jueves, 21 de marzo de 2013

DÍA DE LA IGUALDAD CONTRA EL RACISMO

 
     En el Día Internacional contra el Racismo y la Xenofobia me han enriquecido sobremanera dos actividades: una, la preparación del III Congreso África Occidente, a celebrar en Nairobi (Kenia), en octubre de este año 2013; la segunda, la manifestación de la Plataforma por una Sanidad Universal, que ha organizado "en red" una caravana festiva a favor de los derechos humanos y la igualdad frente al Decreto Ley 16/2012 que niega la atención sanitaria integral -entre otros colectivos- a los inmigrantes que no tengan regularizada su situación.
 
     Somos pocos los que defendemos el desarrollo integral frente al crecimiento unidimensional económico, especulativo y elitista, pero tenemos voluntad de hierro. Nuestro pensamiento crítico se considera débil pero tiene la fortaleza del Derecho y la Razón, pues se sustenta en un dicho humanista: MAGIS RATIO QUAM VIS, que quiere decir en argot castellano: MÁS CULTURA Y MENOS FUERZA BRUTA.
 
     Somos débiles y pocos los que nos manifestamos en favor de los derechos humanos y la igualdad ante la Ley de Leyes, que es la Constitución. Pero, en un mundo global son multitud los que participan de esa exigencia y esperanza. Pues ningún parlamento, ningún gobierno, ningún poder judicial puede dictar normas, ni firmarlas, ni ratificarlas, en contra de los actos positivos favorables a los seres humanos, y menos contra los derechos humanos recogidos en la Declaración Universal de 1948 que deben inspirar intencionalmente toda legislación y que han de marcar la pauta de la hermeneutica jurídica  en la aplicación práctica del Derecho.
 
     Consecuentes con ello: un grupo multicolor y multiétnico, nos hemos unido para lo siguiente:
 
     1) Defender y promover la salud de toda la ciudadanía, sin distinción alguna
     2) Vigilar, defender e intervenir en cada situación que ponga en riesgo la atención sanitaria que necesite algún ciudadano o ciudadana, que viva en nuestra comunidad.
 
     La interculturalidad empuja a transformar nuestros puntos de vista para favorecer la convivencia, el diálogo y el entendimiento en contra de todo tipo de discriminación e injusticia estructural o sistémica.
 
     Inteligencia, valor y corazón son nuestra fuerza.

jueves, 14 de marzo de 2013

EN RECUERDO DE ROSARIO VALPUESTA


José Emilio Palacios Esteban, un buen amigo "senior", se ha dirigido a la Comunidad Universitaria y, más concretamente, al profesorado de la Universidad Pablo de Olavide (de Sevilla), con sentido, afecto y reconocimiento hacia la que fuera una genial Rectora, que supo afrontar momentos especialmente difíciles con voluntad, inteligencia y solidaridad, incluso con personas inmigrantes.

Queridos cmpañeros (dice): La noticia del fallecimiento de Rosario Valpuesta me ha causado profundo dolor y un sentimiento de vacío. Fui testigo privilegiado de lo mucho que hizo y le debemos al poner en marcha nuestra Universidad y, en concreto, el Departamento de Trabajo Social del que fui Director. Desde mi agradecimiento tanto como desde mi afecto hacia ella, siento la necesidad y la obligación de evocar en estos momentos su compromiso -por convicción y por sensibilidad- con la igualdad y la justicia social. Se sentía orgullosa de presidir una Universidad con el nombre de un ilustrado y su consiguiete lucha por la emancipación de las tiranías pasadas y presentes que contra toda razón nos atenanzan. Creo que el mejor homenaje que le podemos dedicar, como Universidad Pública que no pronuncie en vano el nombre de Pablo de Olavide, es mantener ese espíritu, ahora más que nunca, cuando nos sentimos tan secuestrados por los mercados o, poniendo un ejemplo sintomático y de hiriente actualidad, por colectivos de notables, religiosos o laicos, jugando con recetas y papeletas de humo, encerrados a cal y canto en sus maravillosas urnas de arte y alejados de la realidad en la que vivimos la multitud de los seres humanos.
 
Por mi parte, cuando el actual Rector nos transmitió la noticia, le contesté de inmediato en los términos que a continuación transcribo.
 
Estimado Rector: Conocí de cerca, y en momentos importantes, a Rosario Valpuesta. Me uno a sus sentimientos y lamento tan importante pérdida. Ojalá ella sea un constante referente para la Comunidad Universitaria. No debiera perderse el doctorado en el que ella trabajó, sobre Desarrollo y Derechos Humanos. Tampoco su espíritu de transformación e igualdad.
 Ruego transmita mi pesar a todos sus seres queridos.
 
 
 
 

 

martes, 12 de marzo de 2013

A LOS CATÓLICOS "SENIORS" ENCERRADOS BAJO LLAVE


Un grupo de antiguos colegas, con fortaleza y esperanza fuera de lo normal, me mandan la Carta que remitieron a los Cardenales antes del "Cónclave" y que confían remitir al nuevo Papa. Según ellos, el nuevo Papa debe responder a un determinado perfil. Me piden que transmita su idea y por eso transcribo la parte final de la carta que da el  “retrato robot” del papa que, según ellos, necesita la Iglesia en estos momentos:
 
1. Un hombre que haya despertado. Es decir un hombre de Dios, de oración y a ser posible de experiencia mística que le permita, por encima de la norma y el encorsetamiento canónico, mirar más allá de la curia, los dogmas, el Derecho y las convenciones para hacer caso al Espíritu, que “sopla donde quiere”.
2. Un hombre que sepa “estar” en el mundo sin “ser” del mundo: estar en el mundo con conocimiento del mismo. No un papa de gabinete, encerrado en su santuario y aislado de la vida. Tampoco un papa de viajes preparados en los que no acaba de salir de la burbuja y hablar con la gente real. Un papa que no sólo hable, sino que sepa escuchar y, sobre todo, que dialogue con la cultura actual.
3. Un hombre que sepa sonreír. El mundo necesita optimismo y esperanza frente a tantos catastrofismos.
4. Un hombre valiente, que no tenga miedo a las reformas. Se ha dicho que Benedicto XVI no ha podido hacer los cambios que pretendía en la curia y según expresión del director de L’Osservatore Romano que estaba “rodeado de lobos”. Hace faltar vigor espiritual y físico para emprender las reformas que necesita la Iglesia.
5. Un hombre del Vaticano II. A los cincuenta años del Concilio todos los especialistas serios afirman que hay asignaturas pendientes en su realización. La iglesia ha de volver a la plaza pública y recobrar los conceptos de Pueblo de Dios, de Ecumenismo, de Libertad, de independencia de los poderes públicos, de ofrecer el mensaje de Jesús sin imponerlo. Que no tenga miedo, si es necesario, de convocar un nuevo concilio. Y sobre todo que de importancia a la Colegialidad.
6. Un hombre con buena salud. Ni muy viejo ni muy joven. Psicológica y físicamente maduro con capacidad física y espiritual para afrontar los desafíos de un tiempo difícil.
7. Un hombre universal. Evitar que pertenezca a familia o movimiento religioso alguno, para que sea de todos. En todo caso, que perteneciera al Tercer Mundo, particularmente a América Latina donde vive casi la mitad de la catolicidad.
8. Un hombre humilde, porque cargo tan importante puede provocar orgullo, seguridad y prepotencia y sólo la humildad, la desaparición del yo, permitirá que Dios actué a través de él.
9. Un hombre amigo de los más pobres. Todas las bienaventuranzas se pueden resumir en “los pobres son evangelizados”. El nuevo papa debe tener en el corazón sobre todo el lado oscuro del planeta, el que no cuenta, el del hambre y la injusticia. Capaz tal vez de vivir en una casa más sencilla, de dejar de viajar como jefe de Estado y de tener embajadas en todo el mundo.
10. Un profeta que, a través de la lectura creyente de la realidad y con la fuerza del Espíritu, sea capaz de denunciar la injusticia y la vulneración -desgraciadamente tan frecuente hoy- de los derechos humanos por los poderes económicos y políticos de nuestro mundo, y proponer caminos de paz y de Vida para una ciudadanía global, para el Reino de Dios.
 
En realidad creo que hay dos o tres opciones: a) de continuidad; b) reformador moderado; c) de innovación. Yo preferiría la tercera, pero me parece casi imposible. ¿Acaso se aceptaría un Papa Negro que defendiera la Justicia y la Paz, desde los desposeidos?
 
Venía a decír esta mañana Hans Küng que si la Iglesia no quiere congelarse y pasar a ser una secta sin incidencia en el Mundo Global tendrá que salir de los esquemas teológicos de la Edad Media y recorrer el camino del ecumenismo, el diálogo y la apertura.
 
Para eso, aunque se contara con un reformador moderado, tendría que producirse un Concilio Vaticano III.
 
Ya vemos. ¡Ojalá la fumata negra sea indicio de un Papa Negro, qure ponga sobre la mesa la exigencia de la Justicia y la Paz!