“Reformular la política” es el
subtítulo del Informe sobre la Democracia
en España 2015, en el que viene a concluirse que las notas de
insatisfacción de la democracia española siguen lastradas por la mala
evaluación de sus representantes y, fundamentalmente, de los partidos políticos
ya viciados. Habrá que ver si el surgimiento de nuevas fuerzas, caso de que
accedan al gobierno, en minoría o en coalición, son capaces de cambiar la
desconfianza ciudadana hacia la denominada “clase política”.
En realidad,tanto el capitalismo (sistema económico, empresarial y financiero)
como la democracia (el sistema político) son vistos con descrédito por dos
razones principales: a) el mercado del trabajo expulsa del mundo laboral a
millones de personas, convierte los contratos en relaciones laborales precarias
para la persona trabajadora y, además, no atrae a jóvenes formados que se ven
obligados a emigrar al tiempo que se incrementan las rentas de los más ricos o
se evaden capitales; b) el paro, la corrupción y la insatisfacción creciente
con el funcionamiento del gobierno, de la oposición y de las propias
instituciones democráticas ha producido el malestar de no ver alternativa clara
a la situación estructuralmente injusta en lo social, en lo económico, y en lo
político.
Tras las elecciones generales de este
20 de diciembre de 2015, en las que ha vuelto a funcionar, en casi un 29%, el
voto del miedo frente al programa del PSOE (respaldado por el 22% de los
votantes) y frente a las nuevas formaciones de Podemos (respaldado grosso modo por más de un 20%) y de
Ciudadanos (con expectativas que han bajado hasta menos del 14%) cabe
preguntarse: ¿podrá reformularse la política? No es nada fácil. Pero un
horizonte de futuro obliga a esforzarse en ese cometido.
Al parecer, y aunque no quiera
reconocerse, la corrupción y la sumisión del poder político al poder económico es
el problema clave de la democracia española. También el funcionamiento interno
de los partidos – a mi modo de ver sin excepción alguna-. ¿Cómo, pues,
regenerar la política en un contexto global complejo, en un contexto económico
y político como el europeo y, concretamente, como el español?
Quizás la solución pase por el
necesario aporte de savia nueva, sumando y no restando. Desde mi punto de
vista, para no quedarnos decrépitos, habría que intentarlo. Esa opción pasaría
por un cierto reconocimiento de la realidad sin encubrimientos y, en ese
sentido, ha sido muy coherente lo que, tras las elecciones, ha manifestado
Alberto Garzón, también persona joven y bien formada, con propuestas válidas
para el futuro. ¡Ánimo, pues, para los más jóvenes de todos los partidos
políticos, sin excluir a ninguno ni ninguna de ellos o de ellas!
La Filosofía Política actual debe
encarar el futuro, sin miedo ni rémoras ni dependencias ajenas, uniendo a la
vitalidad el sentido del Bien Común.
ElXI Congreso Internacional de la Cátedra Latinoamericana Ignacio
Ellacuría: “Iglesia, Política y Sociedad”, que se ha celebrado, en Sevilla, los días 25, 26
y 27 de noviembre, ha puesto su mirada en el compromiso de justicia ante
contextos históricos complejos; en la importancia de los movimientos populares
y las comunidades creyentes que inciden históricamente en la realidad de la
vida pública; en la Teología Política como instancia crítica o pensamiento religioso
crítico y, a la vez, público; en el análisis de procesos políticos concretos; y en las
potencialidades que ofrece la conjunción de fe y justicia para el diálogo, la
transformación y la convivencia.
Por mi parte, he procurado reconocer y actualizar las
perspectivas de dos personajes históricos: Monseñor Romero (1917-1980) e
Ignacio Ellacuría (1930-1989). Pero he tenido muy en cuenta, las aportaciones de Hans Küng de los años 1997-1999 publicadas en Una Ética mundial para la Economía y la Política, y que tienen algunas conexiones con el encuentro celebrado en Córdoba, en 1987, en el que él participó y en el que Ignacio Ellacuría expuso "Aporte de la Teología de la Liberación a las religiones abrahámicas en la superación del individualismo y del positivismo".
En la página web de la Cátedra se pide indicar las conclusiones del Congreso. A mi modo de ver, la primera conclusión es que, con la violencia
estructural, las injusticias y las guerras, podemos acabar no sólo con una
multitud de personas y de familias humanas sino con el Planeta Tierra. Urge,
pues, un acuerdo de no destrucción.
Frente a un mundo dividido y enfrentado en
diversos puntos y fronteras del Planeta no cabe sino afirmar la universalidad
única de la Humanidad y la exigencia de asumir la diversidad de los pueblos en
la unidad y en la interculturalidad entre todos los seres humanos y comunidades
del Mundo.
¿Acaso esa Iglesia sin fronteras que pide el Obispo de Tánger, ahora, no
sería la petición de Monseñor Romero, asesinado por considerar y proclamar como
un contra-dios la orden de matar?
Una segunda conclusión personal, frente al mal común estructural, el desorden
y la teoría del caos implantados en este momento histórico, es la necesidad de un nuevo Orden Mundial,
puesto que todos los seres humanos, en cuanto que personas, mujeres y hombres, somos hermanos.
Una tercera conclusión: La necesidad del diálogo
intra-religioso y la apertura conciliar inter-religiosa en contexto de violencia,
economía de guerras y migraciones. Necesidad de redescubrir y recordar
(cordialmente) el sentido de la religación y el amor, que es lo que puede unir.
Otras posibles conclusiones:
•Exigencias
éticas de solidaridad comunitaria y defensa de los derechos fundamentales,
inherentes a la dignidad humana.
•Conjunción
Ética y Política, o supeditación de la Política a la Ética y de la Economía a
la Política.
•Formación
integral: académica, profesional y universitaria, con compromiso y proyección
social responsable para un desarrollo integral sostenible.
•Filosofía
de la Liberación aplicada, más allá del positivismo jurídico establecido, y
Teología de la Liberación crítica y dialogante, con sentido de análisis de la
realidad y de la complejidad histórica, lugar por excelencia donde hacer real
la verdad y la justicia.
•Actualización
y garantías de los derechos humanos y los derechos emergentes de las personas,
las comunidades y la "Madre Tierra",y
la refundación consecuente de Naciones Unidas, con el fin de responder a las
exigencias de los tiempos históricos de esta nueva era. Importante tener en cuenta las tres T del papa Francisco: Tierra, Trabajo y Techo.
Sin cubrir las necesidades básicas no se pueden acometer las necesidades de realización personal o comunitaria.
Desde
mi punto de vista sería una buena noticia no fomentar estratégicamente el
conflicto de civilizaciones y el enfrentamiento de culturas y religiones (como suele hacerse teórica y prácticamente) sino
caminar hacia un horizonte de paz y de convivencia, con la exigencia de
revertir la historia hacia la verdad. Hacia la verdad frente a la mentira,
hacia la justicia frente a la injusticia estructural, y, además, hacia la dignidad de la
persona humana frente a todo tipo de discriminación, odio, y agresividad
destructiva.
En el análisis de los movimientos migratorios estamos ante un record de movilidad planetaria. El ejemplo más cercano es el del Mare Mortuorum. Se dice que, durante el mes pasado (octubre), 218.394
personas vencieron todos los obstáculos del Mar huyendo de la guerra o
de la miseria e intentando comenzar una nueva vida en Europa. Pero es claro que
la movilidad se ha mundializado, que el concepto de ciudadanía se va
transformando y que ya es evidente la necesidad de nuevas relaciones diplomáticas e
internacionales. La movilidad es factor esencial del desarrollo humano
integral. Ayer, así lo expuse en la Jornada celebrada en la Universidad de Huelva sobre el fortalecimiento del asociacionismo inmigrante y pro inmigrante de Sevilla y Huelva.
El compendio legislativo de Normas Políticas, actualizado y editado en Tecnos se queda encorsetado en un positivismo de referencia, pero necesitado de transformación
Hay un libro de Catherine
Wihtol, del 2013, que lleva por título: El fenómeno
migratorio en el siglo XXI. Migrantes, refugiados y relaciones internacionales.
El libro aborda 1) Las migraciones internacionales como una apuesta mundial; 2)
El debate de la soberanía de los Estados (pero también de la identidad de los
pueblos); 3) La ciudadanía más allá del contexto tradicional (de sangre, suelo
o Imperio); y 4) Hacia una diplomacia de las relaciones internacionales. En dicho libro se ve con claridad que la mundialización de las migraciones comportan nuevas exigencias internacionales y globales.
En 2014, cuando desde el área de Filosofía del Derecho de la
UPO, en Sevilla, publicó la editorial Aconcagua el resultado de unas
investigaciones sobre Alianza de
civilizaciones, políticas migratorias y educación, junto con el compañero
Michel-Ange Iblè Kambiré Somda, abordamos el tema de la “inmigración,
ciudadanía e interculturalidad”. Partíamos de un supuesto: Tras lo acontecido
en la isla de Lampedusa (en el canal de Sicilia), a partir de septiembre de
2013, por nuestra situación en El Mediterráneo, seguiría produciéndose la
llegada de personas inmigrantes procedentes de países terceros (entonces el 50%
de los extranjeros residentes en España).
Ahora, cuando una doctoranda de la Universidad de Huelva,
Mónica Montaño, nos recuerda que, en 2012,
de loscinco millones setecientos
treinta y seis mil doscientos cincuenta y ocho (5.736.258) inmigrantes
residentes en España, el 47%, esto es, 2.689.150 personas, pertenecían al
continente europeo, seguidos del continente americano con 1.573.055 personas
que representan el 27% de la población inmigrantey que, en tercer lugar con un 19%, esto es,
1.102.329 personas, encontrábamosal
continente africano”, ahora precisamente, en 2015, además de las propias
emigraciones, incluso de personas jóvenes de España, nos encontramos con los
movimientos migratorios de personas y familias procedentes del Oriente Medio
que vienen hacia la UE y que llegan, incluso a Melilla, como refugiados, por lo
que se les da prioridad de incorporación al CETI (Centro de Estancia Temporal
de Inmigrantes), cuya infraestructuraresulta insuficiente.
¿Qué hacer? Asumir nuevas
exigencias de ámbito global, europeo y estatal. La exigencia de garantizar
derechos fundamentales está por encima de leyes positivas encorsetadas cuando
no estructuralmente injustas.
El problema básico de referencia para cualquier transformación y reversión histórica puede ser la disparidad, estructuralmente injusta, del desarrollo humano a escala mundial, tal como se ve gráficamente en el mapa que reproduzco a continuación y que facilita "internet" sobre los IDH
Los nuevos movimientos migratorios es una gran oportunidad para proyectar un mundo y una Europa solidaria e intercultural.
Frente al mal común fruto de carencias básicas, injusticias estructurales y guerras sin sentido, urge refundar la ONU, garantizar derechos fundamentales, reformular el concepto de ciudadanía, impulsar la misión específica de la Universidad con proyección social y política por su sentido originario de universitas, así como trazar como objetivo prioritario el desarrollo integral de toda persona y comunidad. Ello implica anteponer el Bien Común al Mal Común ahora predominante en la Comunidad Humana Mundial.
Puestos a elegir quizás sea la libertad anterior a la igualdad, pero, si no somos iguales no podemos ser libres el conjunto de todas las personas y pueblos del Planeta Tierra.
Tras la celebración
del denominado día de “La Hispanidad”, de significados varios según los
diversos y hasta contrapuestos balances que se hicieran en la última década del
siglo XX, con motivo de los 500 años de aquel 12 de Octubre de 1492, ahora, en la segunda
década del siglo XXI, Federico Mayor Zaragoza pide, insistentemente, desarrollar
nuestra capacidad “puente”, es decir, nuestra capacidad de diálogo, propuestas
y negociación para alcanzar y materializar una Nueva Sociedad en el Horizonte
de la Comunidad Humana Mundial.
La imagen del
puente no es el sentido lúdico de la festividad que se une al fin de semana y
que se celebra con despliegue político-militar o con recepciones civiles,
incluso en Consulados y Embajadas. La imagen del “puente” en la filósofa
malagueña María Zambrano, que señalara a la realidad histórica como objeto de
investigación, significa unir dos orillas, contemplar el río que nos une,
dialogar, encontrarse.
Por ello, tal vez
con gran sentido histórico, Mayor Zaragoza nos propone algunos objetivos a
distintas escalas:
A escala mundial:
Reducir rápidamente el riesgo de puntos de
no retorno en procesos potencialmente irreversibles, especialmente
sociales y medioambientales. Es responsabilidad
esencial inter-generacional la convocatoria de una sesión extraordinaria
de la Asamblea General de las Naciones Unidas con el fin, ante la
emergencia planetaria a que hacemos frente, de adoptar las medidas
oportunas, al mismo tiempo que se decide la "hoja de ruta" para
la reforma en profundidad del Sistema de las Naciones Unidas.
Reforma de las Naciones Unidas:
una Asamblea General con un 50% de representantes de Estados, otro 50% de
instituciones de la sociedad civil, así como tres Consejos Ejecutivos -de
Seguridad, para conflictos y catástrofes; Socioeconómico; y
Medioambiental, para cuestiones de salud y medioambiente- sin veto pero
con voto ponderado, con la participación y representación que le
proporcionen la autoridad moral y funcional que en estos momentos es
imprescindible.
Disolución de los grupos plutocráticos y
restablecimiento (establecimiento) de un eficaz sistema multilateral.
La sustitución del multilateralismo democrático por grupos plutocráticos
de 6, 7, 8... países (G6, G7, G8... G20) ha sido, como era previsible, un
auténtico desastre, determinando a una crisis sistémica sin precedentes.
"Nosotros, los pueblos...." debemos, ahora que podemos,
reclamar, con un gran clamor mundial, su desaparición y el
restablecimiento del multilateralismo.
Poner término a los últimos coletazos de la
crisis sistémica impulsada por los Republicanos de los
Estados Unidos, que sustituyeron los principios democráticos (justicia,
igualdad, libertad, solidaridad) por las leyes del mercado, y el
multilateralismo por grupos plutocráticos, cuyo estruendoso fracaso en la
pretensión de suplir a las Naciones Unidas está a la vista.
Desarme nuclear: es
urgentísimo y debería favorecerse una gran movilización popular en el
ciberespacio que termine con esta terrible "espada de
Damocles".
Terminación de los tráficos mafiosos a
escala supra-nacional: tráficos de armas, drogas, personas...
Regulación del tráfico y consumo de drogas, cuyo altísimo precio carece de
efectos disuasorios, considerándose en adelante, al igual que pasa con el
alcohol y el tabaco, un problema sanitario y no de seguridad.
Remodelación de los sistemas económicos,
con establecimiento de los mecanismos de regulación global que proceda, la
inmediata desaparición de los paraísos fiscales, sin excepción, y la
transición desde una economía de especulación, deslocalización productiva
y guerra a una economía de desarrollo global sostenible y humano que
permita poner fin a la explotación, a los desgarros sociales, a la pobreza
extrema, a la muerte por inanición... que hoy ensombrecen la dignidad de
la especie humana en su conjunto.
Promover el adecuado y ágil funcionamiento
de las "asociaciones regionales",
como la Unión Europea, la CELAC, la OUA... para facilitar de este modo la
gobernación mundial.
Mayor Zaragoza, insiste además de forma reiterada en la ayuda urgente
al desarrollo humano y sostenible como una clara prioridad, con el fin de
encauzar de momento y prevenir después los grandes flujos de emigrantes que
aspiran a hallar en otros países más prósperos una situación mejor que la de
los países de origen, en donde se mueren de hambre.
De hecho, no se canso de repetir que cada día mueren de hambre más de
20 mil personas, la mayoría de ellas niñas y niños de 1 a 5 años, al tiempo que
se invierten 3.000 millones de dólares en gastos militares y armamento.
El "Desarme para el desarrollo" es una de las principales
soluciones a la que se oponen los grandes productores de armamento y las
ambiciones hegemónicas de algunos países o partidos. Sin embargo, constituiría
una solución razonable, ya que no disminuiría la seguridad y se facilitaría una
vida digna a todos en sus propios países.
Las otras propuestas a escala europea y española son:
A escala europea:
Reforma de los tratados de la UE,
fortaleciendo la unión económica y política que no precedieron a la Unión
monetaria.
Si en las elecciones al Parlamento
europeo no votan más del 60% de la población electoral de cada país,
no deberían ser designados parlamentarios...
Federación política, económica y fiscal.
Autonomía en materia de seguridad,
sustituyendo la OTAN, cuya vigencia después de la desaparición del Pacto
de Varsovia no está justificada y cuesta a Europa cantidades totalmente
desmesuradas, y dejar de adquirir material bélico innecesario y propio,
además, de guerras pretéritas.
Equilibrada relocalización industrial.
Incentivos para la I+D+i
Aplazamiento razonable de los plazos de
reducción del déficity regulación de los flujos financieros.
Reposición de los principios democráticos
para orientar las actitudes de la Unión, favoreciendo el pluralismo
cultural, étnico, ideológico y religioso como base de la convivencia
armónica, situando a la justicia social en el centro mismo de la política
comunitaria, salvaguardando siempre los medios necesarios para la educación,
el conocimiento y la salud, y, a través de los incentivos necesarios, el
trabajo para todos, conscientes de la nueva naturaleza del mismo, como
consecuencia de la deslocalización, automatización, robotización y las
nuevas tecnologías de la información y la comunicación. (Ver proyecto:
"Declaración Universal de la Democracia"-, que cuenta ya con el
apoyo de personas de gran prestigio). Consultar: https://declaraciondemocracia.wordpress.com/declaracion-democracia-2/
A escala española:
Reforma de la Ley Electoral,
impostergable para no seguir manteniendo la situación actual, que conlleve
un sentimiento de precariedad representativa de la voluntad de todos los
españoles.
Reforma de la Constitución
(en especial el título 8º), estableciendo un Sistema Federal y permitiendo
una gran autonomía. La Constitución no sólo deberá ponerse al día
serenamente sino que debe aparecer como solución y no como problema, como
la Carta Magna de un Estado donde quepan todos los españoles con una gran
capacidad de autogobierno y unos principios comunes bien establecidos y
generalmente aceptados.
Independencia de los poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, estableciendo los
mecanismos correctores necesarios que permitan, en caso de mayoría
parlamentaria, asegurar el papel de las minorías y de la sociedad civil,
con un impecable comportamiento democrático.
Fomento y defensa de la educación, la
sanidad y la I+D+i como cuestiones supra-partidos políticos a
los cuales se están aplicando unos recortes de consecuencias inaceptables
y contrarias a una calidad de vida propia de la igual dignidad
humana.
Relocalización ponderada de la producción
exterior.
Poner en práctica un gran proyecto de
turismo y residencia hacia y en España, sacando partido a la
longevidad y a las inigualables características humanas, culturales,
climatológicas, naturales, gastronómicas... de la Península y de sus dos
archipiélagos.
Fomento de energías renovables.
Medidas rápidas y severas que penalicen la
insolidaridad tributaria y la evasión fiscal.
Iniciativas para el trabajo autónomo y de
las pymes.
Compromiso de desarrollar la Ley de
Memoria Histórica. Creación de la Comisión de la Verdad.
Gran movilización de la
"capacidad-puente" española, por sus
insólitos antecedentes, con África, los países árabes y, desde luego,
América Latina.
El planteamiento de las propuestas no sólo llevan el sello personal de Mayor Zaragoza sino que transcriben la trayectoria y la constancia de la propia Fundación "Cultura y Paz".
¿Qué podríamos añadir?
Quizás un punto, para celebrar mejor la solidaridad internacional, además de desear que se alcancen los objetivos propuestos
12.Garantía de los derechos fundamentales, que deben revisarse en el conjunto del
Título I de la Constitución de 1978, incorporando el valor de la
interculturalidad como valor superior, junto a la libertad, la justicia, la
igualdad y el pluralismo político (del art. 1, 1. en el Título Preliminar).
Parecía imposible. He estado esperando ver una Buena Noticia. El contexto que vivimos es de III Guerra Mundial... Pero, tras la larga espera me encuentro por fin con una excelente noticia que ha sido objeto de mi más reciente aportación a España Buenas Noticias. ¿Cuál es esa noticia? Un aporte valioso a la salud global y al desarrollo humano.
la excelente noticia es la siguiente: “Tres investigadores
ganaron… el Premio Nobel de Fisiología o Medicina por desarrollar nuevos
tratamientos contra enfermedades parasitarias que afectan a millones de
personas”. Es una noticia que nos fortalece, no en el combate bélico ni el despliegue armamentístico de unos y otros sino en la lucha real y efectiva
en favor de la salud global. ¿A quién se combate? A un frente de tres enfermedades: la malaria (o paludismo), la elefantiasis y la oncocercosis
– tres enfermedades relacionadas con la pobreza que, como dicen Antoni
Plasència y Javier Solana, lastran el desarrollo económico y social de buena
parte de la población mundial.
La malaria o paludismo (de “mal aire” o, del latín palus, ciénaga, en donde
proliferan –como en marismas- los mosquitos transmisores-), sabemos que ha
hecho y sigue haciendo estragos: más de 600.000 muertes en 2012 y más de 200
millones de enfermos, afecta gravemente a niños menores de cinco años y mujeres
embarazadas.
La elefantiasis me llamaba a mí la
atención, allá por los años 70, por la similitud con los elefantes de las
piernas y los pies humanos por causa de filarias que obstruyen los vasos
linfáticos.
La oncocercosis, descubierta hace un siglo,
es transmitida por algunas especies de moscas negras, produce lesiones graves
en la piel y los ojos e incluso es causa de ceguera.
Vamos muy lentos pero podemos seguir avanzando en pro de la salud global de la
Comunidad Humana.
Conviene constatar que los descubrimientos actuales se remontan a exigencias propias del Vietnam
en la década de los 60 y que Mao, en China, en puertas del 70 creara un ámplio
programa secreto de investigación. Entonces, Tu Youyou fue nombrada jefa del proyecto del Instituto de
Materia Médica China, en Pekín… En 1979 ya se publicó un primer estudio
científico en inglés describiendo los resultados del compuesto (artemisia annua) una vez perfeccionado
el experimento de la extracción derivada de cocer plantas de ajenjo chino….
¡Hasta hoy!
¿Qué ha retrasado tanto el reconocimiento internacional? Tal vez los intereses de las multinacionales de la venta de fármacos. Algo parecido ocurre con el retraso del desarme nuclear y la paz. Por eso, precisamente, también decimos a voz en grito que no hay más tiempo que perder - me uno al grito de Javier Solana, del día 2 de octubre
- respecto a los conflictos de Siria y el Oriente Medio y respecto al drama de los refugiados. Vamos muy lentos... pero no perdemos la esperanza, que siempre nos fortalece a pesar de la cruda y tozuda realidad negativa.
El Premio Nobel de Medicina a Tu Youyou, a Wiliam Campell y a Satoshi
Omura es una excelente noticia para seguir caminando hacia el horizonte de la
salud global de la Comunidad Humana.
Dijo Juan Antonio Carrillo Donaire, en su lección inaugural del curso 2015/2016, que comparte una afirmación y advertencia de Bertrand Russell anterior a la segunda guerra mundial: la única protección eficaz contra los radicalismos y contra los llamamientos demagógicos al odio es la Educación.
Comparto yo con Juan Antonio que la Educación es el mejor camino para profundizar en la Democracia y en la progresiva realización de un mundo en el que los seres humanos, sin distinción ni discriminación alguna, puedan disfrutar de la dignidad que les es inherente. El tema pasa a primera página de la actualidad ante movimientos migratorios que causan el hambre y las guerras y que exigen de la Unión Europea una respuesta conforme a Derecho.
En estos días, en un debate abierto en internet dentro del grupo del humanismo del siglo XXI, he invocado la tradición grecolatina y anteriores raíces culturales varias para acentuar el sentido de la Comunidad Humana, pues como dice Cicerón en su Libro I de Las Leyes, cuando uno intenta conocerse a sí mismo, cuando el espíritu conoce y cultiva las virtudes, cuando se siente unido a los suyos y a los demás; cuando contempla el cielo, las tierras, los mares, y toda la naturaleza...., se reconoce uno a sí mismo no como habitante de un determinado lugar, rodeado de las murallas de la ciudad, sino como ciudadano del mundo entero, visto como una sola ciudad... Y eso, precisamente eso, no el ser tal o cual y de tal o cual lugar excelso del mundo, es realmente extraordinario y "divino". Eso, precisamente eso, se lo debemos a la sabiduría, al amor de la verdad y de la razón, a la reflexión coherente. Eso, aunque no sea todo..., es maravilloso... y no tiene precio, y es valiosísimo para el presente y el futuro de la Comunidad Humana. En realidad, no sólo somos seres en el mundo sino que estamos haciendo historia en el tiempo. No estamos al final de la Historia. Estamos en los inicios. Tiempo al tiempo.
La lección inaugural de la Universidad Loyola, en Sevilla, llevaba por título "Libertad de expresión y discurso del odio: la construcción de la tolerancia". Consta de diez puntos: 1. La libertad de expresión en un mundo globalizado (lo que implica una reflexión sobre la democracia); 2. Los discursos del odio y, en particular, el anti-religioso (con el fin de combatir, desde la defensa de los derechos humanos, cualquier intento de estigmatización en contra de la dignidad humana); 3. Discursos del odio de inspiración religiosa (puesto que tampoco la libertad religiosa puede ni debe considerarse ilimitada); 4. Los modelos norteamericano y europeo (entre la tolerancia y las restricciones); 5. La protección penal frente al odio; 6. El miedo al terrorismo (punto de inflexión jurisprudencial); 7. La posición del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (con la justificación de ciertas restricciones en la libertad de expresión cuando es provocativa y vulnera el sentido constructivo de la tolerancia); 8. Las respuestas de Naciones Unidas (contra difamaciones religiosas); 9. La construcción de la Tolerancia (como respeto, aceptación y (lo que implica instalar el ideal de la igualdad en el ideal de la libertad).
Concluye Juan Antonio Carrillo la excelente reflexión afirmando lo siguiente: "ODIO E IGUALDAD SON CONCEPTOS ANTAGÓNICOS, SI NO NOS TRATAMOS COMO IGUALES, NUNCA SEREMOS LIBRES". Una afirmación clave para seguir en el camino y el reto de una Nueva Humanidad.
"Estem en festes" es una frase que suele reiterarse a todas horas y en toda circunstancia, desde el inicio de las fiestas en Ontinyent (Valencia) con la entrada de las bandas de música que culminará con la marcha mora más emblemática y singular que lleva por título "Ximo". Pero este año 2015, viendo la entrada de moros y cristianos, el viernes 21 de agosto, como estaba rodeado familiarmente de muy distintos mundos y latitudes, me preguntaba qué entresacar como verdad o ideal a transmitir más allá de la realidad tal cual -cromática, festiva y sonora- aparecía ante nuestros ojos, locales pero cada vez más universales.
La primera verdad es que los ejércitos "cristiano" y "moro" ya no son ejércitos sino comparsas de festeros. Mientras se sigue matando, luchando, ejecutando o bombardeando, en otros lugares, aquí se está de fiestas, uniendo los signos de la cruz y la media luna -con alguna que otra estrella-. Parece como si dijéramos que todos somos tan "brutos" como los demás pero tan "humanos" y "acogedores" como los demás. Esa verdad quizás habite realmente en "otra parte" y no esté conviviendo en la calle pero es una idea que tiene su propia fuerza y que suele encarnarse en familia, sobre todo si hay quienes han viajado, o han formado pareja "Erasmus", o incluso han aceptado el reto intercultural negroafricano e islámico -desde una ética laica comprometida- o, todavía más, han viajado hasta conseguir una niña china.
"Ama y haz lo que quieras", decía Agustín -considerado santo-. Es como decir: "el amor guíe tus pasos y acciones". Eso habría que decir a judíos, islámicos, cristianos, budistas, .... o laicistas -quitando fundamentalismos e irritaciones bélicas-. Eso es lo que nos conviene llevar a la práctica a todas las personas humanas en vez de seguir creando conflictos y levantando muros y vallas para impedir la convivencia, el diálogo y el intercambio físico, psíquico y espiritual.
No son ejércitos ni los cruzados, ni los contrabandistas, ni los fontanos, ni los "almogavers", ni los "asturs", ni los labradores, ni los marineros -donde tengo algunos amigos de pandilla juvenil-, ni los bucaneros, ni los estudiantes - ahora rejuvenecidos-, ni los temibles guzmanes, ni los arqueros, ni los "Cides". Pero tampoco son ejércitos ni los "Benimerins", ni los abencerrajes, ni los kábilas -riquitos empresarios-, ni los viejos moros españoles, ni los noveles sauditas, ni los mudéjares -amantes de la mixtura- ni los "taifas", ni los moros berberiscos, ni los clásicos moros marinos, ni los chanos, ni los omeyas, ni los mozárabes -de tanto arraigo en nuestros pueblos-.Todos, unos y otros son comparsas formadas por festeros y festeras - ya que el arcaico "machismo" se ha visto desbordado por la feminidad.
Con mucha vistosidad y barroquismo efímero, las fiestas de moros y cristianos vienen a decirnos que lo que fue, en su violencia ideológica y estructural o social, ya no tiene sentido y que merece la pena la convivencia y la hermandad, es decir, la concordia y el diálogo frente a la discordia y el terrorismo venga de donde venga.
En respuesta a las
reflexiones prácticas y comprometidas del Papa Francisco en América Latina, el II
Encuentro Mundial de Movimientos Populares, ha producido en la Carta de Santa Cruz, de Bolivia, el siguiente Comunicado:
Foto de Lidyane Ponciano
Las organizaciones sociales reunidas en el Segundo Encuentro
Mundial de Movimientos Populares, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, durante
los días 7, 8 y 9 de julio de 2015, coincidimos con el Papa Francisco en que la
problemática social y ambiental emergen como dos caras de la misma moneda. Un
sistema que no puede brindar tierra, techo y trabajo para todos, que socava la
paz entre las personas y amenaza la propia subsistencia de la Madre Tierra, no
puede seguir rigiendo el destino del planeta.
Debemos superar un modelo social, político, económico y cultural
donde el mercado y el dinero se han convertido en el eje regulador de las
relaciones humanas en todos los niveles.
Nuestro grito, el de los más postergados y marginados, obliga a
que los poderosos comprendan que así, no se puede seguir. Los pobres del mundo
se han levantado contra la exclusión social que sufren día a día. No queremos
explotar ni ser explotados. No queremos excluir ni ser excluidos. Queremos
construir un modo de vida en el que la dignidad se alce por encima de todas las
cosas. Por eso, nos comprometemos a:
1. Impulsar y profundizar el proceso de cambio
Reafirmamos nuestro compromiso con los procesos de cambio y
liberación como resultado de la acción de los pueblos organizados, que desde su
memoria colectiva toman la historia en sus manos y se deciden a transformarla,
para dar vida a las esperanzas y las utopías que nos convocan a revolucionar
las estructuras más profundas de opresión, dominación, colonización y
explotación.
2. Vivir bien en armonía con la Madre Tierra
Seguiremos luchando para defender y proteger a la Madre Tierra,
promoviendo la "ecología integral" de la que habla el Papa Francisco.
Somos fieles a la filosofía ancestral del "Vivir Bien", nuevo orden
de vida que propone armonía y equilibrio en las relaciones entre los seres
humanos y entre éstos y la naturaleza.
La tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la tierra.
Debemos cuidarla y labrarla en beneficio de todos. Queremos leyes
medioambientales en todos los países en función del cuidado de los bienes
comunes.
Exigimos la reparación histórica y un marco jurídico que
resguarde los derechos de los pueblos indígenas a nivel nacional e
internacional, promoviendo un diálogo sincero a fin de superar los diversos y
múltiples conflictos que atraviesan los pueblos indígenas, originarios,
campesinos y afro-descendientes.
3. Defender el trabajo digno
Nos comprometemos a luchar por la defensa del trabajo como
derecho humano. Por la creación de fuentes de trabajo digno, por el diseño e
implementación de políticas que restituyan todos los derechos laborales
eliminados por el capitalismo neoliberal, tales como los sistemas de seguridad
social, de jubilación y el derecho a la sindicalización. Rechazamos la
precarización, la tercerización y buscamos que se supere la informalidad a
través de la inclusión, nunca con persecución ni represión.
Asimismo, levantamos la causa de los migrantes, desplazados y
refugiados. Instamos a los gobiernos de los países ricos a que deroguen todas
aquellas normas que promueven un trato discriminatorio contra ellos y
establezcan formas de regulación que eliminen el trabajo esclavo, la trata, el
tráfico de personas y la explotación infantil.
Impulsaremos formas alternativas de economía, tanto en áreas
urbanas como en zonas rurales. Queremos una economía popular y social
comunitaria que resguarde la vida de las comunidades y en la que prevalezca la
solidaridad por sobre el lucro. Para esto es necesario que los gobiernos
fortalezcan los esfuerzos que emergen de las bases sociales.
4. Mejorar nuestros barrios y construir viviendas dignas
Denunciamos la especulación y mercantilización de los terrenos y
los bienes urbanos. Rechazamos los desalojos forzosos, el éxodo rural y el
crecimiento de los barrios marginados. Rechazamos cualquier tipo de persecución
judicial contra quienes luchan por una casa para su familia, porque entendemos
a la vivienda como un derecho humano básico, el cual debe ser de carácter
universal. Exigimos políticas públicas participativas que garanticen el derecho
a la vivienda, la integración urbana de los barrios marginados y el acceso
integral al hábitat para edificar hogares con seguridad y dignidad.
5. Defender la Tierra y la soberanía alimentaria
Promovemos la reforma agraria integral para distribuir la tierra
de manera justa y equitativa. Llamamos la atención de los pueblos sobre el
surgimiento de nuevas formas de acumulación y especulación de la tierra y el
territorio como mercancía, vinculadas al agro-negocio, que promueve el
monocultivo destruyendo la biodiversidad, consumiendo y contaminando el agua,
desplazando poblaciones campesinas y utilizando agro-tóxicos que contaminan los
alimentos.
Reafirmamos nuestra lucha por la eliminación definitiva del
hambre, la defensa de la soberanía alimentaria y la producción de alimentos
sanos. Asimismo rechazamos enfáticamente la propiedad privada de semillas por
grandes grupos agroindustriales, así como la introducción de productos
transgénicos en sustitución de los nativos, debido a que destruyen la
reproducción de la vida y la biodiversidad, crean dependencia alimentaria y
causan efectos irreversibles sobre la salud humana y el medio ambiente. De
igual manera, reafirmamos la defensa de los conocimientos tradicionales de los
pueblos indígenas sobre la agricultura sustentable.
6. Construir la paz y la cultura del encuentro
Nos comprometemos, desde la vocación pacífica de nuestros
pueblos a intensificar las acciones colectivas que garanticen la paz entre
todas las personas, pueblos, religiones, etnias y culturas. Reafirmamos la
pluralidad de nuestras identidades culturales y tradiciones que deben convivir
armónicamente sin que unas sometan a otras. Nos levantamos en contra de la
criminalización de nuestra lucha, pues están criminalizando nuestras
costumbres.
Condenamos cualquier tipo de agresión militar y nos movilizamos
por el cese inmediato de todas las guerras y de las acciones desestabilizadoras
o golpes de Estado, que atentan contra la democracia y la elección de los
pueblos libres. Rechazamos el imperialismo y las nuevas formas de colonialismo,
sean militares, financieras o mediáticas. Nos pronunciamos contra la impunidad
de los poderosos y a favor de la libertad de los luchadores sociales.
7. Combatir la discriminación
Nos comprometemos a luchar contra cualquier forma de
discriminación entre los seres humanos, sea por diferencias étnicas, color de
la piel, género, origen, edad, religión u orientación sexual. Todos nosotros,
mujeres y hombres, debemos tener los mismos derechos.
Condenamos el machismo, cualquier forma de violencia contra la
mujer, en particular los femicidios, y gritamos ¡Ni una menos!
8. Promover la libertad de expresión
Promovemos el desarrollo de medios de comunicación alternativos,
populares y comunitarios, frente al avance de los monopolios mediáticos que
ocultan la verdad. El acceso a la información y la libertad de expresión son
derechos de los pueblos y fundamento de cualquier sociedad que se pretenda
democrática, libre y soberana.
La protesta es también una legítima forma de expresión popular.
Es un derecho y quienes lo ejercemos no debemos ser perseguidos por ello.
9. Poner la ciencia y tecnología al servicio de los pueblos
Nos comprometemos a luchar para que la ciencia y el conocimiento
sean utilizados al servicio del bienestar de los pueblos. Ciencia y
conocimiento son conquistas de toda la humanidad y no pueden estar al servicio
de la ganancia, explotación, manipulación o acumulación de riquezas por parte
de algunos grupos. Persuadimos a que las universidades se llenen de pueblo y
sus conocimientos estén orientados a resolver los problemas estructurales más
que a generar riquezas para las grandes corporaciones. A denunciar y controlar
a las multinacionales farmacéuticas que por un lado, lucran con la expropiación
de conocimientos milenarios de los pueblos originarios y, por el otro,
especulan y generan ganancias con la salud de millones de personas, poniendo el
negocio por delante de la vida.
10. Rechazamos el consumismo y defendemos la solidaridad como
proyecto de vida
Defendemos la solidaridad como proyecto de vida personal y
colectivo. Nos comprometemos a luchar contra el individualismo, la ambición, la
envidia y la codicia que anidan en nuestras sociedades y muchas veces en
nosotros mismos. Trabajaremos incansablemente para erradicar el consumismo y la
cultura del descarte.
¡Seguiremos trabajando para construir puentes entre los pueblos,
que nos permitan derribar los muros de la exclusión y la explotación!
Mora Galiana, J. Doctor en Filosofía, profesor de Filosofía del Derecho en la UPO de Sevilla, hasta 2012. Investigador en Humanidades, y DEA en Pensamiento Político, fué Delegado de Cultura de Andalucía en Huelva (de 1983 a 1992); Secretario Técnico del Consejo Social de la UHU (de 1994-2000) y Dtor General de Asuntos Sociales de Andalucía(de 2000 a 2005). En 2007 fue Secretario del Comité Científico del I Congreso Internacional África Occidente (en la Universidad de Huelva). En 2010, ha sido el Presidente del II Congreso África Occidente.
En Octubre de 2009, junto con Juan Antonio Senent de Frutos y Raúl Fornet Betancourt, formó el Comité Científico del "Congreso Internacional Ignacio Ellacuría". En 2011, invitado por la UNISINOS de Porto Alegre, departió sobre Filosofía de la Liberación y Derechos Humanos en el XII Corredor de Ideas del Cono Sur. En 2012 publicó Filosofía Política y Derechos Humanos (vol. III de La Praxis Política objeto de la Filosofía, desde Ignacio Ellacuría).
Con Juan Fco. Ojeda y Joan Tort i Donada, ha aportado también "¿Un proyecto para España?" en el libro GEOGRAFÍAS PARA UN ESTADO POSTMODERNO (AGE, Madrid, 2019)