
Había, pues, que pronunciarse a favor del derecho de ese pueblo, cuyas raíces nos remiten a los pueblos antepasados que habitaron una tierra verde, con ríos de agua, y rutas del África Negra hacia el Norte. No se olvide: hace 35 años, en un contexto de "tránsito" en España, el rey de Marruecos organiza la "Marcha Verde" y ocupa el territorio del Sahara Occidental... (el 6/XI/1975 el rey Hasan II lanza la "Marcha Verde" en toda regla y con los correspondientes apoyos).
Hoy, tras aquella negrura, hoy, cuando el Sahara occidental es puro y duro desierto pero abierto al mar y con riqueza subterránea, todo resulta ya demasiado tarde. Ahora bien, con todo el respeto internacional a Francia, a España y a Marruecos; con todo el respeto hacia Europa y
hacia los EEUU, potencia predominante en la estrategia mundial, habrá que evitar la guerra y reconocer de una vez, efectivamente, el derecho a la libertad y autodeterminación del pueblo saharaui.

¿Para qué entonces la ONU?
Lo que no se puede ni se debe tolerar es que, una vez más, los señores de la guerra, abran un nuevo frente de conflictos sin cerrar siquiera ninguno de los abiertos hasta ahora. La escusa es también muy clara: las mafias del desierto, la posible creación de un Estado fallido y débil, sin apenas población y con fronteras inabarcables -apetecibles, sin duda, para el terrorismo internacional-.
En 1976, España cedió el Sahara a Marruecos y a Mauritania. Pero nació la República Árabe Saharaui Democrática. El Frente Polisario declaró la guerra. En 1978, año de la Constitución Democrática en España, el Frente Polisario firmó la paz con Mauritania. En 1981, Marruecos aceptó un referendum de autodeterminación. La Comisión de Descolonización de Naciones Unidas aprobó una Resolución para hacer efectiva la autodeterminación, que sigue en el limbo. ¿Por qué?
En el 92, fecha mágica, tras un alto el fuego en 1991, se establece, para el 26 de enero el referendum. ¿Qué pasa entonces? Que el proceso se bloquea por problemas en la elaboración de los censos. El año 2000, el Consejo de Seguridad suspende de nuevo el referendum... ¿A qué atenerse entonces?
¿Por qué no la defensa de los derechos humanos? ¿Por qué no la transparencia? Porque Marruecos quiere una Comunidad Autónoma a la Andaluza, en su Reino. Pero... ¿está el Reino de Marruecos dispuesto a ser coherente y respetar los derechos humanos?
Como dice el profesor Pablo Antonio Fernández Sánchez, "se les puede preguntar a los saharauis si quieren la independencia o la integración con Marruecos o, por qué no, su integración con Mauritania o con España... España no molesta a Marruecos si reclama la protección de los derechos humanos, si reclama libertad de prensa o si reclama que el Consejo de Seguridad y el Consejo de la Unión Europea tomen cartas en el asunto. Si Marruecos no sabe gestionar una pequeñez de una protesta ciudadana, con garantías humanitarias, es que no sabrá gestionar tampoco una autonomía con la que pretende engañar al mundo" (Ver Diario de Sevilla, domingo 21/XI/2010, pág. de opinión, 4).
Mantengamos firmes la defensa de los derechos humanos. No se trata de sentimentalismo. Va en ello la vida de las personas.
José Mora Galiana