martes, 24 de enero de 2012

¿CACERÍA CONTRA UN JUEZ ANTICORRUPCIÓN?

Benjamín Forcano, actualizando quizás al Quijote considera que Garzón sabe “que tiene envidiosos de su virtud y valentía a muchos príncipes y a muchos otros caballeros, que procuran por malas vías destruir a los buenos”. Ha habido algunos testimonios que denuncian la contradicción del procedimiento utilizado para sentar en el banquillo, una y otra y otra vez al juez Garzón. Personalmente, considero que, en este caso, la vara de medir, invocando estrictamente o rabiosa y apasionadamente el Derecho Positivo por parte de los acusadores, se ha torcido al interior de la estructura y la función judicial. Hay testimonios de autoridad a los que acudir para asentar tal afirmación pero hay una serie de preguntas que cualquiera puede formularse.


1) ¿Cómo se puede condenar a un juez si los fiscales no apoyan las acusaciones formuladas sobre su modo de proceder?


2) Sea cual sea el Derecho Positivo, ¿acaso prescriben los crímenes de lesa humanidad? ¿Acaso desde la no justicia no se puede hacer justicia y restañar las heridas de los descendientes de las víctimas?


3) Si los métodos utilizados para conocer la verdad están avalados por la fiscalía ¿por qué no van a ser legales?


4) ¿No será que el adentrarse en la corrupción y en la financiación ilegal de los partidos, y en los crímenes de Estado - ya pasados pero también recientes - es un motivo pasional e ideológico para levantar la veda e ir a su caza?


Sabemos que los Derechos Humanos, tal como se formularon en 1948, responden a una ideología liberal, que pueden quedar en simple Declaración Universal de Intenciones, y que se recortan en el seno de las Constituciones de los distintos Estados...

En el caso que nos ocupa, no va a ser suficiente la Justicia Legal. Será necesaria la virtud de la Justicia, atemperada por la Equidad -como defendiera en su día el propio Aristóteles-.

Entre mis compañeros constato una visión legal formalista y un positivismo estricto para con los dos casos importantes por los que se imputa al juez Garzón. El de los cursos, no me interesa. Puede que haya corruptela. Pero lo sistémico, que afecta a la rectitud, parcialidad o i mparcialidad de la Justicia son los otros dos casos.

7 comentarios:

  1. Hoy, 1 de febrero, en PÚBLICO, se reproduce la opinión de Reed Brody, observador internacional y consejero jurídico de HUMAN RIGHTS WATCH, crítico con la sesión de ayer del Tribunal Supremo. Dice: "Garzón demostró que su decisión de asumir la investigación de los crímenes cometidos durante el periodo franquista estaba plenamente avalada por el Derecho Internacional. Sin embargo, el simple hecho de ver a un juez en el rol de acusado, teniendo que justificarse por haber investigado hechos de torturas, asesinatos y desapariciones, constituyó de por sí una afrenta a los derechos humanos y a la independencia judicial"

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  2. Don José: El juicio a Baltasar Garzón, por presunta prevaricación al favorecer la investigación de los asesinatos franquistas y del tiempo de la Dictadura, quedó ayer "visto para sentencia". Garzón dijo que su conciencia está tranquila pero anda cabizbajo. El fiscal dejó traslucir sus dudas sobre la imparcialidad del Tribunal. Vamos a ver ...

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  3. Gracias por actuar contra el olvido y la impunidad, y exigir un trato justo y humano a los familiares de las más de 110.000 personas que siguen abandonados en fosas comunes en todo el país.

    Envía el correo de abajo a tus amigos y familiares y pega este enlace en tu muro de Facebook.

    http://www.avaaz.org/es/spain_truth_on_trial/?tta

    Muchas gracias,

    El Equipo de Avaaz

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  4. Primer mazazo, y, además, "por unanimidad" del Tribunal... Mejor no comentar nada. Pero no lo se. Las cosas nunca son por que sí.

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  5. Benjamín Forcano manda un correo en el que, entre otras cosas, dice:

    Me llega hoy mismo un sorprendente comunicado de un amigo, gran biblista, que dice: “Sin entrar en las razones de la condena, me he acordado de una norma judía que dice: condenado por unanimidad, luego inocente. Regla jurídica ésta extraña, pero muy luminosa. Así nos lo enseñaban en el Instituto de Pensamiento Hebreo: Cuando un Tribunal condenaba al presunto culpable por unanimidad había que liberarlo inmediatamente, pues debía suponerse que era inocente. La unanimidad implica que el Tribunal está manipulado y sus miembros no han sido libres”.
    Estas viejas lecciones del Derecho Hebreo confirman que no siempre las sentencias de los jueces se adecuan a la ley y que, aun cuando se las pretenda revestir de unanimidad, no tienen por qué ser justas. “Cuando están todos a una de acuerdo en condenar, pregunta un escritor judío contemporáneo, ¿no da la impresión de que el condenado es víctima de una conspiración y que el veredicto no fue el fruto de la razón serena y de la deliberación reflexiva”.

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  6. Pepe, el viernes, ha escrito también Federico Mayor Zaragoza. Mira http://federicomayor.blogspot.com, el título:

    Juez Garzón, clamor mundial en su favor
    viernes 10 de febrero de 2012

    Dice:

    No queremos un "Estado de Derecho" sino un "Estado de Justicia". Si el derecho de nuestro Estado permite que los corruptos puedan condenar a uno de los jueces más relevantes a escala mundial es que este derecho debe modificarse.

    Los que se escudan en el "Estado de Derecho" y se alegran de que se acuse por impresentables asociaciones al mismo juez que logró descubrir sus turbios manejos, es que siguen anclados en posiciones antidemocráticas que tanto nos ha costado intentar superar.

    Y a los (las) que "se alegran" ... sin comentarios!

    Pero al final, en menos tiempo del que se imaginan, un boomerang gigantesco les alcanzará. Y en España tendremos un "Estado de Justicia"

    Publicado por Federico Mayor Zaragoza

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  7. El artículo de Javier Cremades, abogado, sobre "El caso Garzón y el derecho de defensa" (en El PAIS, 1/03/12, página 27) da mucho que pensar.

    Destaca la sentencia unánime del Tribunal Supremo condenando al juez Garzón "por ordenar unas escuchas ilegales a los abogados del caso Gurtel".

    Afirma que lo único que separa un Estado de Derecho de un Estado que utiliza (en sentido instrumental?)el Derecho es la frontera del derecho de defensa que asiste a todo ciudadano.

    Supone que se ha vulnerado el derecho de defensa y que se utilizaron malas artes (violando el secreto de las comunicaciones entre abogado defensor y su cliente).

    Considera las manifestaciones mediáticas y populares suscitadas por la sentencia condenatoria como "nube de reacciones emocionales e ideológicas.

    Valora positivamente que la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de Abogados de madrid aprobara la autorización para que el Colegio interpusiese una querella para defender el derecho de defensa "que ejercían los letrados espiados" (dice textualmente)

    Pero considera sorprendente y hasta escandaloso que el Colegio, finalmente, no actuara y dejara solos a los "abogados escuchados" (sic).

    Afirma además: "Tuvo que ser un abogado particular y en solitario, Ignacio Peláez, el decidió dar ese complicado paso y presentar la correspondiente querella que, una vez admitida, ha permitido la incoación del conocido procedimiento penal ante la Sala Segunda de TS y la personación de otras partes acusadoras"

    Francamente, el tema da qué pensar

    Habla, posteriormente, de "indefensión, por parte de su Colegio, de unos abogados en el ejercicio profesional del derecho de defensa"

    Menos mal, dice, que estas deficiencias en la protección del abogado en su ejercicio profesional han quedado subsanadas por la claridad y contundencia de una sentencia unánime de siete magistrados del Tribunal Supremo.

    Y, por si fuera poco, sugiere un cambio de tipo de Colegio de Abogados, así como la conveniencia de una Ley Orgánica de Defensa, en los términos en los que se ha pronunciado el propio Consejo general de la Abogacía.

    Pero, como decía Galileo, la tierra se mueve. Más allá de la sentencia por unanimidad de la Sala Segunda del Tribunal Superior de Justicia, la causa, el quid de la cuestión, sigue abierta, y se denomina trama Gurtel.

    Ha terminado la terna de procesos judiciales abiertos contra el juez Garzón, estrella estrellada. Vale. Pero ahora, como las sentencias no terminan ni cierran las causas sino que las abren con no pocos interrogantes, tratemos de reflexionar lo más objetivamente posible buscando y amando la verdad por encima de otros intereses legítimos o no legítimos, confesables o inconfesables, pues la "no justicia", en su caso, debe llevar a la justicia o, al menos, a una mayor y mejor justicia, desde el punto de vista técnico, científico y filosófico, que son los tres saberes en liza cuando se trata del estudio del Derecho.

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