
Santiago, testigo sapiencial, nos dejó una Carta de gran sentido universal, cuyo contenido va destinado a todas las comunidades humanas. Su mensaje: el amor al prójimo, es decir, el respeto al otro, la solidaridad con la otra persona en tanto que distinta de nosotros; la Ley Divina del Amor, no asumida ni por judíos, ni por cristianos, ni por musulmanes.
Habla, en primer lugar, de ciertas exigencias: 1) escucha y rectitud; 2) mirar por los más necesitados (viudas y huérfanos en su contexto judío); 3) igualdad frente a favoritismos y frente a la acepción de personas; 4) opción preferente por los pobres (2, 5-7); y prioridad de las obras sobre la fe (2, 14-26). Concluye: "la fe sin obras es un cadáver".
En el capítulo 3 de la Carta se refiere al Maestro (Jesús) y al verdadero saber (hacer el bien). Crítica a los que hablan mucho (a la "sin hueso") y a los que se consideran maestros o alardean de tales. Critica, pues, la vanagloria. Analógicamente, viene a la mente en este punto Sócrates, el filósofo griego: ¿quién de vosotros es docto y sabio? -pregunta. Y añade: "Pues demuestre el sabio, con su buena conducta, que actúa como tal, sin violencia... de lo contrario, que deje de presumir y engañar a costa de la verdad" (3, 13-14).
En los capítulos 4 y 5 trata el tema de la ambición y la injusticia. Se pregunta de dónde surgen las guerras y las luchas intestinas. E indica que surgen de los apetitos agresivos, de la envidia, del despecho y de la obsesión en satisfacer solamente las propias apetencias.... Por ello pide la conversión del corazón (4, 8); no juzgar al prójimo (4, 12); y no jactarse de negocios y riquezas, puesto que los salarios defraudados por los explotadores claman al cielo en pro de la Justicia ( 5, 1-6).
Termina Santiago su Carta con algunas recomendaciones:
1) reforzar el ánimo y no perder la paciencia.
2) ser compasivo y misericordioso.
3) no jurar ni por el cielo ni por la tierra, sino tener palabra y cumplirla.
4) ser personas de oración y fortaleza interior.
5) andar rectamente y enderezar los pasos torcidos propios y ajenos.
¿Este es el camino que nos indica Santiago? ¿Se corresponde con la realidad que se nos transmite de él? ¿Qué sentido tiene hoy hacer el camino de Santiago?
Sin comentarios.
No obstante, me gustaría recibir comentarios al respecto. De todos modos, lo principal parece claro: las obras muestran lo que uno es. "Obras son amores y no buenas razones".
José Mora Galiana