martes, 16 de abril de 2013

DE LA DISCORDIA AL CONSENSO


 
     Lo que hoy me sugiere la lectura de un libro de Óscar Alzaga y la serie de noticias de "alta tensión", descrédito de los Partidos Políticos, y denuncia -por parte del Fiscal General del Estado- de la corrosiva y devastadora consecuencia de la corrupción sobre la Democracia, es precisamente la necesidad urgente y perentoria de ir pasando de la discordia al consenso.
 
     El librito, intencionalmente breve, de Óscar Alzaga se titula Del consenso constituyente al conflicto permanente. Lo publicó en 2011 la Editorial Trotta. Pero me parece de muchísima actualidad. Merece la pena leerlo y, además, se lee en poco tiempo. Lo difícil es "rumiarlo" e incorporarlo en pro del diálogo y la convivencia. El libro termina (en su apartado VI) con "Unas no conclusiones: El temor a la instauración de una dinámica de la discordia".
 
      En la parte final nos invita Óscar a reflexionar sobre: 1) "Concordia versus discordia"; 2) Sopbre el proceso autonómico; 3) "La dinámica partitocrática radicalizadora"; 4) "El papel de las ideologías en un debate de total confrontación" (yo dirtía más bien de enfrentamiento, con "artillería pesada" puesto que poco se "confronta"); y 5) "La voluntad de convivir" (con clara referencia a Ortega y Gasset sobre la España invertebrada).
 
     Para que no haya "desvertebración", dos advertencias: a) Un clima político constitucional de graves y permanentes conflictos puede arruinar las grandes aportaciones de la Transición de la Dictadura a la Democracia; b) es absolutamente necesario y urgente recuperar el diálogo y fomentar la capacidad de "consenso" entre los Partidos; y de éstos con las manifestaciones de la Sociedad y las fuerzas sociales, organizaciones laborales y económicas.
 
     Resolver, además, los temas de corrupción mayor es igualmente urgente. En general, sabemos de un 20% y, sin embargo, la corrupción está siendo una lacra que, en palabras del Fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce, está envenenando el funcionamiento de la economía de nuestro país, su imagen internacional, la integridad de las arcas públicas, la probidad en las relaciones comerciales y el cabal desempeño de las prerrogativas y funciones públicas. Por eso quizás resulta tan difícil apostar por el Estado Social y el Estado de Bienestar, desde la responsabilidad pública.
 
     Resolvamos, pues, los problemas desde sus causas, caminemos hacia el diálogo, y fomentemos el conseno. Pues, de no entrar por esta vía sapiencial de los mortales incitamos, directa o indirectamente, a la violencia, que es la vía mortal del "no-ser".  

3 comentarios:

  1. Creo que si no se recupera el sentido comun, se lucha por superar las dificultades,teniendo en cuenta los movimientos sociales y procurando aunar esfuerzos, dificilmente podremos salir de este embrollo en el que nos encontramos sumergidos.¡Merece la pena ser un poco positivos!

    ResponderEliminar
  2. Pepe: No se debe de olvidar que el día 16 de abril es el día internacional contra la esclavitud de los menores. Dicha esclavitud es un grave problema actual en muchos lugares del mundo, pero también en Europa y en España

    ResponderEliminar

  3. Tu artículo muy bueno, pero como dice Asun, habría que recuperar el sentido común, el consenso, el sentido de Estado, la lucha por el bien común y por el puebo, y esto parece que importa un bledo a la mayoría de la clase política, que además es una clase muy mediocre, como ya se ve con el puesto quer ocupan nuestras universidades en la clasificación mundial... y más en nuestra España con 17 gobiernos de juguete... cada uno va a lo suyo, importa el poder, el ser cabeza de ratón, el coche, el chofer...

    Sigamos esperando el día en que todos al levantar la vista veremos una tierra que ponga libertad...

    Un abrazo

    José Luis

    ResponderEliminar