martes, 29 de enero de 2013

CONSTRUCCIÓN DE LA COMUNIDAD HUMANA


          Para reducir la brecha entre ricos y pobres y para combatir desigualdades injustas, en 1967, se publicó la enciclica de Pablo VI Populorum Progressio. Según ese documento, el desarrollo humano debe ir dirigido a reducir desigualdades, combatir discriminaciones, liberar de esclavitudes, ser responsables de sí mismos y progresar éticamente. Hay, en el desarrollo, y también en la construcción de la Comunidad Humana, aspectos de progreso material, científico y técnico, pero también de responsabilidad y conciencia moral. Ese es nuestro problema actual: la Economía, la Ciencia y la Técnica progresan, pero sin demasiada Conciencia de servicio a la Comunidad Humana.
         
          Es injusticia estructural la explotación, el dominio, la economía de la guerra, y la mala y desigual distribución de la riqueza, de los bienes, y de los serivicos, destinados a todos. 
          Es injusticia estructural no marcar prioridades políticas de inversiones en infraestructuras de vertebración territorial, cohesión económica y cohesión social.
           El origen de la injusticia estructural está en hacer del lucro, de la acumulación dineraria, y de la dominación y explotación el principio fundamental de la actividad económica y del progreso como crecimiento. Pues esa tendencia unidimensional de poder, tendencia imperialista, provoca el subdesarrollo del otro y deshumaniza.
            Deshumanizan las dictaduras, deshumaniza el capitalismo neocon o neoliberal, y deshumaniza el capitalismo de Clan, de Tribu o de Estado... En consecuencia, las Entidades, las Organizaciones, los Partidos Políticos, las Instituciones y los Estados (Federados o no) y las Confederaciones, no deben sino ser instrumentos al servicio de la Comunidad Humana en las distintas escalas: desde lo local y regional  hasta lo comunitario, global o mundial.
          No habrá desarrollo humano, ni será posible construir la Comunidad Humana positivamente, sino se respetan todos los derechos de todas las personas (individuales, sociales, económicos, culturales y políticos), y si no se respetan todos los derechos de todos los pueblos, sin dominaciones ni esclavitudes.
          El camino es promover un Desarrollo Liberador e Integral de todos los pueblos y de todas las personas, sobre la base de la reformulación y actualización de los Derechos Humanos. Hay que pasar del temor, de la agresividad, de la indecisión y de la cobardía, a la confianza, a la solidaridad, a la voluntad racional y a la fortaleza. Se trata de revertir la Historia, de reconvertir el Mal Común en Bien Común, y la Injusticia Estructural en Justicia Distributiva. Esa es la esencia de nuestra mejor Tradición, eso es lo sustantivo de nuestros ideales de Justicia , de Verdad, de Libertad e Igualdad.
          Pero en ese empeño, en ese camino, es primordial aunar esfuerzos, sumar voluntades, hacer comprender que esa tarea noble, política, cultural, racional, nos humaniza a todas las personas que habitamos la Casa Común del Plaeta Tierra. De ahí la importancia de la Educación, de la Formación Profesional, de la Universidad, de la Ciencia y la Técnica con conciencia, y del propio desarrollo con autoconciencia. Educar y reorientar las tendencias negativas no es nada fácil.
          Concluyo: aunar esfuerzos implica organizarse, federarse, confederarse, ir decididamente a la Construcción de la Comunidad Humana, a partir de la Unión de los Pueblos y la Unión de los Estados de Derecho que asuman en sus Constituciones las garantías de los Derechos Humanos, en cuanto que Derechos Fundamentales para la promoción de la dignidad humana de mujeres y hombres.
           Las Culturas, las Religiones, las Ideologías, y sus respectivas Instituciones y Organizaciones sólo pueden aportar positivamente a la construcción de la Comunidad Humana si su referente primordial es el respeto a la dignidad de toda persona y de todo pueblo.
          
          
         

domingo, 27 de enero de 2013

HACIA EL SOCIALISMO DEMOCRÁTICO DEL FUTURO (y V)


          Iniciar en Política un nuevo camino, alumbrar una opción progresista propia, y recobrar la credibilidad son aspectos básicos a los que obliga la situación actual destructiva, de recesión y paro estructural grave. La pregunta es si puede recuperarse el PSOE, en España, para realizar una política socialista en libertad. Hacia el Socialismo Democrático del Futuro, dado el mundo de economía global en el que vivimos, parecería más razonable crear una nueva estructura federal socialista en la Unión Europea, que pudiera servir de referente para opciones similares con sentido internacional solidario.
 
          Carlos Navarrete, al preguntarse si tiene arreglo el PSOE responde hablando de un ciclo biológico que, acorde con la evolución natural, apunta hacia su propio fin. No obstante, como las personas no sólo somos naturaleza sino que también hacemos historia - y el PSOE ha hecho efectivamente historia en España- , ofrece sus reflexiones por si se entra ahora en un nuevo ciclo constituyente del Partido.
 
          No basta, en Europa, que exista un Grupo Socialista del Parlamento Europeo. De ser posible, y de forma libre, habría que configurar una nueva estructura federal socialista europea. Ello implica tres cosas: cesión "nacionalista" en beneficio del Interés General y el Bien Común; combatir la tendencia al dominio por parte de los más poderosos; y frenar arrebatos hipernacionalistas insolidarios.
 
          El Socialismo Democrático del Futuro tiene la exigencia de construir su propio marco conceptual teórico y práctico sobre Economía y sobre Política, pero también sobre Cultura y sobre Servicios Públicos, desde un sentido de comunidad y familia dialogante y protectora, solidaria de todas las personas que forman la Comunidad Humana.
 
           Esta es la gran exigencia y el reto de futuro

martes, 22 de enero de 2013

HACIA EL SOCIALISMO DEMOCRÁTICO DEL FUTURO (IV)



En el momento presente, la Economía tiene mucho más de Ciencia Ficción que de Realidad. En efecto, según algunos cálculos, lo que es la Economía real (aquello que se cifra en el denominado PIB), supondría en torno al 3%; el resto, más del 95% sería Economía o Trama Financiera. En esa trampa estamos cogidos. Sin salir de esa trampa, que implica también destrtucción alarmante de empleo, no se puede hablar de Socialismo Democrático de Futuro.
Carlos Navarrete, ante esa realidad, que exige cambiar el sistema económico-financiero, denuncia además el paro alarmante, en el trabajo que lleva por título:

EL PARO Y LA CRISIS: CUANDO LAS PALABRAS SE PERVIERTEN

Cuando nos alcanza el ciclo de la prosperidad, indica, nuestra economía es capaz de generar nuevos empleos en cantidades que sobrepasan a los que crean los países que constituyen nuestro entorno. Pero, a pesar de ello, el paro se mantiene en esos momentos en  España en tasas que en otros países, incluso en fases recesivas, se consideran alarmantes. Así viene ocurriendo desde que se instauró la democracia por no referirnos a épocas anteriores. En consecuencia, cuando atravesamos un ciclo de dificultades económicas nos convertimos en un país con cifras de desempleo propias del tercer mundo, que es, crónicamente, la situación en que permanecen determinadas comunidades autónomas como Andalucía, Canarias,  Extremadura  y  otras, así como determinadas comarcas del Mapa Nacional.
El problema ha sido abordado siempre desde el cada vez más insoportable abaratamiento y deterioro de las relaciones laborales reduciendo el número de trabajadores con la condición de fijos, aumentando el de los temporales hasta doblar al del país que nos sigue en precariedad dentro de nuestro entorno, facilitando el despido e insistiendo en la flexibilización de los trabajadores..
Todo hace presagiar que estamos ahora ante una cautelosa ofensiva contra el sindicalismo y contra la negociación colectiva que se desarrolla en el ámbito más proclive a dicho sindicalismo.
¿Qué más flexibilización…?
Los hechos son contundentes: el paro se mantiene en tasas intolerables cualquiera que sean las circunstancias del ciclo y  cualquiera que sean  los tipos de medidas que se han venido imponiendo como garantía de una recuperación razonable del empleo. Un nuevo tratamiento del problema se impone:
- Hay que empezar por crear puestos de trabajo de calidad e ir gradualmente transformando en esa dirección los que no lo son.
- Hay que introducir el ”nuevo modelo productivo”, prometido en tiempo y no cumplido.
- No es condición suficiente la cualificación de los trabajadores.
- Hay que indagar, y creemos que existen estudios…, para crear nuevos puestos de trabajo, y sobre las necesidades insatisfechas o mal resueltas, aumentando las inversiones en I+D+i, fomentando la creación y explotación de patentes  así como la incorporación de nuevos valores añadidos a los productos clásicos de nuestro país que deben complementarse con una nueva gama de artículos que se han venido elaborando fuera de nuestras fronteras.
- Muchos empleos podrían crearse diseñando recorridos de reinserción, valiéndose de los propios parados para efectuar tareas sociales desatendidas y reduciendo la hemorragia del gasto público que representa una ingente cifra de desempleados víctimas de una errónea manera de abordar el tema el paro.
- Una tarea ineludible es la concepción del Servicio de Empleo como un  servicio público unitario o al menos estrechamente coordinado, incluyendo las características personales y profesionales así como las preferencias laborales de cada desempleado, extendiéndose este registro desde el ámbito europeo hasta el nivel municipal y creándose  un censo de empresas y puestos de trabajo permanentemente actualizado y en el que se reflejara, también con sus correspondientes características, los que momentáneamente estuvieran vacantes en todo el territorio de Unión Europea de manera que fuera posible el cruce de los datos del desempleado con los puestos de trabajo disponible.
- Para minimizar la economía sumergida es preciso que los inspectores que tienen competencias para controlar y reprimir a aquella, pudieran levantar actas donde se hicieran constar las causas a que la inmersión responde y en su caso instar a realizar las oportunas modificaciones normativas cuando se constatase que las disposiciones reguladoras son defectuosas.
Si las medidas que se han ido estableciendo para crear empleo han estimulado su reducción otro tanto sucede con las directrices europeas para superar la  delicada situación de la economía europea y ello a pesar de que desde hace tiempo economistas de la talla de  Paul Krugman o Joseph Stiglitz venían advirtiendo de que nos iban a llevar a la recesión   pues no es el déficit  o el endeudamiento la causa de la reducción de la actividad sino al revés y no es la austeridad y la  reducción indiscriminada del gasto lo que prepara la plataforma para el despegue sino el aumento de la fiscalidad sobre las grandes fortunas  y el incremento de las  inversiones, por lo que hay que castigar impositivamente a las personas y empresas que no inviertan e incentivar fiscalmente a las que inviertan.
Considera Carlos que, políticamente, hay que terminar cuanto antes con el liderazgo europeo de la señora Merkel quien, tras la reciente rebaja crediticia  a nueve países de la eurozona se ha reafirmado en la política que viene defendiendo y que como ha dicho el mencionado Krugman “conduce a los países de la eurozona por una carretera sin rumbo, cuesta abajo y a toda velocidad”.
En definitiva, la manipulación de los dos grandes problemas que tenemos, el paro y la crisis, se asemejan a la persona que se agita y patalea sobre arenas movedizas: cuanto más se mueve, más se hunde.
En mi opinión, en relación con esta radiografía y estas líneas de actuación, hay una cuestión de fondo, en la crisis, que es la regularización  del sistema financiero-especulativo para que sea la economía la que esté supeditada al Bien Común o el Interés General, objetivo de la Política, y no la Política al servicio del Mercado Financiero que minimiza, hasta lo ínfimo, la Economía Real Productiva. Pues esa es la Gran Estafa del Siglo XXI.
 Hay que reformular y reestructurar el sentido de las instituciones como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Central Europeo, si de verdad se quiere "poner pie en pared" al capitalismo desenfrenado, inmoral  y suicida.

miércoles, 16 de enero de 2013

HACIA EL SOCIALISMO DEMOCRÁTICO DEL FUTURO (III)


      Frente al desmesurado capitalismo financiero, que a fuerza de codicioso no sólo destruye la sociedad sino también a sí mismo, Carlos Navarrete Merino considera éticamente exigible el diseño y construcción de la Europa Social. Ahora bien, como la mundialización actual requiere de actuaciones políticas globales, postula, en consecuencia:
UN PARTIDO EN LA ESCALA DE LOS PROBLEMAS A RESOLVER

Desde hace tiempo, nos dice, se venía observando que fenómenos como el cambio climático, la existencia de  determinadas enfermedades infecciosas, el aumento de la delincuencia organizada y del terrorismo internacional, la falsificación de moneda, la trata de blancas, los atentados contra los derechos humanos y otras muchas actividades de escala supra-estatal  exigían de los partidos que su actuación rebasara el marco nacional.
La izquierda lo entendió antes que otros, y su evolución discurre paralela a la de las sucesivas internacionales, quedando actualmente en pié la Internacional Socialista  una vez desaparecidas las Internacionales anarquistas (A.I.T.) y comunistas (III y IV). 

Ahora bien, en la actualidad el PSOE debe asumir la responsabilidad de actualizar su obsoleto funcionamiento, … y, desde nuestra Internacional, debe  contribuirse a hacer de las  Naciones Unidas una organización más eficaz y representativa.
En España se realizó un esfuerzo para adaptar la estructura del partido a la del Estado de las Autonomías. Resta que se siga el mismo criterio en lo que concierne a la Unión Europea.
 
Carlos se manifiesta a favor de la existencia del Grupo Socialista del Parlamentario Europeo, pero dice que no basta con eso. Los partidos socialistas europeos que voluntariamente lo decidan deben hacer una cesión parcial de sus atribuciones estatales a favor de una nueva estructura federal socialista europea. Queremos más Europa pero no creemos en una Europa que se está inclinando alarmantemente del lado de los poderosos. La luz de la cooperación y la colaboración tiene que alumbrar al menos con la misma fuerza que la de la competencia. Las fronteras nacionales y aún las de la misma Unión Europea no pueden servir de excusa para dejar de entender que ante la enfermedad, el hambre, la privación de las libertades esenciales, de los servicios públicos indispensables y, en definitiva, ante las más catastróficas formas del dolor humano, todas las personas somos iguales, cualquiera que sea nuestra pertenencia continental, nacional o étnica.

Los Estados miembros de la U.E. no pueden ser  el moderno Zeus que rapte de nuevo a Europa, imponiendo directorio y hegemonías particulares y devaluando el espíritu comunitario. Son todas las autoridades estatales las que deben estar subordinadas política y económicamente al conjunto de instituciones y autoridades europeas. Ello implica combatir dos frentes: a) la simple confederación dirigida por los más poderosos; b) los arrebatos hipernacionalistas, que hacen un uso abusivo de su propio poder, sin considerar la solidaridad social, territorial y económica.

Más concretamente, y sobre aspectos que a veces se omiten, dice con claridad que, para liderar un proceso de integración y armonización de las instituciones europeas y de sus programas de actuación, a Europa no le debe quedar otra opción que la del desarrollo del europeismo hacia dentro y hacia fuera, combinando inteligentemente sus capacidades de acogida con la ayuda exterior a los pueblos más depauperados, entendidas no sólo en la dimensión económica sino también en la cultural y democratizadora.

Respecto a la viabilidad del Estado Social en su versión del Estado de Bienestar, entiende que la actual de-construcción del Estado de Bienestar Europeo, por parte del poder de los mercados, exige de los partidos socialistas una denuncia decidida y constante, así como una actuación condenatoria y persecutoria  de los sumideros tributarios y de los paraísos fiscales –algunos de los cuales se encuentran dentro de la propia Unión y del Espacio Económico Europeo-  y de las prácticas bursátiles especulativas, que van camino de provocar otra burbuja dineraria ficticia y virtual.
Para Carlos Navarrete, es fundamental para llevar a cabo la Europa Social, un sistema impositivo  progresivo edificado desde la perspectiva de la imposición directa, no solo sobre la in-equitativa imposición indirecta, completado con una tasa sobre las transacciones financieras y la responsabilidad tanto individual como solidaria de los países miembros.  

Este cambio de orientación que propugnamos, además de ser éticamente exigible, redistribuirá la riqueza, aumentará la capacidad económica de las personas y garantizará la senda de un crecimiento sostenido. 

Urge avanzar en la Unión Política Europea, con sentido de solidaridad e inter-culturalidad social, territorial y económica. Pues resulta corrosivo para la propia Unión Económica la dualización y la des-estructuración social, la des-vertebración o los Estados invertebrados, y la burbuja virtual del incremento desmesurado del dinero por la especulación financiera del dinero.   

El socialismo del futuro, en libertad e igualdad, tiene que ser políticamente democrático y, a la vez, estructuralmente solidario, capaz de remover los obstáculos que impidan o dificulten el reconocimiento de la dignidad humana y la dignidad de los pueblos de la Tierra. 

Son tres las escalas a tener en cuenta: la local –en sus distintos ámbitos del paradigma Estado –, la regional o Europea, y la Mundial o Internacional Solidaria - con determinados vínculos históricos y geoestratégicos para el desarrollo, en el caso de España -.

lunes, 14 de enero de 2013

HACIA EL SOCIALISMO DEMOCRÁTICO DEL FUTURO (II)


          Tras el descrédito del PSOE en España, analiza Carlos Navarrete, la dificultad de su estructura leninista, jerarquizada desde la cúpula hasta la base, común a otras organizaciones políticas y sindicales y que impide  una verdadera división de poderes.Ello pone de manifiesto que, en nuestro país, los partidos políticos cumplen de una manera bastante exigua el artículo 6 de la CE. A pesar de esta constatación, que comparto plenamente, el autor mencionado establece un imperativo:
RECUPERAR AL PSOE
                                      PARA PODER REALIZAR UNA POLÍTICA SOCIALISTA

          El resultado, entiendo, tendrá que ser regenerar, reestructurar o refundar el PSOE, pero, previamente, es absolutamente necesario reconocer lo siguiente:

          1) Los órganos deliberantes son manifiestamente mejorables. Es cierto que se respeta la libertad de expresión pero el afiliado que se pronuncia críticamente, a diferencia del que lo hace adulando a los que mandan,  muy posiblemente será objeto de acoso y represalias.

           De hecho, estoy de acuerdo, se han manipulado los censos a voluntad de la cúpula, “se anulan Asambleas y Congresos, cuando se cuestiona a los “jefes”, se envían comisarios políticos para representar el doble papel de juez y parte en las sesiones de Asambleas y Congresos conflictivas, se nombran gestoras…y, en general, los Secretarios de Organización a todos los niveles son los encargados de materializar esta sucia intendencia aplicando las Resoluciones, Estatutos y Reglamentos a la medida de lo que conviene a la línea oficial.

          2) Las Comisiones de Conflictos, que  con ese u otro nombre constituyen el órgano judicial de los Partidos, aunque ocasionalmente puedan ser elegidas en los Congresos, están siempre en la onda del órgano de dirección siendo un alter ego del mismo.

           Consecuencia: en caso de disentimiento con la dirección, no se le garantizan los derechos a los militantes

          3) La dirección efectiva y la política real no la marcan los órganos deliberantes sino lo que en el PSOE se llama la Comisión Ejecutiva que desde hace años  viene aumentando el número de sus miembros para convertirse, no en el órgano ejecutor de las decisiones adoptadas en los órganos deliberantes, sino en el órgano que dirige la red clientelar  interna, adoptándose las más importantes decisiones por la llamada ”mesa camilla”, un colectivo informal y reducido, a menudo convertido en mera pared de frontón para que el Gran Jefe no se equivoque demasiado…

          Consecuencia: la dictadura de la supuesta democracia interna es lo primero que hay que remover dentro del partido para que fluya la savia por el tronco y para que el propio partido pueda contribuir a depurar las corruptelas existentes en la división de poderes a escala estatal.

          Un segundo ámbito a considerar es el  de la actividad política que no tiene por qué limitarse a la que se desarrolla dentro del partido. Importa que los ciudadanos, mujeres y hombres, entiendan que la dimensión colectiva que tiene nuestra existencia obliga a plantearse ésta no solo como una larga marcha hacia la realización individual sino también como la tarea que a todos incumbe de organizar del mejor modo posible la convivencia social.

          Entiende Carlos Navarrete que la verdadera actividad legítima no es la de poder sino la de servicio y así entendida, debería de ser el elemento decisivo para la proposición de candidatos tanto a cargos públicos como orgánicos. Por lo demás, considera también que esta actividad de servicio puede desarrollarse tanto dentro como fuera del partido, trabajando en grupos que analicen y formen opinión y criterio sobre todos aquellos problemas que nos rebasan como personas singulares.

          Las Casas del Pueblo deben tender a ser lo que su nombre indica, locales a disposición de los ciudadanos que converjan con los intereses que el partido defiende y desde las que se imparta  una educación en valores constitucionales y éticos y dentro de ambos una formación específica en los de la solidaridad y el socialismo. Sin perjuicio del inevitable trabajo orgánico y burocrático se deben planificar, pues, programas que hagan atractiva la participación política.

          Las Comisiones de Listas están esencialmente pensadas para atenuar el componente democrático con la intervención de los órganos superiores en la confirmación o modificación de las candidaturas. Deben dejar de realizar tan funesta función. Sus integrantes han de ser personas de acreditada moralidad y su función ha de reconducirse a evaluar la actividad política de los elegibles, procurando que dentro de ellas estén representados los sectores que se consideran prioritarios para el partido, siendo una pieza más en la estrategia de la lucha contra la corrupción.

          El Estado, la sociedad en su conjunto, y los partidos están obligados a prevenir la corrupción en lo posible y reprimirla con rapidez y ejemplaridad.           El PSOE debe de tomar la iniciativa de proponer a las demás fuerzas políticas un pacto contra la corrupción y en el que,  con independencia de las responsabilidades exigibles judicialmente se establezca la responsabilidad política por culpa “in vigilando” o “in eligendo”

          Las fronteras entre las grandes empresas, las asociaciones religiosas y otros grupos de intereses y el espacio del partido deben de blindarse mediante un sistema de incompatibilidades siendo una de las más urgentes la que debería existir entre el estatus de Ex Presidente del Gobierno y la prestación de servicios retribuidos a las empresas privadas.

          Lo que expresa Carlos Navarrete, con mucho conocimiento de causa, y por propia experiencia, postula a las claras la refundación del PSOE, desde una Cultura Política, ética y socialmente solidaria, en ámbitos nacionales e internacionales.  Esa reestructuración interna, democrática, es imprescindible para poder realizar una política socialista en libertad e igualdad.

lunes, 7 de enero de 2013

HACIA EL SOCIALISMO DEMOCRÁTICO DEL FUTURO (I)


Por medio de un amigo común y, después,  tras un encuentro familiar y simbólico al que he sido invitado,  me alegra intercambiar diagnóstico del presente social y político e ideas de futuro con Carlos Navarrete que, a mi modo de ver, se entregó siempre a la política sin servirse de la política. Pues siempre trató de construir una clara opción por el Mundo Cultural del Trabajo, desde la solidaridad, el compromiso social, y la praxis política (unión de inteligencia y acción).

 Ahora, ante este momento histórico de dificultades y de oportunidades, voy a dialogar con este compañero amigo a partir de unas reflexiones que me remite. En la primera de sus aportaciones afirma en su título:

LA TENDENCIA AUTODESTRUCTIVA EN CURSO OBLIGA A REFORMULAR LOS OBJETIVOS DEL SOCIALISMO  DEMOCRÁTICO”

Las dos primeras y principales afirmaciones son:

 1)      Los resultados obtenidos por el Partido Socialista Obrero Español en las últimas elecciones generales, con la pérdida de unos quince puntos y de unos cuatro millones de votos sobre los anteriores comicios del mismo signo, no hacen sino confirmar la tendencia que ya apuntó en las pasadas elecciones autonómicas y locales: una gran parte de su electorado, la que le ha dado en otras ocasiones la mayoría, absoluta o  simple, huye espantada de la obra del gobierno socialista a partir del cambio que se produce en mayo de 2010, cuando Rodriguez Zapatero, en una supuesta actitud suprapartidaria y patriótica, da un giro copernicano a su política convirtiéndose en el aventajado alumno de la derechizada y errónea política anticrisis de la Unión Europea.

2)      Hasta hoy todavía no se ha dado una explicación razonable del cambio contra-partidario y antipatriótico, porque contradice a las razones objetivas que fundamentan la existencia de este partido, la lucha contra las desigualdades sociales que las políticas anticrisis europeas no han hecho sino exacerbar, en perjuicio de los sectores más modestos de la sociedad, que constituyen el electorado natural del PSOE, al tiempo que han dañado muy gravemente a la totalidad de la población, si excluimos a las elites económicas que tanto han prosperado en estos tiempos revueltos.

Dice a renglón seguido que cabía una explicación:

“En esta Europa en estado constituyente que participa de la  globalización económica, estamos obligados a pertenecer a esta Unión y a acatar los mandatos de una instituciones gobernadas hegemónicamente por la derecha; pero, no tenemos por qué, asumiendo las opiniones mayoritarias, cejar en la defensa de las que, además de ser las propias, no  incrementan el desempleo, no ponen en peligro la protección social y los elementos esenciales del Estado de Bienestar… la arquitectura europea y la credibilidad de unos políticos que cada día prometen nuevas soluciones-milagro para remediar los males que nos afligen y que no producen sino el efecto de agravarlos.

      Las medidas, que deberían haber complementado a las acordadas por la U.E., básicamente podrían haber consistido en equilibrar los gastos con una política   re-distributiva financiada con  ingresos públicos, obtenidos por medio de impuestos directos de carácter progresivo lo que es  perfectamente compatible con una gradual reducción del déficit presupuestario”.

Pero no se dieron explicaciones y la medida tomada, el año 2011, fue modificar sin debate parlamentario alguno el artículo 135 de la Constitución Española (CE) de modo que el pago de la deuda pública gozara de prioridad.

Carlos Navarrete señala otras contradicciones del socialismo democrático, bajo la dirección de Rodríguez Zapatero, en su etapa final, que ponen de manifiesto el desmoronamiento ideológico: instalaciones antimisiles de Rota, indulto a un banquero estafador, y el otorgar a la familia de Franco y a la Iglesia Católica el poder dirimir el destino final de los restos del Dictador.

Consecuencias:

 1)    Queda ahora a su partido la dura tarea de iniciar, desde la oposición en que se encuentra dentro  de la mayoría de las instituciones en que obtuvo representación, un nuevo camino que corrija los grandes defectos que le aquejan y que no son solo los que la derrota electoral y la gestión de la crisis han hecho más visibles.
2)    En paralelo, el partido debe contribuir a alumbrar una alternativa distinta a la conservadora para resolver los gravísimos problemas que esta crisis está generando.
3)    Caso de que la futura dirección del socialismo democrático se dispusiera a cambiar de ruta, lo primero sería recobrar la credibilidad  perdida y con ella que arraigue en la sociedad española la cultura política de que, salvo fuerza mayor, los partidos deben cumplir los compromisos  electorales en las instituciones  que gobiernen. 

     Incumplimientos electorales los ha habido desde los años ochenta, contradicciones en la dirección del partido y en sus bases también. La pérdida de credibilidad es clara y la fragmentación del ala centroizquierda, también. Mirar el pasado reciente o el pasado y analizar datos puede ser de interés para dar nuevos pasos firmes. Pero lo más importante es enmarcar un nuevo horizonte coherente y atractivo, acorde con el momento, y capaz de aglutinar las distintas familias y tendencias del ala centroizquierda e izquierda solidaria. 
     De las tres consecuencias entresacadas, me parece lo más importante contribuir a alumbrar y enmarcar en positivo, una opción claramente distinta a la del ala centroderecha y derecha mercantilista antisocial, que ya ha sobrepasado varias líneas rojas cayendo en la inmoralidad, en un año de responsabilidad ejecutiva.
 
     El problema no es solo de España sino del conjunto de Europa y, en este Mundo Global, de toda la Comunidad Humana. Urge, pues, retomar principios y valores propios del socialismo democrático que llevan a la corresponsabilidad y la cohesión social, económica y territorial, desde la solidaridad, la equidad, la igualdad, la libertad democrática, la inter-culturalidad, la justicia y la paz.