tus observaciones que, tras la conversación mantenida, me han inclinado a hacer alguna modificación en la parte introductoria y en la parte conclusiva. JMG

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  2. Veo tan amplio y profundo el programa que da un poco de vértigo pensar
    en su desarrollo. JMLL

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  3. ¿Por qué no avanzar en el análisis objetivo de la realidad y ser capaces de potenciar el dinamismo y el compromiso de la Universidad en su proyección social? Últimamente, dos profesionales: Juan Torres y Antonio Muñoz Molina, cada uno desde su perspectiva -economista o literaria- nos invitan por escrito a cambiar de mentalidad y de forma de vida, JMG

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  4. Amigo José, he accedido a tu blog y me encantan tus análisis, tus reflexiones, tus citas... (¡ay el llorado Ellacuría!)
    Reenviaré a todos el enlace.
    Un fuerte abrazo. Miguel.

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