Dos personas, cuya trayectoria de compromiso y amistad se ha relacionado con mi itinerario personal y socio-político, me mandaron hace unos días una comunicación que, aunque ya pueda ser imposible, sería una opción alternativa a otra posibilidad de gobierno más conservadora y socio-liberal.
Ahora mismo, ya formada la Mesa del Congreso, teniendo en cuenta la mayoría absoluta reforzada del PP en el Senado a pesar de la corrupción sistémica, llegué a pensar que mejor era un gobierno que un des-gobierno. No obstante, una vez más, constataba la dificultad de avanzar en democracia discursiva y de lograr la separación de poderes, un déficit democrático en España desde la Transición.
No obstante, teniendo en cuenta la realidad, teniendo en cuenta que la lista más votada no es la mayoría del Congreso, me parece adecuado, cuantitativamente, transcribir lo que indican los amigos en la siguiente reflexión conjunta:
"PSOE,
UNIDOS PODEMOS, y CIUDANOS ( Alternativa de Gobierno para el
cambio y reformas de este país).
Manuel
de la Rocha y Benjamín Forcano
Día 26 de junio:
VOTOS DIPUTADOS
PP 7.9 m. 137
PSOE 5.4 m. 85
Unidos Podemos 5.0 m. 71
Ciudadanos 3.1 m. 32
13.5 m. 188
Después de cuatro años de mayoría absoluta y leyes “rodillo”, ha llegado el momento de dar paso a una mayoría social, basada en unos acuerdos muy claros que configuren un programa de gobierno que permita abordar con eficiencia las crecientes diferencias sociales y eliminar radicalmente la corrupción, relocalizar industrias, favorecer la I+D+i y las debidas actividades educativas a todos los niveles, la atención sanitaria y a la dependencia, al apremiante cuidado medioambiental, y a la reforma de la Constitución, especialmente en el título 8º…
Con
una diferencia de 5.5 millones de votos, estos partidos no deben hacer lo
contrario de lo que prometieron en la campaña electoral: el “cambio” que tanto
repitieron y España requiere con urgencia.
Los
tres partidos deben ahora con serenidad fortalecer sus coincidencias y alcanzar
propuestas de acción bien definidas. Y en las discrepancias, corresponde ahora
analizar, escuchar, conversar… para ser capaces de decidir aquello que sea
mejor para la gobernación de España en un contexto europeo que también debe
cambiarse, promocionando una Unión Europea política, social y económica, y no
sólo monetaria. Porque sólo desde una Europa democrática y solidaria, en la que
cualquier brote de fanatismo y xenofobia fuera inmediatamente erradicado podría
establecerse a escala internacional un multilateralismo diligente, con unas
Naciones Unidas refundadas que sustituyeran para siempre a los ineficientes grupos
plutocráticos que han conducido al desconcierto actual.
Pensando
en el futuro, extrayendo del pasado las lecciones, algunas muy recientes, es
indispensable interpretar correctamente los resultados de las elecciones. Y
poner en práctica la voluntad de la mayoría del pueblo español."

Ahora bien, mi opinión actual es la siguiente:
Mucho tendrían que cambiar nuestros líderes, con sus partidismos, altanerías y egoísmos, para lograr concretar su voluntad de formar mayorías parlamentarias capaces de respaldar un Gobierno.
Ocurra lo que ocurra, el desgobierno nos produciría de nuevo la sensación de un suspenso generalizado. En mi opinión, pues, tan válida puede ser, democráticamente, una opción conservadora socio-liberal, que la opción socio-liberal socialista. Pero, frente a la parálisis, la indolencia y el desgobierno, mejor el gobierno que el desgobierno. Somos demasiado "ácratas" y "pendulares" - históricamente hablando - para jugar con fuego, y máxime con el calor y la correspondiente asfixia del momento.